Héroes / Villanos

No queremos héroes, al final se cargan al malo (da igual vivo que muerto, que para eso tienen licencia) y se llevan a la chica y encima no importa lo que hagan con ella, que para eso son los héroes, mientras que los de a pie, los que nos encargamos de mover todo el cotarro pero no tomamos ni una sola decisión, nos quedamos con las ganas de serlo a falta de loterías, golpes de suerte y demás engaños para dispersar la realidad. 

No queremos héroes, se pasean con sus flamantes uniformes, los mismos que en un alarde de pulcritud nunca se arrugan ni se ensucian, mientras al resto se nos cagan encima las palomas, nos salpican los coches que atraviesan el charco con barro justo cuando vas paseando a su lado o nos echan tierra desde la obra que nunca termina y encima nos insultan por haber pasado por allí. 

No queremos héroes, hacen que todo parezca más fácil y así sólo consiguen que nuestro amante nos exija esa dignidad que demuestran en momentos de crisis, hacer el amor tras cargarse a una organización de malhechores que amenazaba el mundo sin mostrar ni una pizca de cansancio, ese gesto altivo que lanzan al jefe de la oficina antes de transformarse en tipos que vuelan, nadan, saltan, ven más allá de los confines del universo y así dejan ciegos al personal ante la realidad cotidiana, el día a día, la dura realidad de sobrevivir en la jungla humana. 

No queremos héroes, aunque bien pensado quizás sean la única esperanza para que nuestros sueños se conviertan en realidad, el último espejismo que podemos ver para creer que podemos llegar a realizar lo imposible, llegar a cotas inimaginables, el último eslabón entre la depresión y el suicidio, los últimos rostros en quienes confiar. 

No queremos héroes...