viernes, 31 de julio de 2015

Mitos Y Mierdas



DEBO SER EL 11


NO

¡¡QUÉ VIDA MÁS SIMPLE, JODER!!

Knocking On Heaven's Door


Vacíos

Para mí el cielo en tus ojos es el mar;
el mar en tus ojos cielo de espuma y sal.
Cuando no estás conmigo, qué vacíos el cielo y el mar.
Es tan grande el vacío que me queda,
que ni mil mares lo llenarán,
que ni mil montañas lo cubrieran.
Tan dulce es el remedio ¡oh flor de mi ribera!
Que tan sólo tu alma lo llenará.
Que tan sólo tu cuerpo lo cubriera.




Diego L. "Diálogos de Leones y Peces" Extracto
(Reproducido con permiso de Vicky)



Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXXVI

Vamos a por todas, ya que todas no viene a por nosotros, de modo que rizando el rizo de lo inescrutable, algo distinto, quizás...


Catherine's Horse (Garage Blues From Connecticut) 1969


Otra de esas historias olvidadas por los siglos de los siglos, la de este extraño artefacto que nos visita y que en su día no contó ni tan siquiera con una portada que llevarse a la boca. 
Grabado en el año 69, Catherine's Horse es el proyecto de un grupo de chavales de Connecticut influenciados por el Blues más clásico y el que se destilaba allá por esos lares, con sonidos eléctricos que le daban otra dimensión. No desdeñan en sus planteamientos de los sonidos Psycho, pero el Blues y todo su universo es lo que realmente mueve este ideario de Música ajeno a lo profesional.
Nueve temas que son todos versiones de Blues clásicos, excepto el tema "Sun Going Down", único de la banda y en el que demuestran claramente las influencias que les llenaban, especialmente los primeros momentos de bandas como Paul Butterfield Band o Blues Project (por citar algunos, porque los primarios Rolling Stones se dejan ver) 
Sonido oscuro, garajero, poderoso y tremendista, con la voz menos áspera de lo que podía esperar en la Música que hacen y las guitarras casi a punto de romperse en las cuerdas que buscan ese sonido sucio para llegar al alma. Una de las cosas que más llama la atención del álbum es el descaro con el cual los cinco chavales de instituto se lanzan a saborear y dar a gustar la Música, con un respeto evidente y ganas de hacer que lo que a ellos les llena se plasme en los sonidos.
Por lo demás, el disco sirve para darse el gustazo de escuchar buenos temas de Blues desde una perspectiva más amateur de la que se acostumbra, pero con el sabor de la buena Música metida en vena, sin florituras ni alardes pero sin desentonar por la calidad que sí lleva impresa.
Una vez más, los sentimientos trasladados a ese amor por la Música salen a la luz en discos como este, donde lo que surge es tan sincero que da gusto.

SIDE ONE:  Get out of my life;  Good morning little schoolgirl;  Good times, bad times;  Think Twice;  Sun Going Down
SIDE TWO:  Rockett 88;  Can't keep from cryin';  One more mile;  Mind to give up livin'

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXXV

Una maravillosa sensación se acerca a "Paseando Por Los Sueños" con la delicada capacidad que tiene la Música para crearla.


The Yankee Dollar (The Yankee Dollar) 1968


Una preciosa manera de incluir los sentimientos en la piel, o una bella emoción que recorre los sentidos de manera sublime, así se podría definir este disco homónimo del grupo proveniente de California The Yankee Dollar, un tremendo trallazo de Música para soñar que en mi opinión es una pequeña gema de las que uno se encuentra de vez en cuando.
Folk Rock Psycho derramada en cada surco del disco, una verdadera exhibición de seda que llega de forma sublime hasta lo más profundo a poco que se tenga sensibilidad y se esté dispuesto a gozar con algo tan "sencillo" como la Música.
Sólo el hecho de existir en el grupo dos voces solistas, Liza Gonzales y Dave Riordan, nos da una idea de por donde van los tiros en la base de las composiciones, que además de por una cuidada, esmerada y perfecta sintonía instrumental, comienzan elaborándose a los oídos de quien lo percibe por las voces exquisitas que van montando toda la melodía, a veces siendo Liza la solista, en ocasiones Dave, en todos los casos apoyándose mutuamente para llegar hasta cotas de belleza realmente increíbles.
Todo lo que va detrás (delante si uno lo ve como le dé la gana) es una perfecta conjunción de instrumentos en la más pura línea Psycho, eso sí, en ocasiones jugando con el Folk suave y susurrante, en otras llevando un poco más allá las melodías con las guitarras arañando arpegios y ritmos en sonidos distorsionados que rompen de manera efectiva todo el conjunto (la tremenda "Follow Your Dream's Way" parece un resumen de toda la Música hecha por el grupo, voces, coros, guitarras, órgano y percusiones dándose un festín)
Disco de cuidada textura y producción para apreciar cada uno de los momentos que nos ofrecen, con la Música en un delicado equilibrio de sensaciones y emociones por igual, seda y magia unidas en unos temas maravillosos que impactan.
"The Yankee Dollar" de nuevo eso que nosotros llamamos magia llamando a la puerta para hacerse un hueco en la mente.
Liza Gonzalez voz. Dave Riordan voz. Greg Likins guitarra. Bill Masuda órgano. Bill Reynolds bajo. Nick Alexander batería.

SIDE ONE:  Sanctuary;  Good Old Friends;  Catch The Wind;  If in swimming;  Follow Your Dream's Way
SIDE TWO:  Live and let live;  City Sidewalks;  Let's Get Together;  Winter Boy;  The times, they are a-changin';  Johann Sebastian Cheetah



De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXXIV

Nos visitaron no hace demasiado tiempo, pero nunca está de más descubrir lo que nos hizo amarles, antes de lo que fueron.


Morning Dew (Early Years: Topeka, Kansas 1966-69) 1966 - 1969


Si nos fijamos en el título, no creo que tengamos problemas en saber lo que tenemos entre manos, un puñado de canciones de Morning Dew en sus primeros años, aunque algunas de ellas abarcan el período en el cual sacaron a la luz su único disco reconocido, uno de los mejores trabajos de la Psycho americana de los sesenta.
Quizás por este detalle sería injusto comparar este puñado de canciones unidas en un disco (no soy de recopilaciones, pero ciertos casos creo que merecen la pena) con el formidable LP que sacaron, más cuidado, preparado y pulido, porque estos catorce temas de "Early Years: Topeka, Kansas..." son la demostración del talento del grupo y en especial de Malcolm Robinson, creador de todos los temas excepto la versión de "I'm Not Your Steppin' Stone", cuya habilidad para confeccionar sonidos de pura Psycho hacen que su universo se traslade a los sentidos sin esfuerzo.
Seré un poco extravagante con los gustos, pero aún gustándome y mucho todos los temas del disco, porque cada uno me aporta algo especial, los que fueron creados entre el 66 y el 67 (toda la cara A, por cierto) me parecen de una belleza exquisita, con la voz susurrándote en cada estrofa y la banda con una inspiración que los eleva a momentos memorables donde todo parece una segunda piel que te envuelve y se hace parte de ti. Momentos como "Touch Of Magic", "Be A Friend" o las dos versiones de "No More" me parecen tremendas para inmiscuirse en la Música de este grupo tan especial. Insisto en el hecho de gustarme todo el trabajo, de hecho el giro de la cara B con las composiciones más elaboradas me parece de un gran mérito, buscando otros caminos siempre dentro de la Psycho que tan bien manejan.
Delicados sonidos, excepcionales ritmos y melodías, una deliciosa manera de saborear la Música que este estilo tan especial y placentero nos entrega. Disfruta de Morning Dew y lo que hacían en sus comienzos, cuando todo podía ser y aún no era, con esa hemorragia de placer que provoca la Música de calidad hecha con las entrañas.
Malcolm Robinson. Don Sligar. Don Shuford. Don Anderson.




De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXXIII

De paseo por el mundo, de paseo por los sueños, de paseo por los lugares infinitos donde nuestra Música no tiene límites.


Teddy Robin & The Playboys (Magic Colours) 1968


Por aquello de saber que la Música no tiene límites ni fronteras, y que la calidad se encuentra en cualquier rincón donde se amen los sonidos, es un placer (otro más) saludar en nuestro "Paseo Por Los Sueños" a Teddy Robin & The Playboys, grupo de Hong Kong que nos llena de energía (y por la Música que hacen de mucho ritmo y alegría, que todo hay que decirlo) con una maravillosa Psycho para levantar los pies del suelo.
Pop y Psycho se dan la mano en un conjunto de canciones que no tienen desperdicio para disfrutar de ritmos melódicos y llevaderos, muy bien ejecutados y con una manera particular y preciosa de embaucar.
Los temas instrumentales, como las dos primeras piezas que abren el álbum, "The In-Place" y "Norman's Fancy" dejan a las guitarras llevar todo el peso de la canción, con la sección rítmica siguiéndolas en un ejercicio de estilo que recuerda a muchos de los mejores grupos del período.
Cuando las voces entran en acción los conjuntos corales nos transportan a lugares de ensueño, las gargantas se convierten en las reinas de la función, con la voz solista llevando el peso y los coros ejecutando a la perfección las estrofas (hasta cuatro miembros del grupo cantan y aumentan el valor de estos conjuntos corales fantásticos) en otras ocasiones varias voces llevan el peso desde el principio sin ningún pudor, sobre todo porque lo hacen la mar de bien. 
En mi opinión, siendo un disco muy completo y que no tiene apenas bajadas en su calidad, lo mejor lo entregan en los temas de pura Psycho, donde la energía estalla por todos lados, como en las tremendas "Magic Colours" (ojo a esas guitarras demoníacas) o "You'd Better Cry", sin olvidar la versión caliente y sensual de "Fever", con los ritmos cortados que dejan sin aliento y la voz... a eso.
Disco que se escucha tan fácil como con gusto, catorce temas de Música de una época mágica sonando a toda la gloria que se acumulaba en esos años, hecho por chavales que creían en lo que su alma les dictaba y la Música les regalaba. Para seguir descubriendo los sonidos que nos inundan en cualquier rincón del universo, "Magic Colours" es un soplo de aire fresco que se debe aspirar.

SIDE A:  The In-Place;  Norman's Fancy;  Lies;  Don't try to love somebody;  She'd rather be with me;  Come on down to my boat;  Fever
SIDE B:  You'd Better Cry;  Magic Colours;  What'd I say;  Carrousel;  Move It;  Don't make my baby blue;  Take my life



domingo, 26 de julio de 2015

Marc


Música


Siempre me ha atraído el silencio, es la culminación del pensamiento humano. No se puede traspasar el silencio si no es para embellecerlo con alguna respuesta que la mente pueda crear más allá de la propia odisea del intelecto.

Por eso amo la Música, creo que es la culminación del silencio cuando llega a servir para romperlo sin disturbarlo, a llenarlo sin apartar un ápice de la magnitud que tiene, a honrarlo a través de las notas que se deslizan sobre él.

Frase


La Hipocresía es un homenaje que el Vicio rinde a la Virtud

Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXXII

Para que todo quede por donde solía, una visita memorable de un grupo excepcional dando lo que mejor sabían, su Música en directo.


Blues Creation (Live) 1971


No puedo por menos que regocijarme al escuchar por fin esta enormidad de la Música en vivo, una joya de proporciones inmensas que nos ayuda a conocer un poco mejor las dimensiones de lo que se hacía en Japón durante una época gloriosa.
Es un joya y como tal voy a tratarla, pero no puedo dejar de decir lo que creo que sobra a esta reedición que le ha faltado un poco el respeto al original del año 1971. Me sobra un disco de los dos que hay, porque el formato doble alega el regalo de tres temas para llevarnos a 88 minutos que no eran necesarios siendo el original como es. Me sobra que no hayan cuidado el sonido de ciertos instrumentos porque escucho una banda, no a un músico. Me sobra que para "regalar" canciones, esas que están de más con el original, me tengan que ofrecer a la señora Carmen Maki, porque para eso un instrumental hubiera estado mejor. Me sobra que no respeten la portada original, porque ya les vale...
Dicho esto, esta pedazo de obra que es el "Live" de Blues Creation se degusta con el placer de la buena Música, se deja beber como una copa de sublime Ribera, y provoca una orgía de sensaciones para llegar al éxtasis sin esfuerzo. 
Me parece exagerado el comentario de Julian Cope sobre que la voz de Fumio Fuya podría no estar y todos tan felices, porque lo que hace lo hace muy bien, pero lo que es la banda a nivel instrumental están en un escalón tan superlativo que da miedo. La batería de Shinichi Tashiro y el bajo de Yoshiyuki Noji son como un tornado que se permite demoler todo lo que encuentran, haciendo que el nivel de la sección rítmica permita todo lo que viene detrás, nada menos que las barbaridades de la guitarra de Kazuo Takeda, uno de los héroes de las seis cuerdas nipón que en estos momentos era un auténtico genio.
Los temas alargados en sublimes jams no son sino la excusa para que la banda despliegue todo el potencial que tenía, Blues Rock de altísimo nivel en una magna exhibición de lo que es el directo sin límites. Takeda se sale una y otra vez, sus solos esplendorosos están al nivel de los más grandes, inmenso en los temas propios ("Demon And Eleven Children" se convierte en una odisea sin final para mentes abiertas, y la brutal "Nightmare" de casi 17' le hace salir de este mundo) y descomunal en las versiones de clásicos de toda la vida, con especial interés por esa animalada que recrean llamada "Tobacco Road".
Un grupo magno en una obra inmensa demostrando lo que podían hacer, a pesar de algunos peros ya comentados (opiniones personales del que suscribe, por supuesto) un disco para disfrutar, divertirse y sentir la Música en toda la extensión de la palabra. Una joya y nada más.

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXXI

Seguimos caminando por los intrincados caminos de la mente, a través de una Música hecha para que los sentidos despierten y nada parezca igual.


Magical Power Mako (Super Record) 1975


El prolífico y reputado autor japonés Magical Power Mako nos presenta su segundo trabajo en disco, tras el exitoso e impactante debut que le hizo conseguir un nombre importante en la escena underground y vanguardista del país del Sol naciente.
Psycho y Space Rock se dan cita de manera brillante en este trabajo con la inspiración Folk de diversa proveniencia, ya sea japonesa o extranjera, teniendo el mérito de unir esta manera tan especial de crear Música y consiguiendo un disco de Acid Folk Cósmico en el cual conviven de manera espectacular instrumentos acústicos y eléctricos, logrando una obra de profunda inspiración, original como pocas y con una brillantez musical realmente increíble.
Comparado a veces con reyes indicutibles de lo más oscuro del underground, quizás la Música de Magical Power Mako y en especial este "Super Record" tiene un tono menos obsesivo y por tanto menos oscuro en el planteamiento, más bucólico, dando una vía de escape a los sueños profundos que rondan los límites de las pesadillas.
Sin dejar la base Folk que su Música busca de una u otra manera, la calidad del álbum estriba en conjuntar de manera perfecta esa Psycho extrema con el sonido y ambiente espacial del cual está impregnada toda la obra dejando el lugar adecuado para que las acústicas modelen a la manera que la mente del artista quiere el Folk que se desliza entre los temas y que van dando forma a un monumento de la Música más vanguardista del período.
También se nota la querencia del músico por otras artes, especialmente el teatro, intentando "visualizar" escenas de los sonidos en las distintas variaciones instrumentales que consigue más allá de lo que se percibe, forzando a un ejercicio mental y sensorial para llegar hasta la Música en un viaje que con la propuesta dada te toca a ti realizar.
Un disco de ensoñaciones, búsquedas y motivos para que todo sea de otra manera, Música excelsa de la mano de un visionario que no se conformaba con construir sonidos, sino hacerlo por encima de la propia Música.


De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXX

No dejamos los espacios mentales que la Música de un país muy especial para los sonidos nos sugiere, de modo que seguimos el viaje.


Brast Burn (Debon) 1974


Uno de los experimentos más reputados del Rock japonés de la Post Guerra, en las décadas (sesenta y setenta) donde se crearon andanadas de furia para mayor gloria de los sentidos.
Incluidos dentro de la vanguardia más underground del periodo, el único álbum de Brast Burn, este "Debon" que nos visita, es una disección sonora de todo lo que la oscuridad puede ofrecer, comenzando con la inquietante y demoníaca portada que ya te va avisando sobre lo que puede venir, siguiendo con la historia sin final de "Debon" único tema del disco dividido en dos partes como obligatoriedad por las caras del vinilo, pero que entiende la obra como un todo sin posibilidad de separación.
El esoterismo musical se da cita en esta obra magna, excepcional recreación de todo lo más oscuro pasado por una implacable sensación de angustia que los sintetizadores se encargan de hacer llegar desde la primera nota, logrando una dimensión espacial en la cual se va preparando el lugar idóneo para la cascada orquestal que le sigue, y por supuesto las guitarras distorsionadas hasta el extremo que rompen y estallan en oleadas, con percusiones con reverberados sonidos, pianos pasados por efectos, acústicas, sitar...
Un viaje alucinante a través de la creación imaginaria de los músicos que va avanzando sin pausa y sin destino y especialmente en la segunda parte de la obra, la que ocupa la cara B, se hace nocturna, oscura y densa, además de contener momentos espirituales, rituales y místicos.
La electrónica, base indisoluble de la obra, se une a elementos de la vida, el viento, los árboles, los sonidos de la misma naturaleza, así como el Folk ácido y los instrumentos que lo conforman, consiguiendo un espectacular puzle cuyo mayor valor es saber unirlo todo y conseguir un impresionante conjunto sonoro de una belleza extrema.
Una banda excepcional, de músicos inspirados e inspiradores, que crearon una joya del Rock más imposible y a la vez bello, un disco que sobrepasa cualquier estilo para ser en sí mismo uno, con la mente puesta en la Música y la piel...

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXIX

Volvemos a nuestras maravillosas locuras trascendentales con uno de los grupos iconos de la historia más underground jamás contada.


Les Rallizés Dénudés (Electric Pure Land) 1974


Salvo excepciones, todo lo conseguible del maravilloso grupo japonés de Takashi Mizutani se mueve entre el misterio, la alegoría de lo prohibido y una dosis de imaginación sobre el proyecto que lo hace impredecible.
Bien es cierto que para el que suscribe saber que puedo deleitarme con sonidos emanados de este grupo tan especial, me hace sentir poco pudor a la hora de adquirir lo que existe en el mercado (que por desgracia es poco) y con este "Electric Pure Land" no se puede hacer una excepción.
Fechado en el año 1974, el doble disco con tres caras grabadas recoge una serie de actuaciones en directo del grupo en uno de sus momentos más inspiradores, y aunque como casi siempre ocurre con sus escasas apariciones en vinilo, el sonido podría mejorarse, nos demuestra la furia desatada del grupo en esas situaciones de absoluta libertad mental trasladadas al directo.
Misterioso, oscuro, buscando la perdición de las almas que se atreven a acceder a él, el disco es una devastadora tempestad sonora que se mueve entre el Rock de volumen sin límite para acentuar mucho más esa sensación de vacío terrenal y hacernos volar a los infiernos empujados por las distorsiones y los golpes al estómago, y la Psycho más salvaje y cruel.
Cuatro temas para las tres caras del doble álbum, todas ellas canciones clásicas del grupo, "The Last One" para abrir boca e ir preparando la mente, "Enter The Mirror" que ya te inunda y arrastra a esa orgía estridente y salvaje y con ellos "Flames Of Ice" y "Angel Of Guidance" para completar un sublime encuentro con el frenesí y la locura.
En lo demás el grupo no engaña y la grabación que tenemos ante nosotros tampoco, la Música elevada a la categoría de arte a través de decibelios sin final, distorsiones agobiantes y conceptos minimalistas donde la idea del arte se confunde con una Música que pretende disturbar lo más posible para llamar la atención sobre ella misma o hacer huir y que nunca más se quiera escuchar.
Una etapa más en esa libertad mental que ofrecemos a través de un grupo mágico para que, si se desea, uno tome sus propias pesadillas (o los sueños, que también valen) y escape con ellos hacia la nada más absoluta.

sábado, 25 de julio de 2015

Bob


¿

?

Música



Enciende la llama que da vida, acércate al fuego eterno para deshacer el hielo de los corazones, piensa en los instantes de placer cuando todo te inunda, haz que tu cuerpo y tu mente se preparen.

Es el momento de soñar a través de la realidad que nos abruma, es el viaje esperado a través de tu mente, libre por fin de todo lo que no seas tú, es ese espacio mágico donde todo es posible porque ella te lleva y tú te dejas hacer. 

Muchas veces el amor no necesita de redenciones, simplemente una mirada que lo llena todo. Muchas veces el amor te encuentra al dejarte acariciar por una melodía, porque ella da y entrega lo que muchos no saben.

Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXVIII

No sólo de Música vive... quien lo desee, sino de ella y la locura que produce en algunos creer y hacer los experimentos más diversos.


Kesey Ken & Merry Pranksters (Acid Test) 1967


Es indudable que todo vale para intentar llegar a esos sonidos que uno tiene en la mente y que quizás de manera normal no podrían surgir hacia el exterior, pero en ocasiones hay experimentos que dejan una sensación de extraña belleza al tiempo que se convierten en islas perdidas en un océano tan inmenso como desconocido.
Dicho esto (que como siempre puede servir para algo o para saltárselo y no perder tiempo) nos visita a "Paseando Por Los Sueños" la única obra de un iluminado que creía en la búsqueda de la Música a través de cualquier medio, especialmente cuando esa Música se encontraba en lo más profundo de la mente. Kesey Ken cobró fama y notoriedad como creador del libro "Alguien voló sobre el nido del cuco" pero sus vivencias artísticas muchas veces iban acompañadas de productos que según él le ayudaban a llegar... no sabemos dónde pero a algún lugar dentro de su cerebro.
Se trataba de experimentar los efectos del ácido sobre la creatividad del individuo, y con esta idea en mente se puso manos a la obra para crear este "Acid Test", único artefacto musical en el cual se vio involucrado y que como inspiración mucho más allá de la propia Música me parece genial, pero para escuchar y digerir algo como esto cada uno debe ser tan libre que asusta.
"Acid Test" vio la luz en el año 1967, tras ser grabado entre el uno y el dos de octubre del año 66, pero ya desde el 65 se fue participando en la idea y el concepto del álbum, que como decimos (y es la base de toda esta aventura) es una experimentación musical teniendo al individuo bajo los efectos del ácido y dando una libertad absoluta para realizar lo que desee bajo unas pautas que el propio Kesey Ken manejaba.
Los músicos elegidos para la ocasión fueron los miembros de Grateful Dead (¡¡qué mejor pandilla para el experimento!!) que se convirtieron en la banda estable mientras duró todo. En un modelo de narración sin pausa con la Música fluyendo tras la voz, Kesey Ken se convierte en el maestro de ceremonias que va narrando mientras los músicos son el soporte instrumental de improvisaciones alucinadas, dando como resultado un impactante artefacto de imaginería Psycho Rock para que cada uno y su mente se deleite o escape, se haga parte de la aventura o huya por si acaso la aventura se lo come.

A:  Ken Kesey;  Ken Babbs and harmonica;  Bull;  Peggy the pistol;  Take Two
B:  One way ticket;  Bells & Fairies;  Levitation;  Trip X;  The End

viernes, 24 de julio de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXVII

Extrañas aves sobrevuelan el paraíso, por eso nos empeñamos en alterar el orden normal de las cosas con nuestra Música.


Zior (Zior) 1971


Extraño caso el de la banda que nos visita por segunda vez, curioso artefacto el creado en su debut para manifestar una dosis de falta de pudor realmente enorme, ya que mezclan sin ningún problema Hard, Prog. y Psycho Gótica en un álbum que deviene un instrumento del caos donde casi todo es posible.
La misma portada nos va introduciendo en ese mundo de temas obsesivos y distorsionados, que giran entorno al voodoo, la magia negra, imaginería del horror que en directo se convertía en un despliegue de imágenes oscuras con la misa satánica desarrollada en escena (incluyendo chicas decapitadas, imágenes satánicas, humo...)
El disco busca esa sonoridad gótica para que la mente estalle en las ideas del grupo, con efectos electrónicos e innumerables distorsiones que a su vez van buscando adentrarse en los sentidos de manera brutal, impactante, sin mediar nada que no sea la Música clavada como un puñal. La experimentación ácida (que se pone de manifiesto en la instrumental "Quabala") aumenta ese desasosiego que los sonidos provocan en quienes los escuchan, más allá de la propia Música, para atraerlos a un universo onírico lleno de pesadillas y momentos de trascendente erosión mental.
El grupo, a raíz de este primer proyecto cobró una cierta notoriedad en los ambientes más radicales y underground, pero quizás su mayor error fue disfrazar la Música del grupo de todo lo que eran en escena y la parafernalia que llevaban, ya que dicha Música tiene calidad, inventiva y un sentido de la profundidad bastante amplio. El Hard Gótico propuesto (al margen de gustos por lo radical que pudiera ser, como es el caso) sale airoso porque realmente angustia y agobia, pero ese empeño de escenografiar la Música le quita poder y sustituye lo audible por lo visual.
Para descubrir lo más primario de un estilo que fue ganando adeptos y que comenzó con momentos intensos como "Zior", tan extravagante como inusual.
Keith Bonsor voz, teclados, bajo y flauta. John Truba guitarra y voz. Barry Skeels bajo y voz. Peter Brewer batería y piano.


De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXVI

El Prog. que se formó más allá de las Islas nos visita de la mano de uno de los más importantes representantes europeos de la época.


Burnin Red Ivanhoe (Burnin Red Ivanhoe) 1970


Los daneses Burning Red Ivanhoe fueron uno de los grupos no ingleses más importantes dentro del Prog. clásico y "de escuela" que se practicaba en la década de los setenta, pero al mismo tiempo fue una de las banda más infravaloradas y menospreciadas (siempre comparando calidad con reconocimiento) del Prog. europeo.
A pesar de encuadrárseles en momentos dentro de un Prog. con reminiscencias jazzy, creo que su Música se destacaba más por la artesanal manera de entender el estilo, muy cercano a lo que era la búsqueda de la perfección en estos sonidos que salían de las Islas. 
Es en este su segundo trabajo, considerado la obra maestra del grupo, donde se pone de manifiesto el sonido tan particular y elegante que consiguen con el juego incansable de las dos flautas manejadas por Kim Menzer y Karsten Vogel, juegos instrumentales que consiguen un efecto exótico y muy original.
La originalidad del álbum, al margen de la calidad musical que atesora, estriba en la variedad de las seis canciones que lo componen, prácticamente ajenas en concepto entre ellas pero que unidas forman un sólo elemento que se descompone y se vuelve a unir de manera intensa con la escucha. 
"Canal Trip" se convierte en una curiosa bossa nova en clave Prog., "Rotating Irons" un atípico Blues que con la lentitud e intensidad con la cual está realizado se mete en las entrañas de manera poderosa, especialmente por esa armónica que levanta la piel. "Across The Windowsill" es una exhibición musical con la base Prog. más clásica. En "Gong Gong The Elephant Song" se pone de manifiesto esa habilidad para sacar un sonido especial con las dos flautas, en un tema instrumental sensible y maravilloso. Las habilidades ajenas a la norma se adivinan en "Secret Oyster Service", una divagación free de jazz Rock.
Un excepcional trabajo de Música con la calidad y la energía de los buenos instantes Prog. para disfrutar. No todo es lo que nos cuentan, en ocasiones hay cosas ocultas a los ojos del mundo que no desmerecen de todo lo demás.
Kim Menzer flauta y armónica. Ole Fick guitarra y voz. Karsten Vogel flauta y teclados. Jess Staehr bajo y guitarra. Bo Thrige Andersen batería.

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXV

Un grupo que nos visita de nuevo porque la magia no debe limitarse nunca, y en eso creemos más allá de lo que la propia Música ofrece.


Third Ear Band (Alchemy) 1969


Nunca mejor expresado el parangón de "Paseando Por Los Sueños" cuando se habla de un grupo como Third Ear Band, que en esta ocasión nos honra con su disco debut, una obra magna que se sugiere como una joya del período Prog. a pesar de que el propio disco pudiera dar lugar a encendidas discusiones sobre su estilo.
Como dicen en la propia anotación del disco, estamos ante "una danza estática de sonidos, una reflexión del universo como un mágico juego de ilusionismo". Creo sinceramente que los sueños, las ilusiones y la imaginación se juntan en una obra como esta y pueden dar lugar a cualquier enigma que asalte los sentidos, incluidas las palabras indicadas.
Ocho canciones de improvisaciones instrumentales acústicas, hipnóticas, visionarias, realizadas en un universo ajeno a lo establecido que sirve para crear un mundo mágico y complejo, con la dificultad añadida de la propia Música que ajena a lo lineal o fácil se manifiesta de una manera exuberante.
Son obvias las connotaciones místicas de lo que se entrega, recordando de manera lejana la cultura de los druidas, el "Libro de los Muertos" de los antiguos egipcios, mezclado de manera espectacular y hábil con aires de sabores medievales, indianos, orientales, en un complejo collage de culturas que recrean la Música de manera universal.
Es por eso que indicaba que con el grupo, y más aún con esta su primera obra, la idea de los estilos se pierde y difumina de una manera rápida y fácil, porque la misma formación de la banda puede dar idea de un cuarteto de Música contemporánea más que de un grupo de Rock y la Música que surge de sus ideas es Prog. quizás más por el convencimiento de contemporaneidad histórica que por contenido, que de inicio se encuentra inspirada por esa idea de la expansión de la conciencia típica de la cultura lisérgica.
El sonido del Oboe de Paul Minns guía desde la primera nota del álbum, en "Mosaic", hasta la última de "Lark Rise", un conjunto de hipnóticas letanías instrumentales que envían la mente a rituales de épocas pretéritas. Nos encontramos con uno de los más innovadores, atípicos y absorbentes sonidos del período, una obra maestra con inspiración esotérica que aflora de manera brillante y magnífica en los largos momentos instrumentales del disco.
Disfruta de algo que no puedes encontrar en cualquier lugar, sino en un rincón de tus propios pensamientos.
Paul Minns oboe y flauta. Glenn Sweeney percusión. Richard Coff viola y violino. Mel Davis violonchelo. 




sábado, 18 de julio de 2015

Poster


Calling Card


Messin With The Kid


A Million Miles Away


Gary


Dedication


Still In Love With You


Dancing In The Moonlight


Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXIV

Una banda de profundo calado en mis sentidos, será porque buscaba lo que no encontraba y en cierta manera lo sentía al escucharles.


Felt (The Splendour Of Fear) 1984


No me gusta el apodo, ni la tarjeta pegada de la Música que se intentaba levantar en esta década de los ochenta, cuando el nombre de Alternativa se le iba pegando casi a todo lo que nacía. No me gusta pero quizás en Felt hay algo de búsqueda que la hace despegarse de lo que se intentaba hacer ver, gracias a la manera de componer e interpretar sus canciones.
La melancólica y en ocasiones (en apariencia solamente) cansada voz de Lawrence en esta ocasión se toma un respiro para dejar que la musicalidad de las composiciones lleguen hasta muy dentro. Y es que en este "The Splendour Of Fear" sólo en dos de los seis temas que lo componen la voz nos relata palabras sacadas de los sueños, y el resto del tiempo es la Música la que nos invita a vivirlos.
Musicalmente un trabajo típico de Felt, su segunda entrega para ser más precisos, con las guitarras dándose un festín en interminables jams que son como una prolongación de la melodía que cualquier día sigues cuando caminas sólo con tus pensamientos. Puro y sin aditivos, dos guitarras que en arpegios sostenidos o riff que parecen engañar porque no tienen fin hacen de la Música un recorrido infinito hasta las estrellas, con una línea trazada de manera diáfana, para no perderla. Ese oscuro sonido que llama y embelesa, enigmático como la portada que adorna el álbum, prestado de artista de apariencia underground como en momentos lo es la Música que Felt nos propone, un álbum que a través de la Música y nada menos que eso busca incrustarse en los sentimientos, posiblemente con la idea del constante discurrir de las seis cuerdas entre la piel y las entrañas.
Animar a interpretar el universo que nos invitan a conocer es no decir nada, porque el viaje se debe realizar solo, cuando un disco te llena de melancolía, tristeza y belleza sólo puedes aferrarte a esas cuerdas y esperar el siguiente momento en el cual tu vientre se abra para disfrutarlo de manera completa, porque si bellezas como "The Stagnant Pool" no te hacen vibrar, mejor pasar página.
Lawrence guitarra, voz. Maurice Deebank guitarra. Mick Lloyd bajo. Gary Ainge batería.

Side A:  Red Indians;  The World Is As Soft As Lace;  The Optimist And The Poet
Side B:  Mexican Bandits;  The Stagnant Pool;  A Preacher In New England


De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXIII

Una vuelta de tuerca al deseo de hacer lo que más gustaba en una época donde no todo parecía relucir, a pesar de querer que así fuese.


East Village (Drop Out) 1993


Quizás el primero y único disco de East Village estaba destinado a ser el inicio y final de la banda a nivel de discografía, porque el árduo trabajo para que viera la luz se alargó por más de tres años, grabándose en el 1990 y por fin mezclándose y saliendo en el año 1993.
No es el primer caso ni será el último, en este "Paseando Por Los Sueños" nos han visitado trabajos únicos que son maravillosas sensaciones inexplicablemente sin continuidad, como creo que es este "Drop Out", una delicada manera de hacer Música desde los sentimientos. Pop de altos vuelos que intentan volver a esa década de los sesenta donde el estilo rezumaba belleza por todos lados, emulando a los grandes ídolos de los componentes de la banda, con un sonido ajeno a la época en la cual surgen, esta década de los noventa que seguía buscando...
Impecable trabajo de producción y un sonido excepcional para temas que se mueven en los ritmos y pequeños solos de las guitarras, un sonido de elegancia asumida donde los riff hacen estremecer por la sencillez y pulcritud con la que están hechos, son las que llevan el peso y nada se oculta, ni tan siquiera para las voces, sean solistas o cuando los coros se unen para enardecerlas, unos perfectos conjuntos corales que recuerdan muy mucho a esas influencias ya comentadas. En cuanto a la sección rítmica, nada que decir que no sea destacar un trabajo hecho para resaltar lo que llega de las guitarras y las voces, con sumo cuidado de no inmiscuirse demasiado pero haciéndose notar lo justo para que las seis y doce cuerdas puedan irrumpir con ganas entre nuestros sentidos.
El Pop elegante se hace visible a través de este trabajo que intenta volver (y en mi opinión lo consigue a su manera) a esos sonidos que iluminaron la manera de entender muchas cosas, con temas compuestos sin ataduras y que surgen del talento de cuatro músicos que a pesar de todo creyeron en lo que hacían. Escucha East Village y disfruta de una delicada caricia.
Paul Kelly guitarra y voz. John Wood guitarra y voz. Martin Kelly bajo, guitarra y voz. Spencer Smith batería.

AAA:  Silver train;  Shipwrecked;  Here It Comes;  Freeze Out;  Circles
BBB:  When I wake tomorrow;  Way back home;  What kind of friend Is this;  Black autumn;  Everybody knows



A Mª Paz, mi "popi" favorita, porque no todo es lo que parece, y ella lo entiende muy bien.

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXII

Música que invita a soñar más allá de lo que puedan suponer las etiquetas nunca bien colocadas de lo que nos quieren vender.


Red House Painters (Red House Painters) 1993


Fuera de mierdas de Música Alternativa, Rock Alternativo, la comida Alternativa o las querencias Alternativas, el segundo trabajo de Red House Painters, homónimo como el tercero (este es el de la montaña rusa en la portada, una imagen preciosa que invita a soñar entre recuerdos de decadencia y enamoramientos por los pensamientos ya pasados) es una suave brisa dentro de la Música que nos ofrecen.
No tienen pudor a la hora de mezclar acústicas y eléctricas para conseguir lo mismo, una dulce sensación de melodía que recorre la piel con el Pop Rock hecho más allá de los sueños. Y es que este "Red House Painters" con portada bella y triste al mismo tiempo, es una vía hacia las estrellas lleno de melancolía, con una pesadumbre que se atisba en casi todo el trabajo (lo cual no le quita ni un ápice de su belleza) y momentos de esperanza en temas que parecen estallar para llegar a la luz. Momentos estelares de protagonismo con esas guitarras que rasgan el silencio, la voz siempre en un segundo plano contando las desventuras y la base rítmica acompañando para no disturbar a ese acero que suena, hiere, llena, se desliza, nos abraza y se queda.
La Música hecha jirones de piel dormida para llegar a los rincones más escondidos de los sentimientos, con momentos de auténtica dulzura como "Mistress", intentos de levantar el ánimo donde el piano aparece para indicarnos que puede ser (especialmente bien metido en "Things Mean A Lot" y la versión "Mistress (Piano Version)") y en general un ritmo a golpe de impulsos del corazón donde todo fluye sin que deba haber aspavientos que disturben el nivel que el trabajo ofrece.
Un disco para que los sentidos se sientan ajenos a todo lo que les rodea, se vean abrazados por la Música y lo que nos sugiere y se enlacen a ella para sentir, disfrutar y volverse hacia donde los sonidos nos quieran llevar. Un doble trabajo que quizás sin proponérselo se convirtió en una imagen más allá de las palabras que provocaban, para sentirlo tal y como nos llega.

Canciones:  Grace Cathedral Park;  Down Through;  Katy song;  Mistress;  Things mean a lot;  Funhouse;  Take me out;  Rollercoaster;  New Jersey;  Dragonflies;  Mistress (Piano Version);  Mother;  Strawberry Hill;  Brown Eyes

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXI

Grupo de intenciones profundas y un líder que marcaba todo lo que ocurría en el mismo, quizás por esto o a pesar de esto todo ocurrió de una manera.


Energy Orchard (Stop The Machine) 1992


Complicado segundo álbum del grupo irlandés cuando tienes que enfrentarte a un debut sorprendente y lleno de Música. A pesar de todo las ansias de llegar a las estrellas de Bap Kennedy hicieron que se lanzaran a esta segunda intentona con las mismas armas que en la primera entrega, canciones escritas y provocadas por el líder y algún retazo ajeno que pudiera dar buen resultado.
"Stop The Machine" suena menos creíble que el primer intento porque el Rock irlandés que destilan es menos irlandés, y como eso era lo que vendían se quedan un poco a verlas venir (aunque algunos instantes envueltos en esos sonidos como "Slieveban Drive" sí que nos lo recuerdan) pero desde luego si te apartas de esa bandera que ellos blandían con tanta ansia como convencimiento, te encuentras con un trabajo de pura energía, con un tema mítico de Bob Dylan que no es ese trallazo Rock que se espera, porque "It's All Over Now, Baby Blue" se llena de esperanzas, y algunos retazos de la sensibilidad que Kennedy desprende de su alma cuando se ponía a ello, como "My Cheating Heart", "Pain, Heartbreak And Redemption", "Blue Eyed Boy", "Tell Your Mother", temazos que te hacen recordar con quien te la estás "escuchando" para que la piel y los sentidos se pongan en guardia y gocen de aquella manera.
Es por ello que no deberíamos ser injustos (yo me niego a serlo) si esperamos más Rock trasladado a la tradición irlandesa en Música y estilo, este disco es un gran momento de Rock sin más aditivos que los que contiene, con una banda que ya estaba bastante engrasada y que quiere seguir adelante a pesar de no tener los temas recordados de su primer trabajo. Porque los doce temas de este disco quieren entregar Música, ganas y mucho Rock de los noventa, y en eso cumplen con creces, dejándose querer y haciéndose escuchar con tantas ganas como uno quiera disfrutar de la buena Música que siempre te dice algo.
Para enfermos enamorados de una magia que llena el alma, "Stop The Machine" consigue provocar momentos para insuflar al alma esa dosis de esperanza que espera pensando que aún es posible.
Paul Toner guitarra y voces. Bap Kennedy voz, guitarra y armónica. David Toner batería. Kevin Breslin teclados. Spade McQuade guitarra, voces y mandolina. Steve Lawrence bajo.

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXX

Una banda que ocupó media década con discos que buscaban salir en esos años donde nada parecía poder ser.


The Icicle Works (Permanent Damage) 1990


Entrando en la década de los noventa The Icicle Works dejó su legado musical establecido con su quinto y último álbum (lo de las reuniones y demás eventos son otra cosa) antes de que los miembros del grupo se fuesen cada uno pos su lado.
Recuerdo haber escuchado en la época que el disco era "What She Did To My Mind" y poco más y la verdad es que jamás he estado de acuerdo con eso.
Es cierto que un tema de ese calibre, monumental por donde lo mires y convertido por arte de la guitarra de Robert Ian McNabb en un tremendo trallazo a los sentidos, borra en parte mucho de lo que el resto del disco ofrece, porque si fuese del mismo tono toda la obra sería una joya de proporciones inmensas, pero sería injusto pensar que esa barbaridad de siete minutos hace que el disco se acabe ahí.
No sé si tenían en mente terminar su carrera antes de empezar la grabación de "Permanent Damage", pero es cierto que volcaron una energía que salvo en su anterior trabajo no les era propia, con un Rock abrasivo en ocasiones e incluso duro e impactante en otras. El trío convierte así la dirección de su Música en este trabajo en un sonido de Rock clásico con guitarras que distorsionan y voces quebradas aullando en momentos de éxtasis trascendental, instantes de fuego que llegan y atraviesan los sentidos sin esfuerzo (además del ya descrito, temas como "Motorcycle Rider" o "Woman On My Mind" te llevan muy alto) postulándose lejos del Pop que les vio nacer y abrazando ese Rock que desenfundan sin pudor.
Es por ello que el disco se escucha desde la perspectiva de los nuevos sonidos que se buscaban comenzando la década de los noventa pero mirando de reojo al Rock más clásico entre turbulentas guitarras y sonidos de sección rítmica que cabalga a la sombra de la guitarra, pieza madre de toda la grabación.
En mi opinión, un buen disco de Rock en una época de búsqueda y ansia por llegar a otros lugares, el final de un grupo que en su despedida hizo honor a esas ganas de crear lo que le salía de las tripas.
Robert Ian McNabb voz, guitarra y teclados. Roy Corkhill bajo. Paul Burguess batería. Mark Revell voz.


De Vinilos y Otras Glorias MCDLXIX

Nos visita por primera vez un grupo que fue lo que quiso sin querer casi nada, especialmente cuando su estado de sobriedad era discutible.


The Pogues (Red Roses For Me) 1984


El álbum debut de los irreverentes The Pogues no pudo dejar indiferente a nadie, ni a los que odiaban a la banda por su imagen y lo que proponían, ni a los que consideraban que "Red Roses For Me" era un soplo de aire fresco en la adormecida década de los ochenta donde poco había que rascar.
Desde el principio el grupo se encargó de no engañar a nadie, buscando en la tradición de la Música irlandesa la inspiración para convertir temas y sonidos eternos en un arrebato punk con reminiscencias ancestrales. Una idea que por loca y atrevida les supuso impactar en un ambiente musical donde no se percibía esta serie de aventuras digamos innovadoras. Paradigma de gamberrismo y lucha contra todo lo establecido, la imagen del grupo (dirigida por el careto inclasificable de Shan McGowan, líder, voz indiscutible y compositor de la mayoría de los temas de la banda) ya comenzó siendo la de esa cultura post-punk por donde se movían.
Musicalmente, a pesar de la rebeldía que la banda proponía, no dejan de buscar en fuentes de Música que son la base de toda una cultura, agregando a sus canciones una dosis de energía vibrante y emotiva, sin desdeñar esos instrumentos que marcan el sonido tradicional, banjos, mandolinas, flautas, y que en sus manos consiguen el ritmo que hace estallar el sonido tan particular del grupo.
Imagen y postura por un lado y la Música escupida desde muy adentro por otro en un momento social delicado y que The Pogues demostró como algo indisoluble de lo que pretendían, con letras lacerantes sobre el sexo, el alcohol, la vida... sin tapujos, consiguiendo un inesperado éxito quizás no tanto por lo que el álbum en sí mostraba (fueron evolucionando posteriormente y consiguiendo más calidad musical) sino por la validez de la propuesta y cuando se produjo.
"Red Roses For Me" es un disco para escuchar de manera agradable una Música concreta hecha por unos músicos más que concretos, una diversión para llenarte de energía y seguir hasta donde quieras.
Shan McGowan voz y guitarra. Jen Finer banjo. Spider Stacy flauta. James Fearnley acordeón. Cait O'Riordan bajo. Andrew Ranken percusión