viernes, 24 de julio de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCDLXXVII

Extrañas aves sobrevuelan el paraíso, por eso nos empeñamos en alterar el orden normal de las cosas con nuestra Música.


Zior (Zior) 1971


Extraño caso el de la banda que nos visita por segunda vez, curioso artefacto el creado en su debut para manifestar una dosis de falta de pudor realmente enorme, ya que mezclan sin ningún problema Hard, Prog. y Psycho Gótica en un álbum que deviene un instrumento del caos donde casi todo es posible.
La misma portada nos va introduciendo en ese mundo de temas obsesivos y distorsionados, que giran entorno al voodoo, la magia negra, imaginería del horror que en directo se convertía en un despliegue de imágenes oscuras con la misa satánica desarrollada en escena (incluyendo chicas decapitadas, imágenes satánicas, humo...)
El disco busca esa sonoridad gótica para que la mente estalle en las ideas del grupo, con efectos electrónicos e innumerables distorsiones que a su vez van buscando adentrarse en los sentidos de manera brutal, impactante, sin mediar nada que no sea la Música clavada como un puñal. La experimentación ácida (que se pone de manifiesto en la instrumental "Quabala") aumenta ese desasosiego que los sonidos provocan en quienes los escuchan, más allá de la propia Música, para atraerlos a un universo onírico lleno de pesadillas y momentos de trascendente erosión mental.
El grupo, a raíz de este primer proyecto cobró una cierta notoriedad en los ambientes más radicales y underground, pero quizás su mayor error fue disfrazar la Música del grupo de todo lo que eran en escena y la parafernalia que llevaban, ya que dicha Música tiene calidad, inventiva y un sentido de la profundidad bastante amplio. El Hard Gótico propuesto (al margen de gustos por lo radical que pudiera ser, como es el caso) sale airoso porque realmente angustia y agobia, pero ese empeño de escenografiar la Música le quita poder y sustituye lo audible por lo visual.
Para descubrir lo más primario de un estilo que fue ganando adeptos y que comenzó con momentos intensos como "Zior", tan extravagante como inusual.
Keith Bonsor voz, teclados, bajo y flauta. John Truba guitarra y voz. Barry Skeels bajo y voz. Peter Brewer batería y piano.


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