martes, 13 de junio de 2017

Brian & Keith


Sé De Un Lugar


Música


A todos los que creen que es posible, que derraman sus emociones cuando un Blog. traspasa cualquier lógica que no se haya dicho, cuando pueden hablar porque los sonidos les envuelven desde el silencio, cuando sienten que son por encima de lo que nos quieren decir... a ellos y a nosotros, a todos los que la amamos, sé de un lugar donde brotan los sueños, donde todo se une en el final de una melodía, donde la Música escapa e inunda el espacio.

lunes, 12 de junio de 2017

Música


Hazme reír, hazme soñar, haz que crea que puedo conseguir lo que quiera, hazme... ser yo mismo, pon Música y olvídate del mundo.

I Hate The White Man


De Vinilos y Otras Glorias MCMXXV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Roy Harper (Flat Baroque And Berserk) 1970


No es que se me note mucho, porque si no es así debo cambiar mi estrategia al hablar de él, pero mi pasión por la Música de Roy Harper, especialmente sus primeros años que abarcan más de una década, es algo que llevo en vena.
Con este trabajo, su cuarto disco de estudio, mantiene esa línea Folk Rock de sus comienzos con una variedad más que interesante en la manera de tratar la composición de los temas. Curiosamente me parece que incluso los momentos en los que el artista se permite monólogos ante el micro son parte de lo que quiere transmitir en el contexto del álbum, que por otra parte rezuma una enigmática intimidad que asalta la mente cuando lo escuchas.
Es obvio que la manera de tocar la guitarra de Harper ayuda a que esa parte personal y muy suya se transmita cuando interpreta sus temas, algunos llenos de una carga emocional poderosa (sin ir más lejos "I Hate The White Man" es una verdadera alegoría de rabia contenida) a pesar de estar Roy, la guitarra y el mundo.
Sensibilidad cuando toca y especialmente en este disco con su voz, una garganta que nos indica las miserias y riquezas traduciendo las letras con una textura maravillosa, una dulzura no exenta de la fuerza que los mensajes que escribe llevan impresa. 
Alternando temas de corta duración junto a otros en los cuales el tiempo no cuenta, porque son historias contadas con una extensión en las letras bastante grande, el disco es un tratado del Folk acústico (salvo excepciones de algunos temas con más instrumentos pero que no desvirtúan el estilo del autor con su guitarra) más clásico, bebiendo de las fuentes de esos trovadores que se permiten gritar lo que desean porque saben cómo hacerlo con la Música como aliada.
Encontrarse con este "Flat Baroque And Berserk" es navegar por la delicadeza, hacer tuya la intimidad que lo impregna y dejarte llevar, porque la belleza es capaz de transformar muchas cosas, simplemente hay que desearlo cuando los medios te los ofrecen.
Porque aún es posible, Roy Harper y su Música pueden ser una buena manera de comenzar.

SIDE ONE:  Don't you grieve;  I Hate The White Man;  Feeling all the saturday;  How does It feel;  Goodbye
SIDE TWO:  Another day;  Davey;  East of the sun;  Tom Tiddler's ground;  Francesca;  Song of the ages;  Hell's angels 




domingo, 11 de junio de 2017

Keith


Música


El silencio no entiende de ordenar los sonidos. Por eso vagan libres entre sus brazos, y no se imaginan unos sin el otro.

Música


La sensación que ordena mis sentidos, que hace que la luz surja sin miedo en los momentos de oscuridad, la que provoca que mis deseos puedan traspasar la realidad y hacerme suyo.

Es el nexo entre mi mente y todo aquello que anhelo ser, y gracias a ella, en ocasiones de absoluto delirio, puedo pensar que lo he conseguido.

Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCMXXIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


The Cosmos Factory (An Old Castle Of Transylvania) 1973


Pequeña gema del Prog. japonés, parido desde la calidad de instrumentistas fantásticos que ponen una nota de clase y elegancia en cada nota de las que se escapan desde el vinilo hasta los sentidos.
Cuatro músicos que compaginan la labor compositiva con el perfecto conjunto que hacen de las voces, en algunas ocasiones como coros elevados por encima de la Música, palabras que van desapareciendo en la lejanía cuando aparecen los instrumentos y que toman un lugar preferente en silencios buscados con la calma necesaria para que las gargantas clamen al infinito.
Atronador comienzo de disco con "Soundtrack 1984", especialmente hecho para que la guitarra (que por otra parte no se corta durante todo el disco) te rasgue la piel en sus comienzos, con un tono más cercano al Hard Prog. que a la sinfonía que se imponen en muchos de los otros temas.
Como una cadencia que te envuelve en los ritmos, continúan con "Maybe" en un arrebatador impulso de la guitarra y las voces (con esos silencios que se dejan mutuamente ya comentados) dura en las cuerdas de acero cayendo en los solos y el riff abrasador, y exquisitas las gargantas. 
Más acorde con la idea primaria, dada la vocación de los músicos, de sinfonías que comparten el tono de balada se crea "Soft Focus", con el piano y los teclados en general llevando la batuta; y así llegando a tocar fondo del despiste absoluto para quien escucha, al que le entra como un impacto directo de nuevo la guitarra brutal y rockera por los cuatro costados de "Fantastic Mirror", quizás la menos definida, con cortes y variaciones que muchas veces no se entienden, especialmente porque la voz quiere seguir meciéndonos en el sueño de una balada y los instrumentos disturbarnos a conciencia con una cabalgada frenética.
Si crees en fantasmas, el final de la cara A te lleva al más allá con "Poltergeist" y el endiablado violín de un invitado de excepción, Misao, que penetra sin piedad entre las notas con su instrumento para barrer todo lo que parecía perfectamente controlado con los riff cayendo a plomo y los teclados dándose un festín. Tremenda composición instrumental hecha con furia.
La magia estalla con todo su esplendor en la cara B, "An Old Castle Of Transylvania", el tema que da nombre al disco y que en sus 18'40'' se convierte en una odisea compositiva donde todo cabe, y además bien.
Prog. más clásico, con continuas variaciones de los distintos pasajes en los que se compone, cuatro partes a modo de historia contada en clave de suite que nos adentra en los abismos del Prog. más oscuro en sus comienzos, ahondando en los segmentos donde los teclados pueden crear sensaciones de negrura y angustia, mientras la guitarra juega con las notas más graves y efectos que aumentan dicha sensación.
Un pedazo de tema para terminar un tremendo disco de Prog. japonés que de escucharse no deja indiferente.
Tsutomu Izumi teclados, moog, sintetizadores y voz. Hisashi Mizutani guitarras y voz. Joshikazu Taki bajo y voz. Kazuo Okamoto batería y percusión.



De Vinilos y Otras Glorias MCMXXIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Argent (Ring Of Hands) 1971



Tras visitarnos en varias ocasiones quizás huelgue decir que Rod Argent haya sido uno de los más grandes teclistas de la historia del Rock, y especialmente del Prog., uno de los pocos que a través de sus instrumentos ha sido una figura solista por él mismo, sin mediar grupos o bandas (ya que, como el caso que nos ocupa, el nombre se lo daba él al grupo)
Bueno, como nunca está de más recordarlo, una vez hecho nos centramos en el disco que nos trae, su segundo trabajo bajo el nombre de Argent, encuadrado de lleno en su etapa Prog. y quizás el más importante de su carrera.
"Ring Of Hands" es posiblemente el disco que define el estilo de Argent como músico y de la banda como tal, una especie de collage que mezcla perfectamente el Pop de finales de los sesenta, el paso efectivo al Rock más duro y abrasivo que en cierto modo se puede confundir con el Hard ya establecido de principios de los setenta y la indiscutible forma de tratar los temas del Prog. que el grupo pretendía.
En la parte que más nos ocupa, esa traslación desde la Música que hacía años atrás y que buscaba una realidad en el Prog. de la época, se nota la formación más clásica del teclista, especialmente en temas que llevan impreso cierto aire de barroquismo mezclado con un clasicismo que se estaba saltando todas las barreras para conseguir esa "contaminación" con el Pop tanto tiempo buscada (el comienzo de "Lothlorien", los arreglos de "Sleep Won't Help Me")
Son los solos esenciales del órgano lo que dan ese aire que no se oculta, de la misma manera que la maravillosa guitarra de Russ Ballard ofrece el toque Hard preciso para contrastar en los temas y conseguir el efecto de unas composiciones mucho más profundas de lo que pudieran parecer.
Un buen disco del Prog. más clásico, que se disfruta sin esfuerzo por la calidad que tiene, y que nos deja una muestra de lo que eran grupos que nunca serían el vértice del estilo pero que por lo bueno de sus músicos e ideas entregaban preciosidades como esta.
Rod Argent teclados y voz. Russ Ballard guitarra, piano y voz. Jim Rodford bajo, voz y guitarra. Robert Henrit batería.

Side 1:  Celebration;  Sweet Mary;  Cast your spell Uranus;  Lothorien

Side 2:  Chained;  Rejoice;  Pleasure;  Sleep won't help me;  Where are we going wrong









De Vinilos y Otras Glorias MCMXXII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Golem (Orion Awakes) 1976


Si comenzamos diciendo que Golem es un grupo alemán, de mitad de la década de los setenta, encuadrados dentro de la corriente del Krautrock más underground y oscuro, que su Música es un viaje espacial que puedes tomarte como una aventura experimental o simplemente (lo de simplemente ya me vale, pero queda bien) ser un disco de Space Rock al uso... quizás esté dicho todo y aquí se acabe la historia.
La verdad es que podría ser así, pero como además de encantarme llegar a esas + o - 25 líneas que en cada entrada me permiten desvariar como quiero y con lo que quiero, aún a sabiendas de que a partir de la cuarta o quinta (+ o -) ya no sigue ni dios, puedo continuar insinuando que Golem es un grupo tan atrevido como imaginativo, y que siendo cierto que es lo que hemos dicho y ese viaje más allá de los confines de las ideas se materializa en la Música que crean, además la forma de transmitirla no deja en absoluto indiferente.
Quizás la culpa de ese sonido agobiante, negro como el azabache, que te coge por el cuello y no te suelta la tenga Manfred Hof, que a base de sintetizadores, mellotrón y órgano nos organiza un ambiente que resulta de lo más esclarecedor de lo que es su Música. Pero quizás también ayude y mucho esa constante distorsión que te penetra en el cerebro a cargo de la guitarra de Willi Berghoff, que insiste en arañarnos una y otra vez con esos sonidos salpicados de rabia y notas más allá de lo audible.
Con eso y una percusión y un bajo (a cargo de Joachim Bohne y Mungo por este orden) que no se detienen ante nada y golpean a mala leche para que parezca que todo se te cae encima, el viaje interestelar está servido, y las suites de las que se compone la obra, cinco y un atisbo de menor tiempo en la creatividad, van pasando como un suspiro por nuestros sentidos (cabalgada incluida en tres partes con nombre "Jupiter & Beyond" que ya nos envía más allá del circuito de estrellas incandescentes)
No es más que lo dicho, y en este caso por ser lo que es, nada menos que lo dicho. Si te quieres subir, ¡¡buen viaje!!, de no ser así, pasando página y a otra cosa, porque el tiempo es de quien desea tenerlo.

side 1:  Orion Awakes;  Stellar Launch;  Godhead Dance
side 2:  Jupiter & Beyond (1 Signal 2 Noise 3 Rebirth);  The returning

De Vinilos y Otras Glorias MCMXXI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.

Eyes Of Blue (In Fields Of Ardath) 1969


Segundo disco de este potente y tremendo grupo de Rock Psycho que se permite dar una vuelta de tuerca a su ya buen primer trabajo dejándonos una obra sorprendente y llena de riquezas sonoras para descubrir.
Con la brutal presentación llamada "Merry Go Round" parte de la banda sonora del film "Toy-Grabbers", una especie de ópera épica que se desliza entre el clasicismo barroco de sus comienzos y termina en una orgía de Rock Psycho abrasivo, ya nos van poniendo en guardia para lo que será el resto del disco.
No es que todo vaya por esos derroteros de suites envenenadas, pero los temas se desarrollan con una base rítmica excepcional, ayudada además por unos conjuntos corales realmente fuertes y preciosos, capaces de ir maniobrando entre cambios continuos de ritmos que abarcan muy diversos frentes. 
Lástima el desconocimiento generalizado del grupo, que no les permitió desarrollar mucho más de lo que se dio en los dos álbumes que presentaron en sociedad (cosas hay pero mínimas) porque la facilidad que demuestran, sobre todo en este "In Fields Of Ardath" para la composición compleja y estilista es de agradecer.
Las voces son un punto de partida muy importante, y dan pie por lo general a la entrada de los ambientes que crean el órgano y el piano, agentes enfrentados musicalmente con la agresividad de la guitarra, que estalla en momentos de furia nada contenida y resalta esa manera tan particular de hacer las cosas que tiene el grupo.
Nada que objetar a la sección rítmica, que en su parte hace de las suyas (especialmente el bajo cuando se pone muy animal) como parte de ese conjunto que suena sosteniendo al solista o a su vez como solistas mientras órgano y guitarra están a lo suyo.
A pesar de ser un disco que planea descaradamente por la Psycho más clásica, la creatividad de las canciones permiten descubrir en el mismo matices de muchas otras cosas, desde una incursión breve por el vodevil en forma de entrada hacia las nubes altas, ramalazos de Blues aderezados por una guitarra que no deja prisioneros, algunos ritmos latinos muy cuidados y el Pop Rock que hacía de la Música algo especial.
Un disco para disfrutarlo, en cada nota, cada instante, por los matices que ofrece y hay que descubrir y porque la calidad que atesora es tremenda.

AA:  Merry Go Round;  The light we see;  Souvenirs;  Ardath;  Spanish Blues;  Apache 69
BB:  Door;  Little Bird;  After the war;  Extra hour;  Chances;  Q III

sábado, 10 de junio de 2017

Poster


Spoonful


Southbound Train


Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCMXX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Sex Pistols (Never Mind The Bollocks Here's The Sex Pistols) 1977


Si por histórico englobamos en lo referente a la Música más términos que los propiamente musicales, es evidente que el único disco de Sex Pistols lo es. Porque realmente su trabajo le dio en los morros, y sin esperárselo, a una sociedad anquilosada y metida como en una cárcel dentro de la palabra libertad, cuando todo lo que había fuera de esa cárcel era justo lo contrario.
Tocar la fibra de instituciones sagradas nunca ha estado bien visto, por eso este "Never Mind The Bollocks Here's The Sex Pistols" fue número uno de las listas, llevado a juicio y excomulgado con el mismo nivel de popularidad lo primero y populismo lo demás.
En lo musical nunca ha sido santo de mi devoción, salvo himnos que de adolescente me hacían soñar con algo más que lo que me contaban (siempre he sido un agnóstico con la verdad absolutista) porque hay bandas de Punk anteriores y coetáneas a los Sex Pistols que me llegan mucho más, pero es evidente que al ponerlo me rezuma un aire de otra cosa, y no se le puede negar que abrió muchas puertas que ni en sueños se pensaban abrir, o al menos lo intentó.
No sé si Johnny Rotten, Steve Jones, Paul Cook y Glen Matlock se creían la que se estaba montando (el que no se lo creyó ni dormido fue Sid Vicious que pasó como una imagen, justo lo que no debía ser la esencia de lo que esa Música intentaba transmitir) porque les vino encima una película que se los engulló sin más. El sarcasmo de Rotten tras la gira que comenzó y acabó con el grupo me hace creer que no estaban muy en lo que pasaba.
Lo que está claro, gustos aparte, es que "Anarchy In The U.K.", "God Save The Queen", "Pretty Vacant" son momentos de la Música inolvidables, el salto al vacío de un intento efímero de hacer algo, y durante un instante en la historia una bofetada a quienes no creen que las ideas deban ser las que manejen el universo.
Para los fanáticos de la banda y el estilo, un disco que hay que tener, para otros, un trabajo que al menos hay que escuchar con la pausa, dejar que la guitarra y la sección rítmica te torpedeen el culo y atraviesen el cerebro y dejarse ir con la voz de Rotten asqueado del mundo.

Songs:  Pretty Vacant;  Liar;  No Feelings;  New York;  God Save The Queen;  Seventeen;  EMI unlimited Edition;  Anarchy In The U.K.;  Bodies;  Problems;  Holidays In The Sun

De Vinilos y Otras Glorias MCMXIX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


The Clash (London Calling) 1979


El tercer trabajo de los ingleses The Clash se convirtió, queriéndolo o no ya no lo sé por mucho que se haya escrito al respecto, en un manifiesto que traspasó lo meramente musical y se incrustó en la sociedad desde donde salió por muchos motivos, especialmente por el momento social, político y emocional que se vivía (entonces el desencanto y la desesperación daban lugar a enormes dosis de creatividad y la búsqueda de nuevas salidas en estilos y formas de ver la vida, lo de ahora es abrumador por lo mediocre y eso que no dista mucho una situación de otra)
El doble disco, cuyo título ya es de por sí un himno a todo lo que se debería gritar al viento, es una obra que no puede dejar indiferente, y en mi opinión, a pesar de salir en ese año 79 que ya era un poco tardío para movimientos radicales y de masas desechadas en sus sueños, un tremendo disco de un grupo que dio con la tecla para unir diversos y variados estilos alrededor de ese Punk que destilaba incomprensión y ganas de vomitarlo todo; porque no tiene nada que ver este "London Calling" con los trabajos de otras bandas (e incluso los comienzos de The Clash) donde el rasgar salvaje de las guitarras te dejaba un nudo en la garganta para no tragar nada más. En este disco te vas comiendo con gusto cada tema que va pasando, cambiando de registro sin abandonar esa llamada a los infiernos, sobre todo porque la voz de Joe Strummer no va a dejar que te vayas, al margen de lo que esté sonando.
Es esa voz, de lo más característico del sonido de la banda, la guía para que todo lo que significa el viaje cuando te montas a lomos de "London Calling" se convierta en magia, te atrevas a creer y dejes que la Música te abrace desde lo más profundo de los sentimientos; porque el disco está creado desde las entrañas de tipos metidos de lleno en la basura contra la que entonaban sus canciones, y eso marca, por eso lo mejor es ensuciarse con todo ello y a partir de ahí...
Históricamente uno de los discos más importantes del Punk de finales de los setenta, eso es indudable, y por supuesto uno de los emblemas que aún hoy se pueden tomar para vaciar los cubos de la inmundicia, porque la Música de "London Calling" es tan eterna e imperecedera en su mensaje como la mediocridad humana contra la que va.
Mick Jones gitarra y voces. Joe Strummer voz y guitarras. Paul Simonon bajo y voces. Topper Headon batería y percusión.

SIDE ONE:  London Calling;  Brand new cadillac;  Jimmy Jazz;  Hateful;  Rudie can't fail
SIDE TWO:  Spanish bombs;  The right profile;  Lost in the supermarket;  Clampdown;  The guns of Brixton
SIDE THREE:  Wrong 'em Boyo;  Death or glory;  Koka kola;  The card cheat
SIDE FOUR:  Lover's rock;  Four horsemen;  I'm not down;  Revolution rock


De Vinilos y Otras Glorias MCMXVIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Wigwam (Fairyport) 1971


Para no desdecirnos de aquello en lo que creemos, otro ejemplo más, con la calidad de la buena Música y el talento de lo que se desea y además se puede hacer, de esas fronteras que no existen cuando la magia brota.
Desde Finlandia con amor, nos visita un grupo que hacía suya la idea de esa Música que surgía en una inmensa época donde las ideas no tenían límites, el Prog. parido desde los confines de las heladas tierras y gestado por la calidez de unas composiciones increíbles.
En formato de doble álbum, el tercer trabajo de la banda, quizás el más logrado y en el que se decantan de manera más clara por el Prog. elaborado y de composiciones complejas, nos deja un trabajo realmente de alto nivel, una manera personalísima de entender el estilo que se mueve en muchos de sus aspectos entre el Blues más seminal, el Rock al uso escandinavo de la época y unos toques descarados de jazzy en momentos más que puntuales del disco, como la exhibición en directo que ocupa toda la cara D ""Rave-Up For The Roadies" de 17'20'' donde la mano del tremendo guitarrista invitado Juka Tolonen se deja sentir para concebir un temazo que navega más allá de la propia idea y alcanza el Prog. más elevado.
A mi modo de ver (y a sabiendas que el disco se concibió como un doble desde sus orígenes, no en reediciones posteriores de malditos "bonus tracks") la obra tiene dos partes muy bien diferenciadas, el primer disco es un Prog. más al uso en lo clásico, con muchas de las influencias de los grandes del estilo y que fueron el germen de todo ello, profusión de teclados y pianos, y en el segundo se prueban a sí mismos con más experimentación y búsqueda de sentidos diversos dentro de los propios temas.
No es que sean dos en uno, porque realmente hay un nexo de unión en la Música que impregna toda la obra, pero sí que las variantes son mayores en ese segundo disco, y a partir de aquí puede uno decantarse sobre lo que le llega (aunque a mí me llega bien todo)
Como siempre que nos encontramos con trabajos así, de parajes donde lo que se gesta es menos habitual, un disco para disfrutar con la Música llegada hacia los sentidos, que es de lo que se trata, sin nombres, países ni territorios que limiten nuestra libertad para saborearla.
Ronnie Österberg batería, percusión y voces. Jukka Gustavson voz, piano, órgano. Jim Pembroke voz, coros, piano. Pekka Pohjola bajo, violín, guitarra, piano.

De Vinilos y Otras Glorias MCMXVII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Move (Move) 1968


Tenía muchísimas ganas de hacer una entrada a uno de los grupos emblemáticos de la gran era del Pop Rock universal, y parece ser que por unas cosas o por otra nunca podía realizarse, pero ya es una realidad.
Move es una de las más importantes influencias de la Música de origen anglosajón que invadió (de manera pacífica y para llenar los sentidos del mundo) todo el orbe y concibió otra manera en el sentido de esta maravillosa sensación que para algunos es magia y que nos llena hasta morir.
Quizás no se pueda considerar en ese nivel del Olimpo de algunos que son lo que son y que marcaron a fuego la historia, pero no andan muy lejos, y su calidad e influencia en la Psycho, el Pop y el Rock, tanto a nivel compositivo como interpretativo es un hecho real e incontestable. Y eso que su primer trabajo, el homónimo que nos acompaña y que me parece una verdadera joya del estilo, tardó en llegar a tenor de lo que ya había parido la humanidad por esas fechas, pero aún así creo que el impacto y el significado son tremendos.
Liderados por un talento inmenso llamado Roy Wood, en cuya mente se fraguaban con una facilidad pasmosa temas que son parte del ideario Psycho Pop y Rock de una generación, el grupo supo además llegar a la gente con la calidad y facilidad que cualquier grupo inmenso podía hacer.
La voz de Carl Wayne, pura melodía, se mezcla en coros y conjuntos vocales de manera excepcional y (por qué no decirlo) exquisita con la de los demás componentes de la banda, consiguiendo que los temas, desde su propia concepción sean una gozada para los sentidos. A partir de aquí los arreglos, casi siempre acertados, de orquestación y grupo clásico, no hacen sino elevar más aún esa calidad que cuando traspasa el vinilo impacta de una manera muy efectiva y brillante en quien les escucha.
Un disco que sirve y mucho para entender la evolución de la Música de calidad a lo largo de una década irrepetible, conocer otro de esos grupos que hicieron posible creer en algo más que lo que ahora nos quieren vender y sentir en la piel lo que es hacer que todo tiemble cuando temas inmensos se hacen parte de ti.
Roy Wood guitarras, voces, composición. Carl Wayne voz. Trevor Burton guitarra y voces. Ace Kefford bajo y voces. Bev Bevan batería y voces.

Side One:  Yellow Rainbow;  Kilroy was here;  (Here we go round) the lemon tree;  Weekend-Post;  Walk upon the water;  Flowers in the rain;  Hey grandma.
Side Two:  Useless information;  Zing went the strings of my heart;  The girl outside;  Fire brigade;  Mist on a monday morning;  Cherry Blossom clinic

domingo, 4 de junio de 2017

Joe


Stairway To Heaven


Lazy


Ishima


De Vinilos y Otras Glorias MCMXVI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Too Much (Too Much) 1971


En lo que se dedican a abrasar a quien les escucha con el Blues Rock salvaje, eléctrico y desmedido que hacen, el disco es una burrada que se te mete en vena a poco que sientas la Música. En la posibilidad de sacar alguna conclusión errónea sobre el álbum, queda la duda sobre el tema que cierra el mismo, la jam Psycho de 12'12'' "Song For My Lady" que quizás desdice en situarla como parte de este álbum por lo que da y el sentido del Blues Rock más clásico que se escucha en todo el resto del disco, pero en sí mismo el tema es una gozada para disfrutar de una banda que estaba muy arriba.
Juni Rush, legendario vocalista nipón de la época y algo más allá, firma seis de los siete temas del disco (uno de ellos es la versión del "I Shall Be Release" de Dylan) y aunque sólo por este detalle se vea su dirección en lo que a creatividad se refiere (aunque está acompañado en tres de ellos por el guitarrista Tutomu Ogawa) no es de recibo que en el disco, en un rinconcito a la izquierda de la edición que ha llegado como último descubrimiento del vinilo, se escriba Juni & Too Much, porque la banda es la que es y quienes son.
Tras este desvarío del que suscribe para dejar claro algo que creo es un error de concepto, decir que el disco homónimo del grupo se disfruta desde la primera nota, porque la manera de tratar los temas es de muy alto nivel, músicos que se encuentran en plena forma y consiguen un conjunto compacto, unido, desde la voz de Juni pasando por la guitarra de Ogawa y el despliegue de la sección rítmica apabullante, con unos ritmos tremendos (el bajo de Masayuki Aoki parece que te va a comer en cualquier momento y la batería de Hideya Kobayashi o la sientes o es que estás muerto)
Otro ejemplo más, de los buenos, de lo que se hacía en Japón en la época, cumplimentando a la perfección las influencias venidas de occidente y transformando como propias las mismas a una Música con un sello y estilo propio al margen de todos los demás. En eso, "Too Much" es un disco para descubrir un estilo universal en manos de unos músicos no tan lejanos a pesar de la distancia.

Side 1:  Grease It Out;  Love that binds me;  love Is you;  Reminiscence
Side 2:  I Shall Be Release;  Gonna take you;  Song For My Lady



  

De Vinilos y Otras Glorias MCMXV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Hiro Yanagida (Milk Time) 1970


La historia de Hiro Yanagida es, como muchos otros músicos excepcionales de Japón, la de un tremendo intérprete y creador en una época de embellecimiento de la Música en el país del Sol Naciente.
Uno de los mejores teclistas de finales de los sesenta y los setenta, enrolado en proyectos, casi siempre ajenos, en los cuales dejó su impronta por su particular manera de tratar los sonidos de un instrumento al que hizo tan solista como el que más.
Mientras formaba parte de la banda Food Barin acometió el que sería su primer trabajo en solitario, este "Milk Time", alegoría de muchas de las cosas que aún se iban formando en su país, y con el apoyo de músicos amigos y conocidos dio a luz un disco que rezuma todo lo bueno de una época casi irrepetible en aquél lugar.
Prog. underground sin límites de ideas ni tiempo, con influencias de estilos clásicos y libertad absoluta a la hora de interpretar los temas (creados todos ellos por el propio Hiro Yanagida) con sus teclados, especialmente el "Hammond", cubriendo todo el espacio y dando la sensación de un ambiente que comienza cerrado a cualquier opción y termina estallando para que los músicos desplieguen todo su talento, que había y mucho.
Junto a esos teclados que rompen el silencio y según qué momentos te llevan hacia la propia mente del creador, la guitarra de Kimio Mizutani, otro de esos héroes nipones que son leyenda en sí mismos, destroza los sentidos con una maravillosa visión del sonido opuesto al de Yanagida, en continuo vaivén sensorial. La guitarra ruge y se eleva, cae y vuelve a despegar, con el sentido personal y oscuro que Mizutani es capaz de darle.
Sin embargo, lo que realmente hace especial el sonido de este "Milk Time", que lo diferencia del Prog. más agresivo y a la vez embaucador, es el violín de Hiroki Tamaki, que penetra entre todo lo que está y puede ser rebatido con tremendos solos de excepcional factura llevando el sonido hasta un extremo casi imposible. Sus improvisaciones rompen (para bien, por supuesto) con el conjunto cuando la banda juega a ser más previsible, y volvemos a esos momentos underground que definen el sonido del disco y sus composiciones.
En definitiva, un disco de muy buen Prog. japonés, con músicos excepcionales y la capacidad de creación de quienes pueden ofrecer lo inesperado. En este sentido, Yanagida es capaz de entregar un trabajo personal prestando parte de la esencia al talento de los músicos que le acompañan.
Hiro Yanagida teclados. Hiro Tsunoda batería y percusión. Kimio Mizutani guitarra. Hiroki Tamaki violín eléctrico. Nozomu Nakatani flauta. Keiju Ishikawa bajo.

SIDE 1:  Love St.;  Running shirts long;  When she didn't agree;  Happy, sorry;  Yum
SIDE 2:  Love T;  Fish sea milk;  Fingers of a red type-writer;  Milk Time;  Me and milk tea and others


sábado, 3 de junio de 2017

De Vinilos y Otras Glorias MCMXIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Powerhouse (Powerhouse) 1969


Bestial disco de uno de esos productos típicos de Japón, grupo de calidad inmensa que duró este disco y nada más, pero que por la valía que atesoraba dejó la impronta en lo grabado.
Al igual que muchos de los músicos de la época, la influencia de la Música venida de occidente, especialmente de las Islas y los USA, les hizo ir sobre seguro en esta aventura, creando un disco de versiones de clásicos con un toque tan personal que resulta abrumador.
Como buen grupo de Blues Rock en estado puro, resulta alucinante comprobar cómo todos los temas, sean o no del Blues más clásico o desgarradoras y maravillosas escenas del Rock intemporal, se transforman en manos de estos cuatro iluminados en tremendos trallazos de la Música que hacen, aprovechando de paso para demostrar el talento como intérpretes, que en el caso que nos ocupa es simplemente genial.
Y es que enfrentarte a una demencial transformación del "Back In The U.S.S.R." en clave de Blues eléctrico que no se sale del guión (del de Powerhouse, porque el original aparece en los acordes) y conseguir hacerlo tuyo tras décadas escuchando lo que es, al menos es significativo, pero cuando se lanzan a tumba abierta a descubrirnos sus habilidades como instrumentistas aprovechando otros clásicos inmortales no puedes sino dejarte llevar hasta ese lugar donde eres tú y la Música (la versión del "Spoonful" de 15'13'' con la guitarra sacándote las tripas en un solo demencial, mientras la sección rítmica te patea, pero patearte de verdad, el culo, es para descarrilar por muchas vías de alta velocidad que te pongan)
Claro que si en el grupo tienes a un tal Shinki Chen destrozando las seis cuerdas una y otra vez, y al animal de George Yanagi comiéndose el bajo para no rompértelo en la cabeza en un duelo constante con la guitarra, no es de extrañar que pasen cosas así, como que un tema clásico del Rock'And'Roll, "Good Morning Little School Girl" se vaya a otros 15'58'' y no te enteres por dónde va la fiesta porque ya estarás viajando por los espacios interestelares (o algo más)
Un disco para disfrutar, alucinar, emocionarse y lo que uno quiera con un grupo que se salía por todos lados, japoneses que bebieron de las fuentes de lo más clásico y a la vez fueron capaces de crear sobre ello algo que hoy es de un clásico que asusta.
Eiji Takemura voz. Shinki Chen guitarra. George Yanagi bajo, voz y armónica. Shinichi Nogi batería.

Side 1:  Back In The U.S.S.R.;  Hootchie Kootchie Man;  I want to know;  Spoonful
Side 2:  Foxy Lady;  You're better man than I;  Ob-la-di, Ob-la-da;  Good Morning Little School Girl

De Vinilos y Otras Glorias MCMXIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Sachico Kanenobu (Misora) 1972


Una pequeña delicatessen se asoma a nuestro espacio "Paseando Por Los Sueños" para regar con un poco de sensibilidad y emoción estas páginas.
No es porque de pronto ese incunable de toda la vida haya sido encontrado en las profundidades de la tierra y se transforma en el disco que debemos escuchar, es algo que va unido a esas pequeñas cosas que nos hacen creer en la Música como vínculo de emociones al margen de todo, y cuando digo todo, es eso, de todo.
El álbum debut de Sachico Kanenobu es una pieza de Música ajena al tiempo, al espacio, a la lógica, a todo lo que se supone, una de esas artistas que desafiando lo que debería ser creaba su mundo a través de los sonidos, músico, compositora, creadora de un universo que se movía por el Folk Rock más persuasivo, en un mundo creado para otras cosas en su época, en su país, en los confines de ese maravilloso lugar donde el Sol nace y abarca con su manto al resto del mundo.
Una manera de expresión que comienza con su voz, suave caricia que arrulla en su lengua natal y que transfiere a la guitarra acústica, donde las cuerdas se desprenden para hacer de esos arpegios suaves y casi melancólicos un lugar que arrulla a quien escucha.
"Misora" es un conjunto de canciones que se aglomeran en el vinilo creando poesía, momentos de intimidad que se rompen de vez en cuando, al menos de vez y no tanto en cuando, con los instrumentos que la ayudan a intercalar ritmos e instantes más cercanos al Rock pausado y sostenido. Un disco que fluye desde el interior, con las letras narrando historias íntimas para hacerlas de uno, con la voz susurrándote cercana a tu piel.
La Música sigue, aunque los iluminados popes que nos quieren dirigir digan lo contrario, demostrando que las emociones no saben de espacios, ni de lugares en el globo terráqueo, sólo de momentos escritos para que la calidad traspase cualquier barrera, y Sachico Kanenobu nos demuestra con este disco que al final, si la aguja hace su trabajo y acaricia esos surcos que la esperan, sólo es cuestión de saber cómo expresarlo.

SIDE -1:  Look up, the sky Is beautiful;  Far away from you;  The heat wave;  Leave It to time;  Moody Sky;  What do you really want?
SIDE-2:  Blue fish;  I wish It would snow;  Running away on a road of snow;  Falcon and I;  The first strong winds of spring


Blondie


Eight Miles High


Música


La amo porque siento que es lo único que libera mi mente. Escucharla provoca la capacidad de pensar, de sentir, de saber que puedo tener conocimiento. Eso es lo especial cuando mis sentidos se ponen en guardia al percibir una melodía. 

No es que me sienta diferente, es que me siento yo mismo, y eso es lo mejor que me ha ocurrido nunca, porque al final las miserias y lo que sacas de todo terminas comiéndotelo solo y ella siempre está ahí cuando el trago es amargo o necesito pasarlo si el cuello se estrecha mucho.

Amo la Música, quizás sea una insensatez amar de esta manera, pero no se me ocurre nada mejor para poder expresarme.

Música


Llegué en un momento de transición, y me impregné de los ecos de estos autores de sueños, y deseché a los imitadores, y barrí de la faz de la tierra a los que pretendían ensuciar con su basura camuflada la obra de los auténticos, y viajé con ellos a través de la tierra de los sueños, y floté elevado por la magia de sus creaciones, hasta el infinito, hasta donde nadie llega, empapándome de vida, calándome hasta los huesos de sensaciones, perdiéndome en las esquinas de los suburbios, simplemente escuchándoles.

Kate


De Vinilos y Otras Glorias MCMXII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Jordi Sabatés (Ocells Del Més Enllà) 1975


De formación claramente influida por el jazz, el pianista Jordi Sabatés se dejó acariciar por otros estilos, especialmente el Prog. más elegante y cultivado (por decirlo como les gusta a muchos, que no a mí) para crear en la convulsa mitad de la década de los setenta, en lo que concierne a este país, un disco que es una de las gemas olvidadas (o casi olvidadas fuera de ciertos círculos musicales) de la Música en general de esta árida tierra donde el talento se ha valorado tan poco durante tanto tiempo, y del Prog. experimental en especial.
Obviamente, y sin dejar esa base de jazz que le hace ser quien es, Jordi Sabatés se embarca en una aventura donde puede entreverse la parte más elaborada de un Rock sin cadenas que sale hacia la luz entre notas de flamenco tímido y poco vistoso pero muy elaborado, el jazz que va y viene hasta envolverlo todo o dejarlo de lado para desaparecer, y unos sonidos que son ajenos a estereotipos y experimentan con los ritmos, contra ritmos forzados para enfrentarse a lo que se supone.
Apenas 33' de Música que no dejan indiferente, con una capacidad instrumental de los músicos que se añaden al proyecto que magnifica el resultado final del producto, y unas ideas que si bien pueden tener alguna curva descendente en momentos de insistente ritmo como base de la creatividad, mantiene un nivel más que admirable durante todo el disco.
Es por esto que "Ocells Del Més Enlà" se convierte en una gratísima sorpresa por lo atípico de la propuesta en el momento en el cual surgió, porque el arrojo para hacerlo es evidente y la búsqueda por parte del autor de diversas vías dentro de la Música que hacía consigue un contrapunto brillante visto el final de la historia.
Un disco para disfrutar de la buena Música, dejando de lado los tópicos que parecen necesarios cuando se crea un trabajo como éste y que a mí me sobran siempre, porque simplemente escuchar los temas que lo componen es una delicia para los oídos, y si además nos vemos trasladados a la época donde surgió... el resto es historia.

Cara A:  Ocells del més enllà
Cara B:  Children's song;  Tryada;  Acuario;  Gingers;  Tema para el Richmond's

De Vinilos y Otras Glorias MCMXI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Il Volo (Il Volo) 1974


Era bastante frecuente dentro del Prog. italiano el trasvase de músicos de unas formaciones a otras, y una vez terminada o agotada la idea de algún grupo, que músicos con un nombre forjado durante una época se unieran para formar otro proyecto.
El caso de Il Volo es el segundo de los casos mencionados, que además en esta idea pretendía la formación de un supergrupo con mucho prestigio dado los músicos que iban a componerlo. Quizás por eso las expectativas se dispararon y quizás por eso cuando se hizo efectivo el primer trabajo, este "Il Volo", la desilusión entre los medios y los seguidores del Prog. fue demasiado alta.
Cabe pensar que la calidad de los músicos, que por otra parte demuestran ese talento en lo referente a la interpretación de los temas, hubieran dado a la Música un trabajo mucho más elaborado y grandioso (porque es en esto en lo que más falla, en la composición y la creatividad, que no alcanza lo que sus componentes habían demostrado en otras formaciones) pero también es cierto que lo entregado no es basura ni mediocridad, es un disco que cumple con los cánones del Prog., que en ocasiones tiene momentos de originalidad en los pasajes instrumentales, pero claro, si esperas la joya de la corona y se entrega... otra cosa, se tiende a pensar en lo peor, y en el caso de "Il Volo" sería injusto tratarlo así.
La historia no pondrá el disco en un lugar referente dentro del Prog. italiano, porque de entrada tampoco se lo merece, pero es cierto que si nos topamos con él para escucharlo dentro de todo el conjunto de la Música que se hacía, sale mejor parado que peor, y eso a sabiendas de que los músicos estaban bastante sobrados para hacer otras cosas, aunque los espacios en los que se tiende a ir cada uno por su lado consiguen que el supuesto caos se libere y suene como un conjunto sin que aparentemente lo parezca, lo cual es un mérito.
Para amantes sin condiciones del estilo, que remueven entre los cimientos buscando lo desconocido, lo que no suele estar, lo que se esconde a la vista y que siempre ofrece algo, por poco que sea o por no tenerlo esperado.
Vince Tempera teclados. Alberto Radius guitarras, sitar, voz. Ol Ov bajo. Mario Lavezzi guitarras, mandolina, voz. Gianni Dall'aglio batería, voz. Gabriele Lorenzi teclados.

De Vinilos y Otras Glorias MCMX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Analogy (Analogy) 1972


Uno de los grupos más curiosos y llamativos de la escena Prog. italiana, no tanto por el resultado de su único álbum, que pudo ser mucho más de lo que fue pero que se quedó un poco corto en lo ofrecido, sino por la idea con la que partió a la hora de intentar hacerse un hueco en el panorama musical de su tierra.
Formación italo alemana, activa en la zona entre el Lago Maggiore y el Lago de Varese, con tres de sus miembros teutones y dos de ellos italianos, todos ellos autodidactas y fervientes admiradores de la cultura de los sesenta y el significado del movimiento de libertad mental que impregnaba la época (quizás por eso, o más bien por eso, la portada parece sacada de algún poster de estilo "summer of love", desnudos incluidos, tatuajes y alucinógenos a punto de preparado en la mano de uno de los músicos)
La banda se dio un poco de notoriedad teloneando a grandes de la escena italiana como PFM, Banco o Franco Battiato, con un sonido cercano a ese Rock desgarrado y emocional que parece hecho de jirones de piel que se juntan desde la nada hasta formar el tema. Lacerante el sonido de los teclados e inquietante la voz de Jutta Nienhaus que nos obliga a pasear por la parte más oscura de los sueños en pasajes donde el desasosiego no deja lugar a la calma (como el inicio del álbum, la tremenda "Dark Reflections") aunque todo el álbum tiene ese sello de pesadilla que traspasa la realidad, lo más logrado del trabajo.
Quizás lo que hace que la idea pierda fuerza es la propia capacidad interpretativa de alguno de los componentes de la banda, porque así como la voz y los teclados te meten sin dificultad en esa atmósfera Dark que apabulla y hace lamer las heridas, la guitarra podría ir más allá y provocar, así como la batería que no termina de golpearte la piel con la contundencia que debiera.
Aún así, lo bueno del disco es muy aprovechable, y te sumerge en un tipo de sonido poco habitual y que en ocasiones viene muy bien para cerrar los ojos y apagar la luz, porque la oscuridad es lo que tiene, que ayuda...
Jutta Nienhaus voz. H.-J. Nienhaus batería. Wolfgang Schoene bajo. Martin Thurn guitarra, flauta y bongos. Nicola Pankoff teclados.

A:  Dark reflections;  Weeping may endure;  Indian meditation;  Tin's song
B:  Analogy;  The year's at the spring;  Pan-Am flight 249