viernes, 30 de noviembre de 2012

You Never Know What You Are In For


Diamonds By The Yard



En un día muy especial para mí, un homenaje a un artista que me ha hecho vivir como pocos lo que es la Música como sentimiento

De Vinilos y Otras Glorias DCVI

Vamos a desempolvar el baúl de las emociones (de nuevo) y nos sumergimos en el fascinante mundo de los descubrimientos.


The Earl Scruggs Revue (Live! From Austin City Limits) 1977


... y sin querer me vi de lleno metido en esa manera espectacular de expresar los sentimientos llamada Country, con quince añitos, unos ojos como platos y las ganas más locas de menearme al escucharlo.
The Earl Scruggs Revue es una maravillosa sensación, y si te pilla de primeras sin tener ni idea de qué va eso te atraviesa sin avisar. El Country llevado al público, en directo y como una descarga en este disco majestuoso del grupo que como unidad familiar llevaba la Música de su raíces a la pantalla de televisión y a los que querían acceder al margen de festivales y minorías.
La obra está grabada en el famoso y fabuloso (porque lo que ha pasado por allí no es ni normal) show de la TV de Austin, Texas, la KLRN y es una demostración del talento de esta familia de artistas en lo que mejor hacen, trasladar la Música a las entrañas.
El "Hombre del Banjo" como se le llamaba, el gran Earl Scruggs a la cabeza de su prole con ese talento para tocar un instrumento muy especial, el banjo, arrancando sonidos espectaculares e infinitos del mismo, y junto a él sus hijos Gary al bajo, armónica y voz solista, Randy en la guitarra, violín y voces, Steve al piano y voces. Ajenos a la familia pero parte del grupo Jody Maphis en la batería y Jim Murphey en la steel y el saxo.
Una banda para viajar a galope por todas las praderas del universo, sentarse en las escaleras de cualquier cabaña o en el bar de turno entre vaqueros y mujeres que ya vienen de vuelta.
Country en estado puro, un banjo que te atraviesa las entrañas, esa steel que es maravilloso sonido de siempre, y el toque de "modernidad" de las eléctricas y la batería en un concepto de Música actual para una Música de siempre.
Una delicia dejarse abrazar por estos sonidos, dan alegría al cuerpo, al alma y a lo que sea, y te sientes transportado a otros lugares, otras épocas y cualquier taberna donde dejarse ir tras una jornada de insoportable levedad.
Si te gusta el Country, The Earl Scruggs Revue es un bálsamo y una maravilla, de no ser así puedes buscar ese espacio para el puro divertimento, yo lo sigo consiguiendo 35 años después.

SIDE ONE:  Nashville skyline rag;  I shall be released;  Sally gooding;  Tall Texas Woman;  Earl's breakdown
SIDE TWO:  I just can't seem to care;  Black mountain blues;  Everybody wants to go to heaven;  The swimming song;  Stay all night

domingo, 25 de noviembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DCV

En momentos en los que la fibra llama a mi puerta, encuentro en la Música el mejor de los bálsamos, y si se trata de recuerdos, nada se puede asemejar.


Eric Clapton (Slowhand) 1977


De nuevo volviendo a esa época del génesis en mi vida musical, cuando iba y venía sin saber muy bien de qué podía ir la cosa, con esos quince años recién cumpliditos y muchas ganas de aprender llegó a mi vida E.C. y me enamoré de él.
No voy a descubrir ahora que con el tiempo, las décadas y algo más la carrera del gran Eric Clapton la puse donde debía, y que a partir de su vuelta tras estar a punto de irse fue un músico excepcional, pero no el genio que demostró durante los sesenta estar por encima del bien y del mal, pero es que tipos como este dejan huella aún cuando están revolcándose en sus cenizas.
"Slowhand" fue el primer disco que tuve de E.C., y bendita elección, porque marcó un punto de inflexión en la manera de entender la Música.
Se me abrieron nuevos caminos a base de Blues, Rock y ese toque sublime de Clapton para hacer suyo lo que no es, y comencé aún siendo un crío a percibir cosas que me siguen hasta hoy.
No será el mejor disco en solitario de Clapton (aunque discrepo en eso al menos para los discos de estudio) pero fue el primer trabajo que le encumbró a las masas, y si eso en mi caso no suele ser un favor, sirvió para que este guitarrista excepcional volviera a deleitarnos con su clase y su talento.
Jugó sobre seguro tras varios fracasos de venta y público, y se rodeó de unos músicos tan tremendos como él que han sido santo y seña de las bandas de los setenta, además de unir un puñado de canciones que se salían de la línea que solía llevar y se acercaron a todos por igual.
El título del disco, tirando un poco de Retranca por su apelativo a la hora de tocar, es un primer paso hacia esa calma que destila el trabajo, sereno, sin agobios, a Clapton se le intuye a gusto tocando con esa delicadeza y clase que atesora, y para mí por primera vez canta con el gusto por hacerlo.
Junto a él, músicos no sólo solventes, sino uno a uno parte de la historia del Rock, que formaron una banda tremenda con la cual giró durante varios años volviendo a ser un grande, aunque en otro sentido.
Marcy Levy e Yvonne Elliman arropan al músico con esos coros absolutamente geniales, delicados y maravillosos. George Terry ejerce de segundo de a bordo con la guitarra, marcándose algún que otro solo. El gran Dick Sims se aferra a los teclados dando una lección de clase y calidad, así como el maravilloso Carl Radle en el bajo, un viejo conocido de su época Derek, un músico genuino. Jamie Oldaker, otro trotamundos del Rock en la batería conforman una banda de ensueño, y colabora al saxo otro grande, Mel Collins.
En cuanto a la Música, este "Slowhand" reúne algunos de los trallazos en solitario más significativos de la carrera de E.C., y eso es mucho decir, como la versión absolutamente magistral de "Cocaine" del gran J.J. Cale que la gente confundió como suya, o ese baladón que eriza la piel llamado "Wonderful Tonight", con un Clapton susurrante. "Lay Down Sally" deja otra pieza clásica o la tremenda "Nex Time You See Her" con ese ritmo que me apasiona.
Un disco para descubrir lo que comenzó como el ave Fénix, tras otras obras que me gustan mucho y no calaron tanto, con el artista ya asentado y creyéndoselo, un disco para disfrutar de buena Música en cualquier lugar y momento, y eso no es nada sencillo de conseguir.
¡¡Benditos descubrimientos de quinceañero!!

Side One:  Cocaine;  Wonderful Tonight;  Lay Down Sally;  Next Time You See Her;  We're All The Way
Side Two:  The core;  May You Never;  Peaches And Diesel



sábado, 24 de noviembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DCIV

¡¡¡Cachis!!! casi se me olvida, y mira que lo suelo tener en mente, pero como esto de la edad hace que olvides y recuerdes casi por igual, pues nada, hagamos como que no ha pasado nada.


Taste (Live At The Isle Of Wight) 1970


En el año 66 un iluminado organizó un grupo allá en Irlanda que causó sensación un par de años después por lo que ofrecían y daban en directo, y tras dos discos de estudio y algo más en directo no muy reconocido, el tipo que tocaba la guitarra decidió seguir su carrera en solitario.
Este disco en directo salió cuando el grupo ya no existía, por eso para mí es como esos directos que se recuperan muchos años después y nos hacen apreciar lo que grandes de los grandes hacían en su salsa.
El festival de la Isla de Wight dejó muchas cosas claras, pero sobre todo dejó en directo la demostración de algunos salvajes que eran la flor y nata de lo que pululaba por ahí, y mira tú por donde un grupo llamado Taste, que no era lo conocido que se debía demostró estar a la altura de cualquier circunstancia.
Con el grupo ya desaparecido y un tal Rory Gallagher buscándose la vida en solitario como uno de los más increíbles artistas que ha dado el Blues Rock en la historia nos llegó este legado de una época única, irrepetible y genuina que jamás ha sido superada, y donde este tipo y sus dos compañeros convertían el pis de vaca en gasolina, porque queridos, queridas, chicos y chicas, nenas y lo que deseéis, este disco de puro Blues Rock salvaje, demencial y eléctrico es una muestra de lo más puro que se hacía en esos tiempos en los que creer en la Música era creer que era posible.
Taste en 1970 eran Rory Gallagher, ya en estado de gracia, con 22 años y comiéndose el mundo, las seis cuerdas y lo que hiciera falta. Ni que decir tiene que aún estaba por llegar lo mejor, pero escucharle en esta época es de una frescura maravillosamente emocional, y tan primitivo como único, lo que ha sido siempre.
Junto a él Richard Mc Cracken al bajo, un tipo al que no le temblaba el pulso a la hora de machacar las cuatro cuerdas, ¡¡y de qué manera!! por eso, quizás, más tarde alguien apareció en la vida de Rory...
A la batería, muy primitivo, visceral y salvaje se encontraba John Wilson, que aporrea los timbales de aquella manera, y así todo queda con esa sensación de Power Trío que arrasa y te abrasa.
Seis temas que son desarrollos de lo que estos tipos hacían en directo, gustar y gustarse, con esa segunda cara en plan animalada Blues y sus dos temas, los 10'10'' de "Feel So Good" y los 14'26'' de "Catfish", un tradicional que convierten en una exhibición en directo.
En la cara A cuatro temas de Rory, a destacar esa burrada, "Sugar Mama", de 10'18'' donde se despachan a gusto, la preciosa "Sinner Boy" con la guitarra cortando el aire y un clásico de Rory de toda la vida, "What's Going On" un fijo en su repertorio. "Morning Sun" cierra el círculo de esta obra para descubrir los comienzos de uno de los más grandes en su salsa, el directo y lo que le suponía.
Un disco de pura fuerza, eléctrico, con esos ramalazos de furia que desprendía Rory, y su voz aún casi virginal, preciosa, emotiva, dando lo que le salía, que era mucho.
Taste, o esa manera de ser...


Tracked For The Sunrise


Frank


Heaven And Hell




De Vinilos y Otras Glorias DCIII

Vamos a seguir dando las gracias por demasiadas cosas que sin controlarlas nos llevan al paraíso, y eso ya es motivo de alegría, euforia, chanza y desenfreno.


Mighty Baby (Live In The Attic) 1970


Pues sí, en esa línea de supuestos grupos desaparecidos (como es el caso) tras un maravilloso legado breve pero intenso, aún hay gente que cree en estas cosas y se arriesga a sacar documentos que son por sí mismos joyas e incunables de la Música con mayúsculas (M) y con eso nos encontramos ahora.
Mighty Baby fue, como otros muchos grupos del Prog. más cerebral y exquisito, un proyecto que duró demasiado poco para todos los que amamos la Música, la calidad, los sonidos y esas emociones viscerales que van más allá de lo puramente auditivo.
Este disco doble que nos llega y que ¡¡bendito sea!! nos abre las puertas para conocer lo que hacían en directo, es una joya de proporciones alejadas de la propia Música, porque la calidad interpretativa e instrumental de la banda va unida a esa brutal concepción de la Música desde su manera de creación, o lo que es lo mismo desde sus inicios como concepto de los temas para luego ser desarrollados como grupo.
Mighty Baby es una banda excepcional, compuesta por cinco músicos maravillosos que entendían los sonidos como algo global, de ahí esos delicados devaneos con la Música de otras latitudes, continentes e incluso culturas alejadas de sus propias raíces, que componen un conjunto exquisito de creadores de sueños más allá del propio sentido de lo que daban.
Un doble disco en directo excepcional, un diamante en bruto, brutal en su concepción y enorme en su desarrollo, de hecho realmente tiene cinco temas, cinco (o como se podría decir 5 hermosos temas, 5) divididos en una suite preciosa y desarrollada hasta la extenuación llamada "Now You See It" que ocupa toda la cara A del primer disco, pero si nos ponemos radicales, la cara C y D son un solo tema "Now You Don't" con sus partes 1,2,3,4, que se va más allá de los 33', un festín para los sentidos y para los que aún creemos que la Música es universal, sin fronteras, sin límites, sin barreras.
En la cara B se permiten ser algo más comedidos, con tres temas absolutamente geniales, especialmente esa demostración de sentimiento al piano que es "Winter Passes", o esa pasada Prog. con mayúsculas llamada "Stone Unhenged", simplemente demencial. "Sweet Mandarin" con la que comienza la cara nos demuestra lo que es Música sin tapujos, tal cual.
Los cinco componentes originales del grupo se dan un baño de disfrute en esta obra que de por sí es ya una joya del Prog. más auténtico, pero que para el que suscribe sobrepasa todo lo que la propia Música nos enseña.
Por fin, como en otros casos todo sea dicho, el sonido merece la pena, cada cosa está en su lugar y podemos escuchar sin necesidad de forzar nada que no sea lo que el grupo nos ofrece, que es pura gloria.
Un disco exquisito, tremendo, hecho a conciencia porque podían permitírselo, un monumento a la buena Música y a lo que se debe entregar cuando se cree en ello, y a partir de aquí... es Prog. con mayúsculas, de modo que tú mismo/a.
Alan King Guitarra, voz
Martin Stone Guitarras
Ian Whiteman Teclados, saxo, flauta y voz
Mike Evans Bajo
Roger Powell Batería






De Vinilos y Otras Glorias DCII

Me va gustando esto de seguir con las locuras que mi mente destila, especialmente cuando escucho Música, será porque además de locura es un privilegio.


May Blitz (Essen 1970) 1970


Ya lo he dicho en alguna ocasión, de bandas y músicos que han sido parte fundamental de lo que hoy conocemos como Música, me encantaría gastarme lo que pudiera si sacaran más documentos sonoros de esa época irrepetible para la Música y por ende para la humanidad (eso que ahora se va pudriendo) porque sería maravilloso acceder a glorias de lo que fue.
En el caso que nos ocupa, me encanta, fascina y alucina que se haya recuperado más de 40 años después un concierto mítico de una banda icono del Hard Prog. más exultante y maravilloso de la época, May Blitz, un grupo excepcional que por desgracia para quienes lo amamos nos dejaron dos brutales obras y san se acabó.
May Blitz pasó al olimpo del Hard Prog. con dos inolvidables trallazos de clase, pero en este discazo que es una obra de arte nos demuestran lo que hacían en directo, donde su capacidad interpretativa iba mucho más allá de lo que demostraban en estudio, y ya es pedir mucho.
Con ese formato que tanto me apasiona, el Power Trío, estos tíos se marcan una obra descarnada de puro Rock sin categorías ni marcas al agua, porque en este pedazo de disco nos dejan señales del más auténtico Hard, Blues y Prog. por los cuatro costados, en una exhibición musical que además deja claro de lo que eran capaces en un escenario.
El disco entero es una jam session de calidad, dicho esto a sabiendas que son cinco temas desarrollados como les da la gana, no uno sólo, pero lo indico porque todo el concepto es eso, tocar y tocar sin límites y según las estructuras que les vaya dando, con inmensos temas (el más corto es de 5'13'') que sirven para lucir clase y técnica amén de demostrar lo que pueden ser tres tíos en un escenario como si fuese un bloque de granito que se te cae encima, ¡¡una barbaridad!!
James Black hace lo que le da la gana con la guitarra, arrastrando las cuerdas al límite, distorsiones, solos descarnados, riff furibundos y una manera salvaje de atacar los temas, una pasada.
Reid Hudson y su bajo nos demuestran lo que son cuatro cuerdas asesinas, acompañando la guitarra y realizando solos constantes que no paran de arañar los sentidos.
Tony Newman parece al margen de todo y sin embargo es lo que hace que todo sea un bloque compacto. Un tipo que se toma su batería como una descarga de frustraciones, golpeando sin pausa, con saña, repliques constantes y solos demenciales, una verdadera gozada.
Llo que sí me molesta (porque soy muy mío más que nada, porque por lo demás lo gozo que alucinas) es el sonido de la grabación, pero como ya he dicho en otras ocasiones, es lo que hay que pagar para recuperar joyas de este calibre, y en este caso se paga, especialmente la voz que apenas se escucha. De todas maneras, auriculares y volumen brutal y se va perdiendo menos, o volumen brutal e invitación a cervezas y alguna otra "cosilla" a los vecinos y se disfruta en vivo.
Cinco temas salvajes, demenciales, con esa entrada a lo bonzo que es "Tomorrow May Come" para continuar con una jam de 19'56'' "Fire Queen" donde todos se lucen, te atraviesan, te violan, te... M A R A V I L L O S O.
En la cara B más de lo mismo, una animalada con la guitarra incendiaria y la sección pateándote de 8'56'' llamada "Squeet" y esa voz a grito pelado, esto sí que es puro Hard Prog. con cambios y vueltas; tras esto dan paso a una barbaridad genial y especial, muy especial, "8 Mad Grim Nits" que con sus 9'15'' te parte el alma. El disco acaba con "I Don't Know" y a dormirla, porque el agotamiento es total.
Un disco para escuchar y saborear, volver a ser ese animal que uno de vez en cuando desea, y disfrutar de mucha clase de la mano de estos tres geniales músicos y un grupo mítico, que en este disco descubren mucho del por qué.



De Vinilos y Otras Glorias DCI

Con el beneplácito de mi mente, que es la que decide en estos casos, mucha Retranca (me encanta la palabreja) y la Música como aliada, continuamos este sueño para... ¡¡a ver qué sale!!


Cactus (Ultra Sonic Boogie '71) 1971


Es lo que tiene hacerse mayor, que uno tiene sus limitaciones, pero es lo que tiene hacerse mayor y escuchar cada vez más y mejor, que uno no tiene límites.
Algo intemporal ha llegado a mis sentidos, algo que por manido casi me sabía pero nunca había tenido el privilegio de saborear, y mira tú por cuanto lo he degustado de una manera absolutamente increíble. 
Cactus es para mí un mito. En lo musical porque sus tres primeros discos son una exhibición del mejor Hard de la historia, comparable a los más grandes porque eran grandes, y en lo emocional porque era uno de esos grupos referentes al cual no podía acceder, y mi memoria debía viajar a tantos años atrás que me molestaba un poco.
Ya metido hasta las entrañas en el grupo, hoy me encuentro feliz por haber descubierto lo que estos animales eran capaces de hacer en directo, con su banda original y una clase excepcional que les salía por los cuatro costados.
"Ultra Sonic Boogie '71" es una demoledora manera de interpretar la Música, una brutal fantasía Hard sabiendo que además en esa línea transforman momentos impresionantes de Blues y Boogie, con un poder y un señorío que asusta.
Un disco que demuestra lo que eran en directo, que podría cuidarse en el sonido un poco más, pero es lo que tiene rescatar estos archivos que son incunables sin precio, que puede que algo falle, pero que deja a las claras que de no haber sido por los problemas de rigor Cactus hubiera podido llegar donde hubiera querido.
Grabado en los estudios Ultra Sonic de New York el doble vinilo nos deja seis temas para soñar y destrozarte las tripas, a galope tendido de la mano de los cuatro iluminados que formaban la banda en esa gloriosa época, Rusty Day en la voz solista y la armónica, absolutamente genial con la garganta casi rota pero llegándote al alma y períodos inmensos de ese instrumento que cuando se sopla bien se te mete donde sea.
Jim Mc Carty se pasa tres pueblos con la guitarra, destrozando las cuerdas y aullando en cada solo salvaje y demoledor, marcando riff que te cortan la piel a tiras, algo tremendo.
Lo de Tim Bogert es para que se lo miren; ¡¡pero qué pedazo de bestia!! en sus manos el bajo parece que te abraza, un solista más que no para en todo el concierto, brutal, y cuando se permite solos sin banda es que alucinas, algo... como esa voz.
Claro que para clases magistrales las que iba repartiendo el amigo Carmine Appice, que desde su batería arrasa con todo lo que le viene, amén de los solos que son de una calidad infinita es que lleva el peso de las canciones como le da la gana, y cuando canta enamora. Un portento y uno de los más grandes, es así.
Seis temazos que salvo "Token Chokin'" donde se relajan un poco (por decir algo) y Appice se marca el farde de tocar la guitarra que te cagas, se convierten en largas jams para disfrute del propio grupo, que demuestra su calidad instrumental en cada una, y del oyente, que se va de varillas (al menos yo, que debo estar muy sensible en eso)
La entrada con "Evil" para morirse, una bomba soltada sin avisar que se va a 10' de gloria, pero la barbaridad de ese Blues llamado "Bro. Bill", salvaje, exquisito, impresionante no se queda atrás. El toque de clase superlativa lo dan con "Big Mama Boogie" que en sus dos partes nos deja una exhibición acústica en la "Part I" y una sublime forma de deshacerse con la Hard más abrasivo en su "Part II" y ahí queda eso. "No Need To Worry" para volar y "Oleo"...
Un disco maravilloso, tremendo (me gustaría que durara tres horas más, pero...) genial y visceral, para disfrutarlo, y me voy de nuevo a colocar ese Boogie para... yo mismo.




jueves, 22 de noviembre de 2012

Sólo Un Mal Sueño



A Pablo, que quizás no lo sabe, ¡¡¡pero la lió parda!!! Único, Genial, Irrepetible

Retranca

Retranca.
(De retro- y anca).

1. f. Intención disimulada, oculta.

2. f. Correa ancha, a manera de ataharre, que forma parte del atalaje y coopera a frenar el vehículo, y aun a hacerlo retroceder.



Un Amigo mío siempre decía que la vida había que tomársela con mucha Retranca, decir las cosas con Retranca, y hacer todo lo que se pudiera con Retranca.
No voy a analizar el significado de la palabra, cada uno es de donde es y sabe lo que quiere decir, pero realmente esa dosis de Retranca que a veces se necesita para echar las mierdas fuera y saber que jode a quien quiere joderte es una manera de ser, sentir y vivir que me encanta.

Hoy he entrado en el Blog para dar un adiós a muchas cosas, y me he encontrado con la impresionante imagen de las horteras y demenciales propagandas que lo inundan junto a otras que cual virus maligno se han ido aposentando en lugares varios, en este caso el lateral derecho, lo cual limita la visión del Blog a una mínima expresión de lo que estéticamente supone.
Tras unos segundos (no muchos, he de decirlo) de desconcierto, me he encontrado a mí mismo partido de la risa, descojonándome de mi propia historia y ¡¡cómo no!! del descerebrado que ha urdido este plan tipo malvado de James Bond.

Curiosamente, como casi todo en mi vida, al tiempo de la risa y el cachondeo, me ha venido la inspiración de mi Amigo, el de la Retranca, y he pensado que en este caso, la Retranca me venía al pelo, de modo que dicho y hecho, he decidido hacer una entrada para homenajear a un tipo que en la Música lo es todo y que me ha permitido soñar y "Pasear por esos Sueños" durante más de diez años ¡¡cómo pasa el tiempo, rediéz!!) y hacer como que la guasa me come y no la insidia que me proponen.
Dicho esto, esa misma dosis de humor negro, vicio oculto en mi ironía y Retranca de un quintal me va a permitir no sólo continuar con este sueño que es mío y sólo mío sino de vez en cuando venir a cuento para comentar algunas de las barbaridades escénicas que pretenden colocar en ese lugar donde la Música, y sólo ella, campa a sus anchas.
Quizás llegue el momento en el cual esas imágenes de atormentados castrados mentales ocupen todo el Blog y no pueda ni escribir lo que ahora suscribo, pero hasta entonces, tiraré de Retranca, haré honor a ese tipo con el que me reía hasta mearme y joder que te jodan para seguir jodiendo, porque en esto de la jodienda, cada uno sabe por dónde, de qué manera y hasta qué fondo, y el mío aún no ha habido polla que lo mida (no por disgusto, ¡¡vive el cielo!! sino por... Retranca)

Ya que estamos, me he encontrado un anuncio donde te sugieren un método para "Aumentar tu pene 5 cms." ¡¡¡joder!!! será cómo y según qué, porque me hago la idea de un tal Rocco Siffredi (héroe local de alguno que conozco) para el cual 5 cms. sólo son un problema "añadido" a eso que ya posee por añadidura, sin embargo para otros...
Me llega tarde esta propuesta, ¡¡cachis!! hace casi cuarenta y nueve años que no me preocupo del tamaño, ya los cms. me dicen bien poco, y lo que ahora hago no se "mide" en cantidad, sino en calidad. Un poco deslavazado el tema, quizás si fuera actor porno me sería de utilidad, pero esos ojos de damas desnudas esperando... el abrazo, la caricia o el beso nunca tenido creo que llena más (y puestos a llenar...)

El que acompañaba a este primer intento de embaucar hacia las etéreas miserias de lo carnal no estaba mal del todo, anunciaba aquello de "Pierde esos cms. de tripa que no les gusta" o sea, que los gano por aquí y los pierdo por allá, pues se puede llegar a un arreglo, yo te doy y tú me quitas, o ponme que me erecto y quita que me aplano.
¡¡Por Dios!! pero si he conseguido este perfil tan humano gracias a ese jugo de cebada que me hace escribir estas cosas y aguantar las otras, cómo voy ahora a ponerme en manos de pastillas de colorines para ser de nuevo el... no me creo nada de nada, todo son farándulas del pene para llegar hasta la barriga, o que quien te mira quisiera ver lo que no hay, pero mira tú por donde lo que hay es lo que está y lo que no, pues eso... se debe buscar en otra parte.

Pequeña y regordeta (no sé a qué me refiero pero es lo que tiene esto de la Retranca, que uno va y viene) pero con gusto, o lo que es lo mismo, aquí estamos para sonar, soñar y despedirnos de lo mediocre y castrado, que para eso ya me levanto a diario y me los encuentro de lado.

Seguiremos trayendo esos oscuros presagios de la modernidad en forma de anuncios sublimes (perdón, subliminares) para deleite del que suscribe, olvido de lo que no es y si alguno se atreve pérdida de memoria por la lógica, y si me da por ahí, que por ahí lo veo, al margen de cms. vamos a ir jodiendo al que joda para que joda sabiéndose jodido, y esto queridos se me da la mar de bien.

¡¡¡A pesar de todo, me es imposible no ser como soy!!! ¡¡¡Qué se le va a hacer!!!



Carry On




A Eduardo, porque le gusta y me enseñó a que me gustara

domingo, 18 de noviembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DC

Con esto de la fibra me doy cuenta que a mis quince años iba de un lanzado que no veas, y eso que ni sabía, ni pretendía, ni buscaba... simplemente me dejaba llevar, eso sí, por gente que sabía demasiado.


Rory Gallagher (Photo-Finish) 1978


Apenas una veintena de discos en mi estantería, unas ganas locas de comerme el mundo y de pronto ese mundo cambió cuando descubrí la magia, el talento y la clase de un músico irlandés con el alma vendida a la Música, al Rock y a los sonidos celestiales salidos de su guitarra.
Rory llegó a mi vida como un impulso, cuando en la tienda de discos donde me perdía con los pocos ahorros que conseguía por no gastar en nada más me emocionaba acariciando las portadas de esos vinilos que me parecían el cielo, un día en el cual alguien puso un disco encima de la mesa, justo cuando iba a pagar lo que pretendía llevarme.
Su cara, su sonrisa y su movimiento de cabeza asintiendo me convencieron en el acto, y en ese instante mi vida cambió. El "Photo-Finish", recién salido al mercado llegó a mis manos, con él descubrí a un artista, un músico, un alma, y el Rock me llevó un poco más allá.
Una época de cambios en los cuales el gran Rory decidió dejar el formato de cuarteto y tras contratar al gran Ted McKenna y con su inseparable Gerry McAvoy se lanzó a unos años donde el Rock en estado puro salió de su mente y a través de sus manos nos llegó como ramalazos de pura clase.
Un tremendo disco de Rock, algún desliz blusero de esos que él hacía como le daba la gana, una guitarra que bramaba y rugía como si las cuerdas le fuesen arrancadas en cada riff. cada solo, cada momento de vibrator asesino, una sección rítmica salvaje para acompañar esos temazos de cortada violencia que se suspendían en el aire, o que arrancaban en cabalgadas feroces y desenfrenadas de la mano de dos bestias que como guardaespaldas no tienen precio, con esa precisión excelsa de Ted a la batería y el solo de cuatro cuerdas de cada tema marcado por Gerry, todo ello al servicio del talento de uno de los más grandes y carismáticos músicos que ha parido la madre tierra, Rory Gallagher y su guitarra.
La voz de Rory parece enfrentarse al mundo en este disco, los propios temas dan lugar a ello, incluso desafía su propias limitaciones con la voz en tremendos instantes de altos que no dejan nada al azar, gritos que son desgarros a las entrañas, como si quisiera, ocho años después  de haber comenzado su carrera en solitario demostrar que seguía vivo, a pesar de todo y de todos. La armónica rasga el aire sin pudor y esos instantes de mandolina suave y quejumbrosa son una delicia impagable, pero nada extraña, nada sorprende, es Rory y es único, a pesar de todo, a pesar de todos, sigue enviando su Música por el aire para enroscarte a ella, y en ese bendito 78 en el cual le conocí me atrapó, me hizo el amor y la magia continúa entre ambos.
"Photo-Finish" es un discazo de Rock, tiene temas eternos que son himnos para destrozarte las tripas, absolutas descargas de poder que te arrollan, como esa burrada llamada "Shadow Play", con uno de los riff más tremendos de la historia, algunos de sus incunables ("The Last Of The Independants", "Brute Force And Ignorance", "Shin Kicker") y otros temas que a mí me hacen trizas la piel porque sólo puedo escucharlos cuando necesito esa descarga emocional que me lleva allá arriba, como el momentum que logro con "The Mississippi Sheiks"... ¡¡joder, qué bárbaro!!
Rock, clase, emociones, magia, seda, un alma hecha músico y una guitarra que nos habla en esos solos eternos que desde hace treinta y cinco años me sé de memoria y me acompañan allá donde deseo una buena descarga de vida, esto es Rory Gallagher, esto es su "Photo-Finish" un disco para tres musicazos llamando a las puertas de tu alma.
La portada, una preciosa composición con Rory metido hasta la médula en su Música, realmente maravillosa.

Side One:  Shin Kicker; Brute Force And Ignorance;  Cruise on out;  Cloak and dagger;  Overnight bag
Side Two:  Shadow Play;  The Mississippi Sheiks;  The Last Of The Independants;  Fuel to the fire 







De Vinilos y Otras Glorias DXCIX

Acercándonos a ese instante en el cual el círculo se cierra, otra mirada a mis dieciséis y lo que me iba haciendo creer que esto era, de por vida, parte de mis entrañas, la Música y su esencia.


The Marshall Tucker Band (Running Like The Wind) 1979


Conocí a la MTB con un grandes éxitos y me enamoré de ella. Sus primeros discos son santo y seña del Rock Sureño con mayúsculas, pero este ya con siete a sus espaldas es muy especial para mí.
La banda había salido de su contrato con la Capricorn Records, ese icono de la Música sureña, y había comenzado su andadura con Warner Bross. ejerciendo más control sobre su carrera. A pesar de seguir siendo una banda increíble y monumental, este disco es para mí el principio del fin como genialidades traspasadas a vinilo, y eso que aún hay mucho donde rascar en obras posteriores.
No sé si su nueva situación les llevó a ese grado de complicidad entre los músicos necesario cuando el viento fresco y nuevo llega a uno, o que no se entendían los nuevos giros que el grupo quería hacer, pero el puñado de canciones que se juntan en este "Running Like The Wind" y especialmente la exquisita y cuidada producción junto a un sonido impecable hacen del disco una brutal exhibición de Música que con el tiempo me gusta cada vez más.
Soy un entregado a la MTB de esa década gloriosa en la cual demostraron ser un grande sin más que añadir, me apasionan sus obras y esos temas eternos que me sé de memoria, quizás eso me hace ser un apasionado más que un crítico, pero realmente la Música para mí es pasión, los que se dedican a escribir para... me la traen de aquella manera.
Con la banda original aún sin descomponerse por desgracias varias, el disco nos presenta al grupo en plena forma de nuevo, con temas eternos, largas jams cuidadosamente compuestas y una técnica instrumental absolutamente exquisita.
Toy Caldwell, uno de los más grandes guitarras del Rock Sureño de la historia vuelve a dar lecciones con esa facilidad insultante a la hora de tocar, acompañado en esos riff (y algún que otro solo) por el tremendo George McCorkle que además toca el banjo.
El bajo usado como solista por ese bestia llamado Tommy Caldwell, simplemente brutal, como lo es el "Toque Marshall" que la flauta y el saxo de Jerry Eubanks imprime al sonido del grupo, brillante como siempre.
La batería de Paul Riddle marca el rito con cada toque, los cambios con cada golpe, el alma en la sombra de esas cabalgadas infinitas, y la maravillosa y especial voz de Doug Gray te hace saber que estás con quien debes y como debes.
Un disco completísimo, excepcional, con ese himno de 9'11'' que es "Running Like The Wind", una exhibición musical, o esa sensacional cabalgada sureña de 7'02'' llamada "Unto These Hills". Toques emocionales y muy del grupo con temas como "Last Of The Singing Cowboys", baladas preciosas de las que ellos sacan toda la fibra hacia las estrellas, "Answer To Love", "Melody Ann" (dedicada por Tommy a su hija) "My Best Friends" y "Past It On" completan esta obra grande de unos grandes.
Si gusta, es una maravilla, de no ser así, mejor una... lo que sea; a mí con esos recién cumplidos dieciséis me parecía haber descubierto el paraíso en las praderas, hoy en día me sigue emocionando. Chicas y no tan chicas, chicos y lo que sea, damas y caballeros, las que no desean serlo y los que no queremos, con ustedes The Marshall Tucker Band, un sueño, una fantasía.





sábado, 17 de noviembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DXCVIII

Si hablo de fibra, porque en estas cuestiones nadie más que uno puede hacerlo, algo que me marcó para los restos, y eso que con dieciséis años no debería escuchar ciertas cosas...


Tangerine Dream (Force Majeure) 1979


Cuando presenté al grupo en "Paseando Por Los Sueños" dudé en hacerlo con este trabajo, pero no era apropiado por lo que quería representar. En estos momentos en los que recuerdo instantes en los que mi vida cambió a través de la Música, me resulta de lo más excitante volver a acariciar este "Force Majeure" y dejar que sus notas se impregnen en mi piel de nuevo.
Noches en vela escuchando esta maravillosa sensación de pérdida absoluta de la realidad en la que me encontraba, quizás fuera de época para un chaval de dieciséis, pero es lo que ocurre cuando se tienen buenos maestros, que el tiempo y las épocas se mezclan sin pudor si se trata de Música.
Un hipnótico viaje a través de las tres composiciones del álbum, una tremenda divagación espacial donde tu mente hace el resto, envuelta en el torbellino de sensaciones que la Música de este disco te ofrece.
Dejado ya el radicalismo electrónico de sus principios, y asentados como un grupo señero para todo tipo de creaciones que llevaran el sello de lo electrónico con instrumentación más clásica, este disco de Tangerine Dream es la cumbre de su demostración como creadores de viajes sin retorno, vueltas a la dimensión de los sueños y escapes de cualquier tipo de imágenes que se pudieran pensar.
Además de los instrumentos electrónicos y sintetizadores, tan importantes en su Música, la guitarra toma protagonismo en muchos pasajes con solos que se van alejando hacia la eternidad, y la percusión manejada por Klaus Krieger acompaña en este infinito recreado por la Música.
Edgar Froese y Chris Franke continúan al mando de las operaciones, creando, interpretando, arreglando y mezclando toda la obra que es una continua fantasía sin pausa, comenzando por la obra que da título al disco, ese "Force Majeure" que con sus 18'18'' ocupa toda la cara A del disco y te sublima. Nunca quise que acabara, y el deseo de continuidad se impregna en los sentidos de una manera absoluta.
La cara B nos ofrece otras dos suites, que son una sucesión de creaciones sin pausa, donde nada es lo que parece, los 7'21'' de "Cloudburst Flight" y esa manera magistral de terminar el disco llamada "Thru Metamorphic Rocks" y sus 14'15'' de maravilla emocional.
Cambios continuos, manejo exquisito del tempo, ritmos entrecortados, cabalgadas incesantes, pausas como niebla que te envuelve... todo es posible y todo ocurre.
Un disco que me hizo saber que había un antes y un después en la Música, otra manera de entenderla, soñando y haciéndote parte de ella, absorbiéndola y llevándola dentro.
"Force Majeure", simplemente Música... ¿o no?

De Vinilos y Otras Glorias DXCVII

Muchos momentos vividos a la sombra de una Música sublime, y al principio de muchas cosas, tipos como estos, que lo llevaban en la sangre... amén de otras cosas.


Canned Heat (Canned Heat) 1967


No empecé con ellos con este su primer trabajo, el mítico primer vinilo de los chicos de Canned Heat, el comienzo de una leyenda que aún continúa (y doy fe de ello, ¡¡vive el cielo!!) lo mío fueron tardes de quinceañeros en casa de un tipo que quería convertirse en humo, si lo consiguió o no lo ignoro, aunque no me extrañaría, y entre el humo y algo más aparecían de la nada estos tipos con su disco "Boogie With Canned Heat" lo que ocurre es que he soñado décadas con conseguir este disco y ahora que lo tengo me niego a traer otro que no sea éste, aunque los recuerdos se me vayan por otro lado.
Blues, mucho Blues, Boogie, mucho Boogie y del bueno, y además de todo eso una Música magistral interpretada por gente que creía en eso, que vivía para eso y que la mayoría se fue por eso.
Un puñado de clásicos, once para ser exactos, de los ídolos que les hicieron meterse en esta historia, pasados por las manos y el cerebro de cinco músicos entregados que dan una lección de amor y pasión por una Música y lo que representa, simplemente maravilloso.
En este disco se deja claro el sello de Canned Heat, lo que pretendían y durante más de cuarenta años han hecho, ni más ni menos, un Blues eléctrico de muchísima calidad con una manera muy especial de entenderlo, gracias a la clase y la calidad de sus músicos, comenzando por esa voz tan especial y única de Bob Hite que dota a los temas de una sensibilidad especial y un toque precioso, las guitarras de Henry Vestine y Alan Wilson, éste último además con ese toque blusero de la armónica que enamora, el bajo de Larry Taylor y en este inicio la batería de Frank Cook. 
Muchos cayeron y los que los sustituyeron siguieron con ese sello inconfundible, pero estos tenían algo mágico, la leyenda de un grupo que fue y es mucho más que eso.
No hay mucho que decir del disco, salvo que no tiene desperdicio, once piezas de museo porque son clásicos apasionantes de grandes del Blues, Muddy Waters, Willi Dixon, Robert Johnson, Sonny Boy, Guitar Slim... en fin, monstruos sagrados de los cuales toman temazos eternos para recrearlos a su estilo, destilando un disco excepcional donde sientes la Música desde las entrañas, porque lo transmiten así.
Si te gusta el Blues, y además piensas que todo es posible, escuchar esta maravillosa sensación te puede llevar donde quieras, incluso a convertirte en humo.

Side One:  Rollin' and tumblin';  Bullfrog blues;  Evil Is going on;  Goin' down slow;  Catfish blues
Side Two:  Dust my broom;  Help me;  Big road blues;  The story of my life;  The road song;  Rich woman

Ted


My God


De Vinilos y Otras Glorias DXCVI

Seguimos con eso de la fibra para acabar otro ciclo, y me escapo a mis dieciséis años, cuando todavía quería comerme el mundo (ahora los bocados no sé quién se los da a quién)


Toto (Toto) 1978


Quizás ahora lo veo de otra manera, pero en esa época me parecían geniales. No es que sea nada que no se pueda seguir escuchando, ni de largo, pero me muevo por otros caminos donde no me llega. Aún así la primera obra de este proyecto sigue siendo la mejor de largo de lo que hicieron, y bastante aprovechable en su conjunto, muy agradable de escuchar y en algunos pasajes con una calidad realmente brillante.
De lo que estaba de moda en esa época, el llamado AOR, salió este grupo de músicos de estudio que quizás hartos de hacerle el trabajo a otros con excelentes grabaciones para que se llevaran la gloria decidieron juntarse y llevar su talento a los escenarios.
El álbum salió bastante bien, con unos registros a nivel de aceptación más que notables, poniéndolo en su justa medida y en esa época en la que el Rock era una propuesta que buscaba novedades después de más de una década de gloria y clase.
No hay duda en la calidad de los músicos, son excepcionales y solventes, todos ellos, desde la voz melódica y un poco descafeinada para el Rock más duro hasta la base rítmica que se me antoja poderosa y de lo mejor del disco, quizás las composiciones son lo que dejan un poco de duda, porque lo que es la interpretación y la grabación del disco son impecables, un sonido limpio, contundente, claro y poderoso, una verdadera delicia de grabación.
La búsqueda del éxito en temas que suenen y dejen huella se nota en los riff de los éxitos que atravesaron al propio disco, como ese himno llamado "Hold The Line", insuperable y tremendo, con poderosos ritmos y solo de guitarra espectacular, o ese prometedor comienzo del disco en la instrumental "Child's Anthen" que se une a otro trallazo "I'll Supply The Love" de lo mejor de la época en temas para seguir sin dudas en un directo, de los que te aprendes de memoria.
El resto es puro Rock, ni más ni menos, quizás hoy exijo más, pero no es peor que mucho de lo que se destila por ahí, y eso sí que queda claro, es un conjunto sin flecos que suena muy bien.
Para divertimento de tardes con cerveza (en la época eran otras cosas) hacer un alto y recordar viejos momentos como hago ahora y saber que durante un tiempo siempre había un tema que merecía la pena escuchar cuando cogías el disco de la estantería. Hoy me decanto por temas del disco que en su día nadie escuchaba, como ese ramalazo Soul de "You Are The Flower" o "Girl Goodbye", un trallazo Rock con un contra ritmo que me encanta, para mí lo mejor del disco.
Un disco, una banda, a pesar de... y en eso como en todo puedo estar equivocado, ahora bien este disco se debería escuchar al menos una vez porque es un manual de lo que se pretendía hacer en la época intentando cambiar casi todo.
David Hungate, bajo. Bobby Kimball, voz. Steve lukather, guitarra y voces. David Paich, teclados y voces. Jeffrey Porcaro, batería. Steve Porcaro, teclados y voces.

1:  Child's antehm;  I'll Supply The Love;  Georgy Porgy;  Manuela run;  You Are The Flower
2:  Girl Goodbye;  Takin' it back;  Rockmaker;  Hold the line;  Angela

De Vinilos y Otras Glorias DXCV

Todo tiene su porqué, y todo sigue siendo por algo, por eso traemos esta delicia que encontré por fin en un sótano con olor a humedad en la ciudad que nunca duerme.


Flash (Flash) 1971


Siempre me ha parecido injusto hablar de Peter Banks como el primer guitarrista de Yes. Eso es cierto, obviamente, pero cuando se habla de un músico de este calibre no se puede uno quedar ahí, y este primer trabajo de Flash, el primer proyecto alejado del monstruo Yes es una buena prueba de ello.
Evidentemente me suena mucho a las reminiscencias de lo que era y aportó en ese descomunal grupo durante el tiempo que estuvo con ellos, pero el sello personal y ese estilo tan particular de tocar y componer se deja sentir en todos los pasajes del álbum.
Y dicho esto tampoco voy a caer en el error de decir que Flash es Peter Banks, porque es injusto e incierto, ya que el proyecto se debe a la unión con un privilegiado en el tema vocal llamado Colin Carter y otros músicos maravillosos que no desmerecen del genio en absoluto.
Un discazo debut de puro Prog. del más alto nivel, composiciones elaboradas, complejas, musicalmente excepcionales, tremendas, en pleno éxtasis creativo de una generación de músicos inolvidables, con el propio Banks tremendo a las guitarras, todas y cada una de ellas, eléctricas, acústicas, sintetizadores y coros; una exhibición de talento y clase al servicio de la Música. Junto a él la voz impagable de Carter que hace lo que le da la gana, como y cuando quiere, llevando su registro a cotas realmente sublimes.
Ray Bennett como bajista y compositor, cantante y guitarrista, otro músico excepcional, sin nada que demostrar, que junto a Mike Hough en la percusión forman un potente y brutal muro donde se sustentan los complejísimos temas desarrollados a modo de suites.
El grupazo lo completa Tony Kaye en los teclados, encargándose de esos ambientes que te alejan de la realidad en esta Música que es pura fantasía.
Cinco temas componen el álbum, todos ellos inmensos desarrollos instrumentales donde cada uno tiene su espacio, suites maravillosas de compleja concepción, continuos cambios y vaivenes para soñar más allá de nuestros sentidos. Ritmos, coros, poderosos golpes a los sentidos, instrumentos que entran y salen sin pausa, excepcionales momentos de calma con furia que se mete, todo un tratado del Prog. más excelso en una gran obra de Música sin fronteras, sin límites, sin épocas.

Side One:  Small Beginnings (9'23'');  Morning Haze (4'32'');  Children Of The Universe (8'55'')
Side Two:  Dreams Of Heaven (12'57'');  The Times It Takes (5'48'')

De Vinilos y Otras Glorias DXCIV

Nos ponemos duros, no por nada, sino porque como estoy en esta situación me tira la fibra más que otra cosa, y cuando uno tenía quince años buscaba escapadas como esta...


Judas Priest (Sad Wings Of Destiny) 1976


Sí, uno con quince años busca gritar al viento lo que puede, y si no es así se refugia en lo que le suena a rebeldía y contra cultura.
No he sido mucho de Judas Priest, y eso que tengo mis buenos discos de ellos, pero me da a mí que me ocurrió lo que a otros amigos que amamos a este grupo cuando quiso ser lo que era, descubrimos "Sad Wings Of Destiny" y después...
Este disco es una Joya con mayúsculas del Hard más poderoso y potente de la historia, una auténtica descarga de energía y Música brutal que te atraviesa los sentidos y te hace subir a lo más alto.
La segunda obra del grupo fue "su obra", para mí jamás han hecho nada parecido, y hablo de su época dura y oscura, después...pero esto es una auténtica exhibición de una Música que te patea el culo y te remueve las entrañas, y me apasiona.
Por supuesto se juntan varios hechos que hacen que esto sea así, en primer lugar la mejor formación de la historia de la banda, con un Robert Halford en estado de gracia con su voz, un registro sublime, único, haciendo lo que quiere y cuando quiere, dotando a los temas de ese tono oscuro que impregna todo el disco. Las dos guitarras como nunca, perfectamente ensambladas y compaginadas en dobles punteos o simplemente ayudándose en solos y riff eternos cuando K.K. Downing y Glenn Tipton eran lo que eran. Una base rítmica potente, poderosa, oscura y demoledora a cargo de Ian Hill en el bajo y ese pegador llamado Alan Moore a la batería.
A parte de esto, los temas son clásicos en la historia del grupo, de lo mejor que han compuesto y en conjunto lo mejor que han hecho, y su interpretación es magistral, sabiendo lo que querían y en cada momento.
Hard Rock oscuro, lo más parecido a lo que Black Sabbath hacían como valedores del Dark más poderoso, pero esto es mucho más, sublimes composiciones de baladas demoníacas y estremecedoras (lo de "Dreamer Deceiver" es simplemente mágico, brutal, seda) Música que te lleva a senderos de viajes sin retorno, maravillosos riff pesados que te "atormentan" para soñar ("Ripper", "Prelude"-"Tyrant" son himnos de una época) cabalgadas furiosas sin pausa y solos sin estridencias, preciosos. 
La portada, una maravillosa recreación de los infiernos y la contraportada fotos del grupo poco habituales.
Poder, fuerza, oscuridad y gloria, Música en estado puro en una gran obra que para todo aquel que ame esta Música debería ser imprescindible.

Side 1:  Victim of changes;  Ripper;  Dreamer Deceiver;  Deceiver
Side 2:  Prelude Tyrant;  Genocide;  Epitaph;  Island of Domination