martes, 30 de junio de 2020
miércoles, 24 de junio de 2020
Van Morrison "And The Healing Has Begun"
Cuando vas hacia la Música y ella se hace dueña de tu alma, la mejoría comienza y te acompaña el resto de tu vida.
A los que creemos que los números en el calendario son una maravillosa anécdota.
martes, 23 de junio de 2020
Rory Gallagher A Million Miles Away (Madrid 1975)
A los que creen que no hay distancia que no se pueda recorrer
Perspectiva VI
Para poder sentirnos, debemos creer que existimos.
En el centro de mi propio universo, cuando pienso que estoy en contacto con mi
alma es el instante en el que veo quién soy y no temo perder mis sentidos,
porque existo como yo mismo sé que soy.
Los sonidos que inundan mis
sentidos crean música de la nada,
esas notas entrelazadas que surgen como si la magia las hiciera aparecer de repente, esas sensaciones que se
perciben no sólo por los oídos, sino que penetran en cada poro de mi piel,
llegan hasta mis entrañas y me convierten en el privilegiado receptor de sus
mensajes infinitos.
En cada parte de lo que me rodea
percibo la música, en cada instante
que vivo me lleno de música, cada
suspiro por el que actúo me lleva a la música,
esa parte de nosotros que va más allá de lo que somos, porque nos hacemos con
ella.
Para poder sentirnos debemos creer que existimos. Y
qué mejor modo de creerlo que extendernos más allá de nuestros sueños por el
infinito de nuestras ideas, en la imaginación que nos hace parte de lo irreal,
de lo imaginario, de lo que es perfecto porque no puede tomarse. Somos por lo
que vemos, lo que tenemos, lo que tocamos, lo que nos sustenta, pero somos,
afortunadamente, en igual medida por lo que creemos, lo que soñamos, lo que
imaginamos, lo que pensamos.
Perspectiva V
Cuando uno se siente parte de lo que le rodea, y no
un extraño, cualquier sentimiento de cercanía entra hasta lo más profundo del
ser, y es fácil ver la luz y obviar las sombras.
Los sonidos eran inconfundibles
lamentos que el eco en las montañas traía cada mañana, frases devastadoras que
el viento llevaba de una era a otra, poderosos latidos que golpeaban en el
pecho de todos los seres vivos. El lago se llenó de vida, las nubes les
acogieron y los mecieron de un lado a otro, la fina lluvia los empapó, y
crecieron en su interior las semillas de los nuevos elementos, todos aquellos
que los millones de conjuros humanos nunca pudieron crear.
La jornada se encaminaba una vez
más a ser el sueño dentro de la visión eterna del imaginario mundo de mi
interior, y las formas sin forma, los sonidos asonantes, los colores en blanco
y negro tomaban su espacio en mi mente y en mi espíritu, mientras seguía
meciéndome con el suave balanceo que me envolvía de una calma que antes me era
del todo desconocida.
Creímos vivir antes que el viento, pensamos ser más
que el volcán, sin embargo no somos más que humildes moradores de todo lo que
nos es dado sin saber por qué, y en ese letargo llevado por mi espíritu sí me
sentí parte de ello, no quise ir más allá, porque no lo necesitaba.
Perspectiva IV
Mirando por la ventana intentaba adivinar las miles
de formas de las nubes que, como en un desfile perfectamente planificado,
pasaban delante de mí, cubriendo los campos y las ciénagas; formas que
representaban los objetos animados con los que convivía a diario, las especies
de animales que me rodeaban y que me habían aceptado sin pedir nada a cambio,
los inexistentes personajes de mis sueños más íntimos.
Los colores variaban también a su
antojo, el blanco inmaculado de las que se dejaban hacer por el viento, el
rosado de las que eran atravesadas por el astro rey, el amarillo de las más
cercanas al suelo, que con su silueta marcaban el espacio, el gris de las que
avisaban de la llegada de la pura y cristalina lluvia que nos daba el primer
paso a la vida.
Como si hubieran encontrado el
final de su viaje, todas se conjuntaron en el espacio que ocupaba el paisaje
creado por la imaginación, sobre montes nevados y lagos azules, con animales de
mil especies y la nada más absoluta, con efímeros instantes de brisas suaves y
cálidos momentos de rayos de sol. Una vez decidido el cortejo, se fueron
superponiendo unas a otras, sin importar ya la forma, el color, la distancia, y
comenzaron a describir movimientos ondulares que junto al viento que las mecía
fueron creando sonidos que surgían del Universo, las historias que la Madre
Naturaleza cuenta de cuando en cuando, cuando quiere hacerse oír.
Cerré los ojos y la música me penetró, me elevó, y me hizo parte de lo que la creaba.
El vacío más absoluto me rodeaba, pero no temía a la ingravidez que poseía a mi
cuerpo.
Perspectiva III
Danzarinas sensuales cubren el espacio, el lugar
donde mi mente vaga libre por senderos trazados en mi imaginación. La secuencia
entre la noche y el día no significa
nada para mí, el tiempo es un aliado que me permite ir por donde quiero, hacer
lo que quiero, en el momento en el que decido que mi percepción es clara sobre
las cosas que me rodean.
Nunca he podido estar solo conmigo,
recrear lo que durante tanto tiempo se ha convertido en la esencia de mi ser,
pero ahora, por fin, me siento uno en cuerpo y alma, y mi espíritu asume la
plenitud conseguida.
Es difícil comprender qué soy,
quién y cómo, pero puedo precisar cada instante más allá del simple raciocinio,
sin preocuparme por las vicisitudes del día a día, sin tener en cuenta las
anomalías que puedan surgir por las vivencias constantes, sé que soy, que
estoy, y que ahora nada puede impedirlo.
Llamé a las puertas del cielo, pero
el silencio fue la respuesta. Bajé al infierno y pedí un lugar para mi alma,
pero todas las almas que esperaban ser poseídas ya estaban allí. Seguí solo, y
aquí me encuentro, rodeado de lo que me llena, me inunda, al ritmo de las
danzas rituales que elevan mi espíritu y aplacan mi alma.
Danzarinas sensuales cubren el
espacio, me uniré a ellas para saltar, brincar y emocionarme con mis propios
sueños, los que sólo yo controlo, los que sólo yo recreo.
Perspectiva II
Pisé la hierba y me acerqué a los
dos seres que seguían danzando, ahora al ritmo de los sonidos que invadían mi
cerebro, y volví a no ver los
rostros inexistentes de ambos. La nube seguía bajando, haciendo las veces del
“humo pesado” que cubre los escenarios de los teatros y los conciertos, y nos
engullía completamente, trasladándonos a lugares inhabitados donde podíamos
danzar acompañados del viento cambiante que nos llevaba.
Nos devolvía al pequeño parque, y
los dos seres sin rostro fueron alejándose de mí, hacia el río que lleva a
ninguna parte, arrastrando consigo la bruma que comenzó a cubrir el horizonte,
a despejar los alrededores donde me encontraba y a llevarme el frío a mis pies pero el calor a las sensaciones que cubrían
mi cerebro.
La mañana se levantaba clara tras la densa niebla,
el astro rey iluminaba los espacios abiertos de la naturaleza, entraba sin
permiso en los hogares construidos entre árboles y vegetación, y los sonidos de
una melodía cada vez más lejana despertaban a un día más, una jornada
particular, donde mi cuerpo se animaba con las danzas rituales de lugares
sagrados creados por mi imaginación.
Perspectiva I
Una mañana me levanté con frío, pero no era el frío
que produce la temperatura, eran sensaciones de mi cerebro. Me dirigí hacia la
cocina y miré por la ventana. Una espesa niebla cubría el pequeño parque que
hay frente a la vivienda, y no podía divisar más allá de unos diez metros.
Intenté concentrarme, adivinando lo que se escondería entre la nube que
acariciaba el suelo con su rostro, y me percaté de movimiento como sombras que
iban y venían.
Dos seres sin rostro atravesaban la
mañana y volvían a disiparse entre la humedad del ambiente, danzando sin
sentido sobre la hierba que les invitaba a flotar como una alfombra regia. Noté
cómo mi cuerpo iba retomando la temperatura natural en él, pero la sensación de
frío continuaba conmigo. Abrí la puerta de la pequeña terraza y además de
percibir de nuevo a los dos seres flotando, escuché los sonidos que emanaban de
lo más profundo de la bruma y que se encaminaban hacia el río que corre cerca
de la carretera.
El conjunto de sensaciones se
disparó, y me vi envuelto en la espesa niebla que como una mano tendida me
invitaba a caminar sobre ella y a unirme al baile que se desarrollaba bajo mis
pies.
jueves, 11 de junio de 2020
miércoles, 10 de junio de 2020
72 - 4
Epitafio: Inscripción
que se pone, o se supone puesta, sobre un sepulcro o en la lápida o lámina
colocada junto al enterramiento.
Difunto/a: Dícese de
la persona muerta. Fig. y Fam. Que se aplica al que lleva una prenda de vestir
mayor o menor de lo que requiere su cuerpo.
Retrete: 1.- Cuarto
pequeño en la casa o habitación, destinado para retirarse. 2.- Aposento dotado de las instalaciones necesarias para orinar y
evacuar el vientre. 3.- Estas
instalaciones.
Escatológico/ca: 1.- Relativo a
las postrimerías de ultratumba. 2.- Referente
a los excrementos y suciedades.
Tonadilla: 1.- De tonada. 2.- Tonada alegre y ligera. 3.- Canción o pieza corta y ligera, que
se canta en algunos teatros.
Serial: 1.- Perteneciente
o relativo a una serie. 2.- Obra
radiofónica o televisiva que se difunde en emisiones sucesivas.
72 - 3
Hablando de aficiones, para no
desentonar y así no nos salimos del tema, me preocupa enormemente esa afición
de algunos individuos por involucrarse en la vida de los demás a través de los
extraños aparatos que emiten ondas que te atrapan y te enganchan en una
vorágine de placer sensorial.
Pero seamos serios, señores. Cómo
se les ocurre ya no sólo intentarlo, sino en el mayor de los descaros posible
ponerse a grabar supuestos programas de Música
con la intención de emitirlos y atacar las puras mentes de los que, engañados,
se atrevan a escucharlos. Que no, que no es así, que lo que hay que hacer es
aprovechar al máximo los maravillosos seriales ya existentes, esas comedias al
uso que nos reflejan la vida tal y como es (en la mente de algún visionario,
por supuesto), por no hablar de los programas que nos inundan, ¡benditos
ellos!, con las últimas riquezas del folklore mundial, esas tonadillas
pegadizas que nos elevan y nos hacen sentir el espíritu de unión entre los
pueblos, entre las gentes de a pie (que con el pie siguen el ritmo sin cesar,
por otra parte).
Esas aficiones extrañas y de tan
mal gusto dirigidas a manchar lo que es inmaculado, el cerebro blanco y
cristalino (por lo trasparente) de niños, adolescentes, jóvenes, mayores y
señores de la tercera edad (porque la transparencia y la diarrea mental no saben
de edades) deberían dejarlas para esos animales como ustedes que gustan de
extraños sonidos y ritmos sin sentido, creados para envenenar el ambiente.
Está claro, me preocupa enormemente
la práctica de esas aficiones, será porque yo soy uno de los personajes, de los
raros, y comienzo a pensar si no estaré contribuyendo al final de la raza
humana tal y como la conocemos, con esas extrañas melodías que no sólo intento,
sino que efectivamente derramo a los vientos a través de las ondas, acompañadas
de “vómitos mentales” que me salen del alma, y que seguramente traspasarán sin
esfuerzo esas mentes huecas y sin capacidad de razonar.
Pues tras unos instantes de
pensarlo, al menos unas décimas de segundo, he decidido que mi alma se queme en
el infierno, así es que seguiré con la afición porque no sé jugar a las
canicas, ni a las cartas, ni escucho los principales (40, 50, 60 o 100) y creo
que las melodías que surgen de lo que creamos son las únicas balas que deberían
atravesar los cerebros dormidos de las millones de ovejas que van por donde les
mandan.
72 - 2
Como estamos de aficiones, o de supuestas, hay una
la cual no practico y que no acierto muy bien a comprender (seguro que es
porque no la practico, si no, conociéndome, la entendería muy bien). Se trata
de las miles de frases, palabras, a veces inconexas, a veces con sentido, que
el hombre se dedica a escribir en los retretes públicos.
Como no soy muy dado, ni poco, a
entrar en los de las mujeres, pues es una práctica que ignoro si ellas la
tienen como afición, así es que en lo que me toca (sin segundas) sólo conozco
el 50%.
Debe ser que a veces las
retenciones son muy serias, casi de hospital, o que uno no sabe dónde
esconderse, o que falta papel, pizarra o pared donde expresarse, o que se es
muy tímido como para que te vean, pero la verdad, alucino con los toques
literarios que se dan en esos lugares que un servidor sólo usa para necesidades
fisiológicas.
Yo puedo entender que la soledad
inspire, pero joder, el sitio es de soledad por lo que es, no para emocionarse
con la mente y el intelecto, aunque es evidente que para algunos sí es así.
Declaraciones de amor emocionadas,
deseos de llenar de todo lo que a su vez se está llenando al enemigo, deseos
inconfesables, deseos confesados, formas de expresión según qué colores, o
caracteres en distintas lenguas, insultos a millones, “tacos” a trillones (como
si no se dijeran ya en las conversaciones diarias, a menos que sean los que se
jactan de manejar el lenguaje de forma elegante) y toda una colección
interminable de las ocurrencias más extravagantes que el hombre puede pensar.
Lo dicho, que las diarreas mentales se juntan con
las físicas y es cuando surge el genio oculto que muchos llevan dentro (todo lo
dentro que pueden cuando es pura mierda). Y así estamos perdiendo ese talento
innato de miles de escritores anónimos que no pueden presentarse a concursos
literarios porque en el escenario donde se otorgan los premios no hay ni un mal
retrete donde sentarse y su impagable pared para poder desahogarse (en ambos
sentidos, por supuesto).
72 - 1
No es una afición usual en mi persona, no creáis,
pero de vez en cuando me convierto en un sentimental, dentro de los límites que
abarco en esa faceta artística, y me acerco por el cementerio de turno en la
ciudad en la que me encuentro. Suelo ir solo, no sé si porque el lugar lo
requiere, o simplemente que si en algún momento me decido a quedarme allí,
nadie tiene por qué saberlo.
Esta peculiar afición me surgió de
niño, cuando sin saber qué significaban estos lugares, de la mano de mi padre
acompañándole en la visita al panteón familiar, me entretuve leyendo las
lápidas por las que pasaba. Desde entonces, al igual que aquél día, recorro
pausadamente las distintas calles, algunas de ellas incluso con nombres, como
si de ciudades en miniatura se tratara, y me dedico a leer y recopilar lo que
los vivos dedican a sus difuntos o lo que los difuntos quisieron que les
dedicaran.
Es increíble cómo la mente humana,
en los momentos más peculiares, se dispara en imaginación, ironía o mala leche.
Algunos dejan el mensaje para que nunca se les olvide, y lanzan balas de plomo
entre los ojos; otros dejan claro que afortunadamente el difunto ya no está, y
que se lo coman los gusanos; hay casos de amor más allá de la propia vida,
aunque siempre dejo un resquicio para pensar que “hay que mantener la imagen de
cara a la galería” y por supuesto en esos momentos el de la mala leche soy yo;
en ocasiones me he encontrado con auténticas parrafadas escritas sobre la fría
losa (parecidas a estas que escribo yo) como si la afición de leer en los
cementerios fuese un club de lectura y algunos mantuvieran la idea de ayudar en
lo posible.
De lo que no me cabe duda es de que
deberían incluirse los epitafios como un arte dentro de las artes, digamos que
como la literatura necrológica, porque realmente se pueden escribir volúmenes
de interesantes citas sobre el más allá, el más acá, el que se va, el que se
queda, los que ya quisieran irse, o los que se fueron sin querer.
En mi caso, por supuesto, yo
escribiría mi propio epitafio, con infinitas páginas en blanco para ir
rellenándolas con mis experiencias bajo tierra, con los gusanos, los seres del
más allá, los abismos demoníacos y demás pasajes que pudieran ocurrirme tras la
vida mortal.
Todo se andará, hasta entonces, “El vivo al bollo, y el muerto al hoyo”.
Sabiduría popular en estado puro, sí señor.
lunes, 8 de junio de 2020
Surcos del Siglo XXI - 343
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Wishbone Ash (Live In Hamburg) 2007
Un disco de Wishbone Ash y además en directo, no sé por qué me da que lo normal, muy muy normal, es que sea de una calidad incuestionable.
Curiosamente en los casos como este lo de la calidad suele ser algo fuera de toda duda, independiente del año que ponga en el disco. Será porque esta banda tiene la capacidad, miembros que la compongan al margen aunque a veces ciertas cosas siempre ayudan, de ser tan especial en vivo que siempre suenan bien y si se proponen sacar un trabajo en vinilo al hilo de esto mismo, pues...
El lugar elegido en esta ocasión fue Hamburgo, y el año, por aquello de lo eterno, el 2007, pero lo mejor de todo es que ciertas cosas se repiten siempre para bien con este grupo. Un sonido impecable que hace que la escucha del directo llegue de una manera clara, evidente, perfecta; la calidad instrumental de los componentes del combo, que sugieren siempre una demostración de virtuosismo en temas que no son nada fáciles de interpretar porque la calidad compositiva es muy alta; el sonido Wihsbone Ash, esas guitarras gemelas que se te meten en los sentidos de una manera maravillosa, como si todo el universo sonoro que crean convergiera en un punto donde tu mente se lanza sin dudarlo.
Dada la época, las canciones son una perfecta mezcla de temas antiguos (los mejores, no nos engañemos) y algunos trallazos de nuevo cuño que a pesar de sentirse de otra manera, la interpretación de los mismos acerca mucho a la Wishbone de toda la vida, y eso es algo inigualable.
Para los que amamos este grupo, su Música y el ideario musical de Andy Powell (especialmente) una brisa de aire fresco que durante 45 minutos te acaricia la piel y te llena de lo que son unos sonidos únicos y especiales.
Ser un gourmet y degustar estas delicatessen debe ser un privilegio y por eso no debemos renegar de ello.
Andy Powell guitarra y voz. Muddy Manninen guitarra. Bob Steak bajo. Ray Weston batería.
SIDE A: Eyes wide open; Healing Ground; The Warrior; Dreams Outta Dust
SIDE B: Valediction; Sorrel; Capture the moment; Blind eye; Ballad Of The Beacon
Surcos del Siglo XXI - 342
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Jeff Beck (Performing This Week... Live At Ronnie Scott's) 2008
Que Jeff Beck es capaz de tocar lo que le dé la gana y como le apetezca con su guitarra es un hecho que a estas alturas no creo que nadie ponga en duda (bueno, los iluminados y listillos siempre pululan por ahí, pero eso no es relevante)
De no haber sido por su escasa capacidad para la composición a lo largo de su carrera, hubiera sido uno de los mitos entre los mitos, y aún así ha sido capaz con ese "pero" de estar en la cumbre gracias a su portentosa técnica y talento a la hora de tocar la guitarra.
Escucharle siempre es una gozada, pero si lo trasladamos a épocas y nos metemos en el siglo XXI, este genio de las seis cuerdas sigue siendo capaz de abrasar con sus dotes para armar lo que quiera cuando se pone ante un público.
En la fecha de grabación de este doble en directo, Jeff Beck tenía 64 años, y la verdad es que escuchar lo que inventa y transmite con su guitarra es simplemente alucinante.
El disco es una gozada si te gustan los grandes instrumentistas porque los cuatro miembros de la banda lo son, al margen del genio. Tres músicos de diversas generaciones que se permiten acompañar al talento de Beck y además demostrar el suyo.
Es evidente que quien lleva las riendas es quien es, pero escuchar las exhibiciones de Tal Wilkenfeld al bajo (22 años en ese momento) la sobriedad y precisión de Vinnie Colaiuta a la batería y el maravilloso ambiente creado en las canciones por Jason Rebello desde los teclados, es una auténtica maravilla.
Porque la Música es infinita y lo eterno simplemente no muere, y darse un atracón de Música en vivo de esta calidad es tremendo. Los estilos... pues la verdad es que Jeff Beck ha tocado muchos y todos bien, de modo que no es extraño encontrarnos con algunos episodios jazzy, mucho de Rock y deslices bluseros. Eso sí, todo lo que se escucha pasado por las geniales manos de un guitarrista irrepetible, que lo transforma en cualquier cosa (a pesar de no ser escritas por él mismo)
Para disfrutar de la Música, nada menos.
SIDE A: Beck's Bolero; Eternity's breath; Stratus; Cause We've Ended As Lovers
SIDE B: Behind the veil; You never Know; Nadia; Blast from the East
SIDE C: Led boots; Angel; Scatterbrain; Goodbye pork pie hat / Brush with the Blues
SIDE D: Space Boogie; Big Block; A day in the life; Where were you
200.000
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A todos los que hacéis posible que mantenga la ilusión por este espacio que quiere ser un vínculo con las emociones de nuestra Música, gracias por las visitas, los "Paseos por los Sueños" y por transmitir el amor por los sonidos.
domingo, 7 de junio de 2020
Surcos del Siglo XXI - 341
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Tom Petty & The Heartbreakers (Hypnotic Eye) 2014
El último disco grabado por Tom Petty con sus inseparables (salvo momentos puntuales) Heartbreakers fue el testimonio, ya sabido por otra parte, de que Petty tenía aún talento para aburrir y que quienes mejor interpretaban y traducían ese talento eran los componentes de la banda.
Además de la implicación del fantástico guitarrista Mike Campbell, más allá de lograr ese sonido tan característico con su guitarra, produciendo el disco junto a Tom Petty e interviniendo en la composición de uno de los temas, lo cual cerraba el círculo de una colaboración con unos músicos que fue la esencia de su carrera.
Un trabajo de puro Rock, poderoso, potente, con una energía tremenda, que se desliza en ocasiones a visiones más duras del estilo, especialmente por el sonido crudo de las guitarras y algunos momentos de teclados más visionarios que de costumbre. De no ser por la voz de Petty, que sigue fiel a su forma de entonar las estrofas y dulcifica el conjunto (no es una crítica porque es su sello más personal y me encanta) el disco tendría momentos más que evidentes de dejarnos un Rock Duro de intensos pasajes.
Lo que no deja tanto en sus letras como en el concepto global del disco es la crítica hacia una sociedad, la americana, que juega con los sueños y los convierte en pesadillas con una facilidad pasmosa, y que fue la tónica de Tom Petty en los trabajos de todo el siglo XXI y algo más.
Eso sí, a pesar de la crudeza general del disco, hay momentos muy típicos del artista, como "Full Grown Boy", "Power Drunk", temas que mantienen el ritmo como un sueño que viene y va, meciéndote entre la melodía mientras la guitarra te sube a lo más alto sin dejar de parecer ese viaje que te lleva de manera suave hasta el infinito.
Un disco de Rock tremendo, para que quede bien claro que ciertas cosas (y el Rock es una de ellas musicalmente hablando) no pueden decaer ni mucho menos morir cuando media el talento de gente que las entienden y las transforman en algo eterno, fuera de fechas, siglos o sueños.
Lo más importante es que mantiene, además de la calidad ya comentada, toda la esencia de la Música pura y sin artificios, y eso es maravilloso.
Tom Petty voz y guitarra. Mike Campbell guitarra. Benmont Tench piano y órgano. Scott Thurston guitarra. Ron Blair bajo. Steve Ferrone batería.
SIDE 1: American Dream Plan B; Fault Lines; Red River; Full Grown Boy; All You Can Carry; Power Drunk
SIDE 2: Forgotten Man; Sins Of My Youth; U Get Me High; Burnt Out Town; Shadow People
Surcos del Siglo XXI - 340
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Eric Burdon ('Til Your River Runs Dry) 2013
El dicho de "Los viejos roqueros..." se le puede acoplar a muchos grandes, pero en el caso de Eric Burdon parece que se escribió para él.
Lo maravillosamente emocionante con este viejo león que se niega a dejar de ser lo que es, una leyenda de la Música contemporánea, es que a pesar de todo y de todos sigue siendo él por encima de cualquier cosa, y eso es simplemente mágico.
En el año 2013 aún tenía agallas para hacer este disco que nos visita, un par de años después tuve el privilegio de verlo y seguía con las mismas agallas o más, y lo que le queda.
Una de las más excepcionales voces del Soul, del Blues, del Rock, del Funky... y lo que quisiera hacer, que en mi opinión nunca ha tenido el reconocimiento que se merecía como un grande de manera superlativa, uno de esos iluminados que han transformado la Música cuando ha querido hacerlo.
Resaltar la portada que en mi opinión es una declaración de intenciones de quien no huye de nada sino más bien al contrario se enfrenta a lo que es el tiempo y todo lo que ello representa. Un precioso primer plano de Burdon en el cual se marcan cada nota expresada en sus cincuenta y muchos años de entrega a la Música.
En este "'Til Your River Runs Dry" se vuelve a dar un festín de Música, y por ende nos lo da a nosotros, tocando todos los estilos que le apetece y haciéndolo tan bien como siempre. Quizás no sea el disco que se pudiera esperar en el maravilloso ocaso (por propia ley natural) que envuelve el mito que es, pero quizás sea más achacable a las composiciones que a la tremenda interpretación de las mismas. Eso sí, los temas que se sustentan solos son como un mazazo que salen disparados de la tremenda garganta de Burdon.
Un disco cómodo de escuchar, de los de poner para disfrutar de buena Música, de un mito haciendo lo que le da la gana y sobre todo para seguir aprendiendo con esos matices que sólo los genios pueden demostrar en las situaciones más sorprendentes.
Side A: Water; Memorial Day; Devil and Jesus; Wait; Old habits die hard; Bo Diddley Special
Side B: In the ground; 27 Forever; River Is Rising; Medicine man; Invitation to the White House; Before you accuse me
Surcos del Siglo XXI - 339
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Jackson Browne (Standing In The Breach) 2014
Si nos atenemos al aspecto de Jackson Browne en las fotografías del álbum, y ya hace unos años de esto, el músico no está para muchas fiestas. Sin embargo, si nos atenemos (como debe ser) al contenido de este doble vinilo y sus diez canciones, Browne tiene fiesta para rato o se encuentra en una de ellas de manera permanente.
No es que en este siglo XXI haya sido muy prolífico en creaciones y álbumes, pero lo que no se puede negar es que lo poco que ha seguido haciendo lo ha hecho muy bien.
"Standing In The Breach" es un disco puro de Jackson Browne, con su estilo de siempre, su manera de componer y de trasladarlo a los surcos, y esto viniendo de un artista como él es un signo de garantía tremendo; porque está bien que los popes que buscan la savia nueva quieran ejercer de asesinos de artistas en nombre de la mierda que ahora se estila, y desterrar a los que han sido la base de muchas cosas, pero mientras el trabajo se haga de manera honesta, con clase y mucha calidad, todo lo bueno hay que aprovecharlo, y este es un ejemplo de lo que comentamos.
Un disco doble que comienza llegando a nuestras manos a través de una portada brutal, sobrecogedora si lo miras como se debe sabiendo de quien viene, unos últimos rescoldos de esa parte de denuncia que han impregnado la mayoría de sus discos y parte de su vida.
A partir de aquí la Música es, como hemos comentado, puro Browne. Temas de ritmos tranquilos, que se siguen al son que te marcan sin esfuerzo, donde todo está meticulosamente incluido, comenzando por la voz (también de siempre, con esa línea que no se puede traspasar por esfuerzos donde no se llega pero que siempre responde en estrofas llenas de vida) y desde ahí los instrumentos que van realizando su trabajo como un reloj de precisión.
Las guitarras y el piano son los componentes esenciales, la sección rítmica acompaña en lo justo, sin pasarse pero jamás quedándose corta, y el resto de los instrumentos usados por el artista intercalándose sin evidencias pero con una sobriedad maravillosa, como la steel, que suena a gloria, o ese "Hammond" que deja su sonido tan característico en el silencio..
Mención especial a los coros, algo siempre muy cuidado por Jackson Browne, en gargantas femeninas y masculinas según el caso, que ofrecen el apoyo y equilibrio a la voz principal.
Un disco precioso, con el intimismo que caracteriza a Jackson Browne aumentado en los últimos tiempos, temas que entran sin dificultad y ayudan a seguir creyendo en la Música, en algunos artistas pese a quienes les pese y los viajes a través de las emociones.
SIDE A: The Birds Of St. Marks; Yeah Yeah; The long way around
SIDE B: Leaving Winslow; If I Could Be Anywhere
SIDE C: You know the night; Walls and doors
SIDE D: Which Side?; Standing In The Breach; Here
sábado, 6 de junio de 2020
Surcos del Siglo XXI - 338
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
John Mellencamp (No Better Than This) 2010
A estas alturas de la película músicos como John Mellencamp no tienen mucho que demostrar (es decir que ya por donde les venga les debe dar igual)
Esto puede provocar que todo sea una mierda porque realmente les dé igual o que desde ese lugar donde ya nada puede hacerles daño crear lo que quieran, como quieran y les dé la gana, y de vez en cuando sacar más de ese talento que han demostrado durante décadas.
En este doble trabajo llamado (con una maravillosa retranca vista la portada) "No Better Than This" parece que Mellencamp se pierde en los profundos lugares de su tierra para buscar o simplemente soltar ¡¡vaya usted a saber!! lo que lleva como base de su Música, el Rock más oscuro, primitivo y a la vez maravillosamente visceral; me importa un comino si buscaba o quería enterrar fantasmas, pero lo fascinante de todo esto es que le salieron trece temas que abruman por su tremendo desasosiego, oscuros como el azabache y llenos de una melancolía que el artista transforma en belleza, con una base de Rock que quizás parezca demasiado simple, pero que es la base de todo lo que él ha hecho durante toda su carrera.
John Mellencamp se funde con esa negrura y a través de su voz (esencial durante todo el trabajo) nos lleva por unos pasajes que pueden parecer lo más básico del Rock antes de serlo, con sonidos evidentes del Cajun, del Blues, el Gospel y de todo lo que ha hecho que la Música surgiera de la noche al amparo de la tristeza y los lamentos sobre la vida.
Cuando no es la guitarra acompañando la voz como solitarias llamadas al infinito, lo es un violín que parece romperse en cada crujido de las cuerdas, o esos toques de las acústicas buscando en las notas más graves los sentimientos que te llegan.
La grabación del trabajo abunda en esa idea de soledad, con un sonido áspero buscado de manera voluntaria, lejano, donde los instrumentos y la voz parecen encerrados, luchando por salir con la furia de una Música eterna.
Grabado en localizaciones históricas por todo el país, "No Better Than This" es un homenaje a lo simple que provoca todo lo que se crea después, eso que parece poco pero que sin ello jamás se puede crear nada, y en este aspecto John Mellencamp consigue un trabajo sublime donde (afortunadamente a estas alturas) no tiene nada que demostrar.
John Mellencamp voz y guitarra acústica. Andy York guitarras. Marc Ribot guitarra y banjo. T Bone Burnett guitarras. David Rose bajo. Jay Bellerose batería y percusión. Miriam Sturn violín.
SIDE ONE: Save some time to dream; The west end; Right behind me; A gracefull fall
SIDE TWO: No better than this; Thinking about you; Coming down the road
SIDE TREE: No one cares about me; Love at first sight; Don't forget about me
SIDE FOUR: Each day of sorrow; Easter Eve; Clumsy ol' world
Surcos del Siglo XXI - 337
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Elliott Murphy Iain Matthews (La Terre Commune) 2001
De la amistad de los dos músicos surgió este doble disco que es una demostración de que cuando el talento existe, si se tienen ganas todo es posible.
Una colaboración que al margen de la relación personal (que influye y mucho en el resultado final de lo creado) hace que la Música fluya de una manera natural, como si el dúo hubiera estado toda la vida esperando este momento o se lo supieran de memoria de otras vidas pasadas.
Además de las canciones propias, casi divididas de manera matemática para que en el disco todo se encuentre en su lugar y se perciba esa igualdad desde la cual está realizado, quizás lo que más sorprende (en lo positivo por el resultado conseguido) son las versiones de temas ajenos, que resultan tratados con una exquisita clase y una delicadeza absoluta, convirtiéndose casi en un homenaje a sus creadores de estos creadores.
En especial el tremendo impacto que es"Blind Willie McTell" de Bob Dylan, donde el viaje a lejanas tierras se consigue sin esfuerzo, acompañado de las dos voces en perfecta cohesión.
Un disco que es perfectamente reconocible en cuanto al estilo de los dos músicos, con las guitarras como base esencial de las composiciones y la traslación de éstas al vinilo, comenzando esencialmente por esas acústicas que permiten que los temas vayan subiendo tras ellas mientras el resto de los instrumentos (eléctricas incluidas) se apoderan del todo. Cierto es que cuando lo íntimo se hace dueño del silencio, son las guitarras más sensibles las que abrazan y hacen de los temas auténticos momentos de emociones nada contenidas.
Elliott Murphy se encuentra en su salsa con el giro dado a su Música en el nuevo siglo, desarrollando sus temas con su acústica, la armónica y la voz como señas de lo que quiere transmitir, y su colega Iain Matthews abunda en la idea creando entre ambos un trabajo con una capacidad de atracción realmente tremenda.
Cuando el viento se torna en una brisa que en la oscuridad es la guía con los sonidos rozando la piel, temas como "Navy Blue", "Dusty Roses", "Sad Eyes"... son momentos de belleza que hacen que la Música se meta en las entrañas regándolo todo.
Elliott Murphy voz, guitarra, armónica, percusión. Iain Matthews voz, guitarra, percusión.
SIDE 1: One Cold Street; Blind Willie McTell; Close to the bone
SIDE 2: Navy Blue; Darkness, Darkness; Big Umbrella
SIDE 3: She's a mystery; I want to talk to you; Fading Fast; Dusty Roses
SIDE 4: The ballad of the soldier's wife; Sad Eyes; Unconditionally
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