jueves, 28 de febrero de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCLII

Claro que como vamos de arriba hacia arriba, quizás sea un poco atrevido lo que proponemos, pero es que somos así.


The Allman Brothers Band (Idlewild South) 1970


La segunda exhibición de The Allman Brothers Band es considerado por muchos, entre los que se encuentra uno que sabe mucho de esto, pero que mucho, mucho, el mejor disco de la mejor banda de Rock Sureño de la historia, y quizás no les falte razón a quienes reivindican esta declaración, aunque para el que suscribe los cuatro primeros discos del grupo son simplemente magia y a partir de ahí maravillosas sensaciones.
"Idlewild South" llega con la calma y la tranquilidad de haberse presentado en sociedad y llegar a lo más hondo de los que creían que algo nuevo era posible, y en esta entrega reafirman su calidad pero con una dosis de descaro que quizás faltaba en su primer trabajo.
Sigo echando en falta que el productor dejara hacer una obra de un millón de minutos para quienes eran capaces de tirarse en el escenario cinco horas tocando sin parar y dando muestras de su talento, porque los 30'48'' que dura el vinilo se lo comían ellos en un tema, pero al menos dejan muestra de quienes eran y lo que querían, algo que reventó en su siguiente joya.
Aún con todo el disco es una obra maestra, porque seguía marcando la pauta de lo que no existía y ellos hicieron, llevar el Blues y las raíces al Rock y unirlo con esa Música que terminó siendo el germen del Rock Sureño, algo que aún resuena en las entrañas de demasiada gente (incluido yo)
Un disco perfecto, un sonido impecable, una banda única y unos temas míticos por donde los pilles, ya sean los suyos o versiones como la desgarrada de ese eterno tema de Willie Dixon,  "Hoochie Coochie Man" que Berry Oakley eleva a mito en el único tema donde fue él y sólo él.
La banda original, un sueño para cualquier amante de los sonidos, con esas dos guitarras demenciales, mágicas, geniales, pura seda y algo más, el gran Duane Allman, que además tocaba el slide y el otro grande llamado Dickey Betts que además canta como quiere. Una de las más grandes voces de Blues blanco de la historia se encargaba de cantar y los teclados, Gregg Allman. La base rítmica histórica, mítica, sublime, con esos dos baterías que dan el toque preciso al sonido Allman llamados Butch Trucks y Jai Jaimoe Johanson y el bajo ya comentado a cargo de Berry Oakley.
Siete temazos entre los que se encuentran incunables de la historia ABB y por ende de la propia historia de la Música, en las cuales se demuestra el talento compositivo de Gregg y Dickey y la mítica mística que envolvía a la banda.
Un disco para soñar, creer en la Música hecha para saborear y entender el por qué de lo que décadas después es aún una manera de vivir, sentir y morir por los sonidos.
Chicas y chicos, niñas y niños, mujeres y hombres, damas y no tanto, caballeros y el resto... con ustedes The Allman Brothers Band.

Side One:  Revival;  Don't keep me wondering;  Midnight Rider;  In memory of Elizabeth Reed
Side Two:  Hoochie Coochie Man;  Please call home;  Leave my blues at home


miércoles, 27 de febrero de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCLI

Seguimos con mitos, genios, iconos (no, esto no porque depende de las emisoras de radio, popes culturales, listillos de medio pelo...) para que se sepa, por aquello de...


Wishbone Ash (Argus) 1972


Cuando muchos intentaban hacer ver que eran algo en el mundo de los sonidos, y su nombre comenzaba a grabarse con letras de... en lo que sería la gran enciclopedia de los manejadores de los medios culturales de las conciencias adormecidas, estos cuatro músicos llevaban tres discos como tres soles lanzados al universo de las emociones.
Creadores de un sonido personal y único, no en vano denominado "Sonido Wishbone", las guitarras gemelas volvían a aparecer para demostrar que podían llevar más lejos la genialidad entregada en sus dos primeros trabajos, dos joyazas como la copa de un pino a las que seguía este monumental trabajo que para muchos es lo mejor de lo mejor de la inmensa Whisbone Ash.
Vuelvo a la manida frase y para gustos los colores, "Argus" es uno de los mejores discos de la historia en ese estilo personal e intransferible, pero a mí no me desmerecen otras obras del grupo y las pongo a su altura, pero es que la altura es doce sobre diez.
Una inmensa demostración de creatividad, talento y clase en siete piezas que son cada una de ellas una obra de arte, y todo junto un delicado trabajo de orfebrería que nos prepara para amar el sonido de las guitarras, el bajo y la batería en un Hard Rock Prog. que en sí mismo es un estilo propio.
Conjuntos vocales sublimes, una sensación de exquisitez que en algunos momentos parecen piezas de Música clásica llevada al Rock, juegos de guitarras tan fascinantes como inmensos, dobles punteos, riff eternos... y una sección rítmica que juega con el tempo de los temas como le da la gana hacen de la Wishbone algo muy especial y de este "Argus" algo para morirse.
El cuarteto mítico que volvía a salirse, con Martin Turner en el bajo y voz solista (amén de coros) Andy Powell en la guitarra y voz solista (amén de coros) Ted Turner en la guitarra y voz solista (amén de coros) y Steve Upton en la batería y voces.
Todos los temas compuestos por los cuatro miembros, una máquina perfecta de sonoridad, exquisitez, composición y por supuesto de interpretación, creando algunos de los clásicos eternos del grupo, como ese comienzo delirante llamado "Time Was" y sus 9'42'' de orgía para ir calentando, momento en el cual se va uno ardiendo con la brutal "Sometime World" y esos 6'55'' en los que no falta de nada, y los solos con el bajo y la batería desatados es...Otro clásico cierra la primera cara, la tremenda "Blowin Free", que casi se une a una de sus obligadas a través de los siglos, "The King Will Come" 7'06'' de belleza pura y dura. "Leaf And Stream es un descanso para los sentidos y otros dos mitos acaban con tu alma en otro universo, "Warrior" (esos coros es que me vuelven loco) y "Throw Down The Sword" un final de fiesta apoteósico.
Portada mítica con miles de variantes (OVNIS que están, otros que no, el guerrero en miles de tonos claroscuros...) y una sensación de saber que hay algo que te hace especial, y en este caso se llama "Argus".




De Vinilos y Otras Glorias DCL

Vuelve un clásico, de hecho vamos a tirar de alguno de ellos por aquí, con otra de esas obras que enaltecen a quien la hace y a quienes saben apreciarla.


Van Morrison (Tupelo Honey) 1971


Como todas las obras de este viejo león irlandés realizadas entre el año 69 y su primer doble en directo (éste incluido) "Tupelo Honey" es una obra de arte, una joya de la Música hecha por un creador genial, excepcional y además en esta época tocado por la mano de la genialidad más absoluta y en un momento personal como pocas veces ha tenido.
Un recorrido por el Rock, el Blues, el Soul, el Folk e incluso por el Country en momentos de debilidad manifiesta hacia el país que le acogía en más de 41' de Música excelsa y exquisita que nos lleva por parajes oníricos y caminos a descubrir. Letras que son historias cantadas como retazos de una vida, momentos emotivos y el comienzo de lo que poco después fue una de las más grandes bandas de Rock que se recuerdan bajo el paraguas de este "León de Belfast" que movía todo a su alrededor como un terremoto.
La capacidad creativa, interpretativa y arreglística de Morrison se unen para dominar absolutamente cada pedazo de sonido, sean hechos con cuerdas, vientos, percusiones o voces y el conjunto es una belleza en forma de disco que apasiona.
"Tupelo Honey" no tiene desperdicio, comienza con el abrasador momento que nos da la cabalgada salvaje de "Wild Night", a caballo con una sección rítmica demoledora y unas guitarras incendiarias, pero tiene instantes de emotividad excelsa, como esa canción de amor sublime que es "Tupelo Honey", con los violines arrancando el aire,  o esa declaración directa al alma que es "You're My Woman". Recuerdos imborrables y homenaje a una época única con "Old Old Woodstock", composiciones exquisitas y a contra ritmo de todo, donde la dulzura y la fiereza comparten espacio, como "Moonshine Whiskey" con un final que corta el aliento, y así hasta completar los nueve pedazos de gloria que entregan una obra para no olvidar.
Morrison es único, a veces demasiado, y para gustos los colores, pero esta época de su carrera es tan abrumadora, tan brutal en calidad que es imposible abstraerse de lo que como genio entrega porque es, simplemente, seda.
Músicos exquisitos se encargan de dar forma a este monumento creado, arreglado y producido por Van Morrison, que se encarga de la voz, esa única manera de hacer llegar los sentimientos, las guitarras, armónicas y coros. Junto a él Ronnie Montrose a las guitarras, Bill Church al bajo, Rick Shlosser a la batería, Jack Schroer en el saxo (todos), Mark Jordan al piano, Gary Mallaber en la percusión, John Mc Fee pedal steel, Bruce Royston flauta, Luis Gasca trompeta, Boots Houston flauta, Ellen Schroer y Janet Planet voces.
La portada demuestra ese momento personal de Morrison y el original deja una imagen bucólica en el interior que pocas veces ha permitido el genio irlandés.
"Tupelo Honey", una joya para degustar cuando, cómo y donde sea.

Side One:  Wild Night;  Like a cannonball;  Old Old Woodstock;  Starting a new life;  You're My Woman
Side Two:  Tupelo Honey;  I wanna roo you;  When That Evening Sun Goes Down;  Moonshine Whiskey




lunes, 25 de febrero de 2013

Dos Días Que Vistieron De Negro Los Sonidos



Sogno È Realtà


Siento el devenir de mi alma caminando en la soledad de la noche, el único lugar en el cual siento la libertad por no ser, ni sentir ni que me sientan, ni buscar ni encontrarme.
Esas aceras que sustentan los cuerpos desgarrados por el frío de los despechos suelen ser buenas compañeras más allá de los vacíos burdeles de emociones fingidas.
Vuela sin sentimiento, aúlla al viento las notas que salen de una garganta malherida, un grito ahogado en la oscuridad de los callejones solitarios, un lugar, otro más, donde dormir el cuerpo que me abandona.

Músicos y trovadores entonan melodías al son de las notas caprichosas que desafían el origen de la nada, sonidos ancestrales antes que el hombre y eternos como la vida, Música que es por quien quiere que sea, más allá de tumbas ocupadas por héroes de ficción que nunca llegan.
Llegará de nuevo el amanecer y con él quienes huyen de las sombras, falsos profetas de canciones repetidas que no dicen nada, falsos ritmos en corazones comprados a precio de miseria, lúgubres miradas en sonrisas pintadas en rostros de cera y metal.

domingo, 24 de febrero de 2013

The House Of The Rising Sun


Surcos del Siglo XXI - 33

Algo potente que nos haga mover las tripas, los corazones o lo que sea, que para eso estamos y si no... nos vamos quedando menos que siempre es agradable.


Brutus (Brutus) 2009


Cuando digo aquello de "estos chicos no engañan a nadie" pues eso, que lo que se escucha es lo que hay y no se pretende más, ahora bien, si lo que hay está bien hecho y con gusto, que les den a los que vayan pretendiendo.
Brutus es un grupo sueco, por aquello de la movida que se cuece en Escandinavia y que no para, de Hard Rock auténtico, genuino y poderoso. Música potente, brutal, casi lasciva si me pilla en momentos de aquella manera, adrenalínica y directa a los sentidos.
Tras patearse como muchos otros tabernas, escenarios y carretera tuvieron esta oportunidad y ¡¡vive el cielo que no la desaprovecharon!! con todas las influencias del mundo, que no esconden ni falta que hace, su Música sale del disco hacia tus sentidos de una manera directa, poderosa, un Hard que es como una plancha de acero aplastándote y ¡¡rediéz!! como me gusta esa sensación.
En formato de quinteto, desaparecidos los teclados las dos guitarras se van alternando riff pesados, duros y graves mientras los solos a la vieja usanza salen de esas seis cuerdas cabalgando hacia las estrellas o en temas suspendidos en el aire jugando como quieren. Entretanto la base rítmica te va pateando el culo, al ritmo de los riff o por libre, porque lo de la batería es mucho, pero es que el bajo parece que se va a salir de los surcos.
Todo se adereza con la voz aguda (en contraste con la Música) que aúlla a las estrellas y rompe el aire con su poderío, que el chaval lo tiene y mucho.
Lo dicho, una vuelta por el Hard más potente de los setenta resumida en nueve temas que son un canto a las raíces de una Música sublime, hecho por cinco tipos que creen en esto y disfrutan rompiendo las entrañas, eso sí, con excepción hecha de algún conato de sueño imposible que se transforma en violenta acometida a mitad del tema ("Spirit Of Time")
El grupo demuestra lo que sabe en temas como "Golden Town" compleja y muy bien realizada, solos alternados, riff y la base a tope; dos cabalgadas de muerte, "Hypnotized" y "Solution" donde el vocalista tira de cuerdas, o la mencionada "Spirit Of Time" que no para de cambiar y volverse sobre sí misma, algo tremendo.
Un disco de lo que es, Hard del bueno, tremendo, para sacudirte las tripas, no busques más, pero disfruta porque merece la pena.
Jocke voz. Knutte batería. Krille bajo. Johan guitarra. Kim guitarra.

A: Hypnotized;  Solution;  Feel Free;  Golden Town
B:  Spirit of time;  Swedish lady;  Hey mama;  Swamp city blues;  Stagnant pool 


Surcos del Siglo XXI - 32

Un artista muy especial, que me encanta desde hace décadas y que también se ha atrevido a seguir a pesar de todo lo que intentan vendernos.


Luka Bloom (Between The Mountain And The Moon) 2001


Tras una carrera esplendorosa en los años ochenta y noventa primero como Kevin Barry Moore y posteriormente como Luka Bloom, este irlandés se adentró de cabeza en el siglo XXI con un discazo de Folk Rock basado en todas las tradiciones que conocía de su tierra, dotando a las canciones de ese toque tan personal marca de la casa.
Luka Bloom es ante todo un contador de historias a las que dota de sonidos para recrearlas en los sueños, un letrista fantástico que narra a modo de juglar los distintos aspectos de la vida que le rodea, lo que ve, lo que siente y más tarde abriga estas palabras con la sensibilidad que la Música le ofrece.
Un exquisito modo de entender lo que siente, en este maravilloso "Between The Mountain And The Moon" se muestra especialmente inspirado en los arreglos y orquestaciones, una orgía de musicalidad que abruma por la belleza, la sensibilidad y la forma de exponerlo.
Ayuda bastante la especial voz que surge de sus entrañas, melódica, suave, como un susurro que te acaricia, una voz especial que va desgranando las letras como recitándolas mientras la Música cubre el espacio y nos regala sueños que son parte de las sensaciones que te llegan al escucharlo.
Canciones que rondan todas los cuatro minutos en las cuales se transforma para ser cada personaje de la historia, y hace que nos involucremos en ella sin problema.
Sobrecogedora la maravillosa "Love Is A Place I Dream Of" en un dueto mágico con la voz de Sidnead O'Connor que cuando se limita a cantar lo borda. Una manera de sentir al escuchar esa joya llamada "Gabriel", orquesta en su punto y la voz... Percusiones de ensueño para viajar en la preciosa "Perfect Groove", un uso de los timbales de lujo. La acústica sirve de guía en la historia que nos relata con la bella "Soshin"; intimidad, intimismo, melancolía en "Moonslide" una locura de sensibilidad, o esas raíces de su tierra que despuntan en "As I Waved Goodbye" y así hasta completar las once canciones del álbum que dejan un regusto maravilloso por lo bien hecho, cuando la Música es todo lo que uno quiere que sea.
Una delicatessen íntima, para degustar con la pausa, disfrutar de cada nota, las palabras y esos ambientes creados de manera sutil, una manera, otra más, de disfrutar con un artista genuino que da lo que tiene dentro, y es mucho.
"Between The Mountain And The Moon" es pura seda para los sentidos, hazlo tuyo y la piel lo agradecerá.

Side A:  Monsoon;  Here And Now;  Perfect groove;  Love Is A Place I Dream Of;  Gabriel
Side B:  Soshin;  Moonslide;  As I Waved Goodbye;  I'm a bogman;  Rainbow day;  Hands Of a Farmer

Surcos del Siglo XXI - 31

Un personaje singular para un proyecto de una calidad incuestionable, maneras de crear, hacer, viajar a través de la Música.


Octopus Syng (Beyond The Karmadelic Coldness, There's The Lovedelic Warmth) 2004


Tras este título que sirve para hacer ejercicios de memoria realmente interesantes o para desesperar en el caso de querer darte el vacile con alguien, se encuentra la obra singular y muy especial de un personaje, llamado a sí mismo Jaire, que se presenta como una banda siendo una persona.
Así las cosas, esta obra de Psycho puro y duro con ciertos toques de un delicado y sensible Folk Ácido nos llega desde Finlandia para deleite de paladares exquisitos.
Con una descarada influencia de la Música del genio Syd Barrett en algunas de sus canciones, las melodías se sustentan con una base que no desmerece nada de las influencias que atesora, y ya es mucho pedir, con melodías preciosas que te llevan a esa Música de placer sensorial.
Una obra que tardó en gestarse varios años y que por fin vio la luz no sin muchas dificultades, una manera de expresarse ayudado por esos sonidos tan especiales que ciertos instrumentos dotan a las composiciones, como el sitar con el que se logra un contraste radical con esos arpegios de las guitarras, las voces que dominan el ambiente o las percusiones tratadas sin pausa de manera muy especial, nada al uso.
El iluminado creador de la idea, Jaire, se convierte en un multi instrumentista que domina todos los espacios, y en el álbum se atreve con las guitarras eléctricas y acústicas, el bajo eléctrico y acústico, el sitar, batería y todo tipo de percusión como el udakki, las maracas, pandereta, palmas... todo un portento porque los resultados son realmente increíbles.
Once canciones que nos dejan 41' de belleza, una parte de esa Música que debes entender cuando se te mete en las entrañas y las melodías que te envuelven para acariciar los sentidos.
Si todo es probar, no dejes de hacerlo con este disco de Octopus Syng, encontrarás momentos que pueden hacerte parecer...

A-SIDE:  We could be everywhere;  It's so nice to feel high in the summertime;  Intuition waltz;  Life of nature;  Soft velvet dreams
B-SIDE:  Chinese garden;  Frail elephsnt;  Magical moonlight and mystic girl;  Spring;  All the woods of my childhood;  Varanasi Rock'N'Roll all night long


Surcos del Siglo XXI - 30

Una búsqueda nunca acabada, los sonidos de esos grupos que están ajenos a cualquier norma, escrita o no, de lo que es la Música y su forma de entenderla.


Acid Mothers Temple & The Melting Paraiso U.F.O. (Pataphisical Freak Out Mu !!) 1999


Desde el lejano Japón (en la distancia) y cercano en la búsqueda de sonidos que llenen los espacios vacíos por las normas establecidas, nos llega una saga que son herederos directos de esos grupos de los sesenta y setenta que en el país del Sol Naciente fueron radicales exponentes de una Música social y política.
Acid Mother Temple & The Melting Paraiso U.F.O. no toma prisioneros. Su Música es un ácid Rock salvaje y extremo, una variante furibunda de ese Krautrock llevado al límite de los Guru Guru, Amon Düül II... Rock espacial y Psycho pasados por todo lo pasable, en ocasiones melodías que comienzas con retazos de Folk ácido y de repente desaparecen en momentos de furia desatada.
Este "Pataphisical Freak Out Mu!!" es su segunda obra, aunque se puede concebir como la primera ya que antes se hicieron recopilaciones de pruebas y Música hechas sin un sentido de álbum.
Un doble disco en el cual la esencia del grupo se proyecta de manera clara y contundente, aunque con posterioridad hayan buscado experimentar en otros terrenos, con este disco el grupo sienta las bases de esa Música demoledora, Freak y salvaje, una auténtica orgía que llega o te echa lejos de ellos para siempre jamás.
Guitarras distorsionadas y demenciales sonidos de teclados para un viaje hacia la nada, si no estás preparado es imposible seguirles, y aún estándolo en ocasiones no se puede hacer. Los ambientes no son de este mundo, buscan atravesar los sentidos y a fe que lo consiguen, maestros de la improvisación y el manejo de los efectos y las distorsiones, su Música es un desvarío emocional que fluye casi de manera espontánea, aunque detrás hay mucho más de lo que parece.
Para muchos será ruido sin sentido, para mí es una manera brutal y maravillosa de expresar emociones, no es fácil ni lo pretenden, y la huida hacia otro lado está garantizada si tus sentidos no están preparados.
En este disco intercalan suites que son una orgía de improvisación y maravillosas escenas sonoras, un estilo que les apasiona, con un disco donde los temas más limitados en lo temporal se van sucediendo sin pausa, porque al final la obra es un todo, y de eso se trata.
Los encargados de violarte emocionalmente son: Cotton Casino en la voz, "space whisper", teclados. Tsuyama Atsushi al bajo, guitarra acústica y voz. Koizumi Hajime batería y percusión. Higashi Hiroshi en los teclados, guitarra acústica. Yoshida Fumio al hurdy gurdy. Suhara Keizo bajo y vídeo. Lovely Ayano chica espacial. Wellens Johan voz cósmica y poder freak. Magic Aum Gigi voz y underground erótico. Siwaporn voz. Ginestet Audrey voz cósmica. Haco voz. Kawabata Makoto guitarras eléctricas, speed guru y fundador del grupo.
Prueba a escucharles y si te enganchan, bienvenido a la zona más irreal de la Música.

side A:  Cosmic Audrey;  Acid takion;  Right about rainbow part. 1;  You're my only super sunshine;  Right about rainbow part. 2
side B:  Mr. hardy gurdy man;  Magic Aum LSD;  Astrological overdrive;  White summer of love;  Third eye of the whole world;  Golden bat blues dead
side C:  Blue velvet blues
side D:  Blue velvet blues coda



sábado, 23 de febrero de 2013

Ronnie


El Frío


Hace frío, mucho frío. En la calle los pequeños copos de nieve comienzan a dejar su huella en el asfalto, y el manto blanco contrasta con las luces de neón que intentan engañar al color del invierno.
Sin embargo yo no siento ese viento helado que se mete en el cuerpo a pesar de la ropa que me cubre, no siento la nieve que impacta en mi rostro por el movimiento caprichoso del aire que la lleva, pero tengo frío.
Mi alma está helada, y esa sensación recorre la espina dorsal que busca lo que no encuentra, el calor de las palabras, el sentido a lo irracional, el sonido del silencio que pueda calmar mi espíritu. Tengo frío y los huesos del cuerpo retorcidos por un dolor que no me deja, el desasosiego de un instante en el cual no estoy, la búsqueda de la mirada perdida que se fue.

Hace frío, mucho frío. Las calles desiertas me brindan el espacio para escapar, pero mi cárcel no tiene puertas que abrir, ni barrotes que serrar, mi celda es el corazón oprimido, la mente enferma, la soledad entre la multitud.
No puedo escapar ni quiero, andando por la nieve que ya cubre mis pies doloridos siento mis entrañas retorcerse de dolor, y sin embargo no percibo ese viento que corta la piel, que daña los sentidos. Ni tan siquiera acierto a cubrir lo que se expone al helado sentir de la noche, porque aquello que debo tapar y dar calor no puede ser abrigado.
Luces, sombras, gemidos y llantos en el silencio, llamadas suplicantes sin respuesta, la nada y yo en medio de todo.

Hace frío, mucho frío.

4+20 Suite / Judy Blue Eyes


Surcos del Siglo XXI - 29

Una vuelta de tuerca a esos sonidos que siempre nos han llenado, y que aún hoy hay gente que cree que pueden ser tan intensos como antaño. 


Drive By Truckers (Southern Rock Opera) 2001


Hay cosas que nunca mueren, la Música es una de ellas, pero además si esa Música está implantada en las raíces de una gente, adaptada a su forma de pensar y concebir el mundo, es imposible que muera nunca, porque siempre habrá alguien que la lleve más allá.
Cuando el Rock Sureño comenzó su andadura allá por los años sesenta refundiendo distintos estilos, pocos podían imaginar lo que iba a significar como influencia en multitud de conceptos musicales, por eso aún hoy está tan vivo y hay tantos músicos que aún siguen en ello.
Drive By Truckers es uno de los máximos exponentes de estos grupos que en el siglo XXI llevan el Rock Sureño por el mundo demostrando que es una Música tan viva y actual como hace tres décadas y en eso no engañan a nadie.
Grupo que basa su Música en el poder de las guitarras, aunque hayan evolucionado en eso con los años añadiendo algo de teclados, mamando de las tradiciones sureñas y escribiendo historias y cuentos que hablan del Sur, de su gente y de lo que viven, porque son del terruño, sin más.
Este maravilloso "Southern Rock Opera" es su cuarto álbum, tras dos discos de estudio y un directo, y es definitivamente su salto de calidad y el que demostró que eran algo más que los miles de grupos que deambulan por las carreteras de los USA viviendo de su Música.
Una obra completa, compleja y genial, salida de las entrañas de la tierra y de las entrañas de los que la han hecho posible, un disco doble que surgió incluso antes de la creación del propio grupo, discutiendo y comentando la vida y la muerte teniendo como base el accidente que marcó la trayectoria de un mito, los Lynyrd Skynyrd y las secuelas que dejó en la Música sureña de los setenta.
Guitarras, guitarras, guitarras, el sureño a tope de la mano de estos músicos que en los noventa minutos del álbum nos llevan de nuevo por esos paisajes tan suyos a lo largo de temas donde los riff, los punteos, las cabalgadas incesantes y las letras cargadas de historias remueven los recuerdos y lo que fue. No encontramos aquí intensas jams de decenas de minutos, son temas perfectamente compuestos e interpretados con una clase excepcional, instantes de historia dentro de una historia, una "Southern Rock Opera" que lo es por lo que cuenta, dice y llega.
Patterson Hood a la guitarra, voz y letras. Mike Cooley en las guitarras, voz y letras. Rob Malone a las guitarras, voz y letras. Earl Hicks en el bajo. Brad Morgan batería.
En este disco comenzó la colaboración con el artista Wees Freed que realiza las portadas, posters de conciertos y todo lo relacionado con la banda en el aspecto artístico, y la verdad es que se luce, una seña de identidad única y auténtica.
Rock sureño en estado puro, temas que gustan, alegran y te hacen vibrar, composiciones exquisitas y hora y media de Música para perderse por los grandes espacios donde estos músicos queman su vida, una manera de entenderla y apurarla.

Act I
SIDE A:  Days of graduation;  Ronnie and Neil;  72;  Dead, drunk and naked;  Guitar man upstairs
SIDE B:  Birmingham;  The southern thing;  The three great Alabama icons;  Wallace;  Zip city
Act II
SIDE A:  Let there be rock;  Road cases;  Women without whiskey;  Plastic flowers on the highway;  Cassie's brother
SIDE B:  Life in the factory;  Shut up and get on the plane;  Greenville to Baton Rouge;  Angels and fuselage


Surcos del Siglo XXI - 28

Poder, emociones a flor de piel y una Música que nos atraviesa el alma, todo eso y mucho más para poder viajar sin ningún tipo de vehículo que porte nuestros sueños.


Causa Sui (Causa Sui) 2005


Oriundos de Dinamarca, Causa Sui nos visitan en este "Paseo Por Nuestros Sueños" y delirios musicales con su álbum debut, una suerte de Rock poderoso y potente para romper las entrañas de cualquiera que busque emociones fuertes.
Un álbum doble que es una declaración de intenciones clara y precisa, siete temas ocupan las cuatro caras, temas desarrollados de manera brillante, amantes de jams eternas con clara influencia del Rock Duro y desgarrador de los setenta, emociones sesenteras rozando la Psycho y una forma brutal de hacer llegar como un impacto su Música.
Guitarras asesinas se cuelan en tus sentidos, riff sangrantes, poderosos, secos y duros, distorsiones de cuerdas que arañan el aire, una descarga musical tremenda acompañada por esa base rítmica que no para durante todos y cada uno de los impactos sonoros en los cuales se convierten los temas, brutales andanadas de la batería que te lleva en volandas cabalgando de manera salvaje, las cuatro cuerdas al compás de esos timbales y como salida de un sueño esa voz que parece no querer llegar nunca y que grita al viento todo lo que tiene.
Jonas Munk en las guitarras, efectos electrónicos (afortunadamente pocos pero muy efectivos, como en ese tema que es una isla en el disco llamado "Leilani") y voces.
Jakob Skott en la batería, fiero, salvaje, realmente tremendo y maravillosamente visceral. Jess Kahr en el bajo y armónica, todo sentimiento.
Kasper Markus en la voz, una especie de híbrido entre Ozzy (cuando cantaba) y Lemmy, algo salvaje.
Escrito, interpretado y producido por el grupo, "Causa Sui" es una descarga emocional alucinante, largas piezas donde todo cabe, esos momentos en los cuales todo va a estallar y los ritmos los mantienen en un hilo sin parar, como la impresionante "El Paraiso", una brutal exhibición, cabalgadas sin fin ("Ventura Freeway", "Where The Streams Collide") esa suite demencial y preciosa llamada "Workings Of The Great Blue Swells" para mayor deleite de los que amamos irnos de este mundo a través de las sensaciones.
Un disco de poderoso Hard Rock, impactante, mágico, un golpe directo a los sentidos que se agradece, y a partir de aquí el sueño es tuyo.

1:  "Ventura Freeway;  "Where The Streams Collide"
2:  Leilani;  El Paraiso
3:  Tornado Eye;  Tijuana Blues
4:  "Workings Of The Great Blue Swells





Surcos del Siglo XXI - 27

Me gusta saber que eso que defiendo sobre la Música sin fronteras afecte a lo más cercano, porque aunque sea poco ya es algo en este erial en el cual nos movemos.


Electric Riders (Music For A Family Gathering) 2007


Pues sí, el universo sonoro también tiene espacio para músicos del país de la piel de toro, y me alegra muchísimo que así sea.
El talento no sabe de lugares, me repito mucho pero quiero decirlo una y otra vez porque eso cuando no se sabe provoca prejuicios estúpidos sobre un arte, la Música, que pertenece a todos y por todos.
Electric Riders es un grupo español, concretamente de Pamplona, que cree en la Música, y en este su tercer vinilo, "Music For A Family Gathering" da una lección magistral de expresión sobre todo lo que han mamado (y no ha sido poco) en todos los años de carretera currándoselo.
Psycho maravillosamente bien interpretada y desgarradora, Prog. y Hard que en ciertos momentos deviene en un toque ácido muy al uso, temas de enorme calidad que se sustentan en una creatividad de alto nivel y son interpretados de manera magistral por los cuatro componentes del grupo.
Como ellos mismos definen su trabajo, "Music For A Family Gathering es un extraño calidoscopio, pequeñas historias para sordos y amnésicos terminales en perfecta armonía, caminantes sin destino... el tiempo es cruel y perfecto". ¡¡Y quien soy yo para llevar la contraria a sus creadores!!.
A diferencia de otros discos del grupo este fue el primero en el cual se vieron involucrados en una casa de discos potente y de distribución internacional, y se nota en el sonido limpio, puro y sin fisuras que nos ofrecen, eso sí, la producción corrió a cargo del grupo, lo cual dice mucho del interés por controlar su propia obra.
Canciones de desarrollos largos, una historia cada una dentro de la historia que se convierte en un cuento completo, doce canciones con cuatro adicionales en este doble vinilo que son demos de algunas de las que recrean para el disco o temas nunca sacados antes.
Guitarras poderosas, cuerdas de acero que rasgan la piel, base tremenda y esos devaneos de teclados que provocan un ambiente realmente maravilloso, voces en solitario o a coro para temas que son un sueño, una gran obra de un grupazo que sabe lo que se hace y te lo hace llegar al alma.
Los cuatro que se metieron en este lío para hacer una maravilla son Jaime Zuasti al bajo, teclados y voz. David Goñi voz. Ander Zabalza a la batería. Adolfo J. Alcocer en la guitarra, teclados y voz.
Un disco de gran Música, Psycho y Rock por los poros de la piel, espero que se disfrute como yo lo hago cuando me dejo llevar...

Cara A:  Scarecrow and loaded gun;  Skating over crystal dome;  Paper spermatozoids;  Feeding a dog with an emoty dish
Cara B:  The strange world of Wanda Potts;  13th Roses;  FAQ;  Coming
Cara C:  Needles;  Frank and me;  Death of an Omega man;  Cellophane girl
Cara D:  A silent film;  No name;  Ocean Velvet;  Stolen Beauty

viernes, 22 de febrero de 2013

Surcos del Siglo XXI - 26

A pesar de ser ahora lo que son, fueron antes, como casi todos y crearon una página en la historia de los sueños.


Sigur Rós (Agaetis Byrjun) 1999


Tras un primer álbum en el cual los miembros del grupo supieron lo difícil que era algo como el éxito a nivel mundial, este segundo trabajo de la banda islandesa Sigur Rós les dio a conocer de forma más amplia, pero a pesar de todo seguían siendo un grupo fiel a lo que creían cuando comenzaron, hacer la Música que les gusta, les apetece y les lleva, independientemente de lo que ocurra una vez sale a mercado su trabajo.
Quizás eso es lo más sobresaliente del grupo, que no han cambiado, y puede ser del mismo modo lo  que les pudiera hacer menos atractivo, pero la evolución lógica de alguien que crea no está ajena a la obra de Sigur Rós, eso sí, bajo sus cánones.
Un sonido que realza los ambientes, íntimo, local, atrevido en su concepto, minimalista y por supuesto dirigido a nada y a todo, una Música que se mueve entre lo espacial, esa fase sinfónica y sonidos experimentales que se van sucediendo en muchas ocasiones basándose en repeticiones de la voz de Jónsi, ese cantante que en falsete adormece y enardece por igual, con un lenguaje propio y una manera personalísima de atacar las estrofas.
En ocasiones la Música del grupo parece buscar la cobertura de imágenes, no sé si por eso muchos y variados temas de su discografía, y de este disco dos, han sido incluidas en películas, pero es cierto (o al menos a mí me ocurre) que las imágenes vienen a la mente conforme las notas se suceden en multitud de temas, como si los paisajes y las extensiones del vacío se fueran llenando con los sonidos.
No es una Música al uso, o gusta y apasiona o es bastante probable que no llegue por lo que representa en sí misma, pero este "Agaetis Byrjun" resume maravillosamente lo que el grupo es, quiere y recrea, a partir de aquí todo son sensaciones y emociones que llegan como uno adquiere, lo personal tiene eso, en lo bueno, genial y especial o en lo que no dice nada.
Cuatro músicos comprometidos con una idea, eso sí que es reseñable, comenzando por el ya comentado Jónsi a la voz y guitarra, Georg Hólm en el bajo, Kjartan Sveinsson a los teclados y Águs a la batería.
Orquestaciones sin límites cuando meten esas cuerdas que cortan el aire, espacios llenos de sonidos mágicos, un universo sonoro especial y singular, 71'53'' de Música en un doble disco que se escucha de una vez o se pasa, pero si te engancha el viaje a los sueños está garantizado.
¡¡Atrévete!! quizás encuentres lo que andas buscando y se encontraba ahí hace...

Songs:  Intro;  Svefn-g-englar;  Starálfur;  Flugufrelsarinn;  Ny Batteri;  Hjartad hamast;  Vidrar vel til loftarasa;  Olsen Olsen;  Agaetis byrjun;  Avalon.


Surcos del Siglo XXI - 25

Quería degustarlos con mucha calma, por eso les he dado tiempo, pero ya no podía aguantar más, necesitaba esos sonidos que me levantan el alma hasta las estrellas.


Siena Root (A New Day Dawning) 2004


Una increíble sensación recorre mi cuerpo cuando pincho el vinilo de los suecos Siena Root, ese tipo de sentimiento que sólo me llena con las cosas hechas con gusto, clase y calidad.
Desde Estocolmo con amor, pero especialmente con Música y magia, el grupo nos deleita con un Hard Psycho brutal, genial y perfecto. Herederos de los grandes de los setenta, esos grupos que nos emocionan aún décadas después, "A New Day Dawning" se nos presenta como su álbum debut, un doble vinilo realizado con el exquisito placer de volver a sentir esa Música dura pero a la vez bella que tantos momentos de éxtasis sensorial ha deparado.
Deep Purple, Blue Cheer, Black Sabbath... vuelven a sonar para nosotros de la mano de las trece composiciones creadas por estos chicos que sustentan su Música en esos sonidos duros y pesados de los primeros grandes del Hard, realizando una obra completísima, bellísima y especialmente cuidada en todo lo relacionado con los sonidos y cómo hacerlos llegar.
Guitarras incendiarias que atraviesan el alma con riff que te caen como una losa, una sección rítmica brutal y compacta, una auténtica pared demoledora, y para cubrir el resto de lo que se debe los teclados, órganos chirriantes y enamoradizos usados en su justa medida, donde y como deben, sin más y nada menos (claro que cuando toman protagonismo es algo... "Little Man", "Roots" son un buen ejemplo).
Las seis cuerdas buscan su espacio en los solos de los temas, adentrándose en los sentidos, punteos preciosos, uso del dedo metálico o simplemente el rasgar de las cuerdas pisadas en su justa medida para acercarnos a la Música hecha para desconectar de todo lo que no sean las andanadas que nos llegan.
Puro, limpio, un álbum currado por el grupo, creador de las canciones en su Música y letras, producido por ellos mismos y arreglado en su mayoría, una obra hecha por artesanos que se dejan la piel para traernos una auténtica joyita del Hard del siglo XXI, con el mismo concepto visual y emocional de antaño.
Las grandes jams para lucirse como músicos y lucirnos en los sentidos, brutal y maravillosa "Rasayana" 9'05'' de orgía sensorial, genial "Into The Woods" para perderse en sus 8'18'' y no volver, una hemorragia de sensibilidad su "Fever"; Un poco de la magia Allman en ese "Trippin'" excepcional; bellísima "Until Time leaves Us Again"... y así hasta los 71'07'' con los cuales nos deleitan tema a tema, golpe a golpe, ritmo desgarrador o riff espectacular.
Los paridores de la magia Sam Riffer al bajo y voz (una imagen espectacular); KG West a la guitarra y voz; Love H Forsberg batería y voz; Oskar Lundström voz y teclados.
Escuchar esta delicia es vivir la magia del Hard, una sensación irrepetible cuando se ama este tipo de sonidos, y Siena Root nos da la oportunidad de creer en ellos nuevamente.

A:  Coming home;  Just another day;  Shine;  Fever
B:  Above the trees;  What can I do;  Little man;  Roots
C:  Trippin';  Until time leaves us again;  Words
D:  Rasayana;  Into the woods


Time Traveller


Amusia



Según medios más o menos especializados, la amusia es el término con el que se denomina a un número de trastornos que inhabilitan para reconocer tonos o ritmos musicales o de reproducirlos.
En concreto la llamada amusia pura es la inhabilidad para identificar o producir secuencias melódicas conocidas pero no sonidos del habla o el ambiente. Según parece, la amusia puede ser congénita o adquirida.
Es una de esas enfermedades de las que posiblemente no hayamos nunca oído hablar, que desconocíamos que pudieran existir. Hace no mucho vi en televisión un reportaje que hablaba de ésta, entre otras enfermedades desconocidas.
Para ilustrar el hecho habían tomado el ejemplo de una persona que amaba la Música, que había estudiado en el conservatorio y había hecho de los sonidos su vida y forma de ganarse el pan, de hecho era profesor de Música. Pero esta persona desarrolló esta enfermedad y era tal la tristeza que reflejaba su rostro cuando se ponía al piano que no soy capaz de describir la escena. Era capaz de transmitir a las teclas las notas del pentagrama pero sin alma, lo que provocaba varias cosas, primero que el tema musical fuera algo plano, sin emoción; segundo, que el hombre que se encontraba al piano no podía sentir ni disfrutar lo que estaba interpretando, lo que le provocaba un vacío que se podía ver en su cara.
Se puede sufrir de muchas maneras pero yo ese día vi el sufrimiento de un alma reflejado en la cara de una persona que gozaba de una salud física envidiable. Un contraste brutal.
Desde ese día, cuando escucho Música, pienso en ese hombre vagando por la casa, paseándose junto al piano que ocupa el centro de su salón y me pregunto qué pasará por su mente.

Amo la Música, no sé qué podría ser mi vida sin ella, de hecho no tendría vida sin esos sonidos salidos del alma de los creadores, incluso los sonidos rítmicos que las propias entrañas sacan cuando piensas, eso que percibes al pasear, al sentir la brisa o la lluvia acariciarte el rostro, resbalar por tu piel y dejar el rastro de la suave melodía de la propia vida.
No podría entender mi existencia sin Música, no puedo imaginar algo que no sea el sonido de una caricia, un beso o una mirada, ese sonido que desprende la sonrisa de alguien cuando la detectas llegando hacia ti, porque la Música es eso, es más que el pentagrama o lo que los genios escriben uniendo entre sí las notas al producirse magia, la Música cuando es la esencia de lo que respiras, lo que hablas o intentas comunicar si la llevas pegada a la piel, parte de tu alma y el olor de lo que te rodea, la Música es la vida cuando uno quiere sentirlo, emocionarse o hacer de cada instante un pedazo de tela que te cubre más allá de la propia desnudez, la Música es... 
Esa sensación muerta es la muerte en sí misma, esa caricia al piano sin sentirla es el fin de la melodía, la sordera en el mundo de los sonidos, el frío en pleno desierto, la mano que nunca llega a tocarte a pesar de buscar tu asidero.
No sé de nada, o sé tanto que lo he olvidado, sólo sé lo que siento si esos sones me abrazan, donde puedo llegar con mi pensamiento siguiendo el ritmo de mi corazón al emocionarse sintiéndola, sólo sé que la muerte me abrazó y no me llevó porque ella estaba allí, dándome una vez más la bienvenida a la vida, por eso sé lo que sentía ese hombre que la ama y no la expresa, yo no puedo tocar una melodía, no soy músico, me he negado siempre aprender para no mancillar a quienes dan esa magia, esa seda que nos viste, pero puedo llorar, reír, saltar o buscar el siguiente paso en mi vida cuando la tengo, puedo levantarme, reírme de mí mismo y saber que el ritmo me hace ser simplemente yo.

Cada sentimiento es una nota, las emociones melodías que se cantan en silencio o ante un pabellón repleto, las lágrimas pedazos del pentagrama dispuesto a soñar, y la vida sigue un ritmo que se impone cuando la Música llena el espacio.
No podría vivir sin ella, no quiero hacerlo sin ella, y ese hombre al piano me decía que la muerte en vida tiene otras formas cuando no se llega a sentir...

miércoles, 20 de febrero de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCXLIX

Un maravilloso creador de universos y espacios infinitos, nos visita de nuevo por aquello de que lo bueno debe apreciarse cuanto se deba.


William Ackerman (Imaginary Roads) 1988


En la década fastuosa en la cual William Ackerman creó discos inolvidables, quizás este "Imaginary Roads fue su último trabajo sublime, aunque más adelante haya creado discos en una línea más continuista sin tanto aporte de talento, porque con este disco cerró un ciclo absolutamente mágico de trabajos únicos y muy especiales.
"Imaginary Roads" es otra demostración de talento y virtuosismo del músico alemán que se atreve con una obra para guitarra con algunas colaboraciones especiales según qué temas, y consigue otro trabajo de arte en sensibilidad y emoción.
La guitarra de Ackerman nos lleva donde él quiere, cada nota es un abrazo, una caricia, un beso en la piel, un estremecimiento del alma, cada instante de los sacados por esas composiciones son una manera de soñar, viajar en la memoria, sentirnos realmente lejos de lo mundano.
Ackerman se permite hacer lo que le da la gana, siempre en esa línea de temas envolventes que van y vienen, con sonidos suspendidos en el aire y bebidos como gotas de néctar afrodisíaco que nos hacen suyos.
En los instantes en los cuales otros instrumentos se atreven a un duelo con la guitarra el contraste provoca la belleza, con sonidos extremos a esas cuerdas de acero, rompiendo las estructuras y creando magia.
Instrumental, onírico, especial, sublime, una joya de sensaciones para atreverse a llegar muy lejos, sin límites en el tiempo y el espacio, como es habitual en lo que entrega.
Como en todos los discos de este genial músico su obra es como un todo, y aunque tengo mis piezas favoritas me niego a identificar alguna porque es un disco para escuchar en toda su extensión, un sueño que se alarga durante los 43' de la obra.
Junto a William Ackerman, que se encarga de las guitarras para esas pieza que son seda, aparecen en los créditos en composiciones concretas Allaudin Mathieu piano; Chuck Greemberg liricón y teclados; Michael Manring bajo; Philip Aaberg piano; Kifu Mitsuhasi flauta; Jill Alley oboe; Charles Bisharat violín.
"Imaginary Roads" es una obra de sensibilidad excelsa, para degustar, saboreando los sonidos como parte de uno mismo y llegar hasta... donde uno quiera.

Side A:  The moment in which you must finally let go of the tether which has held your hope airbone;  A region of clouds;  If you look;  Floyd's Ghost
Side B:  Wondering again what's behindthe eyes;  Dawn treader;  The prospect of Darrow's Barn and the blossoms of an apple spring on imaginary road;  Brother a teaches 7;  Innocent Moon; The Moment Reprise 

De Vinilos y Otras Glorias DCXLVIII

Hace tiempo me adentré con unos retazos en una Música que se hunde en lo más profundo de mis entrañas, y nunca es tarde para volver a degustar este pedazo de gloria.


Nightnoise (At The End Of The Evening) 1988


Los que me conocen saben que en ocasiones soy "mú seguio", y en cuestiones de Música las etiquetas puestas a tornillo por intereses de épocas, tiempos y comercio me las paso o me las lleno de... que tanto me da que me da lo mismo.
En una época en la que se llevaban los yupies, comerciales de nuevo pelo y modernos dirigentes de empresas ultramodernas, se creó una etiqueta para realzar a los que seguían una Música (dudo que en muchos casos la entendieran) que sin ser la carga abrumadora de la Música Clásica (para los que piensen eso, claro está) les distinguía del resto de los mortales, mortales estos que la escuchábamos por ser Música y basta.
Me niego a nombrar la palabreja de marras porque sería hacer honor a la estupidez, por eso simplemente hago mención a uno de esos grupos que durante una década y un poco más hicieron seda de los sonidos y magia de las interpretaciones. 
"At The End Of The Evening" es el segundo trabajo de un grupo mágico, sensible y emocionalmente sublime, un grupo que recreó en bellísimas composiciones una manera de entender la Música muy especial, conjugando raíces de su tierra, Irlanda, con la evolución propia de quien piensa más allá de lo que viene establecido, creando una suerte de hermosas melodías en una obra, otra más, tan perfecta como hermosa.
Cuatro músicos virtuosos que juntos forman un entramado de composiciones con instrumentos que deslizan la Música a través de los sentidos, guitarras suaves con el acero acariciando el aire, violines que se hunden en la piel y atraviesan el alma, teclados que son una manera de llevar las teclas hasta el infinito, flautas, whistle, acordeones... que nos evocan épocas pasadas como un viaje evolutivo y natural, una suerte de recorrido por las tierras de antepasados gaélicos hasta nuestros días, donde la modernidad se acopla perfectamente a esos sones ancestrales.
Los maravillosos creadores e interpretes de este sueño son Billy Oskay al violín, viola y teclados.
Micheál Ó Domhnaill en la guitarra, teclados y whistle. 
Tríona Ní Domhnaill en los teclados, whistle, acordeón y voz.
Brian Dunning flauta y panpipes.
Trece canciones que son trece caricias, temas compuestos con una delicadeza extrema y una maravillosa forma de entender los sonidos e interpretados con la magia que se permiten los virtuosos que aman la Música.
Un disco para escuchar, abandonarse a su belleza y disfrutar de una excepcional andanada de placer sensorial, porque es lo que Nightnoise ofrece en lo que crea.