sábado, 29 de febrero de 2020

Ian


Solar Music



Reflejos V



Lo miro todo, aquello que me lleva hacia ti, la esencia de tu figura, tu olor, tu sabor que perdura en mi memoria ligado para siempre a todo lo que siento, pero mi ventana se encuentra cerrada, ya no siento nada más allá de esos recuerdos que me hieren, me hacen vivir de nuevo lo que murió con ese paseo por los sueños que nunca volverá.

Desde la casa de la colina oteo el horizonte esperando que el Sol caiga sobre mí, me lleve hacia la oscuridad que espera paciente bajo el lecho del río. Hay un tiempo perdido en la memoria, el que nos hizo felices cuando nos jurábamos palabras de amor eterno, con los ojos entregados a la mirada del otro ser humano que conocía nuestros deseos, nuestras fatigas, nuestros anhelos.

Volveremos a lo que somos, ese polvo en el camino que nunca más pisaremos, porque las huellas están borradas por aquellos que no creían en nosotros y aún así pudimos dejarles atrás, siempre mirando la luz de nuestros sueños. Después viajamos demasiado alto, demasiado deprisa, demasiado pronto y caímos en lo que no queríamos ser.

Sigo queriendo acariciar tu pelo, libre como el viento que lo rozaba, sigo queriendo besar tus labios, calientes como el deseo que anidaba en nuestros corazones, sigo queriendo todo aquello que ya no tendré jamás, tumbada en la cama que me hizo ser la mujer de los sueños imposibles, de las palabras pintadas de colores, de los reflejos en el espejo roto.

Adiós, Amor, tú y yo sabemos que la dama negra nunca podrá tenerte, aunque ella crea lo contrario. 

Ritchie


De Vinilos y Otras Glorias MMCCXLV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Steamhammer (Mountains) 1970


Uno de los muchos grupos de Prog. que nacieron con el estilo en estado puro o transformando parte de la Música que hacían (como es el caso) hacia él.
El tercer disco de Steamhammer se desplaza desde el Prog. más clásico de sus comienzos a una Música que desprende por supuesto la esencia del estilo pero con unos descarados toques de Rock y Blues, que transforman el sonido del grupo en una más que reconocible manera de hacer otra cosa ayudándose de lo que ellos creaban desde sus inicios.
Una Música melódica impregna toda la obra, con momentos realmente bellos y casi sensuales, dejándose ir en ritmos pausados que invitan a moverse como mecidos por las notas; en algunos instantes, no muchos comparados con el conjunto, la intensidad sube y especialmente la guitarra toma el mando para esa transformación hacia el Rock que resulta muy evidente.
Lo que sí ayuda a esas pocas escapadas en base de Rock y en algunas ocasiones de Blues es la poderosa sección rítmica que va absorbiendo esa cascada de sonidos provocados por las guitarras y sirve de muro para que las seis cuerdas campen a sus anchas; en los momentos más melódicos, especialmente el bajo se convierte en parte de esa sensación que te lleva en volandas, con las notas bajas sirviendo de colchón para que te dejes ir.
Creo que los cambios en la formación de la banda influyeron en el giro dado en su estilo, y aunque instrumentalmente el disco está bien, se resiente un poco de lo compacto del sonido de trabajos anteriores, como si la nueva forma de entender su Música se hubiera difuminado de alguna manera.
Aún así, "Mountains" es un disco para momentos de descanso emocional, una Música que se escucha sin esfuerzo y que transmite el Prog. (transformado, eso sí) que se llevaba en la gloriosa década.
Kieran White voz, armónica y guitarras. Martin Pugh guitarra. Steve Davy bajo, órgano y voz. Mick Bradley batería y percusión.

SIDE A:  I woukdn't have thought;  Levinia;  Henry Lane;  Walking down the road;  Mountains
SIDE B:  Leader of the ring;  Riding on the L&N;  Hold that train




De Vinilos y Otras Glorias MMCCXLIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Colosseum (Daughter Of Time) 1970


Comentando con mi querido colega de momentos musicales icónicos en Harmony Rock, Javi, sobre los estilos que no me llegan y en los que no puedo fijarme porque soy incapaz de apreciarlos como debiera, me planteó la duda sobre un grupo como Colosseum.
Es cierto que las primeras creaciones del grupo me atrapan y mucho, a pesar de destilar un Jazz Prog. que no se oculta en absoluto, quizás porque el estilo siempre me llega cubierto de una instrumentación que lo transforma para mí en otras cosas más afines a lo que realmente me apasiona; abundando en esa especie de estilo encubierto que es Prog. por encima de todo y después... el cambio más radical lo dieron con este "Daughter Of Time".
No sé si tiene que ver con la incorporación de un prodigio de la guitarra como Dave Clempson, o el maravilloso y tremendo tratamiento dado a las canciones por la voz de Chris Farlowe, pero creo que la Música del grupo se convierte en más agresiva, más potente, quizás ya dentro del marco del Rock Prog. dejando en cierta manera ese sonido jazzy tan característico, y en ese sentido el disco es distinto a todo lo creado anteriormente por Colosseum.
Instrumentalmente el disco sigue siendo de nivel porque los componentes del combo están muy sobrados, incluida la nueva incorporación, la parte vocal se excede en lo bueno y arrastra en más de una ocasión a la Música que lleva detrás; en mi opinión de lo que peca un poco es de la orquestación, excesiva en algunos momentos, pero cualquier solo de los instrumentos es una barbaridad de calidad, desde los vientos de Dick Heckstall-Smith, lo tremendos teclados de otro grande, Dave Greenslade y la guitarra de Clempson.
Un disco no aceptado muy bien por la crítica, entiendo que por ese cambio de estilo que propone, pero que creo que sin llegar al nivel superlativo de anteriores trabajos, se escucha de forma fácil porque es Música de calidad, al margen, por supuesto, de otros planteamientos perfectamente respetables.
Disfruta de Colosseum, una banda para entender un poco más la Música hecha por músicos, nada más y por supuesto nada menos.

Y:  Three score and ten, amen;  Time Lament;  Take me back to doomsday;  The Daughter Of Time
Z:  Theme for an imaginary western;  Bring out your dead;  Downhill and shadows;  The time machine


De Vinilos y Otras Glorias MMCCXLIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Focus (Moving Waves) 1971


Es complicado, y más en la época en la que nos situamos, que los grupos alejados de las Islas y fuera del ámbito de corrientes como el Krautrock, fueran valorados y reconocidos como grandes bandas del Prog., con todos los matices y peros que esto conlleva.
Los componentes de la banda holandesa Focus consiguieron mantener un estatus de calidad que les sirvió para hacerse un sitio en el estilo, y no han sido discutidos (salvo para los puristas de la primera canción, de la primera cara del primer disco...) como un grupo que realmente han merecido la pena en lo que representaban durante casi una década de Música de nivel.
Este trabajo que nos visita, su segundo disco llamado "Moving Waves", nos ofrece un Prog. que se mueve entre lo clásico y lo experimental, favorecido en primer lugar por un alto nivel compositivo que lo convierte en una riqueza que se transmite al vinilo con una calidad incuestionable gracias a la calidad instrumental de sus componentes, músicos excelsos y de muy diverso recorrido.
Al margen de contener uno de sus himnos, la espectacular y casi Hard "Hocus Pocus" con un riff de guitarra que hace temblar y unas voces de lo más originales, el disco se sublima con la espectacular cara B dedicada a una suite llamada "Eruption", que en sus 22'35'' provoca un viaje entre el Prog. más austero, los movimientos más cambiantes y la capacidad creativa hecha Música, que la hace una pieza de muchísima calidad.
Un disco intenso y de muy amplio espectro, con momentos melódicos, otros que lindan con el Hard Rock descarado y emocionales recorridos por la experimentación que se aferran a la mente y lo que le provoca.
Dentro de la discografía de la mejor época de Focus, un disco que divide a quienes lo escuchan por la diversidad de su contenido, pero que en mi opinión es, en su conjunto, uno de los más señalados del grupo, y eso es decir bastante.
Thijs Van Leer teclados, flauta, voces. Jan Akkerman guitarras y bajo. Cyriel havermans bajo. Pierre Van Der Linden batería.

SIDE 1:  Hocus Pocus;  Le Clochard;  Janis;  Moving Waves;  Focus II
SIDE 2:  Eruption


De Vinilos y Otras Glorias MMCCXLII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


East Of Eden (Essen 1970) 1970


Siempre hay que recelar de esos artefactos convertidos en vinilos que sugieren (y en lo histórico lo son) conciertos míticos de grupos míticos en lugares míticos y épocas míticas.
Quizás porque soy muy desconfiado o simplemente porque a estas alturas de la película la Música me gusta escucharla bien, en condiciones y como debe ser, sin preocuparme dónde, cómo y de qué manera, porque si no me llega paso página. 
Los conciertos piratas son una apuesta a lo desconocido, por eso prefiero conocerlos, y si al hacerlo me encuentro con pequeñas gemas ocultas, entonces sí que me merece la pena y los disfruto maravillosamente bien.
"Essen 1970" es una de esas pequeñas gemas, porque suena muy bien (al menos la copia que yo tengo porque debe haber alguna que otra en la que la voz como que no está o se esconde mucho) y además es una exhibición en directo de un grupo Prog. de muy alto nivel, y con eso ya vamos más que sobrados.
El Prog. de East Of Eden es una demostración instrumental de altos vuelos, con cuatro músicos excepcionales que se gustan en estudio y que, como es el caso, en directo ya se salen. Grabado en un lugar de los que han marcado época por los conciertos de jornadas sin pausa de todos los mitos del universo, y que en el caso que nos ocupa nos ofrece una maravillosa sensación convertida en Música de calidad, con esas enormes jams donde demuestran de lo que eran capaces, y (aunque en el mío se escuche podría sobrar) a pesar de que la voz es más que mejorable, lo que te llega en forma de instrumentos es Música en estado puro, traducida al Prog. enorme que East Of Eden sabían interpretar.
Tras toda esta berborrea en forma de palabras escritas, sólo queda, para los apasionados como el que suscribe, invitar al que se atreva a zambullirse en un disco que es una gozada musical de la mano de cuatro tipos que sabían cómo hacerlo y además lo podían transmitir, y de ahí a la gloria ya va quedando mucho menos.
Dave Arbus violín, flauta y saxofón. Jim Roche guitarra. David Jack voz y bajo. Jeff Allen batería.

Seite 1:  Nymphenburger;  No time
Seite 2:  In the stable of the Sphinx;  To Mrs. V;  Crazy Daisy;  Ramadham


domingo, 23 de febrero de 2020

Eric Burdon


Tobacco Road


Bridge Of Sighs


Jesús De La Rosa


De Vinilos y Otras Glorias MMCCXLI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Triana (Sombra y Luz) 1979


Para gustos los colores, y por supuesto si hablamos de calidad todo es asumible, pero para el que suscribe, Triana ha sido el más grande grupo de Prog. de este país; por estilo, por calidad, por originalidad y porque ningún otro se ha acercado a hacer lo que ellos hacían y de la manera en la que lo transmitían.
Nos visita en esta ocasión su tercer trabajo, quizás el final de su mejor y más increíble etapa como grupo de máximo nivel creativo, un disco en el cual mantienen la manera de pensar que les hizo ser Triana, y en el cual demostraban aún esa maravillosa forma de componer y unir en una sola distintas maneras de entender la Música.
"Sombra y Luz" no tiene la brutal emoción de su debut, con esa energía que arrasaba con todo, ni el giro al pesimismo de su siguiente disco, donde la capacidad compositiva de Jesús De La Rosa iba unida a su estado de ánimo, pero se permite mantenerse en ese equilibrio que hace que la Música de Triana sea una andanada directa a los sentidos, una brutal conjunción de emociones que desprenden Música por donde quieras escuchar.
La verdad es que el genio que era De La Rosa podía estallar de mil maneras cuando componía, y su traslado al vinilo convertía sus creaciones en absolutas piezas de coleccionista, especialmente en esta etapa de gloriosa inspiración, y en este disco aún le quedaban muchas ideas para hacer del grupo ese oasis distinto de todo lo que pululaba por el entorno del Prog. (a pesar de los pesares de buenos grupos que quisieron llegar a través de esa fusión con la Música de raíces de una zona espiritualmente unida a otros sonidos) 
Si la Música de Triana no gusta, o simplemente no llega por ser lo que era, cualquier entrada sobre sus creaciones está de más, y lo único que queda es pasar página, pero si gusta y emociona, este disco aún es una genialidad en lo que crearon, a pesar de los pesares y de lo que quisieron quitarle de valor.
Jesús De La Rosa voz y teclados. Eduardo Rodriguez R. Gitarra española, voces, y palmas. Juan José Palacios batería, percusión y voces.
Manolo Rosa bajo eléctrico. Pepe Roca guitarra eléctrica.

CARA A:  Una Historia;  Quiero Contarte;  Sombra y Luz
CARA B:  Hasta Volver;  Tiempo Sin Saber;  Vuelta A La Sombra Y La Luz

De Vinilos y Otras Glorias MMCCXL

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Fairport Convention (What We Did On Our Holydays) 1969


Cuando te enfrentas a un grupo como Fairport Convention, y te das cuenta de que la Música que crean es parte de lo que tu alma necesita, escapar de su influjo es prácticamente imposible. Si además lo que no quieres es escapar de ello y te introduces en su mundo, lo que tus sentidos aspiran al escucharlos es una maravillosa sensación de belleza convertida en esa magia a la que llamamos Música.
"What We Did On Our Holydays" no es una excepción cuando hablamos de belleza, y sabiendo la época de su creación, asegurarse de la calidad de todo lo que desprende es más fácil de lo que parece.
A pesar de la facilidad del grupo para desestructurarse en cuanto a sus componentes de manera más habitual de lo que pudiera desearse, todo lo que crearon durante el final de los sesenta y la primera mitad de la década de los setenta es pura gloria, discos que no bajan ni un ápice la calidad de lo que pretendían y que son tratados de un maravilloso Folk con aires Prog. y Música tradicional creados con clase.
En este disco, la maravillosa Denny vuelve a embaucarnos con su voz, ajena al tiempo y el espacio, una garganta que se eleva por encima del conjunto provocando que los sentidos se muevan al son que ella desea. Acompañada de manera genial por unos músicos que entienden la Música como una manera de trasladarse a través de las emociones, cada tema es un viaje por los cuentos de antaño transformados en inspiradoras genialidades.
Una vez más, Fairport Convention nos brinda la oportunidad de creer que aún es posible, y su Música provoca esa calma y deseo que tantas veces nos son esquivos, en este caso con una pieza para soñar llamada "What We Did On Our Holydays", donde la Música, en forma de Folk Prog. sensible y delicado, nos permite disfrutar de la calidad transformada en Música, algo que de fácil no tiene nada.
Denny. Ian M. Matthews;  Richard Thomson;  Simon Nicol;  Martin Lamble;  Ashley S. Hutchings

Side One:  Fotheringay;  Mr. Lacey;  Book song;  The Lord Is In this place... How dreadful Is this place;  No man´s land;  I'll keep It with mine
Side Two:  Eastern rain;  Nottamun town;  Tale in hard time;  She moves through the fair;  Meet on the ledge;  End of a holyday




De Vinilos y Otras Glorias MMCCXXXIX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Matthews' Southern Comfort (Later That Same Year) 1970


Desde luego hay muchas formas de entender la Música, y dentro de ella los distintos estilos que hacen que la magia se transforme en esa maravillosa sensación que nos envuelve.
El Folk intercalado con el Country Rock suave y delicado que nos ofrecen los componentes de Matthews' Southern Comfort se puede interpretar de muchas formas, pero con la delicadeza y sensibilidad que este grupo se expresa se reducen en número los que llegan a esto.
En su tercera entrega quizás se les podría achacar que se dejan ir descaradamente hacia las melodías de corte más suave, entre baladas y temas que se expresan casi en silencio, y puede ser verdad, pero si a uno no le cansa la belleza, un disco completo en esta textura no pasa inadvertido.
Las composiciones tienden a esa melancolía continua, hacen que la mente se calme y te dejes llevar por los sonidos interpretados de una manera tan sencilla como efectiva, y el conjunto del disco se convierte en once momentos donde soñar es tan fácil como perderse entre las notas entrelazadas que te llegan.
Las voces, abundando en este contexto que indicamos, son como un bálsamo que rompen el silencio casi sin pretenderlo, con los conjuntos corales perfectamente ensamblados y armoniosos y las voces solistas recitando las estrofas en susurros pegados a la piel.
Un disco que se escucha solo, con las melodías de unos instrumentos que te llevan en volandas hacia los sueños que la mente recrea, dejando a un lado en este caso las posibilidades instrumentales a los solistas pero consiguiendo un conjunto que es como un bloque donde todo suena, cada instrumento se expresa en su justa medida y las canciones forman parte una tras otra del edificio que se va construyendo hasta formar, en la última nota, una preciosidad llamada "Later That Same Year".
Disfruta de la sensibilidad y calidad de una banda muy especial que dejó la impronta de su gusto por la Música hecha belleza.

SIDE ONE:  To love;  And me;  Tell me why;  Jonah;  My lady;  And when she smiles
SIDE TWO:  Mare take me home;  Sylvie;  Brand new Tennessee;  For Melanie;  Road to Ronderlin

De Vinilos y Otras Glorias MMCCXXXVIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Al Stewart (Orange) 1972


El cuarto disco del artista escocés es una continuación de los anteriores, manteniendo ese estilo de Folk Rock que tan bien acoplaba a su manera de componer y sobre todo a su forma de interpretar, con la voz dulce, aterciopelada y susurrante que es marca de la casa del músico.
Se siente en este "Orange" el bagaje de más de media década en el mundo de los sonidos, y algunos de los momentos en los temas introduce giros musicales que hacen que el Folk de sus comienzos comience a acercarse a un Rock de corte clásico pero sin estridencias de ningún tipo.
Es obvio, a pesar de esto que comentamos, que las canciones con una melodía pausada y que se ponen al servicio de la voz del cantante, son la pauta que marca el ritmo del disco, pero también es cierto que los momentos de inspiración un poco más allá de los susurros existen y desde luego son un complemento genial para el resultado final del disco.
"Orange" se convierte de este modo en un interesante disco que además de mantener el sello indeleble de las composiciones preciosas y de mucha calidad de Al Stewart, sugiere otros caminos que el artista no desechó en trabajos posteriores.
Al margen de esa voz que marca el momento de los temas, la base de piano, interpretado por el gran Rick Wakeman, hace que la melodía se sustente sobre esas teclas dando pie a una preciosa y emotiva manera de hacer llegar los sonidos, que entre guitarras y una base rítmica solvente y sin aspavientos, forman un todo de muy alto nivel.
La primera época de Al Stewart, a la que corresponde este "Orange" comprende una maravillosa amalgama de sonidos entre los cuales te puedes perder disfrutando de la calidad y la manera tan personal de crear Música por parte del artista.
Por esto, solo desearte que disfrutes de un tipo que no desmerece de lo mejor que se hacía en el estilo.
Al Stewart guitarra acústica. Tim Renwick guitarras. Rick Wakeman piano y órgano. Bruce Thomas bajo. Brian Odgers bajo. John Wilson batería. Roger Pope batería.

Side 1:  You don't even know me;  Amsterdam;  Songs out of clay;  The news from Spain
Side 2:  I don't believe you;  Once an orange, always an orange;  I'm falling;  Night of the 4th of May

domingo, 16 de febrero de 2020

Marc


Poster


Música


Joe


De Vinilos y Otras Glorias MMCCXXXVII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Climax Blues Band (FM/Live... Plus) 1974


Cuando un grupo como Climax Blues Band se decide a hacer un disco en directo, no creo que sea de recibo hacerlo en un vinilo simple, porque lo que esta banda entregaba con su Música era mucho más que unos cuarenta y tantos minutos para apreciar lo que eran.
Comentado el "pero" que siempre le he visto al disco que nos visita, su escasez en la maravillosa sensación de un directo, el resto de lo que se recibe es... Música.
Una banda que en su ideario tiene impreso a fuego el Blues con mayúscula, típico de las Islas y elaborado como tantos otros a partir de las influencias de esos iluminados que atravesaron el océano para empaparse de él; a pesar de esto y que es lo que da esencia a la Música del grupo, la peculiar manera de incluir en su Música el sonido del saxo y lo que eso conlleva, les hace ser particularmente distintos, con una amalgama de sonidos que abre mucho las posibilidades de la creación de los temas.
Esto se refuerza mucho más en directo, donde el poder de su Música es como una losa que te cae encima. La perfecta mezcla de la guitarra, una salvaje acometida de la mano de Peter Haycock, y el saxo de Colin Cooper, hacen que los temas en directo, especialmente las jams donde el grupo se lanza sin freno, sean una sensación emocional que te llega de manera brutal.
Al margen de los solistas, que en el caso de Haycock también se despacha a gusto con los riff descarnados cuando se lanzan al vacío sin red, la sección rítmica funciona como un reloj de precisión, siendo tanto el bajo de Derek Holt como la batería de John Cuffely una poderosa máquina que marca todo lo que la banda expresa en el escenario; además, ambos músicos se permiten momentos de solos dentro de los propios temas, dejando a un lado la base rítmica de los mismos pero sin perder un ápice de ese bloque que siempre te llega.
Un disco en directo es peligroso, puede dar la imagen perfecta de lo que un grupo es cuando se enfrenta a un escenario o dejar vacío lo que realmente pueden hacer; en este caso, comentando de nuevo que un disco se me antoja bastante corto, creo que este directo sí que ofrece un fiel reflejo de lo que era la Climax Blues Band, energía y fuerza al expresar su Música.

SIDE ONE:  All the time in the world;  20 Flight;  The seventh son;  Let's work together
SIDE TWO:  Standing by a river;  So many roads, so many trans;  You make me sick;  Shake your love;  Goin' to New York

De Vinilos y Otras Glorias MMCCXXXVI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Johnny Winter (Saints & Sinners) 1974


No sé por qué será, pero he de reconocer que me encanta este tipo. Aunque si me pongo a pensarlo sí que sé por qué es, especialmente si escucho algunos de sus discos de la primera época cuando todavía realizaba un Rock salvaje y explosivo; también cuando le dio por hacer exclusivamente Blues y demostrar que las enseñanzas de los viejos bluesmen y los artistas que le llamaban para acompañarles siendo mitos del estilo no eran una casualidad. En definitiva, me gusta y mucho.
Su sexto álbum de estudio, "Saints & Sinners" es más atípico que el resto de la época, quizás por esto en su día no fue muy bien entendido por los amantes de su Música salvaje y desnuda.
Puede ser que la producción de su amigo y colega de escenarios durante estos momentos, otro grande de las seis cuerdas llamado Rick Derringer, le diera ese toque que se detecta en todo el disco y que salta más de una barrera de las que Johnny Winter tenía como limite a su emocional manera de expresarse con la guitarra, pero el caso es que suena distinto a lo conocido hasta entonces del artista sureño.
Rock 'N 'Roll hasta hartarse, una endiablada capacidad para hacer que todo lo que hay alrededor cuando se escucha estalle en mil pedazos al ritmo de una banda lanzada siguiendo al albino, y la voz de aguardiente y barras de bar por encima de la Música queriendo comerse el mundo y a los que se atreven a escucharlo.
La verdad es que el disco es una demostración de Rock de altísimo nivel, con unos músicos entregados que plasman en el vinilo lo que la guitarra exige, momentos de puro fuego cuando todos van a tumba abierta a través de los distintos temas del disco, y una fiera enjaulada, el tremendo Johnny Winter, haciéndose notar en los solos que no paran entre y con las estrofas cantadas cuando no es sesgando la piel con esos riff que te comen por dentro. 
Si quieres sentir la Música pateándote el culo, con calidad y furia desenfrenada, este disco no te defraudará, siempre que lleves protecciones adecuadas para vivir el vendaval Winter y sus colegas cuando vayan a por ti con todo.
Johnny Winter guitarra, armónica y voz. Rick Derringer guitarra, sintetizador y bajo. Edgar Winter teclados, saxofón y voz. Bobby Caldwell percusión. Randy Jo Hobbs bajo. 

1:  Stone County;  Blinded by love;  Thirty days;  Stray Cat Blues;  Bad Luck Situation
2:  Rollin' cross the country;  Riot in cell block # 9;  Hurtin' so bad;  Bony Moronie;  Feedback on highway 101


De Vinilos y Otras Glorias MMCCXXXV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


J.J. Cale (Okie) 1973


Para aquellos a los que no les guste J.J. Cale, podrán pensar que el disco que nos visita, este "Okie", es uno más de su discografía y punto.
Es cierto que para ese grupo de gente (nutrido o no lo desconozco) los discos del gran artista americano pueden parecer todos iguales y que escuchado uno, pues eso.
Para los que creemos que este maravilloso músico siempre aporta algo, y que sus discos (especialmente la primera década y un poco más) son manuales de canciones escritas con gusto, calidad y sentimiento, "Okie" es un disco más... maravilloso por ser otro disco de J.J. Cale.
Alguien me dijo una vez (fue Pablo, pero sé que le abruma que se hable de él) que los grandes temas primero se escriben y después se interpretan. La segunda parte la pueden hacer genios de los instrumentos y músicos de altísimo nivel que casi cualquier cosa la transforman en gloria para los oídos, pero creo firmemente que lo primero (la composición de temas geniales) está reservada a muchos menos.
Al margen de lo dicho creo que J.J. Cale es un compositor excelso, valga de ejemplo que muchísimos de los grandes músicos de la época y posteriores tienen sus temas como fijos en su repertorio, y eso, sabiendo quienes son, no es casualidad ni mucho menos un capricho.
"Okie" no engaña en el sonido, ni en la textura de los temas, ni en los ritmos que J.J. Cale ha hecho suyos y personales, porque es un disco del artista y punto, pero vuelve a dar una lección de composición con temas que se pierden en la vorágine del pentagrama y que se hacen tan fáciles de entender que en eso precisamente engañan.
Como no puede ser de otra manera, la voz de terciopelo de J.J. Cale te arrulla, te abraza y se te mete muy adentro, y a partir de aquí, esos ritmos que son una dulzura para abducirte y hacerte suyos. Unos temas fantásticos, de una época tremenda en su viaje musical, y en conjunto un disco que se disfruta sin ningún esfuerzo, porque para eso es quien es y lo hace de maravilla.

Side One:  Cryng;  I'll be there;  Starbound;  Rock and roll records;  The old man and me;  Everlovin' woman
Side Two:  Cajun Moon;  I'd like to love you baby;  Anyway the wind blows;  Precious memories;  Okie;  I got the same old Blues
  


De Vinilos y Otras Glorias MMCCXXXIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Foghat (Fool For The City) 1975


Vuelven a visitarnos un grupo de esos a los que recurro cuando quiero escuchar buena Música, ponerme las pilas y elevarme por encima del bien y del mal.
Foghat no serán de esas bandas que están en el Olimpo de los dioses musicales, quizás (aunque esto es muy discutible) se les considere como uno de los grupos por debajo de otros que hacen su trabajo y punto, pero para mí son mucho más.
De la escisión de un icono del Blues Rock como Savoy Bronn, y con algún añadido más que poderoso, Foghat se decantó por un Rock Duro de poderosas sensaciones, y la verdad es que les salió muy bien.
"Fool For The City" es otro de sus trabajos de la maravillosa década setentera donde dieron lo mejor que tenían, con un brutal Rock de muchos quilates, algunos ramalazos de sus orígenes como músicos, el Blues Rock (la tremenda "Terraplane Blues" es una demostración, aunque pasado por el tamiz de una slide que no para de arañar) y una forma de componer que no por clásica desmerece en absoluto.
Un disco donde llevan al extremo esos tratamientos de slide que son marca de la casa, en solos de recorridos inmensos a través de las seis cuerdas, apoyados en una sólida sección rítmica que les aguantaba todo lo que tenían que dar, y la voz del gran Lonesome Dave Peverett, que entre riff descarnados, galopadas inmensas y alguna que otra pausa acorde a lo que tocaban, se desgañita en cada tema para reforzar esa sensación de golpe al entrecejo tan característica del grupo.
Un gran disco, con siete temas que guardan perfectamente la relación entre el que se escucha y el siguiente, un Rock potente y descarnado que contiene algunos de los himnos del grupo en directo, como "Fool For The City" o la salvaje "Slow Ride", y que no defrauda en absoluto si lo que quieres es una andanada de Música para que la adrenalina te salga por los ojos.
Disfruta de Foghat, un grupo que todo lo que hace lo hace bien, y comienza el viaje de la mano del Rock más auténtico.
Lonesome Dave Peverett voz y guitarras. Rod Price guitarra, slide y voces. Roger Earl batería y percusión. Nick Jameson bajo, teclados, guitarra y voces.

1:  Fool for the city;  My Babe;  Slow Ride
2:  Terraplane Blues;  Save Your Loving;  Drive me home;  Take It or leave It






sábado, 15 de febrero de 2020

Música... Y Por Qué No, Algo Más


Mientras la Música se desliza por mi piel, tus palabras se unen a ella y penetran en mí haciéndome sentir protagonista de tus sueños. 

Los sonidos que tantas veces hemos compartido, ahora se transforman en parte de lo que somos y el placer que me provocan lo traslado a tu cuerpo desnudo frente a mí, brillando tu piel por el influjo de ese néctar que te recorre entera.

La Música es el aura que te cubre, esa magia que se escapa de tu cuerpo transformando todo lo que siento cuando estoy contigo, ese estado de belleza en el cual todo lo que somos se convierte en las notas del pentagrama que escribimos cada día.

Espero en el rincón de mis sueños imaginando todo lo que hemos sido para continuar deseándote como el primer día, al compás de las melodías infinitas, con el dibujo del beso que dio lugar a todo lo que somos. 





A los que pensamos que a través de la Música todo es más fácil, y el roce de la piel con las notas, una realidad.

Odetta Holmes (La Voz De Aquellos A Quienes No Dejan Hablar)





Etta James... Espíritu Libre




Música... Y Algo Más


No quedaba nadie con quien hablar, nadie en quien vaciarse para echar todo lo que la ahogaba, no quedaba nadie desde hacía tiempo, y los rostros que permanecían en el recuerdo se iban difuminando lentamente, pero desapareciendo a fin de cuentas. La Música se había convertido en su compañera inseparable, las únicas sensaciones que la mantenían viva, lo que hacía que su mundo, de alguna manera, aún mereciera la pena. 
A veces recordaba la voz de un compañero de antaño, alguien a quien nunca tuvo en cuenta, uno de esos tipos que pasan por la vida de las personas y no se hacen escuchar, a veces porque dicen verdades como puños, otras veces porque sus incoherencias les hacen parecer sin sentido, un tipo que animaba en cierta manera sus momentos juntos, aunque no le escuchara, pero le oyera charlar de insensateces que a veces la hacían reír, otras pensar, y las más de las ocasiones la hicieran tenerle por un loco simpático. 
Su voz era como la Música que ahora la acompañaba cada día, esos sonidos que de manera imperceptible se meten en tu mente y desde ahí te cubren por completo consiguiendo hacerte vibrar. Un ser que muchas veces la invitó a ¡Vivir!, dejando de lado las ataduras que tenía, un tipo que intentando ¡Vivir! desapareció de la vida, como el sonido de la maravillosa Música que nos lleva cuando un tema llega a su fin.


Otro día más se levantaba para buscar lo que no podía encontrar, aunque desde hacía no mucho tiempo la inspiración de los viejos CD's dejados por ese ser entrañable la ayudaban a salir de la casa cada mañana, encontrando el arranque del vehículo que la llevaba por calles que ya no veía, porque ahora los sonidos la llevaban a los momentos mágicos vividos al calor de una cerveza, de unos temas inolvidables que les hacían llorar de felicidad, que le recordaban a ese tipo que se bebía la vida a sorbos con la Música dentro de su alma. 
Otro día más los coches a los que adelantaba y los que la pasaban eran puntos en el horizonte que no le decían nada, otro día más los semáforos eran el lugar de encuentro de las mismas caras, los mismos rostros... pero desde no hacía mucho, esos viejos CD's la habían hecho ¡Vivir! y a pesar de casi no recordar cómo se hacía, era un comienzo, de la mano de su recuerdo, recuperado entre notas de viejos mitos convertidos en gloria gracias a la magia de la Música. 
Ahora sentía, por fin, que no era otro día más, y la Música  que la bañaba por dentro era su mejor arma para conseguir que no lo fuera, y ahora, con el rostro de ese friki que nunca esperó nada pero que dio hasta la última gota de sus emociones, aparcaba el vehículo y cerraba la puerta esperando las últimas notas de otro de los temas eternos que la empujaban a ponerse el mundo por montera. 


A Alba, con el deseo de que todos sus sueños se hagan realidad.




De Vinilos y Otras Glorias MMCCXXXIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Chocolate Watchband (One Step Beyond) 1969


Tercera entrega de la banda californiana de Psycho, quizás (en lo que a mí respecta no hay quizás sino algo seguro) su canto del cisne, ya que la trilogía que realizaron desde sus comienzos no volvió a ser superada.
En cuanto a lo del estilo, hay algunas voces autorizadas que aseguran que la banda es una formación de Garage Rock, muy al estilo de ciertos movimientos que unían la Música con algunas características sociales de la época.
Puede que en algunos momentos los sonidos de la banda pudieran parecerlo y en instantes más concretos la fuerza y el sonido de las guitarras sí que dan esa sensación de carácter más oscuro y poderoso ataque a los instintos primarios, pero en lo que yo puedo sentir cuando les escucho, especialmente esta época de sus comienzos entre los que está su "One Step Beyond", la Psycho es más que patente, y casi toda su Música se mueve en esa dirección.
Además, la Psycho nunca ha adolecido de fuerza y poder cuando se trata de disparar directo al entrecejo, quizás lo oscuro se le escapa un poco, pero el disco que nos ocupa no tiene tantos pasajes como para pensar en esos momentos underground que se les quiere achacar como estilo definitorio.
Por descontado que las opiniones son lo que son, y salvo disparates atroces (que los hay pero no es el caso) tan válido es en esta cuestión lo que se interpreta escuchando una Música maravillosa como la que llega.
En cuanto a la Música, las guitarras se comen el mundo a base de riff mantenidos y con cambios de ritmo bastante habituales, intercalando de manera muy efectiva eléctricas y acústicas en muchas canciones, consiguiendo un efecto de Rock clásico y a la vez sostenido en un nivel de melodías más calmadas.
Con una voz solvente y una sección rítmica más que aceptable, el disco se disfruta con mucho gusto y pasa sin apenas darnos cuenta.
Disfruta de la Psycho clásica a través de una banda que en lo que hizo en sus comienzos, dejó trallazos de clase y mucha calidad.

Side One:  Uncle Morris;  How ya been;  Devil's motorcycle;  I don't need no doctor
Side Two:  Flowers;  Fireface;  And She's Lonely 

De Vinilos y Otras Glorias MMCCXXXII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Grateful Dead (American Beauty) 1970


Una banda, otra más porque hay muchas, que marcó una época y dejó durante décadas un sello propio e indeleble en la Música.
Este "American Beauty" es su quinto álbum de estudio, y siendo como eran una banda que por época y porque así lo hacían ha sido encuadrada siempre en el Rock y la Psycho más clásica, en este disco se permiten pasear por el Folk Rock y en algunos pasajes del mismo beben de la Música tradicional americana.
Ni que decir tiene que a estos giros dentro de este trabajo ayuda y mucho la calidad compositiva de los miembros de los "Dead", y los conjuntos corales que se marcan en muchos de los temas, más propios (quizás, que de todo hay) de otras bandas y compositores ya arraigados en la historia.
Aún así, el sello de Grateful Dead se nota, las guitarras siguen siendo un baluarte imprescindible del disco, y a pesar de la profusión (comparado con otros discos de la época y sobre todo anteriores) de las acústicas, cuando las guitarras eléctricas se hacen notar, todo el ambiente cambia y el Rock toma de nuevo el silencio.
Un pequeño giro que no desmerece en nada la calidad de lo que entregan, y es que toda la primera época de Grateful Dead es de lo más aprovechable, y hablamos de muchas obras, entre las que se encuentra este "American Beauty", que al que suscribe le gusta mucho más que a muchos, pero además de los gustos y los colores, lo de ser friki de vez en cuando sale sin forzarlo.
El universo "Dead" hay que saborearlo, y este disco ofrece una cantidad de matices enorme, perfectamente creado desde sus composiciones, trasladado a la interpretación con un gusto exquisito y basado en una producción que hace que todo lo que llega merezca la pena.
Si los conoces, genial, de no ser así, es una buena oportunidad para elevarte unos metros sobre el suelo (los motivos para cada uno) y disfrutar de una Música de muy alto nivel.
Jerry García guitarra, pedal steel, piano y voz. Phil Lesh bajo, guitarra, piano y voz. Bob Weir guitarra y voz. Pig Pen armónica y voz;  Mickey Hart percusión. Bill Kreutzmann batería. Robert Hunter compositor.

SIDE ONE:  Box of rain;  Friend of the Devil;  Sugar Magnolia;  Operator;  Candyman
SIDE TWO:  Ripple;  Brokedown palace;  Till the morning comes;  Attics of my life;  Tuckin