miércoles, 29 de abril de 2020
Leyenda III
El último escalón marcaba la señal por donde debía continuar, y como si de un interruptor se tratara, el final de la escalera se convirtió en el último eslabón entre la escapada hacia un universo fuera del alcance de los hombres y lo real, que abandonada en la primera planta del vetusto caserón.
Fue entonces cuando las voces de los eternos quejidos de las entrañas comenzaron a entrelazar temas que me daban la mano para dirigirme hacia la luz que iluminaba una pequeña sala apenas perceptible por las sombras que la rodeaban.
El juego de la luz y las sombras, que me hicieron intuir que lo provocaba una llama surgida de un viejo candelabro, de manera mágica se componían con la Música que seguía haciéndome el amor tema tras tema, entre voces, guitarras, teclados o violines, perfectamente ensambladas para que lo físico y lo mental fueran uno, y poco a poco los metros que me separaban de la puerta de la que parecía surgir todo fueron dando paso a imágenes de tiempos pasados, cuando los músicos se empeñaban en recrear en sus manos todo lo que el intelecto y las notas hacía llegar en forma de sentimientos.
Con el final de un himno eterno perdiéndose en mis oídos, alcancé el marco de la puerta y accedí a la habitación; la magia se podía sentir, el silencio no era más que una parte de todo lo que la Música iba creando, y entre las formas que se peleaban por reflejarse en la pared, la figura de un hombre apoyado en lo que parecía un piano se elevaba hasta cubrir cada rincón de la sala.
El piano cobraba vida y las viejas manos se deslizaban por sus teclas como la más sutil de las bailarinas flotando sobre el escenario. Una inacabable sesión de emociones se apoderó de mí, iba reconociendo cada melodía, cada impulso con el cual mi corazón latía, acoplado a cada uno de los golpes sobre las preciosas teclas negras y blancas que parecían no tener fin.
Tras la eternidad y un día de melodías inmensas, una voz rasgó el silencio, traspasando la memoria y el tiempo, llevándome hasta mi propia vida antes de mi llegada al mundo, con las letras de mi propio epitafio cubriendo el muro de mis recuerdos, dejando el final sin escribir sobre la nada.
La Música seguía sonando, el piano desaparecía de mi vista y las manos acariciaban el aire, cuando unos ojos penetrantes y llenos de vida me miraron, y en medio de ese solo que siempre quieres escuchar pronunciaron mi nombre para aseverar tras él... "he esperado océanos de tiempo para verte, por fin esta Música tiene sentido"
Leyenda II
Permanecí impasible, como si el tiempo y el espacio me hubieran acogido trasladándome a un lugar donde mis sentidos se hicieron uno, y casi al ritmo de la Música que atravesaba mi cerebro, comencé a avanzar por la inmensa entrada que dividía el caserón en dos partes perfectamente simétricas que terminaban en una escalera para acceder al segundo piso.
Tras de mí, la puerta volvió a cerrarse y la Música con la que fui recibido cambió hacia otra en la cual una maravillosa guitarra se empeñaba en hacer que mi piel se erizase cuando las cuerdas de acero atacaban con una sensibilidad exquisita uno de esos solos eternos que el gran Roy dejó para la eternidad.
Toda la planta inferior se encontraba a oscuras, y la única referencia para poder moverme sin peligro era el reflejo de la luz que había percibido desde fuera, por lo que suponiendo que era una guía preparada para mi visita, fui caminando lentamente hasta la base de la escalera, y cuando mis pies comenzaban el ascenso por los escalones, esa mágica conjunción de sentimientos vertidos a través de una epopeya musical en clave de recuerdo a la mente que nunca pudo ser porque sus dominios no eran de este mundo, comenzó a abrazarme con la esencia de una guitarra imposible y unos teclados que recreaban ese espacio donde perderse cuando nada tiene sentido.
Si en algún momento dudé al llegar a este lugar, todo lo que significara temor había desaparecido de mi ser, y supe que la escueta nota aparecida en el bolsillo de mi abrigo con la dirección del lugar y ese misterioso nombre que me requería para conocerme tenía un sentido más allá de la ilógica y enfermiza idea de los lugareños sobre seres que poseían almas a través de sonidos del diablo.
No hubo un intercambio de Música que no fuera el inmenso concepto de infinito que "Wish You Were Here" proponía, y continué subiendo la escalera, despacio, sin prisas, disfrutando de cada nota, cada halago hecho a mis deseos al hacerme este regalo para descubrir algo que se quería que conociese.
Leyenda I
Al acercarme al viejo caserón la primera impresión que me produjo su visión fue la de un escalofrío que me recorrió toda la espalda.
Había imaginado muchas veces cómo sería por los cuentos imposibles de creer de algunos que habían tenido la fortuna, o la desgracia, de atravesar su puerta.
Me detuve tras la verja de hierro forjado que parecía, si es que no era así, la representación de cientos de rostros dejados por el tiempo para formar el cierre de la eternidad, y observé aquella figura fantasmagórica que se erigía delante de mí.
La oscuridad era total, y las formas de lúgubre construcción parecían echarse encima por la sensación de movimiento que las nubes provocaban tras el perfil de piedra. Me adelanté unos pocos metros y percibí, para mi asombro, una luz que salía por una de las ventanas del segundo piso, cerca del límite con lo que significaba el comienzo del tejado.
La luz era tenue, pero servía para dejar entrever ciertos muebles que a modo de estanterías albergaban lo que parecían una cantidad indefinida de discos de vinilo. Creí que las sensaciones de lo desconocido y el propio lugar me estaban jugando una mala pasada, se me hacía difícil creer que ese lugar que por aspecto era lo más parecido a la casa de algún psicópata o asesino en serie, pudiera albergar algo tan emocional y maravilloso como la Música, aunque a decir verdad muchas de las mismas leyendas negras que lo condenaban como un lugar poco recomendable siempre hacían referencia a delicados sones que empapaban las noches cuando el silencio quería hacerse el amo de lo eterno.
No lo pensé más y me acerqué hasta el impresionante portalón de madera de unos tres metros de alto que era la última parada para decidir si continuar o arriesgarte a lo que fuese a venir.
Antes de golpear la madera con la inmensa aldaba que asemejaba una escultura relacionada con el rostro de Apolo en una de sus partes y con Afrodita en la otra, la puerta chirrió como un lamento y al son de una melodía exquisita comenzó a abrirse.
lunes, 27 de abril de 2020
De Vinilos y Otras Glorias MMCCXCIII
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Agamenon (Todos Ríen De Mí) 1975
Aunque sólo sea por la construcción lingüística del título, al menos se debería echar un vistazo para ver qué pretendían estos chicos allá por el año 75, momento de cambios y búsquedas musicales de muchos y variados tipos.
Si uno se lanza a la aventura de escuchar el disco, lo primero que nos encontramos es una brutal entrada Fuzz Guitar en mano que te atraviesa los sentidos sin esperártelo. A partir de aquí, a escuchar y disfrutar de un trabajo que en mi opinión nunca ha sido valorado lo suficiente dentro del panorama musical español, y que creo que merece muchísimo la pena.
Además de esa maravillosa guitarra, que además del sentido ya mencionado de salvaje Fuzz se marca momentos de distorsiones y desgarros de piel sin ninguna mesura, el disco es un tratado de Psycho que abarca tanto la vertiente más Pop del estilo como ese Rock ácido y efervescente que la propia Psycho busca en numerosas ocasiones.
En algunos temas (quizás las influencias de la época se notan en ese sentido) es cierto que el Prog. parece elevarse un poco en la forma de componer, pero es evidente que la fuerza predominante de todo el sonido del disco es esa psicodelia que lo llena todo.
Dos temas cantados en castellano y los ocho restantes en inglés (títulos incluidos en ambos idiomas según toque) y lo que no puede faltar en cualquier disco que se precie y que rezume Psycho por los cuatro costados son las melodías vocales, que en "Todos Ríen De Mí" son excepcionales, con una perfecta conjunción entre las voces masculinas y femeninas que elevan, y mucho, el nivel de los temas.
De todas maneras, los coros y conjuntos corales cuando llegan son maravillosos, pero las voces solistas no desmerecen nada, ya sea en las estrofas que preparan para que todas las voces lleguen como una sola, ya sea en los momentos más intimistas donde sugieren esa caricia en la piel que las palabras cantadas con este nivel provocan.
Un disco para descubrir, perfectamente realizado, con las ideas muy claras y trasladado al vinilo con un gusto exquisito. Lástima que ocurra lo de siempre, que haya que tardar en escuchar pequeñas piezas como esta que valen mucho más de lo que parecen.
cara A: Todos Ríen De Mí; Al salir el sol; Please little man; Happy marriage Eleonor; Send me
cara B: Blow up the candle; Cuco go fly; Happy tuesday; Wooden tears; I need money
domingo, 26 de abril de 2020
De Vinilos y Otras Glorias MMCCXCII
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán (Señora Azul) 1974
Un disco que por ser el primero y dada la poca actividad de grabaciones de los cuatro componentes, se podría considerar casi la obra de los autores y que en mi opinión va ganando calidad y emotividad con el paso de los años, las décadas y la cultura musical que se destila por el universo.
"Señora Azul" se puede considerar un disco de Pop, y no falta razón en este comentario, pero no podemos obviar el componente Folk que las composiciones poseen, y es que la delicada manera de crear de los músicos hacen que esa mezcla se pueda interconectar sin ningún esfuerzo.
Lo curioso es que lo que parece sencillez y algo al alcance de muchos cuando se escucha detenidamente se valora porque esos muchos no han hecho sino copiar, o acercarse en lo que podían, a la manera de componer los temas en esa textura, contando historias que ni de lejos se acercan a los mensajes que "Señora Azul" lanza.
Y es que las letras no tienen desperdicio, en ocasiones como retazos de poesías escritas que acoplan a las estrofas, en otros momentos historias sobre personajes que son flechas directas a los sentidos, con una crítica social mordaz y sobre todo muy inteligente, usando la retranca y el humor negro de manera magistral (lo de "fue tacaño hasta el masoquismo..." es para mirarlo)
No faltan los temas dedicados a los sentimientos, pero también envueltos en la delicada capacidad de los compositores para decir las cosas con mucha sensibilidad a través de metáforas (aún faltaban muchas décadas para que los iluminados y mediocres popes quisieran darnos lecciones de falsa moral y ya se escribían maravillas sobre el amor absoluto como "María y Amaranta")
Por descontado que uno de los máximos valores del disco son los conjuntos corales, ya que en eso se basa la facilidad con la que los temas llegan en un primer impacto, voces que dominan perfectamente los tempos y hacen que las canciones se entiendan mucho más.
Instrumentalmente todo está en su sitio, un poco excesivos (es un gusto personal y punto, no una crítica) los arreglos orquestales, pero en lo referente a lo que los cuatro componentes del combo hacen, salen airosos sin mucho ruido y más que correctamente.
Un disco para disfrutar, que en ocasiones se olvida y no creo que deba dejarse, dentro de un estilo más que definido pero que en conjunto es una gozada, más aún viéndolo hoy en día con la cantidad de "Juglares Fantoches" que pululan por ahí.
José Mª Guzmán bajo, guitarra, flauta y percusión. Rodrigo García guitarra, teclado, violín, flauta y percusión. Juan Robles Cánovas batería, guitarra y percusión. Adolfo Rodriguez guitarra y percusión.
Cara A: Carrusel; Solo pienso en ti; El río; Don Samuel Jazmín; Si pudieras ver; Nuestro problema
Cara B: Buscando una solución; Supremo director; María y Amaranta; El vividor; Señora Azul
De Vinilos y Otras Glorias MMCCXCI
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Errobi (Ametsaren Bidea) 1979
El grupo vasco de Folk Rock Progresivo nos visita de nuevo con el que para muchos es su mejor trabajo. Es cierto que "Ametsaren Bidea" nos muestra una madurez creativa tanto en las composiciones como en lo instrumental que podría superar al resto de su obra, pero no es tan diferente a lo creado por el grupo ya que el concepto y la idea a transmitir por Errobi sigue siendo el mismo.
En lo que no creo que quepa duda es que a finales de los setenta habían hecho suya esa manera de transformar la Música tradicional vasca con otros estilos alejados completamente de esas tradiciones ancestrales y cerradas por lo geográfico, y consiguen aunar en un alarde de capacidad creativa, cuya demostración más extrema es este disco, esas mismas raíces profundamente implantadas en el terruño con el Folk Prog. y (lo más loable y difícil de conseguir) con el Rock Prog. que en ocasiones no desmerece de auténticas obras desarrolladas musicalmente en otros lugares alejados en lo emocional.
Disco de desarrollos inmensos, salvo la preciosa introducción instrumental "Alboka" que en sus 2'51'' parece la puerta de entrada a esos conceptos musicales que el vinilo ofrece; a partir de aquí, Errobi se propone hacernos llegar varios episodios en clave de Música que se desliza sin pudor por los entresijos del Progresivo, lo tradicional de una tierra y las palabras labradas a fuego en el lenguaje de sus ancestros.
El euskera como medio sirve para situar toda la obra, y a partir de aquí la Música toma el mando. La barbaridad instrumental que cierra la Cara A del disco y que le da nombre, "Ametsaren Bidea" es una epopeya en clave de Folk Rock Progresivo donde todos los instrumentos se dan un festín, con guitarras eléctricas que desoyen los cánticos más pausados de las acústicas y se lanzan furiosas entre momentos de cabalgadas y saxofones cubriendo los espacios. Cambios continuos y pausas que hacen reflexionar mientras la voz vuelve a invitarnos a una zona geográfica concreta para volver a lo instrumental y terminar los 17'40'' del tema.
En la Cara B otras dos jams ("Andere" con sus 13'30'' y "Oraino" de 6'59'') cierran la historia a través de la cual Errobi deja su sello y termina por subir el escalón que le permite establecerse en otro nivel musical, en este caso de manera más que brillante.
Un disco para aprender ciertas cosas, congratularse por otras y disfrutar del Prog. de este país cuando aún las ideas se dejaban desarrollar de manera libre y emocional.
Beñat Amorena batería y voz. Mikel Ducau guitarras, teclados y voz. Anje Duhalde guitarra y voz. Mikel Halty bajo.
sábado, 25 de abril de 2020
De Vinilos y Otras Glorias MMCCXC
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Miguel Ríos (Al-Andalus) 1977
A Miguel Ríos se le podrán achacar muchas cosas, pero que durante una época intentó hacer lo que era más difícil en vez de seguir la senda fácil del Rock, eso es algo plausible y que no muchas veces se le ha reconocido.
"Al-Andalus" es un disco tan atípico como lógico en su carrera. En una época en la que todo iba cambiando y parecía que podían llegar todas las opciones a la Música de este país, este granaíno de pro se marcó un trabajo que es tan evidente como (en mi opinión) maravilloso por lo sorprendente.
Un homenaje a su tierra en clave de obra conceptual (aunque nunca se haya dicho) que es un recorrido por lo que siente más allá de su propia faceta como músico y que se nota le hace derramar más emociones de las que hasta ese momento había desparramado por los escenarios y los vinilos de estudio.
En algunas ocasiones se ha tildado al disco de un sucedáneo de Rock Andaluz (término que apareció con la obra magna de Triana dos años antes) pero creo que esto es un error. "Al-Andalus" en un canto al Progresivo más instrumental y descarado, eso sí, con ciertos aspectos que mezclan la Música de sus orígenes, de su tierra y las reminiscencias árabes que eso conlleva (la brutal y maravillosa "Azahara" es un compendio de tantas cosas que asusta)
A partir de aquí Miguel Ríos se aleja un poco de ese Rock tan reconocible que hacía para zambullirse de nuevo (su anterior trabajo es una obra de arte y no se le ha reconocido jamás) en una idea ajena a la lógica como artista pero lógica cuando se tienen inquietudes y se quieren descubrir nuevas formas de expresión a través de los sonidos.
Musicalmente el disco se sostiene solo porque los músicos que acompañan al cantante son fantásticos y capaces de captar esa idea de Música que se va alterando a lo largo de los siglos desde paisajes y épocas de convivencia entre culturas. Es así como la base de teclados y orquestación provoca una profundidad enorme mientras los contraritmos y las galopadas nos llevan por terrenos de ilusiones y fantasías.
Un disco que no será la joya de la corona, pero por supuesto ni tan malo como han querido hacer ver algunos popes de las palabras fáciles, sino más bien una idea que se expresa en lo que es, y eso es mucho y bueno.
Cara A: Al-Andalus; Azahara; Un día en Mojacar
Cara B: Balada de la alondra y el gavilán; El cinco a las cinco; Guadalquivir; La blanca oscuridad
De Vinilos y Otras Glorias MMCCLXXXIX
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Leño (En Directo) 1981
Si nos ceñimos a algo tan elemental y maravilloso como el Rock clásico, con todo lo que representa cuando un Power Trío se enfrenta a él y lo hace reventar, Leño merece un lugar destacado en esa nueva hornada de músicos y grupos que a finales de los setenta nacieron en la Música de este país.
Desde luego, las largas jornadas alrededor del viejo tocadiscos en mi cuarto con los amigos siempre incluían algo de Leño, y algunos de sus temas son himnos en mi memoria de adolescente que se quería comer todo.
El disco que nos visita, este "En Directo" que en algunas cosas me apasiona y en otras me deja un poco a verlas venir (hace ya cuarenta años que veo venir algo y no sé qué es) es uno de esos momentos que me permiten soñar y a la vez pensar en el por qué de quedarse a medias.
Que es un disco sesgado creo que no hay duda de ello, porque en esos momentos un trabajo en directo de Leño daba para mucho, y no para 36 minutos que no dicen mucho o casi; una pena porque la energía de la banda se queda un poco colgada, y eso es inadmisible. Por otro lado Leño ha sido y será siempre un Power Trío con todas las de la ley, y en directo (les pude ver en varias ocasiones) eso lo llevaban hasta las últimas consecuencias, por eso el despliegue de invitados (salvo en un par de temazos) creo que están de más, y ahorrarse la horripilante voz chillona de Doña Luz hubiera sido un detalle.
La parte más Leño y donde los tres miembros se lanzan a tumba abierta es lo mejor del álbum, y muy bueno, además incluye varios de esos himnos inmortales del Rock español que siempre van a estar ahí para los momentos de recuerdos imborrables.
En lo que no me llama tanto, una pena, en lo demás, un directo de una banda de Rock que era puro fuego, y que además ayuda con un sonido tremendo que te mete en el espectáculo.
Quizás eso de parecerme sesgado me limita cuando vuelvo a él, pero jamás dejaré de escuchar crujidos como "Todo es más sencillo", "Mientras tanto", "Entre las cejas" o "Maneras de vivir" porque son parte de mi historia y en este "En Directo" suenan a algo eterno.
Rosendo guitarra y voz. Ramiro batería. Tony bajo y voces. Teddy Bautista teclados y voces. Manolo Morales saxo. Luz Casal, José Díez y Jaime Asua coros.
Cara A: Sí Señor, Sí Señor; Cucarachas; Todo es más sencillo; El Tren
Cara B: Mientras tanto; Entre las cejas; La noche de que te hablé; Maneras de vivir; El Oportunista
A Pedro, por los viejos y maravillosos tiempos
De Vinilos y Otras Glorias MMCCLXXXVIII
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Bloque (El Hijo Del Alba) 1980
El grupo que me abrió los ojos a la Música de este país cuando escuché su presentación allá por el año 78, con catorce años aún y creyendo que todo era posible.
Bloque es un sueño en sí mismo, porque intentó mantener viva la llama de una Música, el Prog. que en este país había dado absolutas maravillas en los setenta y que iba diluyéndose poco a poco. A partir de esa idea y de la creencia de los músicos en ella, durante más de media década fueron de lo mejor (o lo mejor ¡¡qué joooooooooé!!) y más reconocible de esta piel de toro que suele empeñarse en joder (y muy bien por cierto) lo que tiene visos de ser bueno.
"El Hijo Del Alba" sigue una línea que se identifica con la Música y el concepto de Bloque desde la primera nota, con esa ensoñación instrumental llamada "Poemas de soledad" y que abre la puerta a todo lo que el disco te ofrece.
Ajenos en sus conceptos de mensajes de la denuncia social y política, las letras del disco vuelven a rozar la poesía en estado puro, basándose sobre todo en el universo como concepto del todo que nos envuelve y que nos hace ser.
Bloque siempre ha sido un grupo de músicos solventes, que de lo compacto hacen virtud, y en este trabajo no fallan a la hora de conseguir un sonido que llega de manera global en todos los sentidos, con unos teclados absorbentes y que envuelven toda la estructura de las canciones, por las que campa a sus anchas la guitarra, siempre protegida por una base rítmica brutal y poderosa.
En un disco en el cual lo instrumental se antepone a cualquier otra cosa, los arreglos de cuerdas y orquestales merecen una mención, ya que sin quitar protagonismo alguno a lo que es el grupo, apoyan de manera efectiva (y se mezclan con ellos en ocasiones) los sonidos de la banda.
Un disco, otro más, de un grupo que fue un soplo de aire fresco en la Música de finales de década optando por algo en lo que ya casi nadie creía, y que nos trae una maravillosa conjunción de ideas y formas para hacer de la Música algo que permite viajar en los sueños.
Juan Carlos Gutiérrez teclados y voz. Juanjo Respuela guitarras. Sixto Ruiz guitarra y bajo. Tivo Martínez batería. Luis Pastor técnico de sonido.
Cara A: poemas de soledad; Alquimista soy; La danza del agua; El Hijo Del Alba
Cara B: Quimérica laxitud; El silencio de las esferas I; La razón natural / El silencio de las esferas II; La elipse / El silencio de las esferas III; Fin y principio / El silencio de las esferas IV; Un hombre nuevo
De Vinilos y Otras Glorias MMCCLXXXVII
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Asfalto (Al Otro Lado) 1978
El segundo trabajo de Asfalto significó un cambio radical en el concepto de Música del grupo y en lo que a mí respecta, el escalón más alto al que subieron.
El Rock urbano con el que se presentaron en su ópera prima dio paso a este "Al Otro Lado", un disco que corría el riesgo de hundirles por los cambios en la formación y sobre todo por el cambio de estilo al cual se aferraron.
Las dos guitarras daban paso a las seis cuerdas y los teclados como base de instrumentos solistas (por cierto que el trabajo de Jorge W. García Banegas en éstos últimos es tremendo y sustenta mucho del nuevo sonido de la banda) y ese mencionado Rock urbano se pierde en lo musical, intentando un acercamiento a un Rock más clásico con eminentes detalles del Prog.
Eso sí, las letras siguen manteniendo una especie de crítica socio política que en ocasiones está muy bien (especialmente cuando usan la ironía o los sentidos ocultos) pero que en otras cae en lo fácil y define una denuncia que no sirve para casi nada.
Musicalmente un disco que se acepta muy bien, con cuidadas producciones de los temas, algunos de ellos realmente poderosos y que trasladan a Asfalto a otra dimensión más ambiciosa, con buscados cambios y giros dentro de los mismos en la mejor interpretación de un Prog. que a finales de década ya había decaído un poco.
A lo que nunca me he acostumbrado (y eso que este "Al Otro Lado" es uno de esos discos que en mi adolescencia me hizo sentir muchas cosas y casi todas buenas) es a que los treinta y nueve minutos y pico del vinilo los soporte a nivel vocal Julio Castejón, porque creo que en esto se queda un poco corto (en ese sentido "Expectativa" y "Al Otro Lado" ayudan por los momentos instrumentales que ofrecen)
Por lo demás, un disco que creo que refleja una parte muy importante de la Música de este país en esos años, cuando hacerla y hacerla bien era un trabajo que tenía en su contra abrir muchas vías que se habían cerrado no hacía mucho.
Para nostálgicos de una época maravillosa, sobre todo si tenías quince años y esto era lo que querías sentir; un disco que a pesar de todo merece la pena para disfrutar.
Julio Castejón guitarras, clavicordio y voz. Jorge W. García Banega teclados y voces. José Ramón Pérez bajo y voces. Enrique Cajide batería, percusión y voces.
Cara A: No estás solo; Mujer de plástico; Expectativa; ¿Dónde estáis?
Cara B: El Viejo; Nadie ha gritado; Al Otro Lado
jueves, 23 de abril de 2020
Un Genio - II
Molestan los adelantados a su tiempo.
Normalmente se les ve como peligrosos adoradores de la mentira y proyectos de brujos que no saben de decencia ni de las buenas costumbres que los zafios, en su condición de eruditos fracasados, suelen proponer.
Como todo genio que se precie, este maravilloso y único autor se trasladó por los tiempos y las épocas para demostrarnos en cualquiera de los siglos, que la condición humana es lo que es, que los caballeros andantes siempre serán perseguidos y tomados por locos y que a la razón, la que no es la escrita por los zafios antes mencionados, nunca la dejarán ser.
Porque el miedo es libre y los que no ven más allá de su nariz no pueden creer en la belleza de la imaginación.
Y como dijo este genio atemporal "la verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua".
59 - 2
LIX - II
¡Qué distinto
es un orgasmo cuando te llega mirando al techo o cuando sucede con la mirada
clavada en los ojos del otro!. No tiene nada que ver un tema musical escuchado
con los auriculares puestos, disfrutando de cada nota, a tenerlo con ese alma
gemela que sabes que siente esa misma nota y mueve sus piernas al ritmo al que
tú llevas tus entrañas.
La hora de la comida, si
puedes mantener una conversación inteligente, se pasa en un suspiro; aún no
sabes si el primer bocado te lo han dado o lo has dado y, sin embargo, cuando
comes solo, en media hora despachas el aburrido tiempo de ver comensales
llevando cubiertos a su boca...
No somos nada
y lo somos todo, quizás sería el equilibrio entre los dos polos opuestos el que
marcaría la diferencia pero nos cuesta demasiado hacerlo. Ser partícipe del
orgasmo, o no estar, o pensar que lo has provocado tú solo, es la diferencia
entre estremecerse con la caricia posterior o desear saltar de la cama para
enjuagarte... lo que sea.
Hablando de lo
importante, en la parte referida al orgasmo y el techo, obviamente cuando una
mujer, ser único en esas situaciones, se arquea con su cuerpo buscando el
infinito pero su cabeza se vence hacia atrás mientras sujeta a su amante para
no perder la realidad de con quién es, está y disfruta..., no dudo de la
autenticidad del momento sublime, mire al techo, se le tornen los ojos en
blanco o... vaya usted a saber.
59
LIX
Quizás mi
Universo es tan limitado como sentirme bien, maravillosamente, en éxtasis… por
escuchar Música, pero quizás mi
Universo es tan ILIMITADO como todo lo que puedo crear partiendo de escuchar Música, Mi Música y recorriendo los infinitos lugares que mi mente puede
visitar.
Hablo con
gente a la que no veo desde hace años, con la que trato sólo por teléfono y
cada vez menos, y todos coinciden en “verme” bien, en notar mi tranquilidad, mi
serenidad… no sé, quizás es la hora de ser lo que nunca había sido, quizás fui
el transgresor de todo demasiado pronto y ahora les toca a ellos, quizás apuré
todo demasiado rápido y ahora estoy rellenando el vaso mientras a ellos se les
acaba, pero es cierto que si soy capaz de emitir esas sensaciones sin
proponérmelo será porque algo destila hacia el exterior, porque lo que ya no
uso son frases ambiguas, palabras a medias, noticias inconexas, voy directo al
grano, a fin de cuentas no tengo nada que perder, no tengo nada que ganar,
simplemente me satisfago a mí mismo.
En algún
lugar, en algún momento, puede que nos encontremos y escuchemos algo de lo que me excita, Mi Música, mi esencia; mientras tanto, la parte del cerebro ya no
tan enfermo que guarda todo lo placentero seguirá anexionando cada momento de placer con las notas de algunos de mis mitos, de mis historias, de todos aquellos que nunca han estado al otro lado del teléfono pero que nunca me han
abandonado, sea cual fuere la situación, a través de los tiempos.
Héroes / Villanos
No queremos héroes, al final se cargan al malo (da
igual vivo que muerto, que para eso tienen licencia) y se llevan a la chica y
encima no importa lo que hagan con ella, que para eso son los héroes, mientras
que los de a pie, los que nos encargamos de mover todo el cotarro pero no
tomamos ni una sola decisión, nos quedamos con las ganas de serlo a falta de
loterías, golpes de suerte y demás engaños para dispersar la realidad.
No queremos héroes, se pasean con sus flamantes uniformes, los mismos que en un alarde de pulcritud nunca se arrugan ni se ensucian, mientras al resto se nos cagan encima las palomas, nos salpican los coches que atraviesan el charco con barro justo cuando vas paseando a su lado o nos echan tierra desde la obra que nunca termina y encima nos insultan por haber pasado por allí.
No queremos héroes, hacen que todo parezca más fácil y así sólo consiguen que nuestro amante nos exija esa dignidad que demuestran en momentos de crisis, hacer el amor tras cargarse a una organización de malhechores que amenazaba el mundo sin mostrar ni una pizca de cansancio, ese gesto altivo que lanzan al jefe de la oficina antes de transformarse en tipos que vuelan, nadan, saltan, ven más allá de los confines del universo y así dejan ciegos al personal ante la realidad cotidiana, el día a día, la dura realidad de sobrevivir en la jungla humana.
No queremos héroes, aunque bien pensado quizás sean la única esperanza para que nuestros sueños se conviertan en realidad, el último espejismo que podemos ver para creer que podemos llegar a realizar lo imposible, llegar a cotas inimaginables, el último eslabón entre la depresión y el suicidio, los últimos rostros en quienes confiar.
No queremos héroes...
Irreal / Imaginación / Irreverente
Nos han acercado tanto a la realidad que ya nada sirve para la evasión; el espectáculo ha terminado porque el show ya es lo cotidiano, lo real, lo mundano… y la imaginación cada vez tiene menos margen para desarrollar los propios sueños.
Vivamos en esa irrealidad que afortunadamente aún nos hace libres, ese espacio infinito (aunque quieran limitarlo) que podemos crear día a día y que termina siendo más puro, más auténtico, más creíble que la propia realidad porque en esencia, la realidad que tenemos es una creación ficticia de quienes quieren tenernos y no dejar que seamos, y en nuestros sueños, en nuestros miedos, en nuestros espacios lujuriosos, somos nosotros.
Cabalguemos a lomos de un caballo alado, bajemos de montañas a mares, alimentémonos con la esencia de nuestros gozos, escuchemos música celestial escogida por nosotros mismos, veamos el blanco y negro de nuestro cine. Seamos aunque busquemos y escudriñemos en lo más profundo de nuestras mentes diminutas pero seamos, porque un átomo del ser humano explotando su esencia más intuitiva es más que todos los pensadores de la falsa moral juntos.
Aún nos queda la intimidad, aún nos quedan los sueños, dejémonos penetrar por ellos.
viernes, 17 de abril de 2020
De Vinilos y Otras Glorias MMCCLXXXVI
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Lou Reed / John Cale (Songs For Drella) 1990
Hacía unos diecisiete años que Lou Reed y John Cale (dos iluminados que crearon lo imposible cuando lo posible no podía creerse) no colaboraban en algún tipo de evento, y curiosamente fue la muerte (inesperada dicen muchos, no me explico lo de la palabreja según y cómo) de su común amigo y mentor Andy Warhol la que les unió de nuevo en este álbum de homenaje, o de canto al surrealismo más extremo si nos ceñimos a las partes diferenciadas de la obra y que los dos músicos tratan como un libro cuyas páginas vas pasando en según qué momento del mismo te encuentres (perspectiva en primera persona de Warhol, que en conjunto es la mayor parte del álbum, ciclos narrativos en tercera persona sobre eventos de su vida y una tercera parte que no son sino sentimientos y comentarios del propio artista narrados por Reed y Cale)
Que todo eso sea así no lo niego porque los mismos autores han dado (digamos) fe de ello, pero al margen de que la creación del álbum y el homenaje sean un solo concepto, lo único cierto en lo que a mí respecta de todo esto es la creación por parte de los dos músicos de un disco inmenso, con una brutal exhibición por parte de ambos de lo que es la creatividad en estado puro y lo que conlleva si la idea es superlativa (como el caso que nos ocupa) y la mente es capaz de trasladarlo para ser escuchado.
Y es que si en lo referente a las composiciones la conjunción de dos mentes lúcidas dan un resultado increíble, en lo musical se permiten una manera de entender el Rock (al margen, o por ello, del concepto de la obra y lo que pretenden) que está al alcance de muy pocos para poder obtener el maravilloso resultado que nos llega.
Lou Reed voz y guitarra, John Cale voz, teclados y viola; a partir de aquí un repaso a esos eruditos de medio pelo que creen en lo minimalista (si es que entienden el por qué del término) para conformar quince temas que son pura esencia del Rock más primario, más visceral y por supuesto más emocionante, la base de casi todas las cosas.
Un disco sugerente, enigmático, emocional y una obra magna del Rock como concepto para expresar y transmitir historias y narraciones en forma sonora.
Un detalle de coleccionista impenitente; la portada es una preciosidad, con los rostros de Lou Reed y John Cale acompañados como un fantasma por el de Andy Warhol que parece abrazarles desde el más allá.
ONE: Smalltown; Open house; Style It takes; Work; Trouble with classicists; Starlight; Faces And Names
TWO: Images; Slip Away; It wasn't me; I believe; Nobody but you; A Dream; Forever changed; Hello It's Me
jueves, 16 de abril de 2020
Sin lugar adónde ir
El sonido del motor de mi moto me indicó que, si
quería, y si la decisión tomada había sido la correcta, ya estaba en marcha.
Realmente no sabía qué hacer, y mucho menos adónde ir, pero cuando un lugar se
te queda vacío, a pesar de sus cientos de miles de seres, de sus edificios, sus
locuras diarias y su podredumbre, lo mejor es no buscar entre los escombros de
los sentimientos, porque es muy probable que termines sepultado bajo un montón
de recuerdos inútiles.
Iba despacio, gustándome en mi conducción,
saboreando la brisa de la mañana que acariciaba mi rostro, observando, a través
de mis gafas, cada detalle de lo que pasaba ante mí, sabiendo a ciencia cierta
que sería la última vez que los percibiría en mi retina.
Habían sido demasiados años, o demasiado pocos,
nunca supe realmente si apuré cada instante o si el tiempo me absorbió a mí,
pero el nexo de unión real y efectivo que tenía con todo mi mundo en aquel
lugar ya no existía, y la vida significaba la nada en cuanto a lo que sentía en
mi alma, algo que no me dejaba margen para seguir.
Abandoné los límites de la ciudad, y el asfalto y
algunas torres de electricidad se convirtieron en mis compañeros de viaje,
buscando las viejas carreteras menos transitadas para poder seguir a mi ritmo,
con mi alma, mi espíritu y lo que viniera. El Sol despuntaba por el horizonte,
y noté su presencia en forma de agradable calor sobre mi cuerpo, por lo que,
aprovechando la cercanía de una gasolinera, detuve todo lo que llevaba, yo y mi
mundo sobre dos ruedas, y me acerqué a tomar una taza de café en el restaurante
que estaba situado junto a ella. La soledad del lugar, y la belleza de todo lo
que le rodeaba, me incitó a disfrutar de cada sorbo del reconfortante líquido,
observando el horizonte, escuchando los sonidos de un silencio que incitaba a
la calma, a que la mente vagara libre, como antes, como hacía demasiado tiempo.
Quedé enganchado con mis ojos mirando al infinito,
apurando cada trago de café de forma instintiva, sentado en al terraza del
local, con el Sol acariciando mi rostro y mi cerebro buscando un lugar hacia
donde ir, ese lugar añorado durante años de búsqueda con quien, al final, nunca
estaría conmigo…
Pasaron por mi mente las imágenes de tiempos
pasados, tiempos llenos de felicidad, compartiendo los momentos con todos los
que intentaron hacerse parte de mi vida, y al final con la única persona que
realmente se atrevió a vivir, a beber de mis instintos, a creer que podíamos
hacer el camino juntos, y que poco a poco fue quedándose en los sueños que
creamos.
De Vinilos y Otras Glorias MMCCLXXXV
Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Elliott Murphy ("12") 1990
No sé si la inspiración para este doble vinilo le llegó a Elliott Murphy por el nacimiento de Gaspard James Murphy, a quien está dedicado el mismo, o que también ayuda el grabarlo en una casa de discos de nombre "Imposible Records", que o ayuda mucho y te saca una obra tremenda, o te la pegas seguro, pero el caso es que tras algún que otro vaivén comercial y sobre todo musical en discos creados en la nefasta década, este "12" fue una vuelta a sus orígenes de calidad y un encuentro con Elliott Murphy como compositor de canciones que narran y cuentan historias de todos los días.
Generoso en la producción de canciones, 25 en total, y en la duración del doble disco, Murphy vuelve a hacer suyo ese Rock callejero tan reconocible, con una gran importancia para las acústicas, que incluso en temas donde parecen no encajar por la intensidad de los mismos, se mueven de manera solvente, y es que el neoyorquino sabe un poco de usarlas y bastante bien por cierto.
No por ello el disco deja de ser un trabajo de banda de Rock, que se acopla a todos los momentos, sean de puro fuego o los más emotivos, porque los músicos que le acompañan, todos ellos unidos al artista en épocas pasadas, saben y conocen el estilo para manejarse entre sus creaciones sin ningún problema.
La verdad es que cuando salió el disco (que por cierto se sacó en CD con menos canciones, otra portada y un extraño tufo de vulgar estafa) me sorprendió la apuesta del doble, jugándosela en la cantidad de temas, pero al escucharlo realmente no sobra nada. "12" es un gran disco de Rock, en algunos momentos del nivel de sus mejores obras de los setenta, y con una mirada hacia el futuro que no engaña.
Un disco para disfrutar del mejor Murphy en su segunda etapa (lo de los setenta era otra cosa) con un giro hacia lo acústico que va haciendo suyo en los mejores momentos y que dejó grabado a fuego para décadas posteriores; en ese sentido "12" es un claro ejemplo del puente que iba cruzando en lo que a su Música se refiere.
Elliott Murphy voz, guitarras, armónica y percusión. Ernie Brooks voces y bajo. Roger Robindore voces y percusión. Toni Machine batería. Art Labriola teclados.
SIDE ONE: The Loser; Sicily; Sacrifice; The Malady & The Medecine; Destiny
SIDE TWO: On Elvis Presley's birthday; Greetings from Sydney; The price I pay; The Epicenter!!!; Mr Coffee; No I... I couldn't touch you; Sun flower
SIDE THREE: Automatic erotic; All the way from Tokyo; Bilingual lover; All that money can do; You're gonna chase lover away; Max's Kansas City; The spider and the honey
SIDE FOUR: The Dolly Sisters; Sad after sex; Something like Steve McQueen; Eliza; Where Is my baby?; Let It Rain
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