sábado, 30 de junio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLXII

Un tipo que entró como un huracán en nuestro "Paseo Por Los Sueños" y que vuelve porque lo que merece la pena nunca está de mas, por lo menos para mí.


Meic Stevens (Gwymon) 1972


Tras su brutal intromisión en el mundo de la Música con su primer trabajo que afortunadamente para nosotros se paseó por este sueño que mantenemos (a veces desconozco el motivo pero ya no lo pregunto) nos llega el segundo eslabón de la cadena de este galés que ya comentamos fue bautizado como el "Dylan Galés" vaya usted a saber por qué, y que en este trabajo, al igual que en el primero derrocha sensibilidad y clase por los cuatro costados.
Decisión drástica la de tomar su lengua madre y hacer un disco en gaélico, en el primer trabajo había alguna pincelada, y así dejar claro su intención, lo que deseaba y quien quiera seguirle pues... eso.
Espectacular trabajo, no puedo comparar porque el primero era una obra de arte, pero este no se queda muy lejos. Tremendo disco de Folk de raíces, con toques un poco psycho que se deja hacer en alguna canción más suave para llevarte a la garganta junto a esa pinta de cerveza o vaso de whisky y degustarlos juntos.
Meic Stevens se sale con la voz, tan suave, tan cálida, tan susurrante que no hay resquicio para lo que no sea soñar cuando le escuchas, acurrucarte a su son y acoplarte a esa guitarra que por la sencillez te lleva donde sea. Amo lo virtuoso, lo que permite salirse de la norma, pero cuando lo fácil se hace arte me parece simplemente mágico, y este tipo lo consigue así.
Paul Martinez en el bajo y Graham Smith en la batería arropan a este trovador del siglo XX que nos envía mensajes en forma de historias, maravillosas composiciones que te hacen sentir cómo podemos evadirnos a pesar (o además) de las palabras en lengua lejana que se van acercando con el timbre de su garganta, su guitarra y el contexto del propio tema.
Suavidad, delicadeza, exquisitez y temas que se te van quedando como un todo arrastrándote a lejanas tierras (en mi caso, obviamente, el que viva por allí no lo debe sentir así) entre extensos paisajes y noches de estrellas al calor de una hoguera.
Doce temas, como ya hemos comentado todos en gaélico, que por algo que se me escapa la nueva edición se ha empeñado en subtitular al inglés en el interior del disco, pero que se siguen como una historia cada uno dentro de la propia historia que este juglar nos transmite, algo simplemente bello.
Momentos de ligera melancolía "Galarnad", ritmos alegres y desenfadados "Traeth Yn obaith", maravillosas historias de desasosiego "Mae'r Eliffant Yn Cofio Popeth" y así hasta completar un decálogo de palabras con mensaje y emociones, todo en uno.
Folk, clase, sensibilidad, emoción... tú eliges, pero si lo pillas, no lo sueltes, se escapa entre los dedos como un susurro.

Side 1:  Shwd Mae? Shwd Mae?;  Brenin Y nos;  Cura dy law;  Traeth Yn obaith;  O mor lan yr oedd y dwr;  Galarnad
Side 2:  Merch o'r Ffatri wlan;  Gwly gwag;  Mynd I weld y byd;  Daeth neb yn ol;  Carangarw;  Mae'r eliffant yn cofio popeth



De Vinilos y Otras Glorias CDLXI

Sin abandonar las Islas, otro paseo por Músicas para todos y por las que el cuerpo se derrite (en mi caso se me derriten otras cosas más) una sugerente forma de hacer lo eterno.


Chicken Shack (O.K. Ken?) 1968


Segundo trabajo de este excepcional grupo de Blues Rock británico que siguiendo a su predecesor, esa joya que se marcaron para iniciar su carrera, no pierde ni un ápice de todos los componentes que le llevan a ser otra pieza maravillosa dentro de esa Música que no puede sentirse si no es con las entrañas.
El grupo aún en estado de gracia, con los componentes que le vieron nacer, especialmente su creador, Stan Webb y Christine Perfect, que en esta obra demuestran todo su talento compositivo repartiéndose la creación de temas inmensos de puro sentimiento.
Stan Webb nos deleita con su técnica a las seis cuerdas, una manera mágica de meterte en los sonidos, con solos absolutamente magistrales, ritmos continuos y riff poderosos que te elevan, además de poner su voz en esa manera tan particular de interpretar.
Christine Perfect se encarga de los teclados, el complemento perfecto para el sonido duro y cortante de Webb, una deliciosa sensación resbalando por las teclas y esa voz dulce que acongoja, una intérprete maravillosa.
Andy Sylvester en el bajo, curtido en mil batallas y un enamorado del Blues, tremendo con su poderosa contención en los ritmos, perfectamente acoplado a ese pegador que no sabe de nada que no sea puro ritmo, Dave Bidwell, sutileza o rompedor por igual, que de eso se trata.
Apoyados por una sección de vientos extensa e intensa, los once temas del disco se van desarrollando en la línea del más puro concierto de Blues, 38'21'' de pura agonía musical desde las tripas de este estilo único para ir enroscándote y enamorándote como sólo la Música hecha con el alma puede hacer.
Siempre lo comento, cuando un disco se puede escuchar casi en cualquier instante y porque te dé la gana, merece la pena, y este "O.K. Ken?" lo permite, con temas tremendos del mejor Blues arrasador "Sweet Sixteen", "Tell Me", "Wanna See My Baby", ritmos enloquecidos y carreras contra el diablo... todo lo que desees para disfrutar de un tremendo disco que te remueva las tripas y te haga enganchar una buena bebida (para gustos...)
Una fórmula que no cansa, más bien al contrario, cada vez me enamora más.

Side 1:  Baby's got me crying;  The right way Is my way;  Get like you used to be;  Pony and trap;  Tell me;  A woman Is the blues
Side 2:  I wanna see my baby;  Remington Ride;  Fishing in your river;  Mean old world;  Sweet sixteen

De Vinilos y Otras Glorias CDLX

Como todo es aprender, y lo que se aprende se debe degustar, algo que está aprendido y en ello voy, degustando aún para que dure, y durará, estoy seguro.


The Incredible String Band (The 5000 Spirits Or The Layers Of The Onion) 1967


Muchas veces con la Música pierdo la noción del tiempo, y The Incredible String Band es uno de esos momentos con los que el tiempo se me pierde, se me escapa, se me va.
Cuando alguien crea sonidos de calidad me resulta de un mérito asombroso, cuando alguien se crea y recrea en su propio universo sonoro me parece de genios, y creo que en este caso es así.
Ya me avisaron de que sería un grupo que me entusiasmaría, me fascinaría... por ser como son, hacer lo que hacen y además estar el que suscribe subido a no sé qué edificio hace demasiado tiempo esperando el OVNI que me devuelva a mi lugar de origen, pero realmente acertaron (también es cierto que iban sobre seguro conociendo mis gustos en esa zona que bordea la cuneta de las carreteras y no entiende de direcciones)
No sé si es por esa anarquía absolutamente genial de sus sonidos, esa contracultura que se respira en sus temas, esa sensación de no saber qué viene en cada instante, pero este grupo escocés, la ISB me fascina, y eso me encanta.
Este "The 5000 Spirits Or The Layers Of The Onion" es su segundo trabajo, cuando quedaron como dúo los dos genios iluminados paridores de la idea, y ya se nota ese mensaje de Folk Psycho en estado puro que envían a los cerebros que pueden y quieren entenderlos.
Un disco maravilloso, genial, intuitivo, con la magia escapando en cada composición, cada nota, arranques de locura perfectamente ensamblada con la "lógica" donde los sonidos van y vienen a su antojo en los tremendos 50'10'' de deleite que va desarrollándose ante nuestros sentidos, y eso es un regalo impagable.
Acústicas que rompen el silencio con el suave rasgar de sus cuerdas, mandolinas que te sugieren, flautas que envuelven, pianos maravillosamente metidos, ese sitar que te lleva a lejanos espacios... todo está en orden en ese caos que es la Música del grupo, y todo sale de sus mentes y llega hasta donde tú quieras.
Una Música para crear sensaciones infinitas, pensar en lo que más te apetezca y recrearla de una forma única, porque nunca da opciones a que la imaginación deje de activarse.
El dúo de iluminados, Robin Williamson (guitarras, mandolina, guimbri, flauta, percusión, voz) y Mike Heron (voz, guitarra, armónica) dos talentos tan opuestos como conjuntados y acoplados en la maravillosa locura de su Música, se hacen acompañar por Licorice McKechnie en las voces, Danny Thompson en el bajo, John Hopkins al piano y el genio del sitar Nazir Jairazbhoy.
Trece temas tremendos, envolventes, mágicos, para un álbum que ya es el punto y partida de lo que fue una historia dentro de la contra historia, un grupo de culto con el cual es fácil perderse y no volver.
La portada... pura psycodelia, absolutamente maravillosa.
Si te atreves, con la ISB tendrás emociones, sensaciones, mucha magia y nada de vulgaridad, toda la revolución del universo metida en su Música, para que escapes en un viaje sin final y no vuelvas a sentir nunca lo mismo, y este genial "The 5000 Spirits Or The Layers Of The Onion" es una demostración de todo eso.
¡¡¡Inténtalo!!! es gratis, y si no llega, simplemente es Música.

Side One:  Chinese white;  No sleep blues;  Painting box;  The mad hatter's song;  Little cloud;  The eyes of fate
Side Two:  Blues for the muse;  The hedgehog's song;  First girl I loved;  You know what you could be;  My name Is death;  Gently tender;  Way back in the 1960s


Dancing In The Moonlight


viernes, 29 de junio de 2012


La brisa acariciaba mi rostro de manera suave, como si quisiera limpiarlo de tantos malos momentos. Sonaba una melodía que llenaba los espacios en silencio, recuerdos de paz sombría, instantes pasados a la vera de un viejo aparato viendo girar los negros vinilos.
Caminaba despacio, no era aún mi momento, y el tiempo se detenía a mi alrededor cuando las notas envolvían el ambiente.

Sentí mi cuerpo elevarse por encima de la propia conciencia, me sabía etéreo, infinito, arropado por mi amante y amiga, asido a ella por el invisible hilo de nuestros propios sueños.
La Música fue haciéndose cada vez más, siendo por encima de todas las cosas, enroscando cada nota para formar una melodía, después el son que me lleva, más tarde el ritmo que empuja a mi alma. Fue todo y no hubo nada que no sintiera a través de ella, por fin escapé a ese universo sin yo mismo, sólo esencia, deseo, ella...

Tom


The Circle Is Unbroken


De Vinilos y Otras Glorias CDLIX

Una Música que sé a ciencia cierta apasiona a más de una que sigue este "Paseo Por..." (no es que seamos muchos, pero los fieles más o menos vamos en una dirección determinada) y que a mí simplemente me sublima.


Ian Matthews (If You Saw Thro' My Eyes) 1971


Seda, quizás sea la palabra que mejor define este monumental canto a la sensibilidad y la belleza hecha Música, porque lo que consigue Ian Matthews con el disco es una pieza de museo compuesta a su vez por pequeños diamantes en bruto que va puliendo con ese talento y la clase que atesora.
Una verdadera delicia que comienza en cada nota aprovechando la delicada voz de Ian, un timbre que te susurra y enamora, una base indispensable para su forma de entender la Música, que desde los tiempos de Fairport Convention ya demostraba. Excelente compositor, las piezas que adornan este álbum son exquisiteces del mejor Folk envueltas en esa sensibilidad que emana de su mente sin ningún esfuerzo.
No tengo ningún reparo en dejarme atrapar por las redes que tiende en los temas que poco a poco van desgranando el disco y que llevan a un universo de magia y delicadeza, caricias resbalan por la piel a poco que tengas el gusto por dejarte mecer entre ellas.
Viejos amigos de Fairport Convention ayudan a Matthews en la creación de esta joya, además de músicos que dejan claro su talento en las composiciones excelsas. Gerry Conway en la batería, la maravillosa Sandy Denny a los teclados y voz, otro de esos que se manejan como quieren, Richard Thompson con la guitarra y acordeón, Pat Donnaldson al bajo, Andy Roberts y Tim Renwick con las guitarras y el propio Ian, además de la voz.
Doce temas de puro Folk, fantasía en estado puro, sensaciones, vértigo por la belleza, un derrame de seda sin pausa, y eso es mucho decir.
Creo que es un disco para escuchar en su conjunto, me gusta todo y las canciones que me llaman más se difuminan en ese conjunto que al final consigue prevalecer, las guitarras acarician, el piano enamora, los coros son una delicia y por encima de todo la sensación de que cada nota encaja con el resto.
Si la Música puede penetrar y arropar como una delicada prenda, este es tu vestido, una experiencia para soñar a través de un músico que cuando quiso estuvo muy arriba.
La portada, en álbum, una foto preciosa de un pensativo Ian ocupando toda la extensión, en el interior otro primer plano y las letras y créditos en tonos casi difuminados.
"If You Saw Thro' My Eyes" una delicatessen para paladares exquisitos, y si no, siempre se puede apreciar el arte en estado puro.

Side One:  Desert Inn;  Hearts;  Never Ending;  Reno Nevada;  Little known;  Hinge
Side Two:  Hinge;  Southern Wind;  It came without warning;  You couldn't lose;  Morgan the pirate;  If you saw thro' my eyes


De Vinilos y Otras Glorias CDLVIII

Un poquito de eso que nos mueve el cuerpo, para que no se diga, que no se me olvidan mis orígenes, lo que me hizo comenzar esta aventura a la que, afortunadamente, no le veo final...


Stray (Stray) 1970


Hard y del bueno de la mano del primer trabajo de este grupo que por desgracia para casi todos (han tenido una legión de seguidores cuando hicieron otras cosas) no repitieron la fórmula de este "Stray", un tremendo disco de Música potente, poderosa y con todos los aditivos para hacer que uno se meta en los rincones más ocultos del alma.
Uno se da de bruces con un sonido descarnado que sólo pretende caerte encima como una losa, y a fe que lo consiguen, composiciones sin un resquicio a la duda, temas directos a los sentidos, composiciones llenas de clase y que se sustentan de una manera fantástica.
Cuatro tipos que se lanzaron a una aventura con un comienzo arrollador, con la voz especial y casi de jovenzuelo en ciernes de Stephen Gadd, tremendo en las subidas. Derek Bromham se encarga de arrancar astillas de ese mástil cuyas seis cuerdas echan fuego, riff sanguinarios y sonidos de pesado viaje a las estrellas. Gary Giles con el bajo y Richard Cole en la batería golpean sin pausa tu estómago para que no te detengas a la hora de saltar con su Música.
Ocho temas duros que conforman más de 45' de Música de la que sólo despiertas muy arriba, y para dejar claras las intenciones el comienzo demoledor con "All In Your Mind", 9'15'' de auténtica batalla contra los sentidos, la guitarra desquiciada, esa voz tan alto como puede y la sección rítmica sin pausa. 
Preciosa la rítmica "Around The World In Eighty Days", furibunda "Move On", el final demencial de dos en uno en esos 8'55'' que son "In Reverse / Some Say" con la que terminan para dejarte suspendido en el espacio.
Un gran disco de Hard, pero si conoces el grupo no te dejes engañar, este disco es otra cosa (afortunadamente) y no defrauda cuando la poderosa Música se te mete.
La portada, una preciosidad, en álbum con las letras troquelas del grupo en la portada que deja ver la foto del mismo al abrirlo. La contraportada con los créditos en letras preciosas.


1:  All in your mind;  Taken all the good things;  Around the world in eighty days;  Time machine
2:  Only what you make It;  Yesterdays promises;  Move on;  In reverse / Some say

miércoles, 27 de junio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLVII

Como ha quedado claro en alguna que otra ocasión, uno de los primeros grupos que me enamoraron y me hicieron creer que la Música iba más allá de lo que realmente nos querían hacer ver.


Barclay James Harvest (Octoberon) 1976


En la impagable discografía de la BJH hay una época que por sí sola se puede grabar con letras de oro, ese período inmenso que abarca más de media década y que no dejaba de extender la magia y la calidad de este grupo maravilloso cada vinilo que salía de sus mentes.
Por muchas razones, que la mayoría de las ocasiones son personales y en este caso no es una excepción, "Octoberon" me parece una obra de arte porque es capaz de unir ese toque Prog. que ellos manejaban tan bien con la sinfonía en estado puro, una exquisitez que desde la primera nota hasta ese monumento en forma de himno con el que se cierra el disco es un prodigio de sensibilidad y buen gusto.
Ni que decir tiene que la BJH es una debilidad del que suscribe, y que aumento en algunos puntos los grados de calor que me produce la buena Música cuando es así, pero el disco es simplemente genial, y a pesar de ser un grupo con detractores y enamorados por igual, creo que en esta obra hay un poco de coincidencia (por supuesto si no te gusta pues punto y basta)
La formación mítica y mágica, con Les Holroyd en el bajo, acústicas, voz solista y coros, John Lees en las guitarras, voz solista y coros, Woolly Wolstenholme en los teclados y voces y Mel Pritchard a la batería.
Cuatro músicos como la copa de un pino, juntos una máquina perfecta en esos temas de ambientes que envuelven absolutamente, una capacidad para crear situaciones que a modo de viaje te trasladan a un universo fascinante, como si te mecieran en los temas sin pausa ni descanso.
A nivel compositivo, lo que siempre caracterizó al grupo, Lees y Holroyd repartiéndose los temas, tres cada uno en este disco y Wolstenholme entregando alguna perla, en este caso la tremenda y monumental "Ra".
Temas largos, eternos, perdidos en la inmensidad de la Música, desarrollos constantes de los instrumentos alrededor de historias de fantasía o demasiado cercanas, siete trallazos directos al alma que componen una obra de 44'53'' donde nada sobra, todo está en su punto, guitarras de riff furiosos en ocasiones, arpegios preciosos, los teclados que te someten, esa batería perfecta marcándote la pauta... y todo para la creación de temas que son en sí mismos pequeñas piezas de museo.
Un disco para disfrutar, tomárselo con calma y llegar donde te lleven tus sueños, aunque algunos, como esa maravillosa sensación llamada "Suicide?" sean un paseo al infierno. 

Side One:  The world goes on;  May Day;  Ra
Side Two:  Rock'N'Roll Star;  Polk street rag;  Believe in me;  Suicide?


martes, 26 de junio de 2012

Pues Eso...

La Ironía no es una Consecuencia, es una Necesidad


Y ya puestos mejor esta Necesidad que la que nos quieren Negar


domingo, 24 de junio de 2012

My God


Viaje A La Duda

Tu camino te conduce al principio absoluto
de una vida tomada a trozos irregulares.
El camino de regreso se desvanece con frío en tu pisada.
Te queda delante lo de siempre, lo aprendido.
El espíritu te abandona como ejemplo de duda firme.
Buscas lo no sabido en lo encontrado. Inútilmente.
Te han marcado el modo y la manera de entender la existencia.
¿Qué tienes? ¿Qué esperas? ¿Qué eres?
Hasta aquí lo aprendido no te vale de nada,
lo conseguido se desvanece en niebla gris,
envolviéndote con su abrazo de duda transformada.




Diego L. "Apuntes Del Interior y Otros Poemas" Extracto
Reproducido con permiso de Vicky

Bruce & Southside


De Vinilos y Otras Glorias CDLVI

Ya que estamos con esos momentos de la Música que nos atrae en ese país vecino, vamos a presentar otro pequeño detalle de esa época gloriosa e irrepetible en el mismo.


Circus 2000 (An Escape From A Box) 1972


Uno de los primeros grupos de la escena progresiva italiana, nacido en Torino, que tras un primer disco con muchas ideas y poco resultado, crearon este segundo intento para inscribir su nombre en la memorabilia de la Música del Bel Paese, con un resultado más que interesante.
El "pero" más acusado por la época en la que se desarrollaban los acontecimientos era la interpretación de las canciones en inglés, aunque curiosamente el título del disco se subtitula en el propio vinilo en italiano y las letras impresas en el mismo también están escritas en la lengua de Dante. Digo el "pero" (que para mí no lo es) porque una de las señas de identidad de la Música en este período era hacer llegar las palabras que envolvían las canciones en su propia lengua, intentando, al tiempo que se bebía de las fuentes de lo mejor, el Prog. Inglés, alejarse un poco con una seña de identidad propia.
Un disco que me gusta mucho, con siete temas que dejan desarrollar la Música a los instrumentos, cuando no la voz de esa garganta maravillosa y dulce llamada Silvana Aliotta se te mete como un espectro poseyéndote, sobre todo en los temas que susurra de una manera excepcional.
Temas que suenan con la estructura típica del progresivo dejando entrada a los distintos instrumentos, como la suite "Need", 8'36'' en los cuales la sección rítmica te lleva hasta donde quiere, y la voz se te mete en las entrañas. Textos susurrados en tonos apocalípticos que crean una atmósfera espectral, maravillosa, como la demostración en ese final del disco titulado "When The Sun Refuses To Shine" que en sus 7'42'' te deja envuelto en una caricia.
Un poco del más allá, o buscándolo, en ese espacio tan particular que es el tema "Our Father", de nuevo con la voz ayudando a crear la atmósfera adecuada y esa guitarra que llama a los demonios...
Cuatro componentes para esta idea, la voz ya comentada de Silvana Aliotta, que además se encarga de la percusión; la guitarra y coros de Marcello Quartarone; el bajo y los coros de Gianni Blanco; la batería y la percusión de Franco Lo Previte.
Como tantos otros grupos, efímero en su producción y su vida musical, dejando este disco que a mi modo de ver es una pieza más que interesante en un panorama especial y particular, un disco para escuchar con gusto y meterse en los entresijos de los primeros compases del Prog. Italiano.
La portada, una preciosidad, en álbum un dibujo espectacular en las dos caras, con un interior bellísimo y sugerente, letras incluidas.

Lato A:  Hey Man;  You Aren't Listening;  Our Father
Lato B:  Need;  When The Sun Refuses To Shine

sábado, 23 de junio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLV

Vamos a dar una vuelta (otra más) por el Bel Paese, para recordar que hubo una época donde no todo era canción popular, populachera y populista, sino clase y Música con mayúsculas.


Buon Vecchio Charlie (Buon Vecchio Charlie) 1971


Vaya por delante que lo inmenso de esta obra es que nunca se ha publicado, al menos cando debía haberse hecho, allá por el año 1971 que es cuando el grupo realizó este tremendo trabajo de puro Prog. italiano considerado un rara avis por todo lo que significa.
Parece mentira que obras como esta ni siquiera vean la luz y mierdas a mansalva (como le gustaba decir a mi padre) nos invadan continuamente, pero es lo que tiene el mundo del arte y lo artístico, entre lo que se encuentra la Música, que demasiadas veces lo bueno ni siquiera es valorado, como creo que es el caso que nos ocupa.
Al margen de la propia época de su No realización, conocemos esta obra por un iluminado que en el año 90 se encargó, a través de una edición limitada, de dar a conocer la grabación, y así ha llegado a nuestros días, para suerte de quienes amamos la Música y lo que merece la pena.
"Buon Vecchio Charlie" es un álbum de Prog. en estado puro, con unas canciones que van desarrollándose en el más sentido estilo de las jams que cuentan historias a través de la Música, con ese planteamiento maravilloso que nos deja la creatividad a través de temas eternos, inacabados, con la sensación de ser nosotros mismos la prolongación de lo que hace el propio grupo, algo que a mí me parece fascinante.
Un disco óptimo, nunca baja el nivel que se impone a sí mismo, con momentos de Rock Prog. y en instantes jazzy por ese saxo que nos deleita con solos maravillosos y dando el toque especial a la Música del grupo, simplemente mágico, especialmente cuando ataca la flauta que gira en el sentido más progresivo de la obra.
Seis músicos que no tuvieron la suerte que quizás debieron conseguir por la calidad de su disco, Richard Benson a la voz y la guitarra, Luigi Calabró a la guitarra y voces, Sandro Cesaroni a la flauta y saxo, Sandro Centofanti en los teclados, Paolo Damiani en el bajo y Rino Sangiorgio a la batería.
El disco es una obra tremenda con tres temas a modo de suites, comenzando la primera cara con una brutal cabalgada llamada "Venite Giú Al Fiume", que en sus 12'06'' deja la impronta del mejor Prog. en esos instantes de desazón por lo que puede venir y no te esperas. La cara A termina con "Evviva La Contea Di Lane" donde el grupo continúa a ritmo de improvisaciones y sin pausa.
Toda la cara B se dedica al temazo "All'Uomo Che Raccoglie I Cartoni", 15'01'' de interpretación tremenda con el saxo y especialmente la flauta recorriendo el universo sonoro, perfectamente cubierto por la banda que se permite lo que le da la gana.
Un disco para degustar, disfrutar y volver al universo del Prog. especial que se hizo en un lugar determinado de una manera única, y si gusta es, simplemente, una gozada.
La portada es de la reedición, la real se pone alternativamente, para que se sepa.




viernes, 22 de junio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLIV

Hablamos de Rock y salen maravillosos artistas que lo han esculpido con su clase. Para mí uno de ellos es este rockero impenitente que viaja con nosotros en este "Paseo Por Los Sueños", y que dure...


Southside Johnny And The Asbury Jukes (Hearts Of Stone) 1978


Parido, amamantado y crecido en las entrañas del Rock'N'Roll, este tremendo músico llamado para todos los que amamos esto de los sonidos Southside Johnny, nació en New Jersey para cantar en los escenarios del mundo, y aunque nunca tendrá (por razones obvias) el reconocimiento de otros grandes vocalistas del Rock, es por derecho una de las voces más representativas del Rock americano de los setenta, en cuya segunda mitad plasmó un puñado de buenos discos que hacen vibrar a cualquiera que disfrute de la Música.
Este "Hearts Of Stone" es su tercer disco de estudio, para el que suscribe el más completo por las canciones que reúne en sus 34'48'' de auténtico Rock'N'Roll, una demostración de buen hacer con esa voz particular y maravillosa que encoge el alma o te hace saltar en cualquier momento.
El pero del artista, su escasa productividad como compositor de canciones, lo suple yendo a lo seguro, dejándose acariciar o tomando en préstamo creaciones de algunos de los más grandes rockeros de la historia, y en el caso que nos ocupa, este disco es el extremo más evidente, ya que de las nueve canciones que lo componen en seis de ellas se puede ver la firma de Stevie Van Zandt, dos de ellas (incluida la maravilla que da título al disco) selladas por el gran Bruce Springsteen, y la que completa el álbum creada al unísono por los tres colegas de Jersey.
Lo mejor como compositor de Van Zandt lo dio en esta época, y su amigo Southside Johnny hizo que sus canciones traspasaran la frontera del papel para ser bramadas en un escenario con la clase y el talento de este croner que maneja el micro como una continuación de su propio cuerpo.
"The Asbury Jukes", esa banda que le acompañó en todos sus momentos gloriosos, compuesta por el tremendo Billy Rush a la guitarra, Kevin Kavanaugh en los teclados, Alan Berger en el bajo, y esa sección de viento característica de un tipo que ama el Soul tanto como el Rock y que se componía de Bob Mucklin y Rick Gazda en las trompetas, Stan Harrison en el saxo junto a Ed Manion y para terminar Richie Rosemberg en el trombón, todos ellos un auténtico show en directo.
Para que la fiesta fuese completa, la batería de todo el disco está a cargo de un tal Max Weinberg y Stevie Van Zandt se encarga de las guitarras y la producción del disco.
Un rockero al que se ha tratado de menos por ser de dónde y con quién, incluso respecto a este vinilo se habló de "el mejor disco nunca editado de Bruce Springsteen" pero creo que es desmerecer la tremenda personalidad de Southside Johnny y su manera de interpretar, personal y única.
El disco es una gozada de Rock'N'Roll para divertirse en cualquier lugar, temazos que te sacan las tripas como esa maravilla "Hearts Of Stone", trallazos directos a las entrañas como la tremenda "Take It Inside" o "Talk To Me", momentos sublimes en "Trapped Again".
En definitiva, un disco para disfrutar de la Música bien hecha, conocer (si es que se le desconocía) a un rockero como la copa de un pino y entender por qué los buenos temas se sostienen cuando alguien que sabe les da su toque personal, vengan de donde vengan.
Si no te mueves al escucharlo, cuidadín, algo va fallando, y si lo tuyo no es el Rock, no pases de las primeras líneas y te evitas todo este lío.


jueves, 21 de junio de 2012

Garry


On The Road Again (Madrid)


No voy a mancillar lo que fueron tres horas y cuarenta y ocho minutos de entrega y delicia musical (lo de los records me lo paso por el forro, todo sea dicho) recordando lo que no debió pasar en el concierto, pero vaya por delante que esta entrada NO está dedicada a los hijos de la gran puta impresentables que se creen que un concierto de Rock'N'Roll es ponerse púas y gritar o joder al de al lado, mediocres de mierda.

Y ahora vamos a lo que interesa, (tras esos 35 minutos de retraso de rigor que sigo sin entender y me niego a aceptar, sea el rigor que sea) o sea, Bruce entregado a una audiencia que debería saber qué pasa cuando uno de los más grandes rockeros de los años setenta y ochenta se pone las pilas con una banda de lujo siguiéndole los pasos.
El concierto de Madrid demostró que él sigue como ya venía estando, sobrado en lo físico, en lo emocional y en las ganas que tiene por lo que Ama, la Música con mayúsculas y en estado puro, pero además demostró que cuando aparecen esos monstruos sagrados que forman el icono llamado "E Street Band" todo se magnifica, y en esta noche todo estalló.
Sintiéndolo mucho no hubo ese toque en la fibra que hizo especial Milano, pero por fin pude excitarme (literal) con un solo portentoso de Nils arrasando las entrañas del personal que aún creemos en esto cuando su guitarra nos llamaba allá arriba y nos retaba a seguir de pie sin derrumbarnos con ese derroche de talento en "Youngstown", o ese riff que te abrasa en las entradas que Bruce le deja.


Por fin escuché mucho y bien el piano de Roy demostrando que esas composiciones que son magia pura necesitan de esas teclas que suenan a gloria cuando los temas eternos de los setenta se te meten en las tripas y te arrastran al infinito, sean en entradas o en solos intermedios que nunca sobran, sobretodo de las manos de este genio que por algo es el profesor.
Y me emocioné encontrando en ese solo monumental e inacabable (alucinante por la sorpresa) de Stevie en esa obra de arte hecha canción que se llama "Because The Night", donde rompieron más de una defensa escuchándola.
Sí, de nuevo la "E Street Band" apareció, y eso ya son palabras mayores, porque desde ese momento todo encaja, todo va a más, todo es la Música de un genio hecha realidad, y así ocurrió.
Hubo toques de fibra por un chaval, amante también de la Música con mayúsculas que no estuvo, con esa entrada en "The River" y ese final aullando al universo de Bruce, simplemente noche en las sombras, luz en la mañana, sonidos en el silencio. Hubo un crack entre cracks que a mí me emociona desde hace décadas acompañando a su Amigo en un temazo de puro Rock'N'Roll, un tal  Southside Johnny y ese "Talk To Me" que me llevó a noches de Rock, Vino con limón y lagos eternos en Augusta Emerita. Hubo homenaje sentido a su Amigo y a los que no están, pero sobre todo hubo mucho Rock'N'Roll, mucho y demasiado bueno, por eso creo sinceramente que Bruce está diciendo adiós a su manera a la banda que es el sonido de su Música, haciéndolo como antaño, cuando no querían ni podían irse del escenario, y creo que lo saben, por eso se están despidiendo también a su manera, con...
El resto fue ese sustento que ahora busca, músicos tremendos dando lo que él quiere, al margen de todo Max y Garry que están tan sobrados que aguantan los temas durmiendo, ese saxo que debe ser pero no es porque los mitos no se sustituyen, aunque el chaval va también de sobrado para arriba, esos coros brutales con un homenaje apasionante al "Soul", el principio de muchas cosas, y ese músico que morirá en un escenario cuando nadie pueda escucharle, seguirle o hacer como él que los sonidos lleguen a las estrellas.
El mundo está podrido, todo se desmorona, mis viejos vinilos me siguen diciendo que hubo un tiempo que... y en Madrid, el 17 de Junio volví a ver el futuro del Rock'N'Roll. Quizás es cierto que un OVNI me dejó en la terraza, que no soy nada normal porque lo anormal es mi jodida esencia, pero con la Música no juego, con lo que me insufla borbotones de vida no tiento a la suerte, y Bruce, a pesar de demasiadas cosas, es Música, y a mí eso me sigue dando...
Primero escucho, después me corro, y ¡¡por dios!! que me he corrido tanto que estoy exhausto, pero con una sonrisa de oreja a oreja simplemente impagable (lástima de foto)


miércoles, 20 de junio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLIII

Un tipo casual, curioso, excepcional, glorioso, magistral o simplemente un músico al cual el Rock'N'Roll enamoró un día y no supo dejarlo. Es un placer traer de nuevo a un genuino artista llamado...


Lou Reed (Transformer) 1972


El neoyorquino de calles oscuras y barrios sin luces dando sus primeros pasos con un disco que marcó lo que fue y es una carrera como músico muy especial.
"Transformer" se convirtió en símbolo de muchas cosas, aunque su idea fuese intentar girar la trayectoria de Reed tras un fracaso comercial con un primer vinilo que a mí me apasiona pero que no caló para nada tras dejar la gloriosa Velvet Underground.
Enamorado del Rock'N'Roll y con un sonido y una manera de componer tan particular como apasionante, Lou Reed se metió en la moda Glam (no sé si por cuestiones comerciales o porque lo sentía así) para dar a luz un soberbio disco que además es seña de identidad del músico, al margen de esas joyas que jalonan su carrera cuando busca algo diferente.
"Transformer" tiene un sonido fresco, llega y encaja a la perfección con la manera de concebir el Rock de Lou Reed, desde la aventura de lo ambiguo que se detecta en la portada y algunos temas del disco hasta los músicos amigos que rodean al artista en esta aventura, especialmente los productores David Bowie y Mick Ronson, que dejan su impronta en la manera de hacer llegar la Música creada.
Todos los temas son de Reed, y aunque ha creado joyas en muchos momentos de su carrera, quizás ese himno que todos hemos tarareado en alguna ocasión, "Walk On The Wild Side" es la seña de identidad de la grabación, particularmente porque es un temazo y por el momento turbulento de su creador en lo personal, aunque acompañan en el vinilo otras joyitas que son de lo mejor de su repertorio, "Perfect Day", "Satellite Of Love" o "Vicious", simplemente mágicas.
El propio Reed se encarga de las guitarras rítmicas, teclados y voces, y por supuesto de la voz, esa particularísima garganta reconocible en cualquier lugar, acoplada a la forma de componer temas a su gusto.
Junto a él el gran Mick Ronson en las guitarras, piano y voces, y no hablo de su categoría porque lo he dicho casi todo todas las veces... un músico genial.
Herbie Flowers en el bajo y John Halsey conforman la sección rítmica, a los que se une en dos magistrales interpretaciones el saxo de Ronnie Ross ("Goodnight Ladies" y "Walk On The Wild Side")
David Bowie a los coros y el gran Klaus Voormann en el bajo ayudan según qué momentos.
El disco es un tratado de Rock'N'Roll, una cadencia que no cesa, ritmos pegadizos, riff que nunca se olvidan y la voz de Reed embaucándote hacia su Música, una verdadera delicia que una vez escuchada encaja perfectamente.
Quizás no lo pretendió, o buscaba otra cosa, pero le salió un disco redondo; los guiños Glam, su desliz hacia lo ambiguo, lo unisexual de todo y lo que rezuma en sí es secundario, importa esa Música que no para de sorprender tema tras tema, hasta dejarte con esa sonrisa en la boca del regusto por lo bien hecho.
Para entender a un grande, amarle u obviarle, un disco realmente especial, y el comienzo de casi todo lo que quiso después.

Side One:  Vicious;  Andy's Chest;  Perfect Day;  Hangin' round;  Walk on the walk side
Side Two:  Make Up;  Satellite of love;  Wagon wheel;  New York telephone conversation;  I'm so free;  Goodnight ladies.


De Vinilos y Otras Glorias CDLII

Bueno, de vez en cuando se me enciende la lucecita y recuerdo esas joyas que nunca me faltan en la memoria y que ahora vienen a mí de nuevo para que aparezcan "Paseando Por Los Sueños", porque son para soñar y mucho más.


Derek & The Dominos (Layla And Other Assorted Love Songs) 1970


Atención, se trata de una joya, un mito de proporciones inclasificables, uno de esos discos que han marcado a todos los que le escucharon, y que ha hecho grande el mundo de la Música por su significado.
"Layla And Other Assorted Love Song" es una obra magna, la joya de la corona de demasiadas cosas, y aunque sus miembros han hecho cosas magníficas que son iguales o mejores, éste disco marcó a sus componentes y a ese invitado de lujo que fue el toque de más para convertirlo en leyenda.
Un excepcional doble vinilo con unos músicos en estado de gracia, la reunión de cuatro portentos y un iluminado más que hicieron posible la fusión del Blues Rock en estado puro, algo simplemente mágico, porque cada surco, cada nota que se escapa de su negro vinilo es una andanada de clase que rezuma Música excelsa por los cuatro costados, y dificilmente se hubiera pensado en esta tremenda obra de no ser por esas circunstancias que se dan sin esperarse o que se buscan y nunca se encuentran, salvo cuando miras donde no debes.
Como ya hemos dicho, uno de los más grandes discos de todos los tiempo, un compendio de temas compuestos por miembros del grupo junto a otras versiones de incunables de gente como Jimmy Cox, Billy Miles, Chuck Willis o Jimmi Hendrix que forman 77'16'' de auténtica delicia musical.
El mítico dúo de guitarras que jamás volvió a repetirse unió al genio de Eric Clapton con su admirado y recordado Duanne Allman, dinamita en esencia, pureza y Música, dos excepcionales guitarristas que durante todo el disco se empeñan en llevar más allá la capacidad creativa, con el cúlmen del famoso punteo en "Layla", un icono de la Música de todos los tiempos.
En los teclados el fantástico Bobby Wittlock, además de hacer coros y atreverse en las acústicas, un músico genial, intuitivo, magistral, que junto a una sección rítmica de ensueño, el tremendo Jim Gordon a la batería y Carl Radle al bajo formaron un grupo irrepetible que hicieron magia en este disco.
Todo en él se engrandece, Los temas tratados como la seda en creaciones de unos inspirados Clapton y Wittlock que van fundiendo el Blues con el Rock en pasajes que entremezclan los estilos sin distorsionar ni un ápice nada de la base histórica de cada uno.
En medio de todo la increíble guitarra de Duanne arrasando, con abrasivos solos y tremendos riff que junto a esa técnica tan especial de Clapton te llevan a un universo de sueños a través de unos sonidos que son pura seda.
Excelsos en las versiones de otros temas, la cumbre del mito la marca "Layla", en sí misma una canción que es historia, pero temazos como "Keep On Growing", los 9'40'' de "Key To The Highway" o esa maravilla titulada "Tell The Truth" son joyas dentro de la joya inmensa que es el propio disco.
No se puede decir mucho más, hay que escucharlo, saborearlo, alejarse de las leyendas urbanas y degustar la Música tal cual de este disco que no puede dejar indiferente, porque todo en él es mágico.
La portada, una preciosa pintura de, se supone... con miles de fotos en el interior de las sesiones de grabación donde se detecta ese feeling que existió para crear esta bomba y una contraportada preciosa.
¡¡¡Disfruta!!! sólo es Música, o nada menos que eso, tú decides.

Side One:  I looked away;  Bell bottom blues;  Keep on growing;  Nobody Knows you when you're down and out
Side Two:  I am yours;  Anyday;  Key to the highway
Side Three:  Tell the truth;  Why does lovegot to be so sad?;  Have your ever loved a woman
Side Four:  Little wind;  It's too late;  Layla;  Thorn tree in the garden



sábado, 16 de junio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLI

Como de eso se trata, vamos a por los mitos, que nos hacen sentir muy bien y además nos dan gustirrinín hablar de ellos, charlar con ellos, escucharles a ellos...


Fleetwood Mac (Mr. Wonderful) 1968


Cuidadín, señores, señoras, niños, niñas y demás especies animales, que nos encontramos con una joya, una de esas piezas de museo que hacen que uno vaya creyendo en la Música, que además piense que todo lo que ocurre es posible y además lo que pueda venir después también.
El segundo álbum de Fleetwood Mac es un tratado de Blues como la copa de un pino, una demostración de la Música que estos británicos amaban y de la culpa que tuvieron (mucha a mi entender) para darla a conocer en el viejo continente, porque en esas épocas los bluesmen del otro lado del océano lo tenían bastante crudo.
Una manera tan especial de hacer Blues por blancos con alma de artistas negros a la hora de interpretar esta Música sublime que adoro, con referencias constantes al gran Elmore James a la hora de tratar esos riff tan suyos; un disco muy especial, grabado en directo en el estudio, a la manera de esos pioneros que sin medios se marcaban auténticas joyas en estado puro, con temas compuestos en su gran mayoría por Peter Green con el manager Clifford Davis y otros temazos de Jeremy Spencer así como un par de andanadas del mencionado y querido Elmore para completar 41'30'' de orgía sensorial en forma de desgarro musical.
La banda (y en este momento uno se pone en pie por lo que pueda pasar) compuesta por cuatro iluminados nacidos para la Música, engendrados en las entrañas del Blues más auténtico y unidos para dar forma a lo que quisieran, comenzando con ese portento, genio y figura hasta que nos deje llamado Peter Green en las guitarras y las voces, demostrando en su garganta las ganas por bramar, llorar, llevar hasta el extremo... y en las seis cuerdas sus dotes para enroscarlas a tu alma.
Jeremy Spencer a la slide, guitarra, voz y piano, otro maravilloso músico que formaba con Green un dueto inigualable a las seis cuerdas y en la manera de entender la Música.
John McVie en el bajo, uno de esos músicos que me tocan la fibra, a la sombra de sí mismo pero dotando a la Música de todo lo que quiere, y suele querer mucho, por eso es un grande de los grandes.
Mick Fleetwood completa el cuarteto de ensueño a la batería, un tremendo personaje con una personalidad arrolladora, más de lo que parece y menos de lo que hace ver a nivel de las histerias que lleva consigo... tremendo.
Poco resquicio para nada, y por si lo hubiera amigos de la banda en una sección de viento que suena a gloria, Steve Gregory, Johnny Almond, Roland Vaughan y Dave Howard. Acercándose ya a lo que sería su banda para convertirse en mito, Christine Perfect al piano.
Doce temazos que nos dejan el regusto por lo auténtico, Blues, Música y alma unidas en cada surco, cada nota que emana por los altavoces, un viaje a lo más profundo que cualquier amante de los sonidos debe degustar para apreciar la base de tantas cosas que más adelante comenzamos a amar como parte de lo que nos lleva.
La portada, en álbum (fundamental por lo que viene) una histeria del gran Mick que nos regala una imagen para el recuerdo, en el interior los créditos y fotos del grupo con el mismo regusto de autenticidad que lo que lleva en Música, y es mucho, muchíiiiiiiiiiiiiisimo.
¡¡Disfrútalo!! no sea que se pierda y un día lo echemos en falta.

Side 1:  Stop messin' round;  Coming home;  Rollin' man;  Dust my broom;  Love that burns;  Doctor Brown.
Side 2:  Need your love tonight;  If you be my baby;  Evenin' boogie;  Lazy poker blues;  I've lost my baby;  Trying so hard to forget.




The Fever


Max


On The Road Again (Milano)


En esta pequeña e involuntaria gira siguiendo a Bruce por estadios diversos (involuntaria en mi caso, en el caso de mi querida musa demasiado corta incluso) llegó el turno de Milano, con el monumental San Siro esperando lo que fuera, y lo que fue se tradujo en uno de los más grandes eventos de Música de los últimos tiempos, y eso dicho para el que suscribe significa que se me heló la sangre en las venas.

Siguiendo con mi habitual manera de entender esto de los músicos, su historia, las histerias, los fans y las groopies, quién y de qué manera, que son cosas que son porque deben ser pero para mí son ajenas a la Música y sus creadores, me dispuse a escuchar y después, si venía a cuento, correrme, de modo que sentado pacientemente en mi estrecho asiento del "Comunale" esperé el regalo de media hora de retraso, bueno 35' en este caso (algo que sigo sin entender) para ver qué pasaba.
La gente ya empezó a irse de varilla cuando aún no había comenzado la Música, por lo que realmente me preocupé pensando que la sordera había tomado mis órganos auditivos, pero no, en pocos instantes me dí cuenta que la teoría "Escucha y después..." se entiende al revés la mayoría de las ocasiones, por lo que dejé que todo se deslizara por mis sentidos, que los sonidos me envolvieran y que esos temas eternos volvieran a hacerme el amor.

Sólo pedía que el show tuviera tantos temas clásicos como hacía poco, que Bruce quisiera otra vez y el resto, pues bueno, lo que fuera.
Dicen algunos entendidos que el músico siempre da todo lo que tiene. En el caso de Bruce no lo dudo ni por un instante, pero lo que no se puede dudar, amén de iluminados y listillos es que para cualquier músico tocar en según qué sitio no es lo mismo, y en eso Bruce no es una excepción. Él Ama la Música, el Rock y a sus seguidores, pero Ama Milano y en especial San Siro, y eso se notó desde la primera nota, el primer latido de su corazón, la primera estrofa que salió de su garganta, porque lo que se hizo en aquél escenario no tenía nada que ver con demasiadas cosas, y convirtió la noche del 7 de Junio en una experiencia casi mística a través de eso llamado Rock que para algunos que vivimos siempre en el filo emocional es simplemente ¡¡Vida!!
El poder de la Música superó todo el entorno, los decibelios subieron a un nivel en el cual todo te abrazaba, por fin sonó claro y nítido desde el primer minuto (salvo algún pitido del micro en tres temas centrales del concierto) las luces sublimes y sin excesos fueron parte de un espectáculo que unió Música, clase, genialidad y por supuesto la imagen de un músico irrepetible, único, sin nada parecido que se entregó aún más de lo que realmente su propio físico le exigía, y eso no es normal.

¡¡Que sí, que sí, que este tipo Ama la Música!! es la leche, algo brutal, tremendo, pero esa ciudad, ese estadio... le tiene enganchado, y a partir de aquí todo es más sencillo.
Desarrollo del último disco y vuelta a las viejas canciones, simplemente sublime, todo encajaba, una tras otra caían y seguían el rastro de la siguiente, temas eternos, historia del Rock, leyenda viva de lo que enamora y te enciende, y en medio de todo aquello la magia se apoderaba del escenario y los músicos iban entrando poco a poco en ese divertimento que tantas veces tienen cuando haces lo que realmente Amas marca tu vida.
Por fin Roy atacó su piano y dio una lección (por eso es el profesor) de cómo llevar el rock'n'roll más clásico a claves de Rock poderoso y potente. Nils siguió sin aparecer, pero esos duetos físicos con Bruce son impagables, como dos niños jugando con sus guitarras. Stevie siguió a su amigo en cada momento, volvió a hacerle esos coros que sólo y exclusivamente él puede hacerle en los temas clásicos que han recitado juntos tantas veces, simplemente genial escucharles, esas dos voces unidas en un micro, y además se marcó varios solos a la vieja usanza ¡¡casi nada!! Garry y Max dieron un recital de poder, y esa batería que parecía decirle a su jefe que no necesita percusión, que él se basta sólo, y ¡vaya que se basta! llevó varios temas él solito, marcando lo que quería, cuando quería y de la manera que le dio... un crack.
El resto de la banda, esa que ahora utiliza Bruce, estuvo a lo que debe (el sobrino de Clarence es que va muy sobrado, de modo que es parte y punto) pero hasta ellos tuvieron más protagonismo y lo sacaron con gusto, con mucho gusto y mucha clase, que es de lo que se trata.

Momentos íntimos, instantes mágicos con esas luces que te transportaban al infinito, y a las dos horas de concierto el rockero de Jersey giró todo y demostró que no era una noche más, porque como antaño tomó el piano, envió la banda a descansar y se marcó una versión de 7' de "The Promise" solo con su voz y su alma entregada a un momento que él mejor que nadie sabía especial.
Tres horas y cuarenta minutos de concierto, bises brutales con clásicos absolutamente inimaginables, el homenaje sentido a Clarence y un músico que no es de este mundo, porque si después de cuarenta años uno llora y se le congestiona la cara delante de sesenta mil tíos entregados de verdad es que algo tiene que le hace especial, y a fe que Bruce lo es, ¡¡qué cojones, claro que lo es!!
Parecía que no quería irse, de hecho creo que era así, la banda ni por un instante le dejó solo, esta vez no, las miradas cómplices con Stevie me llevaron a los 70, Max se reía de puro gusto esperando la próxima y por primera vez en la gira no cerró con el homenaje a su Amigo, era tal la entrega y lo que veía delante de él que se marcó otros dos temas para ya exhausto terminar una noche de Rock que para sí quisieran tantos iluminados, popes y listos de la Música (siento volver sobre esto pero Amo los sonidos demasiado para aceptar las mierdas que nos venden)

"He visto el futuro del Rock'N'Roll" no es una frase, es un hecho, creo que si cuarenta años después lo que sentí puede ser real pocas cosas pueden superar lo auténtico, y la autenticidad de Bruce es tan brutal que todo lo supera.
No sería de la misma manera, pero volví a sentir esa marca de fábrica llamada "E Street Band", escuché músicos fantásticos que ahora están con ellos y por encima de todo San Siro, Milan y el 7 de Junio se convirtió en una de las experiencias sonoras, emocionales y estremecedoras que he vivido allá arriba, en la tierra de los sueños donde sólo la Música me puede llevar, especialmente de la mano de estos tipos que son mis genios, a los que Amo por lo que crean y lo que han podido hacer.

En Milano escuché la Música, me emocioné con ella, me corrí de gusto y sentí que algunos que me han llevado a entender esto y ya no están me susurraban al oído lo que siempre ha sido... magia, esencia, seda.