viernes, 29 de junio de 2012


La brisa acariciaba mi rostro de manera suave, como si quisiera limpiarlo de tantos malos momentos. Sonaba una melodía que llenaba los espacios en silencio, recuerdos de paz sombría, instantes pasados a la vera de un viejo aparato viendo girar los negros vinilos.
Caminaba despacio, no era aún mi momento, y el tiempo se detenía a mi alrededor cuando las notas envolvían el ambiente.

Sentí mi cuerpo elevarse por encima de la propia conciencia, me sabía etéreo, infinito, arropado por mi amante y amiga, asido a ella por el invisible hilo de nuestros propios sueños.
La Música fue haciéndose cada vez más, siendo por encima de todas las cosas, enroscando cada nota para formar una melodía, después el son que me lleva, más tarde el ritmo que empuja a mi alma. Fue todo y no hubo nada que no sintiera a través de ella, por fin escapé a ese universo sin yo mismo, sólo esencia, deseo, ella...

4 comentarios:

  1. A través de ella se puede amar, desear, llorar, soñar.. si la sientes, lo tienes todo.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. La Música manda en mis emociones, es ella la que decide.
    Ahora te toca, ¿y tu?

    ResponderEliminar