domingo, 30 de octubre de 2011



El Ojo que tú ves, No es Ojo porque lo veas, 
Es Ojo porque te ve





El Maquinista De La General (The General)


No soy un experto en cine, bueno, pero ¡¡qué digo!! no soy un experto en nada, así es que me apetece hablar sobre esta película, y no sé si lo haré más, y lo hago como espectador, que eso sí que puedo serlo, y lo que me produjo ver lo que ahora más o menos es como un sueño.
Y digo bien que es como un sueño, porque hace tiempo que no veo esta obra de arte del cine, una película de la que estuve tan enamorado que hasta me ponía en el VHS primero y el DVD después escenas seleccionadas sólo para pasar un buen rato, reírme de la vida, el mundo y de mí mismo.

Que Buster Keaton era un genio está claro, que ha sido uno de los grandes, más aún, pero es que en esta película lo borda, y de qué manera. Ya me parece alucinante verle en un largometraje, más de una hora delante de la cámara con esa cara de palo que no emite ningún gesto mientras el resto de su cuerpo no para quieto, pero es que me parece el colmo de la genialidad hacer de una tragedia de proporciones épicas como fue la guerra civil americana una película de humor en estado puro, ¡¡¡y encima ganan los perdedores!!! es de traca.
Todo es perfecto, el planteamiento, Keaton y el resto de los actores, los contrastes entre las distintas situaciones, que los yanquis sean los malos malísimos, y como centro una locomotora "The General", que es el amor de su vida y por la que se lía más o menos todo. Buster Keaton pone al servicio del humor el amor, la guerra, las relaciones humanas, el ejército, la familia... y se ríe de todo, incluido él por supuesto, con esa ironía y descaro que le hacía único, porque hay que tener mucha guasa en el cuerpo para hacer una película así.

Yo la veo y me parto, ya he perdido la cuenta, pero es igual, esa cara, esos momentos imposibles, las acrobacias de atleta, los movimientos de actores, las estupideces absurdas, todo es humor, y humor a quemarropa, del que te deja hecho polvo, extasiado y con el mono de querer otra dosis, y otra, y otra...
Escenas míticas que no puedo olvidar, y que incluso hoy las recuerdo para poder liberar mi mente de tanta mediocridad como hay en esto, la persecución de los trenes, las caras de incrédulo con esas situaciones imposibles que no se entienden, los troncos en las vías, el puente incendiado, el rescate de su otro amor, los detallazos de estúpida pija de la chica (que encima se llama Annabelle Lee, ¡¡ya le vale!!) sus arrebatos, el intento de enarbolar la bandera sobre la espalda del oficial sudista (mi favorita, porque no doy crédito) la muerte de los francotiradores yanquis (hasta con eso juega y crea humor, con la muerte y la guerra sanguinaria, ¡¡¡es la leche!!!) y por encima de todo la cara, esa faz sin un sólo rictus que me emboba y me hace seguir pendiente de la próxima, que nunca sabes por dónde va a salir.

Buster Keaton era un artista, un genio, y creó algo inmortal, aún sin voz es inmortal, a mí me vuelve loco, creo que hacer reír es un arte y "El Maquinista de la General" (por cierto siempre creí que era un trayecto, o una compañía hasta que vi la escena de la máquina) es arte porque me hace olvidar todo lo que no sea el humor, las risas y el dolor de estómago que me provoca doblarme tanto.
Ojalá que todos tuviéramos esa medicina a mano siempre a punto, un visionado de la película, o esas escenas en concreto y a plantarle cara al mundo un poco más, porque la verdad es que la inyección de adrenalina es tremenda.
Todo es susceptible de ser pasado en clave de humor, la vida es risa y llanto por igual, al menos para mí, pero piezas de museo como esta película sacan lo mejor que tenemos, si se puede reír uno de uno mismo quizás se saque algo en claro, yo lo hago a menudo, me parto el culo conmigo, aunque me gustaría hacerlo más, ¡¡¡cachis!!! se me olvida muchas veces.
Esta película debería ser obligatoria contra las depresiones y la mala leche, es una pasada, el tipo es una locura, ¡y los yanquis los malos malísimos! casi nada.

Supongo que todo el mundo la habrá visto, pero si no es así, es muy recomendable incluso para los que piensan que el humor es dañino (bueno, creo que en especial para esos, por si acaso)




MTB

Charly Blues


Hay gente que tiene un amor en cada puerto, otros y otras una muda de ropa interior en cada casa (por si acaso) y algunos que somos un poco más extraños tenemos, o mejor dicho tengo, porque eso no es algo que se sepa estadísticamente, un lugar donde acariciar viejos vinilos allá en las ciudades que más visito, a las que más viajo o por las que me pierdo de vez en cuando.
Dada mi afinidad familiar, balonmanística y de apasionado peatón por Pucela, cuna de tantas cosas y capital que fue del reino, también me honro por tener un lugar en el cual poder pasar ratos viendo, acariciando, oliendo (es muy importante, no creáis) y escuchando viejos y nuevos vinilos en esta ciudad, un lugar donde me siento a gusto, me pierdo cuando puedo y además la cobertura del móvil no va.
Este singular lugar se llama "Charly Blues", es una tienda de discos (hay más cosas pero lo mío es lo que es) y el tipo que la lleva contra viento y marea, Charly, es otro friki loco y enamorado de la Música como el que suscribe, así es que todo va como debe ir.

Va para veinte años que la frecuento, y ya me vale, desconozco los cientos de discos que he adquirido allí (ni me importa, los reconozco y con eso es suficiente) pero lo que sí recuerdo son los buenos y muy buenos ratos hablando de Música con Charly, nuestros sueños, "zumbaeras" y el decálogo de cómo arreglar el mundo que de vez en cuando rellenamos entre sonidos, Magia y Música, mucha Música.
No hace falta mucho para enganchar con él, su espíritu es como el de los viejos bluesmen, alma negra y sensaciones a flor de piel, y lo que uno no tiene el otro lo va poniendo, y así aprendemos, que es lo que me ha pasado siempre con Charly, que nunca lo damos todo por sabido, sería tan estúpido como necio, y por eso seguimos hablando, de lo que yo aprendo y lo que él quiere, de lo que hay y lo que hubo, de todo lo que nos ha llevado a amar esta pasión que es parte de nuestras entrañas.
Un tipo que entiende la Música como parte de la vida, y que además tiene un lugar donde puede entregar parte de esa vida, por eso me gusta ir por allí, aunque me cueste cada vez más por esta locura de vida que llevamos, pero esos minutos, esa media hora, esa hora que le arranco al reloj antes de la cerveza fría del mediodía cuando doy con mis huesos en Pucela me hacen sentir bien, muy bien, y me merecen la pena siempre.
Clásicos de toda la vida, nuevos momentos de Música, extraños y minoritarios, rock, hard, blues, soul, prog. heavy, sureño, electrónica, new age, sinfónico, R'n'B... todo tiene cabida, porque la Música es infinita, universal, y nunca se sabe todo, y escuchar y acariciar los vinilos mientras hablamos de lo que nos llega, lo que sale o lo que va a venir es algo simplemente mágico, y no se paga con nada.

La última vez que estuve hubo hueco para muchas cosas, por suerte tuve más tiempo, incluso más días (¡¡¡figúrate el atracón!!!) y volvió a ser como antaño, con casi todo en el zurrón sin un guión establecido, a nosotros eso no nos va, o nos sale de dentro, o no funciona, es como un impulso, te viene y comienzas a hablar de ello. Me estaba enseñando un disco nuevo, bueno una reedición de una joya del hard setentero, "Sir Lord Baltimore", y mientras me extasiaba me topé con el "Closer" de los Joy Division ¡¡casi nada!! vuelta a mis 17 años y a uno de esos momentos impactantes en mi historia musical. Yo era muy de Joy Division, me parecían de otro mundo, lástima lo efímero del grupo, pero bueno, a lo que iba, que en Charly es así, estás en una cosa y viene otra, y cambiamos el rollo y ya estamos con la Música negra, que le apasiona, o con esos piratas que son casi inaudibles pero que siempre quedan bien, los conciertos de Zep, Hendrix en 27 sitios tocando al mismo tiempo, ¡¡caray con Jimi, era multifuncional!! va, viene, lo coge, me lo pasa, lo miro, leo, hablamos, escuchamos, seguimos hablando, escuchamos otra cosa... y así hasta que el tiempo, ese medidor de nuestras vidas dice basta.
Por eso estoy bien en este sitio, en "Charly Blues", porque todo es auténtico, él, los vinilos, los posters, la madera de las estanterías, el suelo... todo, hasta el olor es auténtico, ese olor a vinilo y cartón que me encanta, lo que nunca acaba y no pasa, porque esos 30 cms. con surcos están siempre ahí, y siempre seguirán dándonos placer, porque los amamos y así da gusto.

Yo no tengo un amor en cada puerto, ni soy marinero ni me quiere tanta gente, pero esos lugares mágicos donde puedo acariciar los plásticos y las portadas que me dan acceso a la gloria sí que los tengo, sitios donde descanso mi alma, donde el tiempo se me detiene, vuelo con la imaginación y llego donde quiero. 
"Charly Blues" es uno de esos sitios, Charly es uno de esos tipos tan chalados como yo por esta locura que se llama Música, nuestra Música, que hace que te sientas a gusto, bien y cómodo, y eso hace demasiado tiempo que no me pasa casi en ningún sitio.

Cuando los pies no saben dónde llevarme, mi alma siempre les enseña el camino, y la Música, en mi caso, es el lugar donde siempre sé que quiero estar.


A Charly por creer en las Utopías


De Vinilos y Otras Glorias CCLVII

Nos cambiamos en un santiamén dejándonos caer por la vieja Europa, más concretamente hacia "Il Bel Paese" para deleitarnos con una de las mentes más extravagantes y visionarias de su Música.


Franco Battiato (Sulle Corde Di Aries) 1973


Se pueden decir muchas cosas sobre la trayectoria musical de Battiato, pero en lo que nos interesa, es indiscutible que tiene un lugar con letras de oro en la época más brillante y prolífica del Progresivo italiano, porque los comienzos de este singular músico siciliano en la Música, especialmente su etapa en solitario desde el 72 al 75, con cinco obras en su haber, son de un arrollador sentido de la originalidad, plasmada tanto en su personalidad como en su Música.
Por supuesto, en la línea de su extravagante forma de ser y de sentir, el propio Battiato siempre ha repudiado ser parte del Progresivo italiano, pero todo el mundo ha coincidido en incluirle en esta corriente dado el estilo musical que hacía, una de las partes más bizarras y originales del período.
Quizás sus tres primeros discos son la cumbre en su estilo, antes de un cambio radical y conocido por todos, y posiblemente también este "Sulle Corde Di Aries" su obra más completa, un fascinante recorrido sonoro que casi promueve algunas tendencias aparecidas décadas después.
Franco Battiato se encarga de los instrumentos electrónicos, teclados, guitarra, calimba y por supuesto la voz solista, un manejo del VCS 3 fascinante, acompasando siempre esa voz tan peculiar  a su manera de componer. Gianfranco D'Adda en la percusión, al servicio del genio, momentos sensoriales de altísimo nivel en una Música donde los giros constantes implican un ritmo nada convencional. Gianni Mocchetti en la guitarra, mandolina y voz, acompañando en los momentos en los cuales los teclados y la electrónica no absorben el total de las composiciones. Colaboran en el disco músicos que aportan el sonido de saxo, oboe, clarinete, y dos sopranos para los coros, una de ellas cantando en alemán.
El disco se compone de cuatro largos temas, mención especial para la tremenda y enorme demostración musical de "Sequenze E Frequenze", más de 16' de improvisaciones en la línea de la creatividad de Battiato, una sugestiva vuelta a los orígenes como memoria autobiográfica de sus años sicilianos en forma de suite electrónica y acústica, con sintetizadores y mandolina, recordando un poco (según la opinión de algún sector de la Música italiana que comparto) a ese minimalismo del krautrock.
La Cara B se reserva para las otras tres piezas del disco, "Aria" continua la línea marcada en la primera cara, dando un giro radical en los temas "Aria Di Rivoluzione" y "Da Oriente Ad Occidente", dos piezas de Música experimental donde se pueden apreciar (o yo lo aprecio, que para el caso...) algo de Música étnica y fusión electrónica.
"Sulle Corde Di Aries" es un disco fascinante, innovador y brillante, una manera de ver la Música desde el prisma de un artista especial, que llegó con este trabajo a la cumbre de su etapa progresiva, algo para escuchar y, seguro, seguro, no dejar indiferente, porque las fronteras mentales no existen, nosotros las ponemos.



De Vinilos y Otras Glorias CCLVI

Dentro de esta maravillosa visión de la Música que nos ofrecen los chicos que se metían a eso del Prog., un grupo que me gusta mucho, no sé muy bien por qué (como casi nada)


Steamhammer (MK II) 1969


Una de las más originales y especiales bandas del Blues Progresivo inglés, Steamhammer nació como una propuesta a lo que era el maravilloso "Blues Blanco" que tanto y tanto hizo por esta Música en Inglaterra y el resto del mundo, tocado con soluciones melódicas e instrumentales.
Este "MK II" es su segundo disco, considerado unánimemente (bueno, en esto de los gustos, lo de unánime así, así) el mejor trabajo del grupo, una obra sorprendente en la cual ya se dejan caer un poco más desde esas raíces bluseras al progresivo tal cual, aunque sin perder las influencias de todo lo que les vio nacer como grupo.
Cinco músicos forman la banda, Steve Jollife a cargo de los saxos, flautas, voces y clavicémbalo, aportando fantasía e instrumentalidad a los temas, en ese cambio hacia lo progresivo de manera más acentuada. Kieran White como la voz solista, acústicas y armónica, unas cuerdas vocales de profundo poder, un poco diluida por los instrumentos, pero preciosa cuando le toca, con un recuerdo ligeramente folk en ocasiones. Martin Pugh en las guitarras, tanto eléctricas como acústicas, en estas últimas añadiendo ese toque melódico que aparece durante todo el disco. Steve Davy en el bajo y Mick Bradley a la batería conforman una base rítmica realmente maravillosa, que acompaña sin esfuerzo a los solistas y manejan los espacios rítmicos como quieren.
Once temas componen este gran disco, en los cuales las improvisaciones y las demostraciones instrumentales de la banda no se detienen en los más de 54' de duración del mismo, ritmos complejos como en "6/8 For Amiran", solos de flauta y clavicémbalo "Johnny Carl Morton", "Turn Around"; algunas melodías donde la voz se divierte y nos pierde como en "Passing Through" o la exhibición musical, tanto compositiva como instrumental de la tremenda y maravillosa "Another Traveling Tune", 16'09'' de auténtica demostración del talento del grupo, una suite alucinante.
"MK II" es un discazo de Progresivo con mayúsculas, con todos los alicientes de esta maravillosa Música de la mano de unos músicos tremendos, que consiguieron una obra para paladear sin prisa, sin pausa y llegar hasta donde tu mente te proponga. 
Como siempre, depende de tus emociones, pero deberíamos lanzarnos sin red en más de una ocasión, con cosas así merece la pena.

Cara A:  Supposed To Be Free;  Johnny Carl Morton;  Sunset Chase;  Contemporary Chick Con Song;  Turn Around;  6/8 For Amiran;  Passing Through
Cara B:  Down Along The Grove;  Another Travelling Tune;  Fran And Dee Take A Ride;  Blues For Passing People

sábado, 29 de octubre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCLV

Otro cambio de ritmo, así nos siguen los escaladores y no los que van de plano, y nos metemos con una delicia que llena los sentidos.


Spriguns (Revel Weird And Wild) 1976


Una joya del Folk Psycho Progresivo, una de esas obras maestras en las que sientes que todo, o al menos lo que te llega, es perfecto.
Sonidos delicados y perfectos que envuelven en un ambiente realmente maravilloso y que transporta a épocas pasadas con los sentimientos de las notas que te van haciendo suyo a medida que el disco y los temas van avanzando.
La maravillosa voz de Mandy Morton como epicentro de temas cargados de sensibilidad, de dulzura, una guía durante todo el disco. Tom Ling se encarga de esos violines que transportan más allá de lo que escuchas, y las voces que hacen coro a Morton. Dick Powell en las guitarras, voces y teclados, aportando otro de esos toques que hacen la Música del grupo intemporal. La base rítmica, que nos lleva en la mayoría de los temas a escenarios a golpe de ritmo corre a cargo de Mike Morton en el bajo y voces y Chris Woodcock en la batería.
La cara A comienza con la delicada "Trysting Tree" donde la voz de Mandy ya nos mece al ritmo de una melodía encantadora. "Outlandish Knight" nos lleva a modo de marcha, en una composición pura de Progresivo melódico, con constantes cambios de ritmo, al son de violines, percusión y la inefable voz. "Sir Colvin" se te mete sin avisar, con ese piano precioso que comienza y da entrada al susurro de la voz, para dejar paso a la base que nos marca el tempo, otra delicia folk, y esos violines... "Piscie Song" despide la cara con otro de esos paseos añejos, la base marcando el ritmo con el clavicordio dando ambiente y Mandy más relajada y casi riendo, una danza para saltar y bailar.
La cara B nos recibe con "Nothing Else To Do" a golpe de violín, estrofas con miles de palabras perfectamente cantadas y la base marcando, para olvidar todo lo que te atosiga, una delicia. "Hasberry Howard" nos coloca alrededor de una hoguera para escuchar historias de siempre, con ese violín que da paso a toda la banda, un instrumental intenso que engarza con mi favorita, "Lord Lovell", una exhibición coral de Mandy (como si no fuera bastante) y musical de toda la banda, algo perfecto, un tema para soñar, con continuos cambios de ritmo y solos de instrumentos, guitarra, violín, teclados... "Laily Worm" más coros y voces, violines y al infinito. Esta joya termina con ""When Spring Comes In" otro paseo por los sueños que cada uno tenga cuando los sonidos se te meten en las entrañas.
"Revel Weird And Wild" una joya para disfrutar sin concesiones a lo mediocre o vulgar, una obra maestra que te llevará lejos del alcance de lo mundano, una fiesta para los sentidos.


De Vinilos y Otras Glorias CCLIV

Vamos a subir un poco por el globo terráqueo para dirigirnos a esas tierras nórdicas que tanto nos gustan cuando de entregar buena Música se trata.


November (6:e November) 1972


Tremendo Power Trío procedente de Suecia, uno de los primeros de esa tierra que se atrevió a hacer sus obras en el idioma madre de sus ancestros, un poderoso grupo que combina perfectamente el Hard Psycho con partes de Blues, especialmente en los toques de guitarra en una manera de entender la Música que puede recordar en alguna parte a las composiciones de Jack Bruce en su época Cream.
Richard Rolf a la guitarra, un brutal solista con una técnica endiablada, uso del fuzz y wah wah en los solos demoledores, riff pesados cuando de hacer ritmos se trata y una maravillosa forma de tocar las acústicas que en ocasiones, de marea muy original, se doblan con las eléctricas. Christer Stälbrandt se encarga del bajo y la voz, como ya hemos comentado cantando los temas en sueco, y en cuanto a las cuatro cuerdas, una verdadera descarga de poder. Björn Inge es el pegador, tratando la batería con contundencia, acorde a la Música poderosa que practica el grupo, un sentido del ritmo realmente bueno.
Nueve canciones componen este disco que fue el tercero y último del grupo, pesados golpes al estómago en temas que no dejan resquicio, como un bloque sónico que se te cae encima y te aplasta, andanadas de Música pesada, con algunas excepciones para esas acústicas que hacen que se dulcifique todo y la melodía sea la dueña, haciendo incluso que la voz module su manera de cantar o el piano llevando la batuta en algunas piezas como "Sa Svart Att Lamna Dig", preciosa.
Para los que amamos el rock poderoso, duro, pesado y que en ocasiones necesitamos una descarga para sentirnos aplastados, es un disco tremendo, quizás choca un poco escuchar las letras en sueco, pero a estas alturas creo que la inmortalidad y universalidad de la Música deberían estar por encima de estas menudencias que no reducen ni un ápice la única realidad, que nos encontramos frente a un discazo de buen Hard Psycho para escuchar a gusto cuando el cuerpo pide... eso.
La portada, una preciosidad, en álbum, ocupando portada y contraportada una reproducción del cuadro "Gustaf II Adolfs Död I Slaget Vid Lutzen" de Carl Wahlbom's. El interior letras y fotos del grupo y amigos.

Cara A:  Starka Tillsammans;  Februari;  Runt I Cirklar;  Rödluvan;  Sa Svart Att Lamna Dig
Cara B:  Allt Genom Dig;  Jorden Grater;  Kommer Langsamt;  Vannerna De Dyra

De Vinilos y Otras Glorias CCLIII

Coincide la entrada 500 de "Paseando Por Los Sueños", y para ello he elegido una pequeña debilidad que desde que llegó a mis manos sólo ha conseguido estremecerme.


Gnidrolog (Lady Lake) 1972


Maravilloso y tremendo grupo de progresivo inglés, muy reputado en su día pero por desgracia con una vida tan efímera como emocionante. Dos discos en su corta existencia, ambos del año 72, siento este "Lady Lake" su segunda obra, un espectacular conjunto de temazos que forman un vinilo espectacular.
Se trata de progresivo en estado puro, melódico, con composiciones muy elaboradas, siguiendo las pautas y cánones de esta Música para soñar que tanto dio en la época, interpretadas de manera sublime por los componentes del grupo, grandes instrumentistas.
Colin Goldring se encarga de la voz y guitarras rítmicas, un suave susurro que se mezcla entre los instrumentos casi sin sentirse. Stewart Goldring como guitarra solista, suave o arrasador según se requiere, siempre técnico y emocional. Peter Cowling en el bajo y el chelo dejándose sentir en esa base rítmica que lo soporta todo y lleva a los solistas donde ellos quieren, junto a la percusión de Nigel Pegrum que te marca los ritmos de una manera... y además te lleva por esos caminos tan de la mente con su oboe y sobre todo esa flauta que maneja como quiere, genial. John Earle da ese otro toque que requiere la Música del grupo con los saxos y la flauta, que cuando entran simplemente te llenan.
El disco se compone de seis canciones, tres por cara, y salvo dos de ellas, todas siguen el concepto de suite donde se van desarrollando los diversos instrumentos. 
La Cara A comienza con una obra inmensa, "I Could Never Be A Soldier", un tema de 11'36'' con todos los ingredientes Prog. melodía de comienzo con la voz, un bloque compacto de Música hasta que la flauta (tremenda, genial, a lo Ian Anderson) arranca en un solo demoledor, constantes cambios de ritmo y cabalgada final con la guitarra abrasando, el bajo dando réplica... brutal. "Ship" deja 6'44'' de melodías para soñar, un viaje por las historias que cuenta la voz, con los saxos y el oboe arropándole y la sección rítmica dejando los espacios que retoman las acústicas, hasta que el solo de guitarra te rompe el alma, una preciosidad. "A Dog With No Collar" despide la cara, 2'09'' de arpegios y acústica, una maravillosa balada que te transporta a otras épocas, con la voz dándose un festín y el oboe terminando la fantasía.
La cara B comienza con "Lady Lake", una obra de 8'53'' elaboradísima, compleja, con cambios continuos y demostraciones instrumentales de todos, comenzando por el bajo que abre el tema, los saxos le siguen y el oboe se sale, cambio brutal y la guitarra toma el mando con la voz. "Same Dreams" es otra preciosidad a base de piano, oboe, voz delicada... y esta pedazo de obra termina con "Social Embarrassment", que en sus 6'30'' nos deja otra muestra de Prog. puro, con cambios, giros y vueltas sobre una base tremenda.
"Lady Lake", para el que suscribe una joya, un grandísimo disco de eso que nos vuelve locos, y que siga. Si te atreves, sentirás la música por toda tu alma, sólo tienes que lanzarte, y después los sonidos te recogerán.


De Vinilos y Otras Glorias CCLII

Un poquito de rock americano, para ir desentumeciendo músculos y neuronas a cualquier hora del día, que para eso la Música es intemporal.


Mad River (Mad River) 1968


Banda americana de efímera temporalidad, sólo sacaron dos discos, de los cuales, a mi entender, este su primer intento fue el más logrado. 
Tremenda psicodelia con un poder fuera de toda duda, muy influenciados también por el ambiente hippie de la época, movimiento al que eran afines, quizás porque su formación como banda en el instituto tenía mucho de contacto con lo expuesto.
Una guitarra salvaje manejada con furia por David Robinson, autor de los solos que se te meten en el alma. Las voces corales y guitarras a cargo de Rick Bochner, dando réplica en solos a Robinson y acompañando la peculiar y maravillosa voz de Lawrence Hammond, un timbre realmente emocionante, que además se encarga del bajo, la guitarra y el piano. Thomas Manning en el bajo y voces que junto a Gregory Leroy Dewey a la batería forman un bloque tremendo para que todo encaje.
Siete temas componen esta obra, comenzando con la andanada que se te mete en las entrañas, "Merciful Monks", una descarga de adrenalina apoyada por el tremendo solo de guitarra que te hiela la sangre en las venas, y la voz que con su particularidad parece gemir. "High All The Time" se convierte en una melodía suplicante, con la banda a una en cambios de ritmos siguiendo la voz, y tras esta supuesta calma de nuevo la cabalgada de la mano de "Amphetamine Gazelle", la guitarra sin pausa, con solos descarnados, la sección rítmica golpeándote el cerebro, y los gritos al universo de la voz. La cara A termina con "Eastern Light", 7'55'' de un Blues pasado por el sonido del grupo que la convierte en una dolorosa y bellísima composición, donde de nuevo la guitarra se luce (el solo sostenido en notas cortadas es emocionante), la voz llega a su registro más alto y el piano se mete en las estrofas dando la réplica, una pasada.
La cara B no hace prisioneros, comenzando con los 7'20'' de "Wind Chimes" pura psicodelia, juegos de sonidos espectrales hasta que la guitarra comienza un viaje alucinante con la banda tras ella en un solo que emula tierras lejanas, simplemente mágico si te dejas llevar, y cuando da paso a la voz, es como un sueño, acompañada de una flauta que te hipnotiza. "War Goes On" son 12'30'' de fantasía musical, una orgía para los sentidos, mucha psicho y muchas horas pensando en el universo, guitarras, muchas guitarras, pasadas con efectos, poderosa base (especialmente la batería que no para), y de nuevo la voz se va hasta donde quiere, tremendo. El disco termina con la sutil "Hush Julian", 1'10'' que sirve de despedida.
"Mad River", un disco de Música creado en una época donde la inspiración daba mucho de sí, una gran ocasión para meterse de lleno en esos sonidos que no te dejaban indiferentea, realmente mágico.


viernes, 28 de octubre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCLI

Vamos a dar un "Paseo Por Los Sueños" de la mano de nuestra Música, con algo muy especial, porque creo que nos lo merecemos (como casi todo, vaya)


Third Ear Band (Air, Earth, Fire, Water) 1970


Una absoluta joya dentro de los grupos minoritarios del progresivo, icono de seguidores de una Música creada por y para la mente, la Third Ear Band elabora unos sonidos que son un deslumbrante y maravilloso juego de sensaciones a través de la Música creada para que se acoplen a tu alma, realmente una sensación de plenitud con algo que te envuelve en forma de Música.
Con una producción de apenas cuatro años, se convirtieron en santo y seña de una minoría que amaba sus sonidos por la forma de entender la Música, una mágica inspiración que traspasaba la propia idea en su creatividad. Este que traemos aquí, su segundo disco, es posiblemente (a mi entender, por supuesto) su mejor y más inspirada creación.
Tomada como un todo conceptual, la obra se divide en cuatro grandes suites que representan el título del disco, temas instrumentales que juegan con la improvisación creada por los genios que la elaboran y un conjunto como base de todo lo que se va desarrollando sobre ella. Los elementos de las tradiciones antiguas, esto es, Aire, Tierra, Fuego y Agua, sirven como escusa (al margen de ser la guía del disco) para la creación de una ópera que lleva a lo más alto las aspiraciones artísticas del grupo, cuatro virtuosos que unen sus talentos para que los instrumentos aparezcan, en una especie de magia creada por los sonidos, como un todo que te llevan hasta el infinito.
Glen Sweeny en la percusión, Paul Minns al oboe, Richard Coff a cargo del violín y la viola y Ursula Smith con el chelo, son los encargados de esta sinfonía de sensaciones que desde el primer instante te rodea, te cubre y te hace suyo si dejas que tu mente se maneje libre dentro de lo que te ofrecen.
Se puede observar una cierta sonoridad étnica, danza árabe, mediterránea, todo bajo el prisma de la intimidad que sugiere este tipo de Música, que me remonta a momentos de noches en vela escuchando, para uno y su propio placer sensorial, lo que te inspiran los sonidos.
"Air, Earth, Fire, Water" es un disco muy especial, para que tu mente se libere, llegue al infinito y decidas si vuelve o se mantiene por esos mundos donde sólo las sensaciones que la Música te ofrece pueden sentirse.
Para el que suscribe, por si no se ha notado, una joya, una obra de arte con mayúsculas, y como siempre, será muy, pero que muy criticable esta opinión.


De Vinilos y Otras Glorias CCL

Una delicia traer a este grupo que significó mucho para lo que fue el futuro de uno de los más grandes en su estilo, pero todo tiene un comienzo, y este fue...


Skid Row (34 Hours) 1971


Primer grupo importante de ese talento irlandés llamado Gary Moore, que en este trío de Música poderosa, potente y compacta comenzó a forjar su leyenda dándose a conocer como lo que luego fue, un guitarrista excepcional.
Este es el segundo y último disco del grupo, quizás su mejor obra, un trabajo que deambula por una Música rock blues con una descarada y fantástica inclinación progresiva. En algunos temas, no obstante, se van un poco más allá en la dureza compositiva, casi cayendo ya en el Hard Prog. más cercano esto a lo que más tarde fue la Música de Gary.
Por supuesto Gary Moore se encarga de las guitarras y la voz, ya en estado salvaje, cuando no desmadrado en solos inmensos y enormes, riff poderosos y la peculiar voz. Al bajo Brendan Shiels, una auténtica máquina con las cuatro cuerdas, siguiendo los solos de Gary como un solista más, pero en los temas que no requieren de ellos pateando el bajo sin parar, incluso permitiéndose introducciones de su instrumento (la preciosa "Mar" es buena muestra de ello) una auténtica barbaridad, además canta la mayoría de los temas. La batería a cargo de Noel Bridgeman, un pegador excelso que marca los ritmos sin esfuerzo, acoplado perfectamente a los otros dos bestias, formando todos ellos un Power Trío de una contundencia demoledora, y es que cuando los irlandeses se ponen...
Seis temas componen el disco, tres por cara, a modo de suites, temas enormes que demuestran el talento tanto compositivo como interpretativo del grupo. 
"Night Of The Warm Witch" abre el disco con una patada en el trasero, 9'05'' de cabalgada inmensa, la guitarra desaforada en los solos y la sección saliéndose de los surcos. "First Thing In The Morning" es eso, un aguijón para levantarse por la mañana, y la ya mencionada "Mar", un poco más pausada pero con un poderío en los instrumentos realmente enorme.
La Cara B comienza con otro trallazo de 8'51'', "Go, I'm Never Gonna Let You", una pesada descarga de Rock Blues que te cae como una losa, tremendo, dando paso a "Lonesome Still", una pieza casi vaquera llevada de forma sutil con la steel sonando todo el tema. El disco termina con "The Love Story" otra cabalgada para acabar a contraritmo (ojo a la batería que se desmadra) y a toda pastilla, cambios continuos y constantes en la mejor tradición Prog., realmente brutal y genuino.
"34 Hours", poder, fuerza, Música de quilates y un trío que revientan los mejores sentidos, como debe ser.


De Vinilos y Otras Glorias CCXLIX

Ya que hemos cogido el ritmo, seguimos por estos senderos que nos llevan a una Música para soñar, siguiendo la estela dejada por la anterior entrada.


Linda Hoyle (Pieces Of Me) 1971


Tenía que pasar, el pájaro necesitaba volar fuera del nido, sabiéndose la base de todo lo que acontecía alrededor del grupo, y tras el disco de "Affinity" su vocalista y emblema, la maravillosa Linda Hoyle se lanzó en solitario con este disco que es una pieza de museo por muchas cosas, especialmente por la rareza dentro de este estilo Prog. que mezclaba rock y blues por ser una pequeña perla, digamos feminista (el descarado Himno a Valerie Solanas es de traca), del panorama inglés de la época, por la Música que contiene, calidad del más alto nivel, y por ser lo que hizo y punto. 
Realizado gracias en parte al empeño del genial Chris Spedding que se encarga de las guitarras como sólo él sabe hacerlo, con solos descarnados, riff sobrecogedores, siempre arropando al talento vocal de Hoyle, y acompañado de tres músicos más del grupo "Nucleus", John Marshall en la batería, Jeff Clyne al bajo y Karl Jenkins  en los teclados y oboe. 
El disco es una exhibición musical de Hoyle, que se desliza por temas con un toque de voz negra, como la entrada brutal y espectacular de "Backlash Blues", o descarados tonos blancos como la preciosa "Lonely Women". Composiciones que van desde el rock al blues, pasados por esa visión progresiva de esa gloriosa época, temas susurrados "Black Crow" es una delicia, o con el grito en el infinito ("Pieces Of Me") obras acústicas que se combinan con cabalgadas eléctricas poderosas, solos de piano como base para la voz o temas con arreglos orquestales inmensos, como la sensible "For My Darling", todo ello envuelto en un despliegue de talento interpretativo y musical realmente brillante.
"Pieces Of Me" es una maravillosa forma de entender la Música, guiada por la preciosa y única voz de una mujer especial, un discazo para escuchar, disfrutar y reventar de placer (sensorial, o vaya usted a saber)

Cara A:  Backlash Blues;  Paper Tulips;  Black Crow;  For My Darling;  Pieces Of Me
Cara B:  Lonely Woman;  Hymn To Valerie Solanas; The Ballad Of Marty Mole;  Journey's End;  Morning For One;  Barrel House Music


De Vinilos y Otras Glorias CCXLVIII

Ya estamos de nuevo con esto que es el corazón de "Paseando Por Los Sueños", los discos y sus compositores, dando una vuelta por los suburbios londinenses.


Affinity (Affinity) 1970


Grupo inglés de Progresivo que deambulaba por el rock blues en sus comienzos hasta que les debió llegar la inspiración por otro lado y se convirtió en una banda de Jazz Prog. liderada y basada en su sonido por la voz excepcional, melodiosa y preciosa de Linda Hoyle, un talento vocal muy reputado en la época.
Salvo momentos de pesada carga jazzy ayudado por los vientos que incluyen en sus arreglos, el disco es una descarga de melodías que van de la mano de la voz de Hoyle, sobradísima para manejarse por los continuos cambios que requieren los temas del álbum, ayudada en primer plano por el "Hammond" de Lynton Naiff, que se deja llevar por ese peculiar y maravilloso sonido, además del piano, harpsichord y el vibráfono. Mike Jopp se encarga de las guitarras, eléctricas y acústicas, sin muchas alegrías dada la preponderancia de los teclados y la voz, pero los ritmos y riff los lleva de forma genial. Mo Foster al bajo y Grant Serpell a la batería componen el resto del grupo, una sección rítmica al servicio de las composiciones hechas por y para lo ya mencionado.
Nueve temas componen el disco, un recorrido por un sonido que recuerda mucho a partes de la costa oeste americana, eso sí, pasados por ese filtro progresivo que les da un carácter especial.
Temas como "I Wonder If I Care As Much" de los Everly Brothers, en una versión preciosa con la voz delicada y dulce por encima de esos teclados que la cubren, "Coconut Grove" de Lovin' Spoonful" o la tremenda versión de 11'36'' de la maravillosa y versioneadísima "All Along The Watchtower" de Dylan, con el "Hammond" ardiendo, dan una idea de las miras hacia más allá del océano del grupo. 
"Affinity" es un disco de maravillosas sensaciones, más valioso cuanto más tiempo pasa, pieza única del grupo (hay otro que no es sino una recopilación de canciones entre el 68 y 70 titulado "If You Live") y el descubrimiento de una de las voces más sentidas del panorama musical de principios de los setenta, una auténtica delicia.
La portada es una belleza que afortunadamente se ha recuperado, foto con filtros de Hoyle sentada al borde de un estanque que continúa la contraportada y el interior créditos y el grupo.

Cara A: I Am And So Are You;  Night Flight;  I Wonder If I Care As Much;  Mr. Joy;  Eli's Coming
Cara B:  Three Sisters;  Coconut Grove;  All Along The Watchtower ;  United States Of Mind

martes, 25 de octubre de 2011

Axis: Bold As Love

Aprender A Sentir

Todos los recuerdos más antiguos y alegres que vienen a mi mente están relacionados con la música.

Un viaje de dos horas para recorrer los apenas 120 kilómetros que separaban mi casa de la de mi abuela, toda la familia dentro de un 2 Cv siguiendo la letra y la melodía de las canciones que mi padre entonaba con una voz grave y templada.

Este es uno de los recuerdos más nítidos que tengo de mi infancia juntamente con otra escena que para mí era lo habitual en un día de verano: mis hermanos y yo jugando fuera de casa (es lo que tiene vivir en una casa de campo) y la ventana abierta del salón permitiendo que las canciones que vomitaba la vieja radio salieran a la calle y nos acompañaran en nuestros juegos infantiles.

El Dúo Dinámico dejaba paso a Los Brincos, a Peret o Manolo Escobar. Era lo que estaba de moda junto con Antonio Machín y algún cantante o grupo extranjero (no muchos) que se colaba en las emisoras de radio bienpensantes. Canciones de mi infancia que irán siempre conmigo porque representan días de sol, juegos o baños en el río son “Sweet Caroline”, “The house of the rising sun”, “Mammy blue”o “Delilah”.

Poco a poco fueron penetrando en mis oídos temas de grupos por los que mi hermano mayor sentía pasión: Triana, The Who, Pink Floyd, Chicago, The Band… hasta que la música me llegó de la mano de amigos con los que disfrutaba de conciertos, de tardes en bares donde el blues y el jazz eran los reyes. Un compañero de trabajo me presentó a Wim Mertens, por el que siento una debilidad especial ya que me acompañó en mis largas tardes de verano tumbada en la cama, con la ventana abierta viendo caer la lluvia.

Luego el folk llegó a mi vida y comencé a amar la música desde otra perspectiva. Si la música me gustaba, genial, si no me llenaba demasiado, intentaba sumergirme en lo que transmitía e imaginar cómo podía ser la vida de la gente que escribía esa música y comencé a sentir lugares, paisajes, pueblos y sus habitantes.

Hace unos años nuestro querido Agilulfo comenzó a presentarme gente a través de sus obras y fui descubriendo a Bruce Cockburn, Will Ackerman, Pererin, Elliott Murphy, Van Morrison y un largo elenco de gente que llega muy hondo.

Todo iba bien hasta que un día me dio algo nuevo, era una grabación que contenía cosas de Curved Air, Greenslade y Colosseum, entre otros. Seguramente no era mi día porque recuerdo que le mandé un correo diciéndole algo así como “hay que estar muy mal para escuchar esta música” y me respondió diciéndome que “con la música no se puede decir no a las primeras de cambio”. Esperé a que pasara mi mal día y volví a intentarlo. Esta vez fue distinto. Pero no lo dejé ahí. Pasado un tiempo dejé mis preocupaciones fuera de mi mente y ataqué de nuevo (tengo que reconocer que soy muy terca cuando me lo propongo). Si soy sincera, realmente no sé qué es lo que pude escuchar ese día para soltar esa frasecita “hay que estar muy mal…”.

Desde entonces y hasta ahora he vuelto a dar una vuelta de tuerca a mi forma de escuchar la música. No voy a mentir diciendo que escucho todo lo que nos propone en el blog, ya que todavía no he descubierto la fórmula para alargar las horas del día ni la forma de sentirme persona sin dormir mis 8 horas diarias, pero sí que me encanta descubrir las cosas nuevas que nos propone  y creo que he aprendido a escuchar y a sentir la música, un maravilloso mundo con tantas facetas como músicos y oyentes poblamos este planeta.

Aprender A Sentir
Bellas palabras de Clara

lunes, 24 de octubre de 2011

Peter Hammill O La Leyenda De Un Camaleón


Desde hace unos meses, guardo dentro de mi memoria el recuerdo entrañable de uno de los momentos más emocionantes  y una de las experiencias  musicales que más me han marcado hasta hoy. El directo que ofreció Peter Hammill fue como para quedarse inmóvil dentro del asiento intentando dilucidar, si lo que estás escuchando en ese momento sucede realmente, o de lo contrario, se trata de una de esas fantasías a las que uno sucumbe cuando las melodías te llevan al Paraíso de los Sueños…

Pero no… yo estaba allí, las estrellas y los planetas se combinaron para conseguir que aquel día que parecía uno más de tantos,  convirtiera sus horas finales en algo mágico… el concierto de alguien que hasta ese momento era para mí un completo desconocido, me dejaría una huella imborrable dentro de mi alma.
Un enamorado de los sonidos y un gran amigo, me habló de él con emoción, y nació en mí una ilusión por conocer a este genio, además de la oportunidad de dar un paso más en este gran Universo que es la Música. Aun así, no podía ni imaginar lo que se me iba a venir literalmente encima,  supongo que hay que vivir ese momento para saborear en profundidad una gran actuación como ésa, a manos de un fuera de serie como es Peter Hammill.
Y llegó el momento esperado… la  penumbra envolvió las almas de los que allí estábamos y los sonidos iniciales rompieron el silencio respetuoso que siguió a su recibimiento en el escenario. En ese entorno, creo que él supo encontrar la atmósfera apropiada para dar rienda suelta a su arte y se entregó sin reservas para deleitarnos al máximo, una conexión que desde el inicio se palpó en el ambiente;  pero no fui  totalmente consciente de lo que iba a escuchar,  hasta que le tuve frente a mí, cuando los primeros sonidos me arrebataron totalmente el Alma. Cada golpe en el piano, hacía mella en mis entrañas… y supe desde el primer momento que esos sonidos, esas melodías, esa sensibilidad musical, estaban ya fuera de este Mundo.

Ignoro si es posible sentir más que lo que yo sentí, probablemente sí porque la Música son sensaciones infinitas, pero de lo que sí estoy segura es que nada me lo podrá igualar durante mucho, mucho tiempo. Cada melodía me arrancaba algo por dentro, cada pieza era un sueño,  y cada sonido se clavaba en lo más profundo de mi ser. Las notas parecían escaparse desde sus dedos hasta el piano, de sus manos a la guitarra, desde lo más profundo de sus entrañas hasta su voz… Los temas eran sublimes, de auténtico ensueño, música hecha para el directo, y poco a poco el ambiente se volvió intenso, íntimo, delirante, único, no había descanso para las emociones y las mías, en más de una ocasión se encontraron al límite… Se respiraba música, te empapaba, se introducía en cada poro de la piel… aquel era un espacio mágico.
Permanecí  paralizada  en la oscuridad, en mi butaca, rodeada de todo y de la nada más absoluta, la emoción me traspasaba por momentos y todos mis sentidos estaban puestos en esa figura que no dejaba de vibrar, de transmitir todo lo que tenía dentro y que a al mismo tiempo nos hacía estremecer hasta el infinito. Me sentí  flotar… me elevé por encima de todo lo terrenal… y me subí  hasta esa nube, que recorre el firmamento hasta la Tierra de los Sueños.
La Música es así, si te dejas seducir lo hace para siempre, no  hay vuelta atrás.
                                                                                                                                                                                                        A Peter Hammill, por hacerme soñar.


A Mi Amiga, por esta hemorragia de Emociones

domingo, 23 de octubre de 2011

Drive By Truckers

Sintiéndonos Como Antaño (Drive By Truckers)


La primera impresión cuenta mucho, es cierto, pero hace ya muchos años que en el mundo de los sonidos no tengo tan en cuenta esa primera impresión. 
Me volví a encontrar con mi Amigo Pedro, ese alma de guitarrista Hard que aún sueña con un concierto en vivo de los Purple, y le entregué tres Cd's de un grupo, digámoslo así, nuevo. No le comenté nada más, porque aunque no es de los que se dejen llevar por ideas preconcebidas, está ahora embutido en los sesenta y setenta, disfrutando de todo lo que puede y algo más, como yo por otra parte, y no quería que le disturbara eso a la hora de escucharlo.
Nos vimos días después, y en mitad de una conversación que últimamente se está haciendo demasiado habitual, sobre las edades, la vejez y esas historias, volví a insistir en la capacidad que tenemos para sacar provecho de cosas que nos pueden parecer lejanas y que sin embargo nos llegan muy dentro.

Le pregunté por los Cd's, y una sonrisa picarona iluminó su semblante. No había investigado, simplemente se dejó llevar, y me inquirió sobre lo que había escuchado.

- "No podemos ser tan viejos cuando eso nos atraviesa, viejo Amigo, no lo somos"
- "Ya, quizás tienes razón, pero ¿qué es?"

Los sonidos del Sur habían vuelto, no nuestro Sur, sino el que está allende los mares, estos chicos que en el año 1998 comenzaron una aventura rescatando la Música que les apasiona y con la que han mamado, son tan tremendos como para poder hacernos recordar que se puede hacer si se tiene clase, talento y ganas.
En pleno siglo XXI Drive By Truckers ofrecen una Música millones de veces escuchada, sin pretensiones, sin querer superar a nadie, pero lo hacen desde la órbita de quienes saben qué escuchan, y quieren darlo. 
Estos tipos que vuelven a tocar Rock Sureño con sus guitarras y la steel, y esas voces de aguardiente y... son hijos de los hijos de los grandes que nos han enamorado tantas veces, Allman, Marshall, Lynyrd... ¡¡¡madre mía, que pasada de bandas!!! y lo hacen muy bien, tremendamente bien.

Pedro estaba entusiasmado, sabía que el toque actual estaba allí, lo escuchaba en el sonido, la producción, la forma de impactar en los temas, pero esos riff de guitarra eternos, esas acústicas camperas y esa steel que se te mete en el alma eran de otra época, de nuestros queridos y amados sureños, ahora traspasados a chicos como los Drive By Truckers que lo ofrecen desde su propia visión, tras haberlo mamado durante décadas.
No estamos tan viejos, podemos adaptarnos a casi todo porque la Música la llevamos en el alma, y lo bueno no tiene edad, ni distancias, ni fronteras, por eso Pedro engancha su guitarra y es capaz de un riff que estos chicos bacilan en un temazo de su "Southern Rock Opera", un discazo que es casi una declaración de principios, o tararear, entre cerveza y cerveza conmigo la preciosa "My Sweet Annette", un tema del que me dice es el disco que más le ha gustado, ese "Decoration Day" que quita el hipo.
Al final un poco de lo mismo, como casi siempre, lo bueno no tiene edad, nosotros quizás sí, pero la Música que escuchamos no la tiene, seguro. Drive By Truckers nos llega porque son buenos, tremendo grupo sureño que puede deslizarse por lo que hacían sus ancestros, quizás nunca llegarán a ellos, eso es mucho pedir, pero al menos entienden que en el siglo XXI esa Música está tan vigente como antaño, porque si se sabe hacer nunca está de más.

Seguro que Pedro aparcará unos días la Música que le embelesa y dedicará algunos momentos a estos chicos, yo también, me gustan, tienen clase, estilo, saben llevarlo, y no desmerecen, por eso me siento intemporal cuando escucho Música, por eso puedo atravesar las épocas y los años, porque me dejo penetrar por la magia, y eso no puede hacerte viejo, sólo hacerte bien.



sábado, 22 de octubre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCXLVII

Otro toque más de lo hispano, en este caso anterior a ese año tan mágico como maldito para la música de este país, el 75. Algo muy especial, maravillosamente emocional.


Pan & Regaliz (Pan & Regaliz) 1971


Tengo debilidad por este grupo de Barcelona, realmente es así. Me parece alucinante que hicieran este pedazo de disco, que vaya por delante, por contexto, calidad, valentía y temazos me parece una joyita en bruto, en los momentos en los que se encontraban, recién comenzada la época de los setenta, con lo que ello suponía en España.
Un tremendo disco de Psycho Rock Progresivo con todas las de la ley, introduciendo por primera vez por estos lares el uso de la flauta, que además es el instrumento predominante de todo el disco, las composiciones parecen hechas para ella, pero es que suena de maravilla, con una dulzura y una melodía realmente preciosas.
Cuatro iluminados componían esta aventura realmente prodigiosa por lo que era, Alfonso Bou a las guitarras  y voces, cuando se le requiere, realmente solvente, especialmente en los duetos con la flauta o dándole la réplica; las eléctricas para solos cortos y riff muy rítmicos, muy bueno. Arturo Domingo en el bajo y voces, no sólo acompaña, sino que se hace sentir, especialmente en los instrumentales y cuando la banda va lanzada. Pedro Van Eeckhout, batería y percusiones, manteniendo el ritmo para que los otros hagan lo suyos, sin excesos, pero sin quedarse corto. Guillermo París, voz solista, flauta y arpa de boca, el sonido particular de la banda, tanto por la flauta que como hemos dicho es básica en todas las composiciones del grupo, realmente maravilloso como consigue llevar los temas a ese nivel, y por la voz, como si estuviera fuera de onda (flipando, vaya) dejándose ir cuando va recitando las estrofas, todo un número.
Nueve canciones de corte más o menos similar, por encima de los tres minutos sin pasarse, salvo la tremenda "Today It Is Raining" que con sus 9'14'' es la pieza estrella del disco, todo un delirio de sonidos y melodías, y la verdad si eran capaces de hacer ésta hecho en falta algunas más de extensa duración. Un progresivo de corte melódico fácil de escuchar, con la guía de esa flauta que se te mete, momentos un poco jazzys como la instrumental "Thinking In Mary", hasta deslices cabareteros al piano "A Song For The Friends", pero por lo demás un gran Prog. con ese sello tan Psycho que por aquí no sobraba precisamente.
La portada, preciosa, en álbum una foto del grupo tratada en relieve, blanco y negro con un gris que absorbe todo salvo el color del sol; la contraportada los créditos de los músicos y en el interior sobre una foto azul las letras en inglés, idioma en el que cantan, y la traducción al castellano.
"Pan & Regaliz", un disco imprescindible en el panorama del Rock Español, por calidad, historia y Música.

Cara A:  One more Day;  Waiting In The Monsters Garden;  DeadOf Love;  Thinking In Mary;  Magic Colours
Cara B:  A Song For The Friends;  When You Bring Down;  Today It Is Raining;  I Can Fly