sábado, 29 de octubre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCLII

Un poquito de rock americano, para ir desentumeciendo músculos y neuronas a cualquier hora del día, que para eso la Música es intemporal.


Mad River (Mad River) 1968


Banda americana de efímera temporalidad, sólo sacaron dos discos, de los cuales, a mi entender, este su primer intento fue el más logrado. 
Tremenda psicodelia con un poder fuera de toda duda, muy influenciados también por el ambiente hippie de la época, movimiento al que eran afines, quizás porque su formación como banda en el instituto tenía mucho de contacto con lo expuesto.
Una guitarra salvaje manejada con furia por David Robinson, autor de los solos que se te meten en el alma. Las voces corales y guitarras a cargo de Rick Bochner, dando réplica en solos a Robinson y acompañando la peculiar y maravillosa voz de Lawrence Hammond, un timbre realmente emocionante, que además se encarga del bajo, la guitarra y el piano. Thomas Manning en el bajo y voces que junto a Gregory Leroy Dewey a la batería forman un bloque tremendo para que todo encaje.
Siete temas componen esta obra, comenzando con la andanada que se te mete en las entrañas, "Merciful Monks", una descarga de adrenalina apoyada por el tremendo solo de guitarra que te hiela la sangre en las venas, y la voz que con su particularidad parece gemir. "High All The Time" se convierte en una melodía suplicante, con la banda a una en cambios de ritmos siguiendo la voz, y tras esta supuesta calma de nuevo la cabalgada de la mano de "Amphetamine Gazelle", la guitarra sin pausa, con solos descarnados, la sección rítmica golpeándote el cerebro, y los gritos al universo de la voz. La cara A termina con "Eastern Light", 7'55'' de un Blues pasado por el sonido del grupo que la convierte en una dolorosa y bellísima composición, donde de nuevo la guitarra se luce (el solo sostenido en notas cortadas es emocionante), la voz llega a su registro más alto y el piano se mete en las estrofas dando la réplica, una pasada.
La cara B no hace prisioneros, comenzando con los 7'20'' de "Wind Chimes" pura psicodelia, juegos de sonidos espectrales hasta que la guitarra comienza un viaje alucinante con la banda tras ella en un solo que emula tierras lejanas, simplemente mágico si te dejas llevar, y cuando da paso a la voz, es como un sueño, acompañada de una flauta que te hipnotiza. "War Goes On" son 12'30'' de fantasía musical, una orgía para los sentidos, mucha psicho y muchas horas pensando en el universo, guitarras, muchas guitarras, pasadas con efectos, poderosa base (especialmente la batería que no para), y de nuevo la voz se va hasta donde quiere, tremendo. El disco termina con la sutil "Hush Julian", 1'10'' que sirve de despedida.
"Mad River", un disco de Música creado en una época donde la inspiración daba mucho de sí, una gran ocasión para meterse de lleno en esos sonidos que no te dejaban indiferentea, realmente mágico.


2 comentarios:

  1. Creas adicción, ¡¡maldito seas!! (desde el cariño, por supuesto) ¡qué grande! me ha encantado, y esa voz, ¡¡joder!! aún la estoy sintiendo, maravillosos, pondría un pero a tu comentario, ¿más hard que lo descrito? no sé, me suenan así. Besos, más o menos como ya sabes.

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  2. Me sigue encantando encantar, y si es de esta manera, pues mucho mejor. Como siempre, querida Calpurnia Tate, gracias por tu sensibilidad, es lo que al final nos queda. Besos,

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