domingo, 19 de noviembre de 2017

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Close To The Edge


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De Vinilos y Otras Glorias MCMLXVI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Gerry Rafferty (City To City) 1978


Aunque parezca increíble dada la calidad del músico del que hablamos, por diversos avatares en su trayectoria y además problemas legales con colegas varios, "City To City" es su segunda obra en solitario, un disco que vio la luz siete años después de su primer álbum (aunque eso sí, en medio realizó proyectos con un grupo y después...) 
Un disco que si obviamos el impacto de un tema como "Baker Street", que le hizo alcanzar números más que notables en las listas, se maneja de manera más que notable en un Folk Rock que puede deslizarse de uno u otro lado sin esfuerzo.
Lo que sí le da igual a Gerry Rafferty haga lo que haga, es modular esa voz aterciopelada que parece surgir de la nada y poco a poco llena el espacio, casi con miedo, como si no quisiera esta, pero que por contra a lo que parece ¡¡vaya si está!!
Un maldito parido en las entrañas de Escocia, una gran tierra en lo musical, con los toques clásicos de su formación Folk y los aprendizajes metidos ya en una década que le vio pasar sin apenas estar. Pero es lo que tiene que todo se te tuerza, que de vez en cuando estalla esa frustración que te impide hacer lo que amas y se entregan piezas como "City To City", un disco que se escucha sin esfuerzo, con una sensación de renovación que da gusto, la voz de Rafferty guiándote en cada momento y las Música envolviéndote, sean las guitarras, la sección rítmica muy al uso y arreglos de teclados que nunca desentonan.
Para no caer en la tentación de parecer un pope ecléctico y poseído por el don de la verdad absoluta (aunque lo mismo lo parezco y ni me estoy enterando, pero no es la intención) "City To City" es un disco bien compuesto, con una Música que intenta acoplarse a los tiempos que corrían y un autor interpretando lo que le tocaba tras el salto temporal en el que se encontró, que no debió ayudarle mucho para acometer la empresa.
Dicho esto, lo de siempre, a disfrutar y pillarle el gusto, o a pasar a otra cosa, que hay mucho y de todo.

SIDE ONE:  The ark;  Baker Street;  Right down the line;  City to City;  Stealin' Time
SIDE TWO:  Mattie's rag;  Whatever's written in your heart;  Home and dry;  Island;  Waiting for the day

De Vinilos y Otras Glorias MCMLXV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Al Stewart (Zero She Flies) 1970


Disco de los que ponen en guardia desde la primera nota. Cuando vuelves a la portada y te empapas de lo que estás escuchando, siempre te puede venir (bueno a mí me viene, pero los frikis no contamos) esa sonrisa de los que nacimos décadas después de lo mejor y se nos dio a conocer antes de que todo se perdiera.
En el año setenta el señor Al Stewart iba bastante sobrado, especialmente como compositor, que al final es lo que queda cuando comienzas a ver pasar el tiempo, y en estas fechas se recreaba en creaciones que ponen los pelos de punta por lo buenas que son.
"Zero She Flies" es una de ellas, la tercera entrega del músico, al que se le incluía dentro del Folk pero que demuestra en sus canciones que puede muy bien estar en varios estilos, aunque ese aire intimista es muy clásico.
El comienzo de armónicas y percusiones básicas del disco en el tema "My Enemies Have Sweet Voices" es un compendio de esa manera tan particular de recrearse en la Música a través de su voz y las guitarras, especialmente éstas últimas que son la base de las canciones, apoyando a la voz del artista (el cual daba una especial importancia a las letras de su temas) o dibujando en ocasiones los sonidos sin nada más que el silencio que deja el acero cuando acaba de marcar una nota más.
Disco de autor, especial y sensible, preciosa manera de llegar hasta muy dentro, con la Música susurrando casi sin enterarte y la voz atrayéndote hacia sí con las historias envolviéndote. A pesar de muchas cosas, este tipo de discos perduran, porque sin fuegos artificiales de por medio siempre están en ese punto donde todo lo que suena tiene sentido, calidad y una emocionante manera de hacerte creer en lo que estás escuchando.
Estamos con lo de siempre, no es un tratado atemporal que figure en esas listas a las que te remiten cuando no saben muy bien cómo vender el producto, pero no hay espacio en el tiempo que acabe con discos así, porque son Música en estado puro, hecha con una calidad enorme y sin nada más (y nada menos, por supuesto) que lo que te llega.

Side 1:  My Enemies Have Sweet Voices;  A small fruit song;  Gethsemane, Again;  Burbling;  Electric Los Angeles Sunset
Side 2:  Manuscript;  Black Hill;  Anna;  Room of Roots;  Zero She Flies

De Vinilos y Otras Glorias MCMLXIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


John Martyn (One World) 1977


Otro de esos artistas que nunca fueron comprendidos en su totalidad. Otro de esos maravillosos creadores de sensaciones que exigían meterse en un mundo ajeno a la propia realidad, y eso, a pesar de los pesares, me resulta fascinante.
Con varios álbumes en su carrera, siguiendo la senda que él mismo se marcaba a la hora de crear, apareció este "One World" que daba un giro en su trayectoria, sin cambiar un ápice de concepto entre lo que se pretendía y lo que él deseaba expresar.
Momentos de instrumentalidad muy por encima de lo que tenía acostumbrado, un trovador como él que con su guitarra era capaz de arrancar sones al silencio y convertirlos en pequeñas gotas de esencia. Con este disco demuestra la capacidad compositiva en un conjunto de temas (no todos, porque el intimismo no lo pierde de ningún modo) que provocan cambios de ritmos y sugerentes maneras de soñar al son de su Música.
Acompañando los susurros con esa voz de llanto que nunca estalla, aullando al infinito lo que le daba la gana, más allá de su garganta y la guitarra, fiel compañera de todo lo que creaba, los músicos que le acompañan consiguen (y no era fácil con el concepto mental de Música que John Martyn amaba) trasladar la realidad a su mundo y hacernos entre todos sentir que algo surge desde lo más profundo de su mente para embaucarnos al escuchar.
Los temas pausados te mantienen como en un sueño, despertándote con los avisos de las palabras que entre cantadas y narradas por el autor nos llevan de una estación a otra. Inmensa "One World", casi suspendida en el aire sin miedo a caerse, tremendos los temas de ritmos cambiantes y búsqueda de tierras alejadas en el tiempo, como "Smiling Stranger", y sorprendentes en el ideario musical del creador hasta la fecha piezas como "Big Muff" que te lanza al vacío sin red. Un viaje sin retorno para terminar este gran disco dejándonos "Small Hours", y tras el sueño, la realidad de un despertar donde desees.
Para esos amantes de lo que nunca estará establecido, John Martyn es un buen bálsamo siempre, y su "One World" una manera muy especial de curar heridas al uso.

TEMAS (A SU CAER): Couldn't you more;  Certain Surprise;  Dancing;  Small Hours;  Dealer;  One World;  Smiling Stranger;  Big Muff

sábado, 18 de noviembre de 2017

The Snow Goose


De Vinilos y Otras Glorias MCMLXIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Glenn Gould (Bach: The Goldberg Variations) 1955


De la misma manera que he defendido siempre la libertad musical, el universo de la Música sin esas fronteras que algunos (popes y no tanto, aunque serlo no es ningún mérito ni honor, según lo creo) se empeñan en crear y la posibilidad de creatividad allá donde la sensibilidad puede sentirla, me pasa igual con los estilos.
Los frikis me apasionan, sean de la época que sean y siempre entendiéndoles como genios que al margen de casi todo (o todo de manera absoluta) lo establecido, son capaces de crear lo que para la gran mayoría es imposible o simplemente una quimera.
Según qué épocas, estos genios se han derramado por entre las notas de manera maravillosa ofreciendo lo que nadie podía (o al menos hasta ese momento) hacer. El disco que nos acompaña en este espacio es la obra de un friki que demostró que algo casi inalcanzable por lo que suponía se podía hacer porque en su mente y sus manos estaba el poder hacerlo.
La Música clásica puede ser tan fácil como compleja, tan enigmática como cristalina, pero no todo el mundo en la era contemporánea es capaz de traducir lo que en siglos pasados llegó a ser parte de la vida cotidiana de la gente.
"The Goldberg Variations" de Bach (30 variaciones para ser exactos) se antojaban un inalcanzable reto para los músicos de formación clásica, por las dificultades que entrañaba realizarlas, tanto técnica como emocionalmente. Sin embargo, un friki de mitad de siglo, Glenn Gould, que siempre estuvo reñido con los cánones encorsetados de las normas y las leyes no escritas sobre la interpretación de esta Música, fue capaz de realizarlo, y de ahí al infinito no hubo nada más.
Claro que como buen friki tuvo detractores que querían colgarle de ahí y fieles seguidores que acababan de descubrir el lugar exacto donde descansaba el santo grial, y con ello estuvo hasta su muerte, pero la obra que le encumbró y que sigue siendo un referente, ya nadie podría quitársela nunca.
Si deseas descubrir lo que no está escrito, lánzate a la aventura, de no ser así, hasta la próxima entrada, si sigues por aquí.
Glenn Gould piano.

A:  The Goldberg Variation Part One
B:  The Goldberg Variation Part Two

Rockers


Música


Guarda el dinero para cuando vendas tu alma, comprarla de nuevo a cualquier mercader de emociones no será nada barato, porque lo que das con el sello de lo que no deseas es un caro deseo de ti mismo.

Música


Nunca elegí el momento ni el lugar, dejé que mi mente se despejara de los negros presagios que la atormentaban. 
Pensé que la fina lluvia traspasaría mi piel mientras lloraba por el negro azabache que cubría mi alma, y fue entonces cuando ella me encontró.
Me abrazó y en su regazo volví a creer que era posible sentir, que las sensaciones llenarían mis entrañas tanto tiempo después, que los susurros de las notas trasladadas desde el pentagrama me harían vivir.

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De Vinilos y Otras Glorias MCMLXII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Edgar Broughton Band (Live Hits Harder!) 1976


Pasada ya su época gloriosa de ideario anarquista y underground, con los incendiarios vinilos que quedan para la posteridad dentro de lo más radical del Prog. salvaje, se publicó este directo que grabado allá por el año 76 no vio la luz hasta finales de década, quiero suponer que más por un interés comercial de su casa de discos que por ellos mismos.
Sea como fuese, lo que no cabe duda es que el grupo tenía aún una energía demoledora en vivo, y como se podían surtir de más de uno y de dos de los temas que les llevaron a ser uno de los cuchillos que traspasaban las mentes crónicas para hacerlas anacrónicas, pues el disco es más que válido porque la estructura de sus conciertos aún pasada la mitad de los setenta era de una demolición absoluta.
Es obvio que para que te guste un grupo como Edgar Broughton Band tienes que aceptar una propuesta radical dentro del Rock, entender lo que pretendían y querer que todo gire en torno a esa idea. Una manera de aceptar la Música que te lleva a momentos musicales, sociales e idearios de concretas luchas mentales, trasladadas a las notas y los sonidos que emergen de sus creaciones, pero una vez aceptados, son una vertiginosa manera de entender el Rock que en lo que a mí respecta me encanta.
Escuchar este "Live Hits Harder!" es trasladar la mente a una situación donde la Música era la escapada para muchas cosas, la única manera de creer que era posible, y los momentos de furia desatada o los de calma nada escondida servían para volar libre hacia donde la mente deseaba.
Fantástica recreación de un cuadro pintado bajo las barricadas, quizás hecho en falta una voz más poderosa, porque a estas alturas parece que la pared donde se escribían los alegatos se había resquebrajado bastante, pero musicalmente seguían dando ese empujón a las conciencias que tanto falta cuando la bota que te pisa el cuello no deja de apretar ni un ápice.
Escuchar de nuevo, con un público entregado, "Evening Over Rooftops" da un soplo de esperanza a esto que parece no tener arreglo.

Side One:  Side by side;  There's nobody there;  Love in the rain;  One to seven;  Hotel room
Side Two:  Evening Over Rooftops;  Freedom;  Poppy;  Signal injector;  Smokestack


De Vinilos y Otras Glorias MCMLXI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


James Gang (Thirds) 1971


En una época en la que la calidad musical era brutal, con artistas y grupos de nivel superlativo, el espacio que ocupaban bandas que se consideraban, aunque no en el olimpo, era de tal nivel, que me encanta volver a ellas para refrescarme la memoria y saber qué tiempo pasado fue mejor.
Una de esas bandas por las que siento debilidad es James Gang, que además de tener la simpatía del sector musical la tuvo de algunos críticos de antaño, un grupo que me encanta en varias de sus etapas, pero sobre todo con ese genio de las seis cuerdas llamado Joe Walsh.
Quizás las miras eran tan altas que llegaron y no terminaron de quedarse, pero sus primeros discos en formato de Power Trío descomunal y poderoso, son una delicia del buen Rock, con toques descarnados de Blues y un poco de Country Rock cuando les daba por ahí (como en este álbum la movida "Dreamin' In The Country" que rezuma el estilo de manera descarada)
"Thirds" es su tercera entrega, y el disco que les asentó como un grupo de mucha calidad y estilo, capaces de composiciones que eran impactantes entre los amantes del Rock, como la entrada a cuchillo llamada "Walk Away", un clásico de Walsh en toda su carrera, o pequeños detalles instrumentales que viajaban por los límites de cualquier Música de calidad que sonara en la época.
Evidentemente el talento compositivo de los tres miembros de la banda hace que el disco funcione sin ningún problema, a pesar de las diferencias claras entre la manera de crear de unos y otros, porque al final el álbum se convierte en un precioso conjunto de ideas que encajan perfectamente, y eso no es fácil cuando son varios los escribanos.
Lo que sí creo que es evidente son las ganas de buscar caminos que en el más puro estilo del Rock no eran tratados de manera clara, con temas que entre los arreglos y las maneras de interpretarlos hacen distinto el concepto de lo que te esperas (algunas piezas como "Yadig" o "It's All The Same" salen por un camino que obligan a buscarlas)
Un disco para disfrutar de esas extrañas gemas llamadas grupos que nunca eran tanto como para parecer pero que eran una barbaridad cuando la Música superaba las expectativas.
Joe Walsh guitarra, voz, alma. Dale Peters, bajo, voz, alma. Jim Fox, batería, voz, alma.

SIDE 1:  Walk away;  Yadig;  Things I could be;  Dreamin' In The Country;  It's all the same
SIDE 2:  Midnight man;  Again;  White man/Black man;  Live my life again



De Vinilos y Otras Glorias MCMLX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Humble Pie (Smokin') 1972


La banda tenía que tomar una decisión tarde o temprano, y fue con este disco, el quinto de su trayectoria, con el que el dúo de genios se quedó en uno de ellos como líder indiscutible de la misma.
Steve Marriott tomaba las riendas de manera absoluta tras la marcha de Peter Frampton, y la bienvenida al nuevo estatus no pudo estar más lúcida, con un disco de poderoso Rock que arrasa hasta las entrañas.
Evidentemente no es, en mi opinión, el mejor disco de Humble Pie en lo que a composición se refiere, pero las maneras salvajes del Rock que desprende le hace ocupar un lugar muy especial en la discografía del grupo, y eso es una sorpresa más que agradable.
La voz descarnada, casi violentada a conciencia, de Steve Marriott, es un impacto en cada tema, con algún que otro cambio de registro en baladas roqueras apoyado por coros maravillosos (preciosa la interpretación de "You're So Good For Me", donde las voces son más que la propia Música, o esos coros casi desganados de "Old Time Feelin" que te arrastran) y hace que nos adentremos en esa parte del Rock que te cae encima sin avisar (y que me encanta cuando me aplasta, todo sea dicho)
Temas propios que se unen a varias versiones de clásicos trasladadas al estilo de la banda con un gusto exquisito, sin perder la potencia original de los mismos y hechos para identificarlos con el grupo, como el clásico "C'mon Everybody" o "I Wonder" (tremendo ejercicio de buen Rock) y que dan un equilibrio más que interesante a un disco que era una prueba de fuego para todos por la nueva etapa abierta (aún así pudieron poner muy arriba un clásico de creación propia como "30 Days In The Hole")
La verdad es que si te lo tomas como un disco al margen del nombre del grupo que escuchamos, me parece una ráfaga de aire fresco que te llena completamente, una pieza de Rock tremenda para disfrutar en cada instante y poder ir a ella en cualquier momento, lo malo es que en muchas ocasiones se tiende a comparar, y en la historia del grupo hay momentos que son pura magia, aunque este "Smokin'" tiene trucos de hipnotismo realmente sorprendentes.
Steve Marriott voz, guitarra, armónica y teclados. Clem Clempson guitarra, teclados y voces. Greg Ridley bajo, voz. Jerry Shirley batería 





A Javi, por los momentos de placer sin mesura escuchando la Música que nos apasiona en ese templo llamado "Harmony Rock".

De Vinilos y Otras Glorias MCMLIX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Tom Petty And The Heartbreakers (Southern Accents) 1985


A pesar de los pesares, y de la época más que dudosa de los ochenta en cuanto a la Música en general y al Rock en particular, todavía se podían encontrar piezas que merecieran la pena, y algunas de ellas las creaba este músico que con los años, como el buen vino, iba mejorando al tiempo que entendía cada vez mejor la Música como compositor.
El sexto álbum de Tom Petty And The Heartbreakers, este "Southern Accents" de título directo y sin dobleces, aparece tras un pequeño parón de tres años y con un proceso de creación duro y doloroso.
Tras cambiar de idea durante varias fases del álbum, además de canciones y concepto, vio la luz a mitad de década, con algunas disensiones entre los miembros del grupo por el resultado final. Debe ser eso, o que soy bastante extraño a la hora de valorar ciertos aspectos de la Música, pero el disco me parece el salto definitivo del rockero que prometía y mucho, a la realidad de una banda que funcionaba a las mil maravillas cuando se ponía a hacer eso que llamamos Rock.
Bien es cierto que no puede evitarse ciertos aspectos que llevaban el sello de los ochenta (por desgracia, ¡¡vive el cielo!!) como el sonido en según qué instrumentos y los arreglos excesivos, aunque más comedidos que la media de la época, pero las canciones llevan impresas esas señas inequívocas del Rock como sustento de la Música ya lanzados hacia el futuro, especialmente los que creían en él.
El sonido inequívoco de Petty y la banda, esa manera tan particular de tratar las melodías, quedan presentes en las canciones más "básicas", las que son Rock en estado puro, con riff clásicos y una banda que suena como un bloque compacto. En otros temas, quizás influidos por esa desmesura de una década que buscaba cegar con falsos fuegos de artificio la falta de calidad, algunos arreglos se van un poco de madre, pero aunque evitables, se soportan.
Desde luego la poesía del Rock que hacía Tom Petty se te mete por la piel sin esfuerzo en bellezas como "Rebels", "Southern Accents", "Dog On The Run" o "The Best Of Everything" y eso es impagable.
Un disco que se disfruta, en general desde la primera nota hasta la última con algún salto de página, escuchando buen Rock de manos de una de las mejores bandas de la época y más allá.
Tom Petty voz, guitarra, piano, percusión, teclados. Mike Campbell guitarr, bajo, dobro, teclados, voces. Benmont Tench piano, órgano, teclados. Stan Lynch batería, percusión, teclados y voces. Howie Epstein bajo, voces.

1:  Rebels;  It Ain't Nothin' To Me;  Don't come around here no more;  Southern Accents
2:  Make It Better;  Spike;  Dogs on the run;  Mary's new car;  The best of everything

domingo, 12 de noviembre de 2017

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Locomotive Breath


Rhiannon




A Mª Paz, por la Música hecha vida.

Shadow Play


All The Young Dudes




A mi Amor, porque somos lo que nos hemos creado. 
Te Amo

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DE Vinilos y Otras Glorias MCMLVIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Chicken Shack (100 Ton Chicken) 1969


Una obra que es (curiosamente si se quiere pensar) la antesala de otra desbandada de miembros de una banda que corren como alma que lleva el diablo a la búsqueda de algo mejor (o más claro, que nunca se sabe)
Y eso que en este "100 Ton Chicken" acababa de entrar en el grupo Paul Raymond sustituyendo a Christine Perfect, pero la alegría duró un par de suspiros y poco más, porque la esencia de este álbum, que la da y mucho el sonido que consiguen los cuatro miembros que parecen uno solo cuando suenan, se quedó en lo que escuchamos y otro intento más allá un año después.
En un Blues eléctrico descarnado y lleno de oscuros pasajes que remueven las entrañas cuando se escucha, el órgano melancólico y lleno de nostalgia de Raymond encaja a la perfección, sobre todo si se trata, como es el caso, de ponerse en el extremo opuesto de la guitarra del gran Stan Webb, dejándose ir en los solos, cruzándose "palabras" de notas incendiarias en los canales del audio y haciendo que cada uno parezca en sí mismo la canción de turno traducida según el instrumento que te prestes a escuchar.
Mientras, en este caso sí que con un peso más específico que en el futuro, Andy Silvester y Dave Bidwell van acumulando espacios que llenan sin esfuerzo con una sección rítmica que suena a décadas pasadas de Blues naciendo de sus cenizas.
Porque se trata de Música, y el disco de Chicken Shack, tercero de su discografía, es un tratado más de Blues hecho con mucha clase, como corresponde a ese plantel de músicos y grupos de las Islas que se tomaron muy en serio una Música que venía allende los mares y que se asentó gracias a estos iluminados que la entregaban salida de su alma. "100 Ton Chicken" es un disco más, seguro, pero de una calidad inmensa y acorde a lo que se estilaba, que no sólo no es poco, sino que llena de sensaciones maravillosas a quien lo escucha con un mínimo de ganas y la entrepierna dispuesta (que decía uno que yo me sé)
Enseñar, lo que se dice enseñar, posiblemente no te enseñe nada, pero que te va a demostrar por qué la Música tiene esos niveles donde se mueve lo bueno, lo mejor, lo superior y lo que ya se pierde en las alturas, seguro que sí.

SIDE ONE:  The road of love;  Look ma I'm crying;  Evelyn;  Reconsider baby;  Weekend love
SIDE TWO:  Midnight hour;  Tears in the wind;  Horse & cart;  The way It Is;  Still worried about my woman;  Anji



De Vinilos y Otras Glorias MCMLVII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Mott The Hoople (Mad Shadows) 1970


Segunda entrega del grupo, que además de hacerlo convencidos por ser una afirmación de lo que eran, se convierte en un referente dentro de su discografía, afirmado en posteriores trabajos.
Comienzo demoledor con esa pieza casi instrumental llamada "Thunderbuck Ram", ajena en lo musical a esa esencia del Rock glamuroso y estético que practicaban, más cercano al Hard salvaje e impactante.
Tener como guitarrista a Mick Ralphs te deja abiertas muchas puertas, y por eso su guitarra brama abrazada por la locura cuando el disco comienza, deja claras las cosas con un tema más acorde a esa mediática manera de hacer el Rock llamado "No Wheels To Ride", puro Ian Hunter escribiendo letras en el pentagrama que se te clavan como cuchillos en la piel, con su colega destrozando el acero llevándonos hasta el infinito.
Disco de presagios y firmas a pie de página, pianos llorando para hacernos temblar, una banda exquisita que se buscaba (y se hacía, ¡¡vive el cielo!!) un lugar en la memoria colectiva, la voz de un iluminado que se sabía de memoria toda la memorabilia del Rock y los temas que venían dados por eso que se llama la absoluta visión de la Música hecha con mayúsculas.
Cuando nos hacemos eco de las cosas que han hecho grande a un estilo y que además le han hecho ser por encima de décadas, muchas veces nos olvidamos de momentos como "Mad Shadows", que jamás estará en la enciclopedia de los ciento cincuenta mil millones de discos que debes escuchar o comerte antes de hacer el payaso, pero que es un soplo de aire fresco más de los que se deben dejar que acaricien la piel cuando abres la ventana para que todo fluya en tu mente y sobre todo en la piel.
Porque de nada sirve seguir las pautas si al final tus sentidos no son capaces de adivinar lo que hay escrito en el aire, dejémonos empapar por ese aura mágica que la Música de calidad nos ofrece, como este disco de un grupo que más que les pese a algunos, tiene un lugar ganado a pulso en los momentos en los cuales el Rock estalla y llena todo lo que puede abrazar.
Ian Hunter, piano, voz. Mick Ralphs guitarra y voz. Overend Watts bajo. Verden Allen órgano. Buffin batería.

SIDE ONE:  Thunderbuck ram;  No wheels to ride;  You are one of us;  Walkin with a mountain
SIDE TWO:  I can feel;  Threads of iron;  When my minds gone


De Vinilos y Otras Glorias MCMLVI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Savoy Brown (Street Corner Talking) 1971


Cambio de formación tras desbandadas varias que afectaron en cierta medida al sonido del grupo, pero con la misma esencia de Música que siempre.
La banda se convierte en quinteto con los teclados del multiusos Paul Raymond y algo más añadido a lo que era la formación original, pero el Blues eléctrico sigue fluyendo por los cuatro costados, aunque ahora el piano y el "Hammond" de vez en cuando se meten entre todo lo que suena, eso sí, rezumando clasicismo del bueno.
Nos encontramos a comienzos de década y Savoy Brown ya llevaba siete álbumes a sus espaldas, un clásico del Blues eléctrico y el R'N'B que seguía creando piezas para continuar disfrutando de esa Música que entre importada y parida en las Islas se había convertido en algo por lo que respirar.
La voz solista de Dave Walker, cuando se pone a desgarrar sonando como los bluesmen de toda la vida, realza la cadencia de los temas, alargando las frases y estrofas por encima de la Música; en ocasiones se vuelve muy académico y eso ya me para un poco más.
Mientras la base rítmica se dedica al juego de mantener en marcha a los solistas, en este caso sin ningún tipo de excesos por parte de Andy Silvester y Dave Bidwell (que ya salía en la foto del álbum con muy mala cara) la guitarra blusera de Kim Simmonds va rasgando el aire, dejando muestras de su clase y haciendo suyos esos solos que tan bien quedan cuando se hacen con calidad. Ayudado en ocasiones por los teclados, los temas de largo recorrido le vienen de vicio para gustarse y gustar, mientras que Raymond va a su aire en más de una ocasión bramando su órgano entre los pliegues del silencio.
Disco clásico de la banda, quizás con un poco menos de frescura que los tres anteriores, pero con el poso de Savoy Brown, manteniendo, eso sí, la calidad de unos músicos que sabían lo que hacían y lo ejecutaban muy bien.
Con este tipo de trabajos uno va sobre seguro. Si te pones a comparar, siempre hay algo que dejar de un lado, pero como Música y sobre todo para disfrutar de ella y saber que es algo que nunca muere, es otro de esos momentos en los que te vas y te dejas embaucar por la magia de algo eterno y que jamás morirá.

SIDE ONE: Tell Mama;  I can't get next to you;  Let It Rock;  Time does tell
SIDE TWO:  Street Corner Talking;  All I Can Do;  Wang Dang Doodle



De Vinilos y Otras Glorias MCMLV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Ian Hunter (Live At Rockpalast) 1980


Además del título sobre el lugar, el disco anuncia como artista especial a Mick Ronson, y con razón. El músico, colega y sobre todo amigo de Ian Hunter da ese toque de calidad que va un poco más allá en todo lo que hacía.
Realmente los archivos que tienen en la cadena Rockpalast son impresionantes. Recuerdo cuando gracias a las primeras parabólicas podía sintonizarla y cada viernes, sábado y domingo me daba un atracón de conciertos clásicos y de genios elevados a las estrellas, entre ellos este de Ian Hunter con su banda en la gira del álbum que lo volvió a lanzar al estrellato, tras un par de discos bastante insulsos (me refiero al "You're Never Alone With A Schizophrenic")
Un disco bastante parecido al doble oficial de la época, el "Live! Welcome To The Club", porque se llevan meses de diferencia y la base es la misma, pero que no cansa porque se trata de Rock'N'Roll clásico hecho con muchas ganas y por muy buenos músicos.
La dupla Hunter-Ronson están sobrados, cada uno a lo suyo y lo de ambos es mucho, y a partir de aquí una banda en plena forma que sigue al líder y deja hacer a su amigo, que por otra parte hace lo que le da la gana y todo bien.
La entrada instrumental con la cañera "FBI", con un solo que dura todo el tema de Mick Ronson, ya va avisando de lo que va a ser, un tremendo concierto de Rock donde las tablas de Ian Hunter le permiten manejar los tempos como quiere, con temas de auténticas cabalgadas rockeras mezclados de manera exquisita con las baladas que son marca de la casa, para que en ningún momento se desmande lo que tiene entre manos.
La guitarra de Ronson suena a gloria, la banda es un reloj de precisión muy bien engrasado, y el amigo Ian se desmelena con el piano, está en un estado de forma más que bueno con la voz y se permite alguna frivolidad con la guitarra.
Para no perder la esencia del Rock'N'Roll y divertirse durante un buen rato, el disco es pura energía, se contagia y te dan ganas de subirte a hacer eso que muchos amamos desde el fondo del escenario.
Tanto en DVD como en vinilo, una gozada para ponerse a tono, aunque a mí me van más estos amigos de color negro que me dan media vida.

SIDE A:  FBI;  Ince bitten twice shy;  Angeline
SIDE B:  Laugh at me;  Irene Wilde;  I wish I was your mother
SIDE C:  Just another night;  We gotta get out of here;  Bastard
SIDE D:  All the way from Memphis;  Cleveland Rocks;  All the young dudes;  Slaughter on 10th avenue



sábado, 11 de noviembre de 2017

Nils


Long May You Run


Like A Hurricane


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De Vinilos y Otras Glorias MCMLIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Roy Harper (Valentine) 1974


Hay artistas a los que no me canso de volver, y aunque los cuatro que siguen este espacio puedan cansarse de ello, y los popes que no lo siguen dijeran que después del primer tema, de la primera cara, del primer disco ya nada... pues eso, que me producen satisfacción y es una gozada escucharles.
Obviamente, ya que estamos en la entrada de uno de ellos, Roy Harper es una de esas debilidades que me entra como el aire de la mañana, por su calidad compositiva, su manera de interpretar y sobre todo porque lo que hace lo transforma con una delicadeza exquisita.
"Valentine", obra aún de la primera mitad de la década, es sin embargo un disco de transición, en el cual sigue con los temas exquisitos de puro Folk que descansan en la calidad de su voz y su manera de tratarlos, con arreglos orquestales maravillosos que te entran en la piel sin esfuerzo, y a la vez recrea el universo Rock con momentos de impactos sonoros donde las eléctricas dejan por extraño que parezca en segundo plano a las acústicas, la voz se vuelve más agresiva y la banda estalla. Son los menos, pero ahí están.
De todas maneras el sello personal e insustituible de Roy Harper está impregnado en toda la obra, un trabajo más de puro ejercicio de escalofríos y caricias en la piel, una maravillosa sensación de emociones que se derraban desde su voz, la acústica que parece levitar por encima de la nada y esos arreglos que domina como pocos y que engrandecen los temas cuando se pone a ello.
Dedicatoria a los cuatro miembros de Led Zeppelin, nombrados con el nombre de pila y seudónimo (según el caso) en un disco que sin acercarse al estilo de los maravillosos músicos a los que se entrega, bien podría ser una parte de ese alma que une la Música de calidad sea del estilo que sea.
La Música se puede disfrutar de muchas maneras, cuando se hace con piezas como esta, que llevan en cada nota la sensibilidad como sello indeleble de todo lo que suena, el placer está más allá de lo que se pueda prever.

SIDE ONE:  Forbidd en fruit;  Male chauvinist pig blues;  I'll see you again;  Twelve hours of sunset;  Acapulco gold
SIDE TWO:  Commune;  Magix woman;  Che;  North Country;  Forever



De Vinilos y Otras Glorias MCMLIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Foghat (Energized) 1974


Ya metidos de lleno en su carrera como grupo, ajenos a lo que fue la desbandada desde Savoy Brown, la banda atacaba el final de la primera parte de la década de los setenta (¡qué rebuscado, rediez! hay que decirle al guionista que cuide las formas de expresión ¡toma ya!) con este "Energized", disco lleno de energía y buen R'N'B, Blues clásico y un poco de Rock 'N'Roll al uso, para que no faltara de nada.
Quizás adolece de un poco de visión de lo que eran y hacían cuando escuchas algunos temas que casi lindan con la Música disco de ritmos y bajos al más puro estilo funky (como "Step Outside" a la que no le veo hueco en esta obra) pero sería algún dejá vu de viejos tiempos y se deja pasar, aunque tiene que pasar, eso sí.
Detalles sin importancia aparte, es un disco del más puro estilo Foghat, pero sabiendo que se trata de la transición entre lo que era la banda original y el cambio de bajista, ya que éste es el último trabajo con Tony Stevens, que se despide a lo grande haciendo como siempre un impecable trabajo en la sección rítmica junto al bestia de Roger Earl en la batería.
Sigue presidiendo en los instrumentos la guitarra de Rod Price, que se despacha a gusto en los solos y esos riff que tanto le gustaban, marcando los ritmos en los temas de puro fuego, secundado en la segunda guitarra por Lonesome Dave, que además (y como siempre) hace suyas algunas canciones con esa manera tan particular de cantar, dejándose la garganta y subiendo la temperatura en algunos momentos excelsos del álbum, como "Honey Hush" o "Home In My Hand", tremendas.
No sé cuando se pone el sellito típico de "disco de autor", pero cuando escuchas un trabajo como este y sabes desde la primera nota a quién pertenece, para mí es un disco que lleva el sello de sus creadores, como casi todo lo que hicieron Foghat en la década de los setenta.
Para escuchar, disfrutar con los riff de siempre, los solos y la slide dejándote marcas en la piel y esa sección que te patea el culo para terminar descansado durante un buen rato, "Energized" es un álbum que lleva todos los ingredientes en el negro vinilo, y si no, ponte algo de lo que tiene y trata de no moverte.

Temas A Discreción:  Wild Cherry;  Step Outside;  Home In My Hand;  Nothin' I Won't Do;  That'll Be The Day;  Golden Arrow;  Fly By Night;  Honey Hush

De Vinilos y Otras Glorias MCMLII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Climax Blues Band (Tightly Knit) 1971


De entrada aclarar que el disco se presenta como Climax Chicago, que es uno de los cuatro nombres que la banda adoptó a lo largo de su carrera, pero como para el Blog y los archivos que llevo me viene bien unirlos en uno, pues me quedo con Climax Blues Band, pero no es más que un deseo del que suscribe.
Entrega de los comienzos del grupo, cuando rezumaban el Blues eléctrico más afinado que les hizo ser quienes eran, con esos toques particulares que les otorgaban el sonido del saxo, el clarinete y la whistle de Colin Cooper, sonido éste que les diferenciaba claramente de otras bandas del mismo corte y estilo que llenaban el universo musical del Blues.
Energía a raudales para aplacar las iras de los más exigentes, Climax Blues Band sigue en este trabajo la línea que les vio nacer como grupo a finales de la década sesentera, Blues de raíces metido entre eléctricas y sonidos calientes que llenan los espacios, con coros en las voces que llaman a seguir los temas, todos menos uno creados por la banda en un ejercicio coral de sincronización. La verdad es que el tema que les es ajeno no lo es al mundo del Blues, porque "Come On In My Kitchen" es un clásico que aquí suena a décadas pasadas y a mucha gloria, pero que mucha gloria.
A pesar del peso específico y siempre buscado de las guitarras que maneja Peter Haycock, los vientos ya mencionados hacen de contrapunto a esos solos desgarradores y secos, junto a los teclados de Arthur Augustin Wood  que de vez en cuando se mete de lleno en los desvaríos de solos e improvisaciones y busca el protagonismo para que se note que el chaval está (¡y de qué manera!)
Un disco que no es lo que uno puede llamar la joya encontrada pero que por clásico rezuma un gusto que además gusta, hace que se sienta y se mete de lleno en la piel, porque se trata de una Música eterna y que estos tipos manejan con una facilidad asombrosa.
Si de vez en cuando quieres escuchar buena Música, empaparte de lo que siempre será y quedarte a gusto tras la escucha, "Tightly Knit" es una buena muestra para ello, y no defrauda.

Side 1:  Hey mama;  Shoot her If she runs;  Towards the sun;  Come On In My Kitchen
Side 2:  Who killed McSwiggen/Little link;  St. Michael's Blues;  Bide my time;  That's All

De Vinilos y Otras Glorias MCMLI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Daniel Vega (La Noche Que Precede A La Batalla) 1976


En un país de mediocridad contrastada en lo musical, que nunca ha dejado que el talento se eleve por encima de la podredumbre, habrá en el imaginario colectivo de aquellos que hemos descubierto la Música como latido de vida obras que no han de tener envidia a lo mejor de lo que se haya hecho en otros lugares de prolongada escuela y de ideas evidentes.
Entre esas obras que nunca serán valoradas por lo que realmente son, unas pequeñas gemas en el universo estéril de Música sin sentido, se encuentra la sorprendente e imprescindible "La Noche Que Precede A La Batalla", una verdadera maravilla del Prog. español que fuera de épocas y de espacios creó Daniel Vega, músico asturiano, cantautor (les llamaban, yo reniego de la palabra) de luchas ideológicas y batallas perdidas en el viento del ideario político.
Una obra conceptual, genuina y veraz, auténtica simbiosis de estilos bajo el paraguas del progresivo que cuenta historias de angustias, terruños y lugares donde nadie quiere estar pero que sin embargo el destino nos lleva en algún momento de nuestra existencia.
Musicalmente completa, vocalmente lanzada a contarnos esas miserias que todo ser humano lleva dentro y que se hacen evidentes cuando la dama negra está dispuesta a visitarnos (siempre cuando ella desea, nunca cuando el ser humano dispone) el disco es una oda a la parte más oculta de todo lo que nos envía el destino, con las acústicas llevando el peso de los ritmos en las seis cuerdas y un grupo de músicos que transgreden los sonidos establecidos en la época para poder crear una historia sobre el pentagrama, una verdadera amalgama de sonidos que surgen desde lo más oscuro y que se van entroncando en los sentidos para hacerte partícipe de lo que escuchas.
Lastimera liturgia de cánticos de muerte, empecinados poemas sobre la tierra y el lugar donde uno puede morir, incandescentes memorias de lo lúgubre que casan a la perfección con ese momento que la obra quiere transmitir, la angustia y el devenir de lo que es y deja de ser en un suspiro, en un instante, en el último aliento dejado en la batalla.
Los vientos y cuerdas arreglados con exquisito gusto acompañan a la banda clásica de Rock para que todo sea uno y disfrutemos de algo que no debería ser parte del ostracismo, sino parte de nuestra historia musical.
La preciosa portada añade un toque de belleza más a este disco que es, por derecho propio, parte de la historia de la buena Música parida en este país.



lunes, 6 de noviembre de 2017

Poster


Música


¿Qué es tener tacto, abuelo?
Mentir, hijo.
Por eso con ella no tengo tacto, por eso no hay medias tintas, por eso, nada menos, todo lo que me sugiere es mirarla a los ojos y dejarme empapar por la esencia de lo que provoca, lo que me da cuando dejo que el alma se arrulle.

Un Genio y Alguno Más


Música


Entro en la nada y ella me envuelve. Siento el frío de la noche y el silencio se enrosca a mi espalda. Más allá de esas piezas que etiquetan a los seres humanos, hay un momento en el cual todo se salva, a pesar de los mediocres que siguen resoplando para que no se escuche, a pesar de todas las cosas que son porque nadie quiere detenerlas.