sábado, 17 de noviembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DXCVII

Muchos momentos vividos a la sombra de una Música sublime, y al principio de muchas cosas, tipos como estos, que lo llevaban en la sangre... amén de otras cosas.


Canned Heat (Canned Heat) 1967


No empecé con ellos con este su primer trabajo, el mítico primer vinilo de los chicos de Canned Heat, el comienzo de una leyenda que aún continúa (y doy fe de ello, ¡¡vive el cielo!!) lo mío fueron tardes de quinceañeros en casa de un tipo que quería convertirse en humo, si lo consiguió o no lo ignoro, aunque no me extrañaría, y entre el humo y algo más aparecían de la nada estos tipos con su disco "Boogie With Canned Heat" lo que ocurre es que he soñado décadas con conseguir este disco y ahora que lo tengo me niego a traer otro que no sea éste, aunque los recuerdos se me vayan por otro lado.
Blues, mucho Blues, Boogie, mucho Boogie y del bueno, y además de todo eso una Música magistral interpretada por gente que creía en eso, que vivía para eso y que la mayoría se fue por eso.
Un puñado de clásicos, once para ser exactos, de los ídolos que les hicieron meterse en esta historia, pasados por las manos y el cerebro de cinco músicos entregados que dan una lección de amor y pasión por una Música y lo que representa, simplemente maravilloso.
En este disco se deja claro el sello de Canned Heat, lo que pretendían y durante más de cuarenta años han hecho, ni más ni menos, un Blues eléctrico de muchísima calidad con una manera muy especial de entenderlo, gracias a la clase y la calidad de sus músicos, comenzando por esa voz tan especial y única de Bob Hite que dota a los temas de una sensibilidad especial y un toque precioso, las guitarras de Henry Vestine y Alan Wilson, éste último además con ese toque blusero de la armónica que enamora, el bajo de Larry Taylor y en este inicio la batería de Frank Cook. 
Muchos cayeron y los que los sustituyeron siguieron con ese sello inconfundible, pero estos tenían algo mágico, la leyenda de un grupo que fue y es mucho más que eso.
No hay mucho que decir del disco, salvo que no tiene desperdicio, once piezas de museo porque son clásicos apasionantes de grandes del Blues, Muddy Waters, Willi Dixon, Robert Johnson, Sonny Boy, Guitar Slim... en fin, monstruos sagrados de los cuales toman temazos eternos para recrearlos a su estilo, destilando un disco excepcional donde sientes la Música desde las entrañas, porque lo transmiten así.
Si te gusta el Blues, y además piensas que todo es posible, escuchar esta maravillosa sensación te puede llevar donde quieras, incluso a convertirte en humo.

Side One:  Rollin' and tumblin';  Bullfrog blues;  Evil Is going on;  Goin' down slow;  Catfish blues
Side Two:  Dust my broom;  Help me;  Big road blues;  The story of my life;  The road song;  Rich woman

2 comentarios:

  1. ¿Quien puede resistirse a la magia que contagian?
    Desde luego yo no. Se me sigue viendo el plumero, por dónde voy o de dónde vengo, pero no importa. Lo único que importa es poder disfrutar de estos sonidos que te invitan a cerrar los ojos y sentir cada acorde de guitarra, cada golpe de batería como si no hubiera nada más alrededor.
    Me abandono a lo que me quieran dar.
    Hasta el próximo.
    Ciao

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    1. Cuidado con los abandonos, quizás pierdas algo en ellos. Aunque a mí personalmente me trae sin cuidado perderme o perder si es por esto.
      Ciao

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