viernes, 3 de abril de 2020

De Vinilos y Otras Glorias MMCCLXVI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Bad Company (Straight Shooter) 1974


Los dos primeros golpes de la batería con la que abren la caja de los truenos en este trabajo, te hacen imaginar que algo bueno viene detrás hasta el último suspiro de la última canción de la segunda cara.
Y es que Bad Company, en los tiempos en los que eran lo que se predijo al formarse, una super banda con músicos capaces de todo, hacían Rock de una calidad increíble, ese impacto que la Música maravillosa y con el concepto tan claro como tenían estos tipos provoca.
Un disco con una calidad tremenda, que mezcla perfectamente los tempos de temas que te permiten seguirlos al compás de un ritmo casi pausado con otros que te van directamente al entrecejo, gracias a esa sensación de bloque increíble que la sección rítmica, la guitarra y la voz provocan.
Es evidente que en un grupo así no se puede destacar a nadie por encima del resto, porque lo que suena es una demostración de Música y de músicos que saben perfectamente cómo hacer cada uno lo suyo, pero no se puede evitar que llame la atención esa portentosa garganta de Paul Rodgers, en mi opinión uno de los mejores vocalistas de la historia del Rock, porque ese instrumento tiene algo que no todos poseen, que engancha si se hace bien y repele cuando se utiliza con mal gusto.
Aún así, volvemos a lo dicho, con la forma de componer y la calidad a la hora de interpretar esos temas tan bien realizados, todo lo que "Straight Shooter" te ofrece es Rock de una calidad superlativa, donde la Música suena de manera perfecta, cada cosa en su sitio y el sitio ocupado por canciones que te hacen suyo sin ningún esfuerzo.
Este segundo disco no hizo sino abundar en la creencia de que juntarse ciertos músicos y buscar por encima de los nombres una idea, cuando se quiere hacer bien es algo maravilloso.
Un disco que tiene todos los matices que un estilo maravilloso ofrece, con ritmos geniales y poderosos, solos elegantes de la mano de ese tipo que me vuelve loco con las seis cuerdas, una voz de lujo y en conjunto temas que son pura esencia del Rock Duro más elegante.
Si te gusta el Rock, un disco eterno, si además te gustan bandas como Bad Company, la experiencia de disfrutar de algo que te eleva hasta lo más alto.
Paul Rodgers voz, guitarra y piano. Mick Ralphs guitarra y voces. Boz Burrell bajo. Simon Kirke batería.

Side One:  Good Lovin' Gone Bad;  Feel like makin' love;  Weep no more;  Shooting Star
Side Two:  Deal with the preacher;  Wild fire woman;  Anna;  Call on me




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