Un querido Amigo, sabio él porque no piensa como los demás ni se deja llevar por la corriente, desde hace algún tiempo suele decirme, sin que aparentemente venga a cuento "¡Sueña, Vive, Usa tu Imaginación!"; me alucina y me alegra que no se canse de repetírmelo porque así consigue que ya casi no me sorprenda al descubrir cómo, por enésima vez, otras queridas amigas nuestras (las brujas) se han puesto de acuerdo para recordarnos que ellas siguen siendo parte importante en esa relación tan especial que tenemos.
En efecto, nuestras amigas las brujas (las buenas en esta ocasión) han vuelto a hacer de las suyas y su magia, la ocasional, la mental, la que hace que se generen vínculos maravillosos gracias a poder ser alguien que desprende buenas vibraciones y emite ese halo de autenticidad que genera la conexión mental, ha vuelto a aparecer, como siempre, de repente, sin esperarlo (algo que me eriza la piel)
La magia existe, me insiste mi Amigo, y si no la sentimos es porque no creemos lo suficiente en lo que podemos hacer, crear, sentir, a través de nuestra mente, con la imaginación desbordándose para que nuestras amigas (las brujas) puedan realizar esos trucos que hacen que todo parezca real y disfrutemos de las pequeñas cosas que juntas construyen algo grande, enorme.
¡Sueña, Vive, Usa tu Imaginación!
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