jueves, 2 de abril de 2020

De Vinilos y Otras Glorias MMCCLXIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Mott The Hoople (Wildlife) 1970


Seré muy raro, no digo que no, incluso me siento más friki que raro, porque esta etiqueta siempre me resulta ofensiva, pero cuando descubrí a Mott The Hoople allá por el siglo... XX me pareció un grupo muy especial.
Y no era por sus pintas, entre un Glam casi excesivo, un toque roquero que casi no pegaba y la estética de estar paseándose por otras galaxias, sino porque destilaban a mis ojos una manera muy suya de decir que esos eran ellos y su Música, y como dicen en mi tierra "el que venga detrás que arrée".
Sus primeros discos me encantan, y entre ellos este "Wildlife" me vuelve loco. No sé si con él llegaron a eso que se llama (y que suena a adolescencia pasada y olvidada por mala) madurez artística, o simplemente que se juntaron los astros y salió así, pero me parece un disco donde todo está en su sitio, todo concuerda con la idea que se debe desprender, todo es Música en estado superlativo y hecha por unos músicos maravillosos.
La Psycho aún rezuma por cada poro de las composiciones, unida de manera brillante a ese Rock clásico que tan bien manejaban, y todo junto, unido por descontado a composiciones solventes y muy poderosas, hacen que el resultado sea un gran disco de Rock para degustar siempre que se vuelve a él.
Mick Ralphs (cómo me gusta este tipo, es un pedazo de grande y nunca lo nombran donde deben ¡¡¡qué jooooooooooé!!!) e Ian Hunter se encargan de la composición, que abunda en temas más melódicos, tratados con una sutileza excepcional, y como si les fuera algo en ello además de lo que crean, en las voces están, cada uno en los temas que componen, de dulce, y eso es un añadido precioso.
En lo musical, cinco músicos tremendos, muy buenos cada uno en lo suyo, y que en conjunto suenan como un reloj de precisión. Un disco que al margen de los instrumentos clásicos del Rock, da una importancia de mucho nivel al piano y a los teclados, y no hace sino engrandecer esas composiciones que parecen moverse solas.
Para disfrutar de un grupo que fue lo que quiso y que muchas veces no se vio, con la oportunidad de disfrutar de unos músicos que saben hacer que el Rock entre en los sentidos sin ningún esfuerzo.
Ian Hunter piano y voz. Mick Ralphs guitarra y voz. Overend Watts bajo. Verden Allen órgano. Buffin batería.

Side One:  Whisky Women;  Angel Of Eighth Avenue;  Wrong Side Of The River;  Waterlow;  Lay Down
Side Two:  It Must Be Love;  Original Mixed-Up Kid;  Home Is Where I Want To Be;  Keep A Knockin'





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