sábado, 25 de abril de 2020

De Vinilos y Otras Glorias MMCCLXXXVIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Bloque (El Hijo Del Alba) 1980


El grupo que me abrió los ojos a la Música de este país cuando escuché su presentación allá por el año 78, con catorce años aún y creyendo que todo era posible.
Bloque es un sueño en sí mismo, porque intentó mantener viva la llama de una Música, el Prog. que en este país había dado absolutas maravillas en los setenta y que iba diluyéndose poco a poco. A partir de esa idea y de la creencia de los músicos en ella, durante más de media década fueron de lo mejor (o lo mejor ¡¡qué joooooooooé!!) y más reconocible de esta piel de toro que suele empeñarse en joder (y muy bien por cierto) lo que tiene visos de ser bueno.
"El Hijo Del Alba" sigue una línea que se identifica con la Música y el concepto de Bloque desde la primera nota, con esa ensoñación instrumental llamada "Poemas de soledad" y que abre la puerta a todo lo que el disco te ofrece.
Ajenos en sus conceptos de mensajes de la denuncia social y política, las letras del disco vuelven a rozar la poesía en estado puro, basándose sobre todo en el universo como concepto del todo que nos envuelve y que nos hace ser.
Bloque siempre ha sido un grupo de músicos solventes, que de lo compacto hacen virtud, y en este trabajo no fallan a la hora de conseguir un sonido que llega de manera global en todos los sentidos, con unos teclados absorbentes y que envuelven toda la estructura de las canciones, por las que campa a sus anchas la guitarra, siempre protegida por una base rítmica brutal y poderosa.
En un disco en el cual lo instrumental se antepone a cualquier otra cosa, los arreglos de cuerdas y orquestales merecen una mención, ya que sin quitar protagonismo alguno a lo que es el grupo, apoyan de manera efectiva (y se mezclan con ellos en ocasiones) los sonidos de la banda.
Un disco, otro más, de un grupo que fue un soplo de aire fresco en la Música de finales de década optando por algo en lo que ya casi nadie creía, y que nos trae una maravillosa conjunción de ideas y formas para hacer de la Música algo que permite viajar en los sueños.
Juan Carlos Gutiérrez teclados y voz. Juanjo Respuela guitarras. Sixto Ruiz guitarra y bajo. Tivo Martínez batería. Luis Pastor técnico de sonido.

Cara A:  poemas de soledad;  Alquimista soy;  La danza del agua;  El Hijo Del Alba
Cara B:  Quimérica laxitud;  El silencio de las esferas I;  La razón natural / El silencio de las esferas II;  La elipse / El silencio de las esferas III;  Fin y principio / El silencio de las esferas IV;  Un hombre nuevo



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