JOY
DIVISION (UNKNOWN PLEASURES) 1979
No puedo remediarlo (ni quiero, por otra parte) amo este disco y todo lo que representa además de la Música, y por eso lo considero imprescindible y uno de los momentos clave en gran parte de la Historia de la Música a partir de los setenta.
La mente única de un
genio que no llegó a nada siéndolo todo (en apariencia al menos) vació una
forma de sentir la vida, la Música y la muerte en esta Joya de la Historia de
los sonidos que fue un antes y un después en la concepción de éstos, y que
cambió la forma de pensar a la hora de crear.
Clave en el desarrollo
de algo de calidad tras el Punk, un visionario que sacó de las cloacas un mundo
entre bello y tenebroso, con un sonido único y que a partir de él fue santo y
seña de miles de ideas.
Oscuro, cruel,
melancólico, hermoso desde el desgarro, un trallazo a las mentes que
descansaban de todo y a las que vuelve a remover para ver lo que nunca se había
vivido.
La grandeza de “Unknown
Pleasures” es crear el kilómetro cero desde el que parte una nueva forma de
entender la Música, y lo hace desde la experiencia de vida de sus miembros, con
el iluminado de Ian Curtis a la cabeza, de ahí que todo lo que llega del disco
es algo inexistente hasta la fecha y en mi opinión no ha podido ser repetido
jamás, porque quien lo creó se lo llevó con su muerte.
Una épica epopeya sin
quererlo, una Obra Magna de la Música (aquí sí que no hay estilos que valgan) y
una forma de entender los sonidos a través del límite de la propia vida.
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