RORY
GALLAGHER (TATTOO) 1973
Uno de los más grandes, uno de mis genios, su mejor obra, un disco donde se derrama todo su talento y mucho más… un disco maravilloso y mítico.
La trayectoria de Rory
Gallagher no tiene desperdicio, pero para el que suscribe, la cumbre la tocó
con una andanada de Blues Rock para la historia llamada “Tattoo”.
Un perfecto ideario de
lo que es el Rock y las raíces que le hicieron en un disco perfecto, donde todo
está en su sitio, con unas canciones tremendas, lo mejor de la trayectoria del
irlandés en un momento exquisito y verdaderamente emocional.
Y es que en “Tattoo”
Rory hace lo que quiere, como quiere y le da la gana desde una perspectiva
absolutamente personal escalando todos los momentos de su trayectoria hasta ese
momento y sobre todo dando un paso definitivo en su labor como compositor. Los
temas que componen el disco son una demostración de cómo cada pieza encaja en
el puzle definitivo dotándolo de una sublime impresión de perfección en el
estilo.
No falta de nada y
además el guitarrista se encuentra en un estado de gracia tan especial que
parece un insulto la facilidad con la que recrea esos aldabonazos de Blues Rock
y de Rock salvaje a través de una voz sobrada y una guitarra que te lleva a las
estrellas.
Un disco inmenso, un
trabajo muy especial, una Joya del estilo y de lo que la Música significa
cuando se aúnan raíces, tradición y lo que era el momento para hacer algo
perdurable en lo eterno.
Desde la slide, la
acústica, la eléctrica y la mandolina, un tratado de todo en uno sin aviso
previo, por eso el atracón de calidad va en el conjunto.
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