jueves, 14 de mayo de 2020

Surcos del Siglo XXI - 317

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Acid Mothers Temple & The Melting Paraiso U.F.O. (Hallelujah Mystic Garden Part One) 2017


En un lugar donde lo prohibido cabe porque no sabemos qué es lo que se puede prohibir si de nuestra Música hablamos, la de calidad, la que nos hace sentir la libertad en estado puro, discos como el que nos visita son una prueba de fuego para aquellos feligreses que creen que las puertas deben cerrase si no llevas el hábito adecuado para asistir a la ceremonia.
El colectivo nos requiere para que nuestra mente se prepare de nuevo para un viaje que nunca sabrás dónde acaba, a través de un disco que es en sí mismo una obra magna de la Psycho más excesiva y la antesala de lo que vendrá después.
"Hallelujah Mystic Garden Part One" es un nuevo desafío en forma de agreste recorrido por los campos de sueños de la imaginación, con dos temas que entrelazan la brutal sensación de sonidos que se repiten machacándote el cerebro con los cambios imprevisibles hacia las paradas que el propio grupo quiere hacer.
La guitarra de Kawabata Makoro es una guía que perfecciona los ritmos para que irremediablemente te sientas atrapado, y ese vuelo que es la Cara A con "Cometary Orbital Drive 2299" la mejor muestra de ello. Una sucesión de arpegios repetidos hasta el infinito que permite al resto de los instrumentos ir desarrollando el tema de manera libre y (aparentemente, claro está) sin un nexo de unión. Una apreciación que no creo que sea correcta, porque lo inverosimil del disco, tanto en el tema de la cara A como el que ocupa toda la Cara B, "Third Eye From Black Sun And Shadow Moon", es la capacidad para que cada instrumento, cada sonido, cada momento de Música espacial terminen confluyendo en un mismo lugar, alrededor de esos arpegios antes mencionados, eso sí, pero en un punto que el grupo decide que sea el final del viaje y el principio de los sueños.
En esta ocasión, aunque dándose un festín de vez en cuando, la guitarra salvajemente distorsionada de Kawabata Makoto deja en muchos momentos que los teclados se salgan del guión y revelen el inacabado espectro que el disco propone, dejando el camino preparado para la obra que viene detrás.
Un momento excelso de Psycho extremo, quizás un poco dulcificado en la segunda parte del disco, pero que abunda en esa capacidad para desorientar y que hace que la mente deba estar abierta a todo, absolutamente a todo.
Cotton Casino voz, astral mama. Kawabata Makoto guitarra, bajo, bouzouki, órgano, máquina de ritmo, speed guru. Higashi Hiroshi teclados. Mitsuko Tabata guitarra, guitarra sintetizada, voz, besos. Satoshima Nani batería otra dimensión. S/T bajo, cintas, espacio y tiempo.

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