lunes, 11 de mayo de 2020

Surcos del Siglo XXI - 311

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Sigur Rós ("( )") 2002


Dentro de la normalidad anormal que afortunadamente algunos músicos, grupos o colectivos se empeñan en mantener, nos encontramos con momentos de lucidez creativa que trasladada a la Música nos permiten disfrutar de bellezas como la que nos visita.
El grupo islandés Sigur Rós decidió desde sus comienzos crear una atmósfera que es la base de todas sus creaciones, y a partir de aquí la configuración de su Música es una especie de camino que se recorre sabiendo que nunca tiene un final.
El disco que nos acompaña, de nombre simbólico (ya que es un símbolo en sí mismo cómo lo nombran) "( )", mantiene la pauta durante todo el doble vinilo de unos sonidos ambientales que provocan un envoltorio donde el oyente se debe (de no ser así se entiende bastante poco) zambullir y moverse en ese espacio que poco a poco, a lo largo de los 71'46'', va cubriendo el espacio otorgado al silencio para percibir esa sensación de viaje astral que lleva a un lugar donde eres tú con los sueños que provoca.
La voz, machacona, constante, repetitiva y en muchas ocasiones asfixiante comienza a llevarnos de la mano en ese levitar que de manera inmediata la Música provoca, y a través de los sonidos (se trata de uno de esos casos en los cuales la garganta se funde como un instrumento más) se despierta en el sueño y abandonas la realidad.
Un disco que no tiene principio ni final, sin títulos en las ocho piezas que jalonan las cuatro caras del vinilo, y que podría durar eternamente o haberse convertido en un suspiro según la idea que nos hacen llegar; y es que "( )" parte de lo básico, incluidos los colores de su presentación, y se va transformando en una obra que viaja, vuelve, se aleja, recupera el pulso, hasta hacerte uno con ella, algo maravillosamente visceral que no deja indiferente.
En un nuevo siglo que puede deparar momentos de impactos realmente mediocres a pesar de todo lo recorrido en más de cincuenta años, es gratificante encontrarse con obras como ésta que al menos hacen una apuesta por las ideas, al margen de quienes deseen aceptarlas.
Jón Bor Birgison voz, guitarra y teclados. Kjartan Sveinsson teclados y guitarra. Georg Hólm bajo y teclados. Orri Páyl Dyrason batería y teclados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario