domingo, 26 de junio de 2011

No Puedo Recordar

Tengo el placer de plasmar en esta entrada la sensibilidad de un ser muy especial, que por serlo niega quien es y prefiere quedar en ese anonimato que a pesar de no compartirlo respeto profundamente, ¡¡¡faltaría más!!! porque la sensibilidad y la extrema emoción de sus sensaciones merece ser gritada al viento... otra vez será, ahora, disfrutad de lo que le sale del alma.



No puedo recordar desde cuando tengo una pequeña barca. Durante un tiempo no tuvo nombre, y siempre se encontraba amarrada a la orilla del mar. Sus gruesas cuerdas la mantenían segura, a salvo de la fuerza y los vaivenes del agua, y muchas tardes las pasé subida a ella sin atreverme a soltarla, y allí me dejaba ir con su suave balanceo, se desataban mis sueños, y mis sentidos se conectaban con un universo lleno de sensaciones.
Una tarde cualquiera de un día cualquiera sucedió algo inesperado, una magia especial lo invadió todo, sonidos que hasta entonces desconocía me envolvieron como no lo habían hecho hasta ese momento, y llegaron voces que me hicieron temblar, y me susurraron palabras que ahogaron mil suspiros, y abracé todas las sensaciones de este mundo, y todo lo que sentía tenía tanta fuerza, que las cuerdas se soltaron y comenzó un viaje sin fronteras hasta el infinito.
Es ahora, cuando algunas veces esos viajes no tienen destino y me abandono arrastrada por la corriente, cuando una bruma envuelva y ciega mi rumbo, atravieso tormentas, remolinos, y siento el crujir de la madera bajo mis pies como si todo fuera a resquebrajarse, pero no llego a sentir ningún temor, me acompañan esas melodías que calman mi alma, tranquilizan mi mente, y me llevan a mundos lejanos de sueños y pasiones.
Otras ocasiones, no hay viento que empuje mi barca, y su movimiento suave me adormece, y me llega el olor fresco del mar, cerrando los ojos mientras escucho, y sueño, y veo imágenes que cobran vida y acaban difuminadas en mi mente, veo el perfil de una cara preciosa que me enamora, que me dice cómo siente la Música hasta sus entrañas, veo caballos desbocados por la fuerza de sonidos imposibles, o cabalgando mientras atraviesan las nubes hacia el infinito, veo almas a mi alrededor que bailan en pleno éxtasis, y veo también la puerta abierta en un gran ojo de piedra que me advierte que lo que me voy a encontrar detrás no es de este mundo, y de verdad no lo es...
En otros momentos no me dejo guiar, deseo conocerlo todo, quiero saberlo todo, quiero llegar cuanto antes a todos esos lugares que me están esperando y surge la voz que pone freno y ralentiza mi viaje y me dice que ese no es el camino, es entonces cuando aprendo del silencio, escucho la Música de verdad, se despiertan mis sentidos, mi sensibilidad se empapa de melodías que me conmueven, y llevan la emoción desde lo más profundo de mi alma hasta hacer brillar mis ojos.
Siempre iré al encuentro de esos momentos que son pura magia, cada día esa barca que ahora sí, ya tiene nombre, me llevará lejos al paraíso infinito, a la verdadera tierra de los sueños
Gracias por invitarme allí por primera vez.


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