domingo, 5 de junio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias XXXIX

Volvemos a presentar esos vinilos que sin ser tan conocidos nos encantan por su calidad y deseo de que cualquiera pueda acceder a ellos aunque sea para comprobar que no comparten lo que amamos, que también es.


Bakerloo (Bakerloo) 1969


Un placer traer a "Paseando por los Sueños" este pedazo de disco de una legendaria banda de rock blues progresivo de la escena minoritaria inglesa, grupo que por desgracia (o no, que nunca se sabe) editó este único disco plagado de clase, calidad y sobre todo mucho blues blanco, mucho y bueno.
Concebido como "Power Trío" la banda descansa esencialmente en el talento y genialidad de Dave "Clem" Clempson", tremendo guitarrista que maneja las seis cuerdas con una maestría maravillosa, arrasando con solos desgarradores y en ocasiones infinitos, además de atacar la armónica de forma magistral, como un bluesman de muchos kilates, escúchese la versión de "Bring It On Home" del gran Willie Dixon. Canta en algunas canciones y compone la mayoría, pero sobre todo llega a lo más alto con la guitarra.
Acompañándole dos músicos excelsos, Terry Pole al bajo y voz y Keith Baker a la batería que cumplen con maravillosa precisión su papel de muro de contención de los trallazos de Clempson, dando una sensación de bloque compacto y sonido sin fisuras que acompaña todo el disco.
El disco es una grabación que fue muy aclamada en su época por esa tendencia hacia lo progresivo dentro del clarísimo blues que destilan, una pieza de museo por lo efímero del grupo, en el cual se van mezclando dentro de los siete temas que lo componen canciones de blues clásico como la ya mencionada "Bring It On Home", "This Worried Feeling", un descarado desvío hacia el progresivo en la tremenda "Last Blues", algo de underground con la animalada que es "Gang Bang", la banda lanzada y lo que caiga, solos de bajo y batería, el trallazo de comienzo que es una cabalgada instrumental con Clempson desmadrado, "Big Bear Ffolly" al igual que en la curiosísima "Drivin'  Bachwards" una mezcla entre música de Bach y rock con vientos y clavicémbalo. El disco termina con "Son Of Moonshine", una orgía de 15 minutos con libertad absoluta para que el grupo haga lo que le dé la gana, y lo hacen, vaya si lo hacen, pero que muy bien, especialmente esa guitarra que me llega al alma, ¡¡pero qué guitarrista, joder!! con el bajo punteándole por detrás, ¡casi nada!
Un disco tremendo, genial, de una calidad musical inmensa, con fuerte impacto sonoro, bello, compacto, Música de altísimo nivel y unas músicos excepcionales, especialmente el genio que es Clempson.
Para aderezo, la presentación, una portada con formato álbum representando en portada y contraportada en forma de cuadro un accidente mortal y un interior con fotos preciosas del grupo actuando y los créditos, todo en blanco y negro salvo el nombre del grupo en rojo sangre.



1 comentario:

  1. He conseguido volver de esa dimensión donde me había sumergido escuchando esta maravilla.. esos instantes eternos donde el tiempo se paraliza, la música lo ocupa todo, acapara todos y cada uno de los sentidos, y te envuelve hasta hacerte tocar el infinito. Un momento mágico..

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