En esta maravillosa vuelta atrás a esos vinilos dobles en directo que nos hacían vibrar, nos detenemos en el génesis de lo fui a nivel de Música, hace ya demasiado tiempo, pero en emociones, casi como si fuese ayer.
Uriah Heep (Live) 1973
El primer grupo que coleccioné, el primer disco con el que soñé. Uriah Heep siempre ha tenido muchos amantes de su Música y detractores por igual; para los que los amamos, este doble en directo con el contundente título "Live" es una joya y la oportunidad de admirar en directo (a través de los pabellones auditivos) un grupo que me provocaba todo tipo de sensaciones, todas ellas maravillosas.
El grupo venía de editar cinco álbumes de estudio realmente monumentales, y con la formación asentada por fin era realmente imparable, debido a la máquina casi perfecta que habían conseguido para desarrollar esos tremendos temas de su particular Hard Rock, especialmente los que componía el tremendo genio que era Ken Hensley, y así sus directos eran imparables.
El escenario les servía para desarrollar sus canciones como les daba la gana, vaciándose especialmente en aquellos que convertían en jams tremendas para el lucimiento de cada miembro del grupo, algunos de ellos auténticos magos que hacían del directo el mejor lugar para desarrollar sus habilidades. El ya mencionado Ken Hensley, autor de las mejores canciones del grupo, tremendo teclista de "Hammond", sintetizadores, moog... y todo lo que tuviera teclas, el encargado de esa atmósfera inquietante a veces, evocadora otras, la magia del sonido Heep, también a la guitarra donde se permitía duetos con Mick Box, otro de los creadores del grupo y alma del mismo; su sonido no era muy especial, pero el que le iba al grupo, sobre todo con ese Wah Wah que manejaba como los ángeles y algún que otro efecto más. El tercer miembro original era David Byron, el frontman por excelencia, una de las voces más privilegiadas de la historia de la Música, y qué voz, un registro único, maravilloso, sensual y brutal al tiempo, simplemente mágico, el primer vocalista que me enamoró, al que esperaba escuchar para que me embriagara con su voz. La sección rítmica era mágica, con ese pegador tremendo, rítmico y casi solista que era Lee Kerslake, con un sentido del ritmo único, inmensos repliques y paseos por los timbales, apoyado por ese músico que se fue demasiado pronto, una debilidad del que suscribe, Gary Thain, el bajista que más me ha impactado, alguien ajeno a seguir moldes, un tremendo músico y maravilloso instrumentista, nada de acompañamiento, continuos viajes a través del bajo. Para completar la magia esos conjuntos corales que fueron los precursores de tantas cosas y que nadie como Uriah Heep podía hacer, porque los cuatro instrumentistas eran vocalistas que acompañaban la voz de seda de Byron, y todo junto un espectáculo de Música, puro Hard.
El doble disco es un compendio de sus sets en directo, en el primero la cara A con canciones más o menos cortas, entrando con "Sunrise", maravillosa emoción, "Sweet Lorraine", volcánica y coral, "Traveller in Time", más de lo mismo y terminamos con "Easy Livin'" su cabalgada preferida. En la cara B La estrella de su carrera y mi favorita de siempre, "July Morning", esa sinfonía de teclados, voz infinita y solos descomunales que alargaban hasta donde querían, acompañada por "Tears In my Eyes", versioneada de forma descomunal, con esa sección rítmica que marca la pauta y un desliz de solo a cargo de Box.
El segundo disco cambia el formato del primero, dos temas enormes en su cara A, "Gypsy", otro de sus himnos para gloria de teclados furiosos, y "Circle of Hands", una composición maravillosa donde las voces, de nuevo las voces, te transportan a otro lugar para poder soñar. La cara B es el final de cualquier concierto, la tremenda cabalgada que es "Look At Yourself" con el Wah Wah desmadrado y la banda como un tiro, "Magician's Birthday", más corta que el original, que engancha con "Love Machine" y así dan pie a la traca final, un medley de rock'n'roll clásicos.
La portada, una joya, en formato álbum diseñada como un programa de los conciertos se presenta como la primera página de dicho programa, en la última canciones y créditos y el interior diez páginas de biografías y fotos, muchas fotos del grupo, una auténtica maravilla.
Como curiosidad (no sé en otros, no he tenido la oportunidad de verlos) los créditos internos de cada vinilo están cambiados, los del disco 1 en el 2 y viceversa.
Uria Heep "Live", una obra maestra hecha vinilo de un grupo maravilloso, el primer impacto en directo que me hizo creer que la Música era más que el soporte, Hard de ensueño con cinco músicos que eran uno solo.
Inexplicablemente, tardé en conectar con ellos pero, "July Morning" abrió mi Alma para seducirme por completo. La magia se instaló para acabar adorandoles como músicos.
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