sábado, 11 de junio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias XLVII

Otra vuelta de tuerca en nuestro viaje para traer Música con mayúsculas y piezas que quizás (es una opinión de Agilulfo) no son tan conocidas como su calidad merece, aunque para quien las conozca, bendito ellos, compartimos pasiones y recuerdos, que me entusiasma.


Malo (Malo) 1972


Un tremendo grupo de rock latino, una perfecta mezcla de Música caliente, sensual y para soñar, como las entrañas de Centro y Sudamérica, con el rock contemporáneo que se estilaba allá por la fecha de su creación. Su líder, Jorge Santana, hermanísimo de Carlos Santana, es un guitarrista curtido en todos los sonidos del rock pero que no podía ni quería desprenderse de ese toque latino  que confiere el sonido tan particular cuando ataca las seis cuerdas. Virtuoso como su hermano, aunque la historia no le haya favorecido. Junto a él otro pedazo de guitarrista, Abel Zárate, formando un dúo tremendo en ritmos y solos desgarrados; con ellos la voz cálida y melodiosa de Aurelio García y el bajo de Pablo Téllez  forman la base latina de este grupo que expresó lo mejor que tenía (a mi entender) en este su primer disco, una obra realmente maravillosa de esa Música que tanto engancha y que ahora, por mor de algunas cuestiones al margen de lo musical, apasiona.
Asentados en la bahía de San Francisco, otros cuatro miembros forman el conjunto que se desenvuelve con los ritmos abrasivos y la percusión, esa que de forma única y tan particular tocan los músicos de esa zona. Timbales, congas, bongos, la batería caliente (ese sonido casi de percusión casera) crean una base rítmica junto al bajo de Téllez imposibles de eludir para que el movimiento se te meta en el cuerpo.
Con esta base y la que proporcionan los vientos manejados sábiamente por Luis García y Roy Murray es fácil, sobre todo si se sabe, que las guitarras campen a sus anchas entre solos subidos en el tono, efectos wah wah, fuzz, distorsiones o simplemente el punteo al uso que va turnándose en cada tema desarrollado todo a modo de improvisaciones, con el recitado y las letras tan de esa tierra, los coros repetitivos, seis canciones todas ellas de más de seis minutos, una verdadera exhibición de banda concebida como tal. Todo se ensambla con las preciosas melodías de los teclados, ese piano que no cesa y el órgano envolviendo, y otra vez la banda, con la percusión desmadrada haciéndote volar, las guitarras a la expectativa, y los vientos encima de ti.
Cantado en castellano y en inglés, aunque éste podría ahorrarse (no quiero hacer patria, es que esta Música se lleva mejor con D. Miguel de Cervantes) pero ya que está...
"Nena" es la exhibición a los teclados, "Café" un corto con los vientos abrazándote, una preciosa entrada cálida y suave en "Pana" para más adelante coger ritmo, solos impresionantes de guitarra en "Just Say Goodbye" , aunque son los reyes de la banda y se les nota; maravillosa sensación de ingravidez en "Suavecito", su gran éxito, (apodado The Chicano National Anthem) con la trompeta susurrándote, la voz recitando, y para terminar "Peace", una demostración de poderío instrumental por todos los miembros de más de 9 minutos, quizás la canción más alejada de su propio estilo pero tremenda, brutal, mi favorita. No he dicho nada de la percusión porque están en todas, y sin ella, simplemente esta obra sería otra cosa.
La preciosa portada es un grabado azteca y en el formato álbum fotos interiores en blanco y negro del grupo, y el logo del mismo...
"Malo" un disco de rock latino maravilloso, con músicos impresionantes y ese compendio con un rock que cuando más se nota es en los desgarros de las seis cuerdas.

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