sábado, 18 de junio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias LXV

Ya sabéis, adoro esos "malditos" que por alguna razón no fueron más allá de varias glorias dejadas en lugar estratégicamente situadas, por eso seguimos dejando que aparquen por este "Paseando Por Los Sueños" 


Geordie (Don't Be Fooled By The Name) 1974


Puro Hard Rock, así sin más añadidos y poderosas razones a través de su Música, se puede considerar este tremendo disco de los ingleses Geordie, el segundo de su corta y limitada discografía (tres fuera de reuniones, recopilaciones, lo mejor de... y demás zarandajas) y a mi modo de ver el mejor de largo.
El disco es una demostración de contundente Rock Duro que durante los ocho temas del mismo te está apabullando por su poder, pesados riffs y su manera de aguantar los sonidos graves, de nuevo apoyados en una tremenda sección rítmica que no tiene mesura a la hora de pegar, y de qué manera; Brian Gibson parece que le vaya la vida a la hora de golpear los timbales, y junto a él, perfectamente engarzados Tom Hill al bajo, muy pocas florituras pero muy eficaz, porque juntos forman un muro para el lucimiento del líder y compositor (salvo dos temas) Vic Malcolm. guitarrista de talento pero visceral al mismo tiempo, que maneja arpegios, ritmos pesados y punteos steel con la misma habilidad. Para completar este cuarteto de puro Hard la voz sin límites de Brian Johnson con un registro en esas épocas realmente increíble, haciendo lo que le da la gana con ella, sube, baja, grita, eleva el tono y llega a cotas increíbles, como en la maravillosa y poderosísima versión de "House Of The Rising Sun", donde rompe todos los registros haciendo un alarde realmente increíble.
El vinilo comienza con un clásico del grupo, "Goin' Down", poderoso riff de guitarra y la voz repetitiva, con todo el peso en la sección rítmica, otra pasada de rock "So What" deja al grupo en plena carrera, armónicas incluidas, para acabar esta cara, previa la ya mencionada "House Of The Rising Sun", con un temazo, quizás el más elaborado del disco, "Mercenary Man", continuos cambios de ritmo y final apoteósico de la batería en un amago de solo para romper el silencio, guitarra salvaje y grito ¡como no! de Johnson para seguir el desgarro de las cuerdas.
La segunda cara comienza con la percusión en manos de Brian Johnson, dando entrada a la banda, quedándose solo con su voz y dando paso a cortes constantes donde él lleva el ritmo en la tremenda "Ten Feet Tall", una barbaridad de cambios, entradas y salidas, que sin pausa nos llevan a "Got To Know", protagonismo absoluto para la batería que marca el ritmo en timbales dejando a la guitarra un solo que acompaña a la voz, aquí más relajada, buscando coros, cabalgando hasta el final. "Little Boy" es la concesión melódica, atmósferas de teclados que envuelven una especie de balada melancólica, la voz muy relajada, sin esfuerzos, siguiendo un ritmo más básico que el resto del disco, menos Hard, mucho menos... para terminar con "Look At Me" donde vuelve el frenesí gracias a la guitarra que arrasa en la entrada, con la batería (cómo pega este tío) tomando la batuta y el bajo acompañando para detenerse en seco, esperar a la voz y...
La portada, en álbum, una foto de los cuatro pavos vestidos de gángsters, contraportada con "la chica del gángster" supongo, porque de fea podía ser un tío disfrazado, y en el interior lo mejor, fotos de ellos en directo muy poderosas.
Hard puro, sin aditivos, sin florituras, un viaje por el Rock pegado con ganas, así es que no te engañes, si eso es lo que buscas, te va a encantar, sino... pues el mejor Brian Johnson de la historia, a pesar de los enganchados a su posterior grupo.


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