De Vinilos y Otras Glorias LXVI

Otra de esas curiosidades realmente increíbles por la dificultad de conocer y por la calidad de la Música que desprende, esperemos, como en otras ocasiones, que guste, o al menos que haga tener interés por algo especial.

Saint Steven (Saint Steven) 1969

Una joya en estado puro, un disco de una banda que no pasó de aquí pero que podía ¡cómo no! haber llegado donde hubiera querido. Saint Steven se formó en Boston, y al mando se hallaba como compositor, creador y músico genial Steven Cataldo, un guitarrista excepcional con unas dotes realmente increíbles, que prácticamente sustenta toda la obra.

El disco es una sucesión de temas que van entrelazándose en una línea de continuidad a modo de obra conceptual, quizás fuese la idea originaria del grupo, algo que apoya el hecho de concebirse como dos caras con títulos propios, "Over The Hills" la A y "The Bastich" la B, aunque para mí la obra como un todo me la supone el no ceder a los pequeños silencios e ir entrelazando cada tema con el siguiente en perfecta armonía, sin perder el hilo del conjunto. Un disco de rock psicodélico en estado puro, realmente acorde con la época en la que se creó.

La exhibición a la guitarra de Cataldo es constante, con furiosos solos en eléctricos apuntes y punteos varios, acordes acústicos preciosos llegado el caso, una magistral técnica y un sentimiento a las seis cuerdas que atraviesa el alma, porque cuando le pone sensibilidad es que se pasa. A todo esto le añade una voz con una melodía increíble, realmente buena y sin esfuerzo, recitados que envuelven.

Musicalmente el álbum no tiene desperdicio, guitarras poderosas, solos descarnados, ayudado el propio Cataldo por otro colaborador del álbum, Steve Morgan, ritmos gloriosos y riffs sostenidos, con una sección rítmica que apoya perfectamente las creaciones desmelenándose de vez en cuando la batería en repliques al margen del ritmo, teclados envolventes que cubren los temas como un envoltorio perfecto, y los constantes cambios de sentido en la Música, con los conjuntos corales en perfecta armonía. Si le puedo poner un pero es la duración del álbum, 29'05'', porque esta orgía de sonidos y sensaciones debería durar eternamente, ¡o no, que nunca se sabe! será que soy un ansioso.

La portada una joya, como todo lo demás, en formato álbum la portada con Steven Cataldo abrazado a una guitarra y bajo la figura una escena con monstruos marinos muy apocalíptica; la contraportada el rostro de Cataldo incrustado en un cuadro de El Bosco, todo muy cuidado. El interior las letras y créditos.

"Saint Steven", una auténtica obra maestra de un músico excepcional, para quien guste de esas pequeñas delicatessen que nacieron y casi se olvidaron, porque no deja indiferente, la calidad es lo que tiene.