sábado, 28 de marzo de 2020

Surcos del Siglo XXI - 296

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Eternal Elysium (Resonance Of Shadows) 2016


El grupo japonés que comenzó su carrera musical destrozando todo lo que podía con un estilo que se adentraba de manera descarada en el "Dom" más salvaje y tremebundo, siempre con las características propias por ser un grupo del país del sol naciente, ha ido cambiando a lo largo de su periplo musical y con este "Resonance Of Shadows" (que por cierto se me antoja un título precioso) sin dejar ese Rock poderoso, machacante y pesado, se va alejando del envoltorio que se usa en ciertos estilos para derribar casas al margen de la Música, que en ocasiones no se escucha por el ruido de los escombros, y se asienta en un Hard salvaje, pesado aún, pero con una dialéctica más clásica que la cercana en formas (discutibles siempre para el que suscribe) a lo que quiso ser una innovación y creo que se quedó en más de un fuego de artificio.
Dicho ésto, el doble vinilo que Eternal Elysium presenta no es que haya olvidado los paseos por el Metal más abrasivo, pero sí que bebe mucho más del Hard que algunos mitos de los setenta transformaron en esa Música oscura y maravillosamente descorazonadora que se llamó Dark Rock.
Power Trío demoledor, poderoso y perfectamente ensamblado, las grandes carreras a golpe de riff que te ahogan mientras te aplastan se mantienen sin ningún problema con una guitarra que quema el acero y que se atreve con solos más allá de las notas graves porque se sabe protegida (y de qué manera) por una base rítmica descomunal que rompe todo, absolutamente todo lo que toca.
La diferencia con su estilo original y que hace que la banda haya avanzado mucho en su propuesta, es la capacidad (ahora sí que se refleja) para poder variar en los temas, con algunos clásicos de un estilo Dark que corre hacia los infiernos, y otros que manejan perfectamente la pesadumbre y el dolor cuando te vienen dados, con un ritmo pausado que no te deja escapar (el tema "Hiroshima" hay que escucharlo con muchas dosis de positivismo, por si acaso)
A todo esto se une una voz pasada por efectos que acongoja y te hace culpable de muchas cosas.
Un disco para que no puedas buscar una salida, sino para escucharlo hasta que las cadenas que cierran la puerta decidan estallar en mil pedazos.
Yukito Okazaki voz y guitarras. Tana Haugo voz y bajo. Antonio Ishikawa batería

side A:  Ingah;  The breeze says go;  Hiroshima
side B:  Views on C;  Cosmic Frequency;  Ancient Soul
side C:  Kohgohsei;  Unbound;  Jodo;  Crossing Dimensions
side D:  Beyond the lifeline;  Cells and devolutions;  Sekibaku





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