lunes, 4 de julio de 2011

Yo, Desde Que No Pienso, Vivo Mejor. No Sufro, Pero Vivo Mejor.

Me dijeron que con el sufrimiento sentiría más cercano el dolor ajeno, pero no quiero sentir ese dolor, porque creo que nadie debería sufrir. No sé si con eso me convierto en un ser despreciable, si evitar sufrir me hace ser un villano, pero no quiero hacerlo, no es una máxima en mi vida, me niego a arrastrarme por los pasillos de la miseria humana.
Me ha costado caro quererlo así, ahora YA NO PIENSO, y eso era parte de mi propio ser, de mi esencia más auténtica, pero era incompatible con no querer sufrir. Yo pensaba, y lo hacía a diario, en cualquier instante, en cualquier lugar; cuando unos ojos me miraban y expresaban maldad, cuando unos ojos inyectados en odio se clavaban en mí, cuando dos ojos negros como el azabache me decían que estaban muertos... y pensar en ellos, con ellos, por ellos, me hacían sufrir.
Quizás era más auténtico, quizás compartía su forma de entender este jodido mundo, pero hubo un día en el que la ponzoña de la maldad me cubrió el alma, y mi mente se negó a volver a pensar, a intentar averiguar por qué, por quién, para qué.
Ahora no sufro, pero vivo mejor. O mejor, ahora no sé, desconozco, ignoro lo que me rodea, a quién le pasa... pero vivo mejor.
Desperté del sueño y volví a la realidad, volví a pensar, a saber, a conocer, y mis sentidos sintieron, de nuevo, una mañana más, el sufrimiento.

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