domingo, 17 de julio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CVIII

Volvemos, como quien no quiere la cosa, a retomar esa sensación que tanto nos gusta de los viejos vinilos dobles y en directo, esos que nos hicieron soñar con conciertos imposibles en escenarios que nuestra imaginación recreaba.


Barclay James Harvest (Live Tapes) 1978


No era su primer directo, ni siquiera su primer doble en directo, allá por el 1974 sacaron un "Live" doble, pero los álbumes que crearon en ese periodo que transcurrido entre ambos fueron simplemente geniales, y por eso este doble tiene, en mi opinión, mayor calidad que el primero.
Con diez discos editados y un nombre labrado a fuego dentro del rock sinfónico, o sinfónico progresivo, la BJH tenía poco que demostrar, pero como grupo amante del directo, tienen en su discografía cuatro oficiales en vivo y los "menos oficiales", no podían dejar pasar esta década de creatividad sin otro doble que ya asumiera su primera etapa y la segunda mitad de la maravillosa década setentera. El álbum sirvió también como un antes y un después del grupo, ya que la formación original de cuarteto que aquí aún sobrevive se convirtió en trío tras la gira de este disco con la marcha de Woolly Wolstenholme, teclista, voz y compositor, que abandonaba la nave tras diez años juntos.
No será el mejor doble de la historia, el grupo era tan bueno en estudio que sus grabaciones difícilmente se podían superar, pero en directo reflejaban ese toque de calidad y clase que hacía que su Música fluyera de manera natural, sencilla, casi sin esfuerzo. La limpieza y el cuidado de las grabaciones se reflejan en este disco, que aunque adolece de un sonido más puro que el que debiera dada la calidad del grupo, permite seguirles en esos temas enormes que ellos alargaban sin esfuerzo en improvisaciones a base de ambientes que te envolvían constantemente, y es que la Música de la BJH transmite esa sensación de sinfonía que te hace suya, y en directo no era una excepción. 
John Lees a la guitarra y voces, con esa forma de componer y cantar que parecía un susurro, algo realmente sutil que te atraviesa sin esfuerzo, dando los riffs de guitarras necesarios y precisos y los solos que de vez en cuando se salían de la propia composición, porque realmente la Música del grupo era un bloque, una perfecta máquina donde todo funcionaba como un reloj, y este disco es una muestra tremenda de ello. Les Holroyd al bajo y voces, cantando como Lees sus propias composiciones, sin alardes más allá del componente de base rítmica que tenía, pero con otra de las voces marca de la casa, esa que te hacía saber que era...; Mel Pritchard daba la réplica rítmica, batería enérgico o suave según el caso, absolutamente metido en los temas, el complemento perfecto al bajo y la base donde se sustentaba todo el componente rítmico de las canciones, preciso, limpio. El ya comentado Woolly Wolstenholme a los teclados y voces, el ambiente "per se" que en una Música tan de ensoñaciones como el sinfónico era ese fondo que siempre envuelve, que abraza y cubre la Música de cada tema.
El doble es un recorrido por toda su trayectoria, pero obviamente la época 75-78 post "Live" tiene mucho más peso; canciones sublimes, composiciones magistrales, temas increíbles realizados con una limpieza y precisión brutales, una manera de escaparte de este mundo a través de los sueños.
"Child of the Universe" es pura sinfonía, un comienzo para entrar en calor, la descarnada "Rock'n'roll Star" algo de marcha para que no se diga, dos maravillas entrelazadas que son himnos por sí mismas, "Poor Man's Moody Blues" cínica y crítica, una joya (mi favorita) a la que sigue un clásico del génesis del grupo, "Mockingbird", otra demostración de Música con mayúsculas. Trece temas que van desgranando parte de la historia de una época gloriosa, como la brutal "Suicide?" un canto a los desesperados, "Jonathan", una belleza musical, algo para levantar de los asientos como "Crazy City" "Polk Street Rag" y "For No One" y esa bomba final que hicieron su himno y que lo es según ellos mismos, "Hymn" con la que consiguen que parezca que el grupo se va casi sin darte cuenta, a pesar de ser parte de la audiencia.
El "pero" más grande, la presentación del álbum, para lo que eran ellos con portadas cuidadas, preciosas presentaciones, se quedaron a medio camino de la chapuza y el "a ver qué hacemos..." una lástima, menos mal que la esencia está en los surcos.
En definitiva, Música de muchos quilates para un grupo que era y será para siempre historia de un estilo de Música que sobrevivió a demasiadas cosas, porque la calidad con mayúsculas (Calidad) no se puede matar, y la Barclay James Harvest es simplemente y nada menos que eso, Música de muchísima calidad.
Si no los conoces, lánzate, te engancharán, si ya los has pillado vuelve a ellos, nunca están de más, al menos para mí.

2 comentarios:

  1. Escuchar a la Barclay, es sumergirse en pura fantasía. Sus melodías creadas a base de sensibilidad, y esas composiciones casi espirituales cierran mis ojos, abren mi alma, me hacen soñar..
    Una manera de hacer Música, que es toda una joya.

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  2. Un disco maravilloso con el que se despiertan muchos sentimientos. Quizá por haberlas conocido antes me quede con Hymn, Suicide?,Poor Man's Moody Blues o Mockingbird, pero el disco en conjunto es una verdadera preciosidad.
    La Baclay James Harvest es para mí algo distinto, pero en este disco se superan. Y que conste que estoy diciendo esto después de haber escuchado el disco entero y estar escuchando "Berlin (Live)".
    Hasta el próximo.
    Ciao

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