sábado, 2 de julio de 2011

Ellas Dicen, Uno Debe Callar...

Tu voz estremece mis ovarios.
Sería maravilloso poder embriagarme con tus palabras, perderme en tu mirada y derretirme en tus brazos`.

Hay ocasiones, esas tan especiales, en los que la imposibilidad de la mirada provoca cerrar los ojos, volar con la imaginación y llegar al infinito.
Hay ocasiones, esas tan especiales, en las que una mujer se abstrae de todo lo que la rodea y se deja envolver por una voz, un susurro, unas palabras que la llevan donde nadie que no sea ella misma ha estado nunca.
Hay ocasiones, esas tan especiales, en las que uno no sabe cómo puede ser que, tras un rostro triste, un alma herida, un desgarro permanente, su voz pueda llegar por decir lo que nunca se dice, lo que normalmente suponemos sin hablarlo, sin barreras físicas, sin distancias de por medio, aunque existan, simplemente comprendiendo, o intentándolo al menos, que una mujer necesita sentir lo que muchas veces pensamos que ya siente.
Un relato, real o imaginario, unas reflexiones sobre el alma y el cuerpo, unas notas sobre lo que podría ser de no mediar el espacio entre ambos y la magia aparece, y el maravilloso mundo (oculto en demasiadas ocasiones) de la sensualidad femenina llega donde nunca podremos estar, y tu pecho se llena de ella, a pesar de... cuando “sientes” sus ovarios estremecerse, o el deseo de estar contigo.
Hay ocasiones, esas tan especiales, en las que surge ese universo fascinante, la voz, el susurro, las sensaciones recreadas por la imaginación libre y sin trabas...

1 comentario:

  1. Dejar llevarse por un susurro, que la imaginación se adueñe de tus actos, un sueño se convierta en un instante de realidad y que una melodia te haga el amor, como el mejor de los amantes es.. ese punto de locura para poder sentirse maravillosamente VIVA.

    ResponderEliminar