viernes, 8 de julio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias XCIX

Como no vamos a desperdiciar nada, no nos quedamos cortos a la hora de estremecernos, y para ello, nada mejor que este disco que nos viene...


Ted Nugent (Double Live Gonzo!) 1977


Para los amantes de Rock Duro o el Hard, que todo puede ser, un ídolo, para los que aman lo salvaje por encima de la Música, un mito, para el que suscribe, un gran guitarra, y este disco la cumbre de lo que fue y era tanto en directo como en su propia vida, aunque esto último me importa un rábano.
Ted Nugent era un animal, es un animal, y será hasta que se muera un animal; su Música reflejaba su estado de ánimo, normalmente animal, y por eso se tenía que dedicar a hacer ese Rock brutal y pesado que hacía, porque además me da a mí que le salía de las entrañas.
Al margen de su personalidad, a nivel de Música este "Double Live Gonzo!" es un discazo de Rock salvaje y durísimo, hecho con mucha clase por un músico en la cumbre de su carrera, porque para mí es un antes y un después en la historia musical de Nugent, que en estos tiempos se encontraba en lo más alto y después de aquí nunca llegó a estar tan arriba. Con unos discos en estudio soberbios, en el año 76 comenzó la gira que se extendió al año siguiente y de dichos años están sacados los temas que se encuentran presentes en este álbum, once animaladas de muy buen Rock Duro que además nos dejan casi 85' de Música para estremecer, casi nada.
En esta gira Nugent se acompañaba de un segundo guitarra y voces, Derek St. Holmes, encargado de los riffs que servían para, cuando no estaba arrancando las cuerdas con los ritmos, Ted se hiciera esos solos salvajes que abrasaban en directo; Cliff Davies a la batería y coros, un pegador como requería la Música contundente y sin concesiones del animal de Detroit, y acompañándole en la base rítmica Rob Grange al bajo, que junto a la voz tan especial y la guitarra de Ted Nugent forman un grupo de cuatro tipos demoledores para romper lo que fuera. La manera de tocar de Nugent, despiadada, con esa vertiginosa velocidad en las manos, salvaje y demoledora, era como un martillo que se te venía encima, miles de vatios atronadores, y los gritos y berridos del vocalista salpicándote los oídos entre tema y tema, en cada uno y cuando quería; sus parrafadas son históricas, y los desvaríos sobre el escenario van acorde con su manera de entender la Música.
A parte de polémicas y forma de llevar su historia, este disco es un tremendo reflejo de lo que era capaz de hacer en escena, temas brutalmente concebidos que en vivo llegan a su máxima expresión,  siete de ellos por encima de los seis minutos, demostraciones de jams demoledoras y juegos de guitarra infinitos, como la maravillosa "Hibernation", 16'55'' donde se recrea con su guitarra jugando a sus anchas hasta que rompe la banda destrozando todo a su paso, sólo bestial incluido, "Stranglehold", mi favorita, 11'11'' de exhibición musical, una maravilla de composición llevada hasta el límite, con ese ritmo pesado, duro, ese duelo de guitarras..."Stormtroopin'" 8'43'' con otra introducción jugando con las seis cuerdas para arrancar hasta dejarte exhausto, todo poder, terminando el álbum "Motor City Madhouse", 10'35'' de furia de Detroit, por si se le perdía la pista. "Great White Buffalo" una preciosidad, la versión del clásico "Baby Please Don't Go" demencial, y el resto del "temario" de examen. Toda una obra sin desperdicio de poderío en directo, Música dura, compacta, genial.
La portada en álbum, el animal de Nugent de rodillas arrancándose los cabellos (creo) o tapándose los oídos para no oírse, con la enorme y preciosa Gibson cruzada, contraportada con una foto del guitarrista con algo de ropa y créditos. Interior con infinidad de fotos, todas de él, el resto de los músicos habían ido a descansar, ¡¡menos mal que los nombran en los créditos!! esto muy mejorable, si tocan están, ¡¡¡joder!!!
"Double Live Gonzo!" una animalada directa a tus entrañas, un disco de Rock Duro, salvaje que no se puede uno perder si necesita que le perforen el estómago, eso sí... con clase, con mucha clase. La obra cumbre de un tipo muy especial (pero eso es otra historia...)




1 comentario:

  1. He querido oír y ver a semejante animal, y ha sido como si una tonelada de sonidos y sensaciones se me vinieran encima. Tremendo lo mires por donde lo mires, y una gozada para dejarse arrastrar por ese torbellino, al que no hay quien se resista.
    Genial!!

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