domingo, 24 de julio de 2011

Viví A Un Front Man


La tarde noche era propicia para un poco de Música en directo, quizás el final del ciclo "Music Legends" podía ser eso, el final de una etapa o el principio de algo grande, pero me apetecía vivir el momento con uno de mis héroes, esos hombres que hacen de su manera de entender la Música algo especial, posiblemente porque ellos mismos son especiales cuando se suben a un escenario.
Eric Burdon no es un cualquiera, por derecho propio tiene un nombre en la historia de la Música contemporánea, porque a estas alturas no es un "Bluesmen", es un músico total que puede hacer lo que le da la gana, con 70 años y una calidad que algún iluminado aún pone en duda, pero que le sobra por donde lo mires. Un maldito que se enfrentó al negocio y el negocio pasó de él. pero más que les pese a muchos es una leyenda, un mito y un músico.
El escenario de la sala como siempre, austero, con el símbolo del nombre del festival y los instrumentos acumulados en el escenario, que por lo que se podía intuir iban a ser para guitarra, bajo, batería, teclados y un micro en el centro, ese instrumento que el pequeño hombre maneja como pocos, porque es su vínculo con la privilegiada garganta que le hace ser... un grande.
Con un poco de retraso avisado por la organización aparecieron los músicos, cuatro tipos que saben de esto todo lo que hay que saber, tres de ellos pasados los sesenta y un "joven" a la batería, para bajar la media de edad. Tomaron posiciones, aguardaron unos instantes y con los primeros acordes salió al escenario uno de los más increíbles vocalistas del mundo de la Música, el hombre que canta como quiere, lo que quiere y le da la gana, Eric Burdon.
El concierto fue una sucesión de clásicos tras otro, pasó del soul al rock, del blues al R'n'B, se deslizó por el progresivo, volvió al rock'n'roll en una exhibición de dominio de la Música de un tipo y una banda que son demasiado para dudar de lo que puedan hacer. Con las ganas que tenían, lo buenos que son y el público sesentero de la sala aquello no podía ser otra cosa que una sinfonía musical de tal calibre que a veces daba vergüenza la facilidad para hacerlo bien de tipos que supuestamente deberían estar en las playas de Malibú disfrutando de la 3ª edad y no sacando petróleo de un escenario delante de un público entregado.
Eric Burdon no es normal, no puede serlo, no se tienen 70 años y ese chorro de voz que le sale por donde quiere, los micros le temen, los revienta, pero si se pone a susurrar te penetra la piel como una caricia, es brutal, sube, baja, cambia de registro, y además engancha los temas cuando a él le apetece, nunca está fuera de lo que la banda haga, es un grande y su concepto de la Música tan absolutamente sublime que sin estar no deja de cubrirlo todo. Esa capacidad de comunicar con la audiencia sigue intacta, y eso que ahora no se mueve, pero es que canta, recita, habla, cuenta... Claro que Burdon es muy bueno, y qué pasa con esta gente, que los que van con él son... ¡la leche! porque hay que ser cojonudo y disfrutar de la Música para estar al nivel de un genio, y los cuatro tipos que le acompañaban, por donde les pilles, saben de Música más que cualquier enciclopedia que pulula por ahí. Sacados de fotos sesenteras (salvo el batería) parecía un poster retocado con años de más, instrumentos clásicos, ningún atributo fuera de lugar, simplemente y nada menos que músicos encima de un escenario tocando Música, ¡¡¡pero qué Música, dios, pura seda!!!
Esa Stratocaster echaba humo, o casi te acariciaba, o te rompía el culo, o... ¡¡le daba igual!! riffs poderosos, solos descarnados, ritmos frenéticos, cortes sensuales, porque el blues, el rock, el soul... da para todo, y es que hicieron de todo. Claro que para una vez que tomó la acústica haciendo una introducción brutal a "The House Of The Rising Sun" casi la quema, que maravilla, qué sensibilidad, hay que saber, y sabe.
Lo del teclado para darle de comer aparte, creo que hacía años que mi querido "Hammond" no me hacía el amor como esa noche, pero es que tocado por ese tipo de coleta blanca como la leche que te hagan el amor con la Música es tan fácil... y así me sentí, con ese sonido de gato en directo hacia mis entrañas, acompañado del piano eléctrico, haciendo lo que quería, con los blues te sacaba las lágrimas, en el rock cabalgadas de muerte, fiel escudero de esa voz que es de otro mundo, tocando los dos teclados a la vez, o por separado, ¡¡¡qué bárbaro!!! me hizo llorar, ¡a poco! yo que estoy mayor y sólo busco esto, pues lo puse fácil.
El viejo rockero en el bajo no pudo pasárselo mejor, se pasó el concierto riéndose, disfrutando como un loco, enormes riffs, acompañando la base, haciendo lo que quiere, porque ese "Fender" en sus manos hace eso, lo que quiere, y te pega en el estómago, para que sepas que está ahí, y por si se te olvida que esto es para todos los instrumentos, el jovencito del grupo, ese negro que se subía detrás de los timbales se encarga de terminar de liarla, porque no te deja en paz, es algo brutal, ritmos, solos descarados, repliques y más repliques, contra ritmos y todo sin esfuerzo (o en su cara no lo parecía) porque el tipo se pasaba tres pueblos y como si nada, qué pedazo de batería, ¡madre mía!
Cinco músicos maravillosos, fantásticos, con la virtud por parte de Eric Burdon de hacer ver que es uno más del grupo, y no lo es, pero él te lo transmite así, ni siquiera se presentó al margen, salió, tocó con sus "chicos" y se fue con ellos, y eso se nota, se lo pasan en grande, cada uno disfruta de lo que los otros hacen, se dejan ir y con la calidad que tienen todo sale fluido, sin esfuerzo, de forma natural, para que más de un iluminado de esos que escriben cosas raras que llaman crónicas les eche en cara que si los años, que si la edad, que si no se mueven... ni puñetera falta que les hace, la energía que desprendieron esa noche no la provoca la mayoría de grupos llamados "Heavy", y sin moverse, salvo el guitarra.
Los primeros setenta y cinco minutos fueron el show en sí, Burdon se picó a la voz con la guitarra (que ya le vale al afónico este de 70 abriles) pidió al teclado que le siguiera, se unió con el bajo para dos finales y dejó que el bestia del batería terminara los temas como le diera la gana, porque eso hacía. Clásicos de toda la vida, etapa Animals, War, sus primeros años en solitario, versiones de joyas clásicas, réplicas a monstruos de la Música (en un tema empezaron con el "Boom Boom" de John Lee Hooker, pasaron por rock de Elvis, volvieron a John Lee y se perdieron por Aretha) y cuando te decuidabas en el escenario no había nada, porque estabas en una nube, y yo floté tanto que no me encontraba, aún floto y ya van... y lo que queda. Breve descanso y lo más precioso del concierto, uno a uno saliendo para el bis demostrando lo que saben hacer con solos maravillosos y dándose el relevo presentando cada uno al compañero que acababa de hacer su solo por este orden, batería, bajo, teclados, guitarra y... Eric Burdon uniéndose a ellos hasta completar veinte minutos de un primer bis memorable, una exhibición musical que fue casi una orgía. Otro temazo de diez minutos y cinco tipos con miles de kilómetros a sus espaldas, leyendas de la Música unos y enormes músicos otros abrazados a la vieja usanza despidiéndose de todos, simplemente mágico.
Para la fibra el grito desesperado de uno que tras una gracias de Burdon soltó un "A Ti" que casi hace llorar al respetable; el estribillo de "Don't Let Me Be Misunderstood" a coro por el público pedido por él y este viejo genio que agradeció con un "Allright" que le salió del alma. La despedida de pie con ciertos gritos irrepetibles pero con unas ganas por saber que había pasado algo especial, Mr. Eric Burdon, uno de los más grandes front man de la historia había pasado por allí atravesando mi alma y haciéndome creer que aún puedo seguir vivo a pesar de casi todo, porque es Música, Esencia, Alma, Mi Vida.
¡¡¡Gracias Eric, gracias por hacer que todo parezca demasiado sencillo, bonito y maravilloso!!!


Esta entrada, con toda mi alma, a todos los que creen que un sonido puede hacerte el amor, si se tiene esa pizca de sensibilidad por lo que se llama Música, y que yo llamo Magia.




1 comentario:

  1. Emociona leerlo..vivirlo tiene que ser algo increíble, poder saborear así la magia de la Música.. convertirlo en un sentimiento de amor, lo dice todo de quien consigue crearlo, y también de quien es capaz de recibirlo de esa manera. Te felicito.

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