jueves, 28 de julio de 2011

Espero Aún...

El lamento del viento atraviesa mis sentidos, recorre mis entrañas y me lleva hacia ti, sintiendo tus lágrimas pronunciando mi nombre, el mismo que hace tiempo no pudiste llevar en tus labios por miedo a todo lo que éramos, aquello que nos hacía diferentes y que sin embargo atenazaba tu corazón cuando buscaba una caricia, un beso a escondidas, una mano que recorriera mis ojos cerrados que no querían despertar del sentimiento de percibir el aroma de tu esencia cubriéndome.
El tiempo no puede cerrar las heridas producidas por las palabras que hieren cuando tu alma se desmorona entre los brazos de quien prometió y rompió las ilusiones, por eso ahora, con la brisa acariciando mi rostro, ese lamento llega hasta mí como un quejido que se desvanece en el espacio, el lugar por el que he vagado sin encontrarme, sin saber el porqué del adiós que laceró mi alma.
No estoy en el lugar adecuado, he huido de mis sueños, he preferido ser una anacoreta refugiada en la ilusión que me hizo ser alguien distinta, no puedo cambiar porque la parte de mi vida que dejé sobre la arena se la llevó la marea de la incomprensión humana, arrastrada por la corriente hacia ninguna parte mientras veía tu silueta alejarse de mí, una imagen que me tortura cuando pienso en tu cuerpo, tu aliento, tus palabras de amor, todo lo que quisiste y al final dejaste también para que el mar lo barriera.


                                                      "El Tiempo Inexorable" (Extracto) Calpurnia Tate

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