domingo, 30 de marzo de 2014

Surcos del Siglo XXI - 212

Una banda de reputado nombre durante una época en la que se buscaban muchas cosas y en algunos casos, como el que nos ocupa, se encontraban.


Suede (Dog Man Star) 1994


Quizás me vuelvo más radical con la edad o quizás lo que ocurre es que lo de ir contra corriente ya se me hace un hábito, pero si pienso que para gustos los colores en lo relativo a casi todo lo que me rodea en mi caso me lo impongo y mis gustos son eso...
Viene al caso esta parrafada porque cuando me enganché hace dos décadas a los sonidos de Suede su disco "Dog Man Star" me pareció un soplo de aire fresco y me llevó muy alto. Por supuesto como suele ocurrir fue un fracaso de ventas y para muchos un catacrock tras su álbum debut, pero en esencia y en lo que a mí concierne el doble álbum que fue el segundo en la carrera del grupo aún no ha sido superado.
Me gusta por su oscuridad, nada que ver con el resto de su producción, un disco que rezuma pesadumbre y pesimismo por donde lo pilles, quizás influía las tensiones que fueron vox populi entre Brett Anderson, vocalista y líder (según su visión de las cosas) del grupo amén de director artístico ¿? y el guitarrista Bernard Butler, un músico que creo ha sido infravalorado tanto como guitarrista como compositor. Como decía, esto o lo que sea provocaron un disco realmente duro y oscuro pero que me encanta, un golpe a los sentidos cuando todo lo que había alrededor salvo honrosas excepciones se encaminaba a un Pop que buscaba esa luz y alegría en lo que se hiciera.
"Dog Man Star" demuestra una banda en plena forma, 57'50'' de buena Música, Rock de los noventa sustentado en la sensación de inmenso bloque que dan las composiciones de los dos mencionados y destacándose la peculiar voz de Anderson, un timbre fácilmente reconocible y que en ocasiones (aunque no creo que fuese el caso de este disco) se hace excesivo.
Temas de contundencia sonora escritos de manera fantástica e interpretados como una banda, una guitarra que cuando quiere te rasga por la mitad y salvo algunos arreglos orquestales demasiados superlativos los instrumentos ajenos sirven de apoyo para redondear las interpretaciones.
Temas como "The Asphalt World" se te quedan en el alma, piezas de melancolía absoluta como "Daddy's Speeding" que hacen estremecer sin concesiones.
En mi opinión un buen disco de Rock para escuchar en cualquier momento, a pesar de cierto desasosiego que no suele gustar, pero hasta en eso hay momentos que me apetece sentir que eso es así.
Simon Gilbert batería. Mat Osman bajo. Bernard Butler guitarra. Brett Anderson voz.

A:  Introducing the band;  We are the pigs;  Heroine;  The wild ones
B:  Daddy's Speeding;  The Power;  New generation
C:  The Hollywood life;  The 2 of Us;  Black or blue
D:  The Asphalt World;  Still life


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