Miles de palabras escritas sobre hojas en blanco, principio de una historia sin final. Estrechas líneas en las cuales se agolpan trazos llenos de vida, momentos para disfrutar de los sueños, las emociones, todo lo que nos dan.
Papeles pintados por la mano del artista cobran vida cubriendo el silencio, ese suave devenir de las notas que saltan desde su origen para llegar hasta lo más profundo de nuestra piel. Es la magia de un misterio que sigue cubriendo los instantes de deseos contenidos, las mañanas de comienzos inesperados, las noches en vela esperando.
Es el misterio, la magia, el universo entero convertido en esa parte de mi alma a la que llamo Música. Cuando su esencia me abraza, su invisible cuerpo me acaricia siento el placer de ser yo mismo, un privilegiado valedor de lo que trae entre sus manos.
De nuevo...Precioso!!
ResponderEliminarMágico texto...como la música, como ese cuerpo de mujer reflejado en la guitarra.
Un beso.
Gracias, Querida. El parangón entre el cuerpo de mujer y la guitarra ha sido simplemente delicioso.
EliminarUn Beso