Por entre las luces de octubre te esperaba
sintiendo nacer en mí un relámpago de sangre.
Relámpago que atravesaba mi alma de parte a parte.
Con la lluvia como heraldo de vida llegabas
haciéndome mirar con anhelo el calendario.
En esos días de octubre mi alma suspiraba.
Siempre fue el tiempo de nuestros encuentros el otoño.
Si alguna vez he nacido lo hice en aquél octubre nuestro.
Te recuerdo en el aroma de la tierra mojada por la lluvia.
En el suave cielo que vence a la tormenta.
En la lenta y delicada caída de las primeras hojas.
Hoy no se anuncia de nuevo el tiempo del encuentro,
hoy no estarás a mi lado sonriendo.
Dónde buscarte puedo si no vienes con sus aguas.
Dónde gritar tu nombre para que oigas mi lamento,
en qué lugar, en qué nube, en qué momento.
Diego L. "Apuntes del Interior y Otros Poemas" Extracto
(Reproducido con permiso de Vicky)
Hay ocasiones en las cuales la belleza llega, te envuelve, te atrapa y dejas que penetre en ti. Este es uno de esos momentos. Besos,
ResponderEliminarCuanta razón tienes Agilulfo, es un poema de una sensibilidad extrema, leerlo me ha hecho sentir bien, tiene una magia muy especial.
ResponderEliminarMe ha encantado. Besos.
Donte esta musica esta anche belleza di poesia...
ResponderEliminarMil besos..
Las palabras son tan bellas como las personas que las entienden. Un Beso enorme por ese corazón inmenso, Querida Luna
ResponderEliminarSí es bello, Jane, ¡hazlo tuyo! y sueña... Besos,
ResponderEliminarDuele pensar en los versos que nunca podrá escribir, pero si lo recordamos no morirá del todo.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Duele pensar lo que dices, querida Nua, pero sus palabras eran tan bellas que aquí están por encima del tiempo. Besos,
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