domingo, 27 de noviembre de 2011

Eros

La luna les acompaña silenciosamente blanca.
Sobre su atalaya de estrellas llama a los amantes.
Les tiende hilos de plata sobre sus cuerpos fundidos,
atando los besos compartidos de parte a parte.
Las caricias nacen libres por entre abismos naturales.
Sincopados temblores de febril ansiedad colmados.
Carne de insospechados sabores nuevos, calientes.
Su ansiedad vive sólo un momento fugaz, sublime.
El diluvio se derrama sobre las pieles transformadas,
fijando con su marea la eternidad de su abrazo.




Diego L. "Apuntes del Interior y Otros Poemas" Extracto
(Reproducido con permiso de Vicky)

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