domingo, 6 de noviembre de 2011

El Gran Dictador (The Great Dictator)


Una de esas películas en las que se aglutina todo lo que el Séptimo Arte, como valedor de esto último, puede dar. Esas piezas de museo que a modo de "Giocondas" destilan magia, misterio, clase, arte... y sabes, cuando estás delante de sus imágenes, que algo grande está pasando.
Que Charles Chaplin era un genio eso no creo que lo dude nadie, que ha sido uno de los más grandes cineastas de la historia de manera global, creo que tampoco, pero para mí en esta película llevó su talento hasta un límite como para decir que con esta película no hizo cine, él era el Cine.
No sé las veces que he visto la película, y cuando el DVD me dio la oportunidad de tenerla para mí solo (el resto de las copias no me interesan) he buscado momentos para llorar de risa con escenas mágicas, únicas, seleccionándolas y repitiéndolas una y otra vez. 
Para mí una de las más grandes apuestas en la manera de entender el Cine como arte, como vehículo de expresión, y el humor como medio para vencer todo lo oscuro que el ser humano tiene y que nos rodea con demasiada facilidad.

Hay que tener mucha clase para hacer una parodia de uno de los más grandes criminales de la historia de la humanidad, hacerla cuando se hallaba en la cima de su locura y reírse de ello sin caer en lo burdo, sino todo lo contrario, provocar, desde la risa, pensar y reflexionar, aunque cada cual con lo que su cabeza dé. 
La película es redonda, no le falta nada, pero es que Chaplin se sale, el guión es absolutamente genial, los nombres que parodian a los tiranos tienen miga, "Hynkel", "Napaloni"... y la perfecta exhibición a la hora de contar las dos historias paralelas, las del barbero y el dictador es una delicia.
Todo ello desde el talento de un grande, un tipo que no se cortó nunca a la hora de expresar su arte, y si "Charlot" me enamoraba de crío haciéndome morir de risa con sus piruetas, sus golpes, sus locuras a cámara rápida, de adulto el Chaplin cineasta me enamoró por poder ver en imágenes lo que su mente necesitaba recrear, algo realmente maravilloso.

Las escenas míticas casi no pueden contarse, el humor como centro del desastre, de la guerra, de lo más vil del ser humano, el humor negro para luchar contra la aberración, la mente enferma de los hombres, esa pizca de drama que destilan algunos momentos para no olvidar lo que se trata, y de nuevo el humor, la risa, las locuras de un genio en estado de gracia, maduro y único.
La escena primaria de la bomba persiguiendo al barbero es algo demencial, el gueto como lugar de miseria, risa y esperanza es retratado de una manera delicada, casi emocionante. Lo del barbero afeitando al ritmo de la Música es tan sublime que no creo que se pueda hacer de otra manera, simplemente perfecto, magistral, maravilloso y el discurso en el cual los micrófonos se acojonan ante la voz salvaje del que no dice nada, sólo amenaza es tremendo.
Los momentos en los que ridiculiza a los tiranos, con los egos desmadrados, algo inclasificable, y por supuesto la escena mítica de la historia del cine, el mundo como un globo en las manos del dictador, algo brutal, un ejercicio de arte físico, perfectamente calculado, una baile, una danza, un  toque de humor negro realmente animal, el fin de todo a través de todo, es... buffffffffff. 
Por supuesto que la película tiene sus momentos duros, crueles, la violencia gratuita de los soldados, la soledad entre la desolación, el amor que no puede pensarse en medio del caos, el terror ante el terror, y ese discurso increíble con el que termina, un mensaje de esperanza en un momento en el que la humanidad se desmoronaba, y que un artista como Chaplin veía a través de sus ojos de genio para intentar decir algo, ¡¡¡y vaya si lo dijo!!!

No he olvidado ninguna de las veces en las que he reído con la película, los que me ha estremecido, las caras y gestos de Chaplin, todo el despliegue de inteligencia y sutileza en las imágenes, las palabras, lo que dice, lo que no dice (que me parece igual de importante) esos silencios que te envuelven, la lluvia de sensaciones que se agolpan en mi cerebro, porque hay que estar muy despierto para que no se te vaya nada, ni viéndola mil veces, es tan intensa que te atraviesa las entrañas sin quererlo, me envuelve, me lleva y me hace meterme en ese blanco y negro donde el cielo brilla, o es de noche a pesar del Sol, porque los genios tienen eso, que lo son por encima de todo, y si encima tienen que decir algo, pueden elegir mil caminos.

"El Gran Dictador" es la más brutal, sangrante y descomunal crítica que se ha hecho de la vileza humana, desde lo alto de esa montaña que es difícil escalar, el humor inteligente, eso que hace que el ser humano se ría de sí mismo y pueda volver a levantarse, una exhibición de uno de los más lúcidos visionarios que dio el siglo XX y una lección magistral de cine, de emociones, de sentimientos, de ¡¡vida!! para mí esa "banda sonora" en imágenes que de vez en cuando me arranca una sonrisa, me permite reírme de mí mismo cada mañana y hacer que todo se vea en negro claro, o gris tirando a un poco negro, o... 
Me encanta el cine, me enamora, quizás soy demasiado niño para reír y demasiado adulto para llorar, por eso hace mucho que la intimidad me libera de tener que mirar a los lados de la butaca, pero cuando vuelvo a meterme en el blanco y negro, con ese rostro que expresa todo sin decirlo me siento como el adolescente que aprendió a reír de manera sutil, sin excesos, escuchando las palabras que no se decían, leyendo en los letreros que no salen en la pantalla, y me vuelvo a sentir bien.
Genios como Chaplin consiguen eso, y "El Gran Dictador" consigue todo.





2 comentarios:

  1. Hasta ahora, recurría a Youtube cuando necesitaba la Música de esas entradas tan emocionantes, a la que ya nos tienes acostumbrados. Hoy he disfrutado de algo diferente. He visto alguna de las escenas a las que te has referido, y me he quedado con unas ganas terribles. Verdaderamente geniales, un Arte con mayúsculas. Me reservaré una tarde para ver entera esta película.
    Te felicito por esta entrada, lo has bordado.
    Besos.

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  2. Es un genio y una genialidad, simplemente magia. Besos

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