domingo, 28 de agosto de 2011

Hot Cha



Algunas veces siento que me repito, pero ¡quién soy yo para llevar la contraria a mi alma!, sobre todo en esas cuestiones de emociones, sentimientos, que tanto domina, incluso sobre mi propia conciencia.
No puedo ir a contra corriente en esas cosas, por eso cuando paseo, cierro los ojos y sueño o miro sin ver algo, no es casualidad que si busco esa calma que tanto me falta me vengan a mi mente muchas melodías de Roy Buchanan, ese tipo con cara de abuelo bonachón y tímido que se subía a un escenario con su compañera para entregar sonidos imposibles que salían de seis cuerdas de acero caliente, muy caliente.
Las melodías de Roy las llevo grabadas a fuego en mi piel, mis entrañas, y ¡¡cómo no!! en mi alma, por eso ella tira de estas melodías cuando sabe que necesito eso, lo que la compañera de Roy acariciada por sus dedos entrega.

No sé las veces que me habré sentido mal, pero cuando vagas por caminos secundarios para que no te vean, los escenarios con miles de watios y masas enfervorecidas coreando tu nombre no son tu lugar, y en algunas ocasiones he sabido mucho de tugurios y horas indecentes perdido por ahí, por eso los dedos de Roy haciendo el amor con su "Telecaster" me sirven para saber el lugar por donde me encuentro más cómodo, a gusto conmigo mismo y mis sueños, ahora afortunadamente apenas son pesadillas, pero siguen sin ser sueños de grandes conciertos y masas que te adoran, sigo en los tugurios donde apenas se cabe y el músico te lo da todo porque no sabe si será la última actuación.
La primera vez que escuché la guitarra de Buchanan lloré, no estaba nada bien y era fácil que me llegara, que me atravesara el alma, se instaló en mi vida y el "Hot Cha" fue un sentimiento más que un tema, pero resulta que cuando estaba bastante bien escuchar esa pieza de museo también me hacía llorar, no será casualidad, quizás es más que una canción, es algo que traspasa la magia de las notas y se te mete por otro lado, es lo que tiene, si eres capaz de hacer el amor con una mujer y transmitirle a través de tus dedos lo que "Hot Cha" transmite a través de sus cuerdas de acero, la Música deja de serlo y se convierte en algo místico
.
La primera vez que vi a Roy sobre un escenario, en uno de esos conciertos rescatados de televisiones ajenas a este mundo en el que vivo (llámese país) no lloré, simplemente me desmoroné, porque esos dedos eran un todo con su rostro avejentado, la madera pegada a su pecho, el mástil y las cuerdas, la gorra y el pelo blanco. No es casualidad, es un músico por encima de la Música, era y es único en lo que hacía y lo será siempre, por eso mi alma lo recuerda, ella sabe mucho de mis sentimientos, mis emociones, la fibra y todo eso, de noches perdido por ahí, encontrado de nuevo, y en medio de todo la nada más absoluta con las melodías en mi cabeza, eso nunca falta, la Música me ha dado tanto que ni siquiera estando horriblemente mal puedo abandonarla, sería traicionar al universo, pero estando terriblemente bien tampoco lo hago, es una cuestión de agradecimiento, honestidad y sobre todo de amor, ese que la compañera de este guitarrista único me da tantas veces, eso sí, acariciada por esos dedos que parecen envolverla con el mimo y cuidado que se requiere para que un orgasmo intenso e infinito te recorra de arriba hacia abajo, el mismo que la hizo apoyarse sobre mi pecho cuando mis dedos llegaban a sus entrañas con los sones de ese "Hot Cha" convertido en tema de vida y no canción de adiós.
¡Qué lista es mi alma! sabe lo que necesito, lo que me viene, lo que... por eso me hace recordar las melodías de Roy, para que mi piel se erice y me encuentre en la gloria casi de manera permanente, o las tararee en cualquier tugurio con una cerveza en la mano, ahora sin querer vaciar mis tripas en el lavabo, ahora disfrutando de lo que este viejo bluesman me da cuando, a pesar de estar rodeado de gente, soy capaz de abstraerme y tararear cualquiera de sus temas.





3 comentarios:

  1. Podía no ser el lugar más adecuado, el día tampoco daba para mucho, y mi mente parecía no querer.. pero Roy Buchanan supo crear Música con un poder mágico para dar sensaciones a pesar de todo, y una vez más lo he podido comprobar. El sonido de su guitarra alivia y calma, es algo casi espiritual y hoy de nuevo, me ha servido.
    Gracias amigo por tu gesto, por acercarme a este genio, y gracias Roy por dar tantas, y tan intensas emociones.
    Bss

    ResponderEliminar
  2. Es una pieza para cerrar los ojos e imaginarse todo aquello que nuestra mente desee.
    Más o menos como su autor en estas fotos. Cerrar los ojos y sentir.
    Una sugerencia: cuando pongas este o cualquier otro tema de Roy Buchanan no conduzcas ni realices actividades peligrosas (parece un prospecto de un antidepresivo), símplemente déjate llevar.
    Todo un placer.
    Ciao

    ResponderEliminar
  3. ¡Vaya, te ha costado! por fin ese tema que somos o que éramos, no lo sé. No voy a reprocharte el título, aunque Roy es mucho más esa canción está muy metida en mí, y representa una forma de hacer el amor... bueno, con esos dedos de seda. Agilulfo, ¿haces el amor con "Hot Cha"? no creo que pudieras, tú simplemente te haces el amor con ella.

    ResponderEliminar