sábado, 13 de agosto de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CXLVI

Otro nombre propio en la Música, lo que ocurre es que siempre iba asociado a otra gente, pero se propuso hacer cosas solo y ¡no veas cómo salió la historia!...


Graham Nash (Songs For Beginners) 1971


El primer disco en solitario de Graham Nash es un recorrido por sus propios sueños, al margen de colaboraciones con otros grandes, con los que volvería, incursiones en eventos varios y toda la parafernalia musical que un icono de la Música "socialmente implicada" representaba.
Este disco representa la liberación de ataduras varias, todos los temas del álbum son suyos y la producción también, es un trabajo de Nash para Nash, con la calidad y la sensibilidad con la que este músico trataba todo lo que hacía. Un disco intimista, donde la voz de Nash sigue marcando la pauta en los temas, las letras importantísimas, y la interpretación como un susurro de muchos de ellos el santo y seña de este grande de la Música para soñar.
Aún así, con ese grado de intimidad que imprime a toda la obra, debió pensar que ir sobre seguro no venía mal, porque el elenco de músicos de los que se rodea es simplemente apabullante, genios de los sonidos, amigos de Nash muchos de ellos, cuando no grandes de las sesiones de grabación para casi todos los que eran algo en ese mundo.
Por reseñar a algunos, Dave Mason, Neil Young, Joel Bernstein, Rita Coolidge, Johny Barbata, Jerry García, David Crosby, David Lindley, Calvin Samuels, Chris Ethridge... y así hasta casi el infinito, de modo que si el autor aseguraba la calidad en las canciones, los músicos ¡¡qué músicos!!! aseguraban la calidad de la grabación, para que no quedara nada al azar, por si acaso...
Once canciones que se mueven entre el pop más clásico, algo de rock y la canción tradicional americana, compuestas con una sensibilidad extrema, interpretadas con gusto y gustándose, otra obra en la que se detecta el "dejar hacer porque sale..." y te llega, ¡vaya si te llega! canciones melódicas, con una estructura simple pero que pasadas por las manos de este gran músico se convierten en bellas melodías que te atraviesan el alma.
Es un disco para dejarse ir, soñar y escuchar sin pretender nada más que oír buena Música, que ya es mucho, muchísimo diría yo, dejarse penetrar por las melodías, las voces, los coros, esos pianos, las suaves guitarras, susurros a flor de piel... en fin, Música, ¡¡qué más da como se llame!!
Si no lo conoces, atrévete, para situaciones con uno mismo, una verdadera gozada, para pillarlo en cualquier momento siempre sacas algo, ni estará en las listas de los más... ni los menos... ni los... escúchalo porque te apetezca y disfruta, merece la pena.

Cara A: Military Madness;  Better Days;  Wounded Bird;  I Used To Be A King;  Be Yourself.
Cara B: Simple Man;  Man In The Mirror;  There's Only One;  Sleep Song;  Chicago;  We Can Change The World.

1 comentario:

  1. Una preciosidad, tan maravilloso que mientras lo escuchaba he deseado que no acabara nunca.
    Es autentica magia, de esa que se te queda en el alma.
    Una joya, otra y van..
    Bss.

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