domingo, 14 de agosto de 2011

Adiós


Mi querida Amiga. Quiero y deseo que me permitas la tristeza que tengo por tu marcha, porque para mí es un signo del afecto que te profeso, pero por supuesto no quiero que dejes de saber que estoy realmente feliz porque cumplas tus deseos (que los hago míos) y que además estos deseos salgan como Tú quieres.
La tarde de ayer fue dura en recuerdos de momentos íntimos, lejanos y cercanos en el tiempo, de conversaciones eternas entre dos personas que han sabido superar la mediocridad que les rodeaba y han forjado una Amistad por encima de todos y de todo; fue una tarde extraña, y la Música que me inspiró iba dirigida a Ti, a mi Amiga, los sones que acariciaron mis oídos me sugerían llamadas agobiadas, felices, intranquilas, de huidas... pero entre la tristeza egoísta que anidaba en mi alma hice un hueco para la alegría por la persona, la mujer, el ser humano que ha conseguido ser quien siempre ha querido ser, y de la que he tenido la suerte y el orgullo de compartir su esencia.
Permíteme en lo que pueda y en lo que mi alma deje, acercarme más a Ti (si eso es posible) y dedicarte unos instantes más para que nuestro vínculo esté más allá de lo meramente humano y sea exclusivamente algo espiritual.

Hemos pasado más de una década juntos, y ahora, en pleno signo de la estupidez humana, cuando lo rápido y fugaz es norma en todos los aspectos, me enorgullece haber podido transgredir esa norma social y estúpida y mirar atrás bebiendo de los recuerdos, de nuestros recuerdos, reviviendo tantos años (tantos que afortunadamente no los recuerdo) de llamadas eternas, inmensas, pasionales, fructíferas, algunos momentos de presencia física memorables, únicos, activos, imperecederos, y sobre todo tantos largos, extensos e inolvidables años de poder mental por encima de todos los obstáculos que nos han puesto.
Mi querida Amiga, lo nuestro ha sido la victoria del corazón y la mente por encima de las normas, las creencias, lo “correcto”, y eso hace que estemos donde estamos, con un vínculo que nada ni nadie puede socavar, una unión que ha nacido de la dificultad, lo desconocido, la nada, y que Tú y Yo hemos transformado en una Amistad a través de la vida.
Déjame (quiero serlo) ser prepotente al hablar de nosotros, porque volverá a ser algo que quede en nuestra memoria, en nuestra mente, en nuestra alma, pero lo que tenemos, lo que hemos forjado, nos hace estar por encima de la mediocridad que nos venden, en la que se envuelven, y no puedo pasar por alto que somos y estamos por encima, muy por encima de esta mentira envuelta en papel de regalo.

El fin de los días pudo llegar una fría mañana de invierno, allá en tierras lejanas, cuando el horizonte se me antojaba negro y sin posibilidad de una luz que lo iluminara. Es posible, poco probable, que nunca estemos en los libros de historia; es seguro, casi sin duda, que nunca salgamos de nuestra Historia particular, la que va formando la vida de cada ser humano, la que tras tantos años, en ese rincón del alma que hemos decidido guardarnos para cada uno, tenemos Tú y Yo.
“El final siempre es importante”, reza un apartado del código samurai, y creo que es cierto, por eso, a pesar de las transgresiones mentales hechas entre nosotros, el día de hoy debo y quiero recordarlo con una reflexión más profunda (si puede ser) hacia la despedida de mi Amiga, de una mujer única e irrepetible.
Durante años hemos conseguido llegar a las más altas cotas de la calidad humana, sin más, porque hemos deseado hacerlo, y porque hemos pretendido mantenerlo; no somos parte de la vorágine que arrastra a la mayoría de las mentes que se proponen y no hacen, sino que se dejan hacer, y eso además de otras razones, nos hace diferentes.

Se me fue hace horas una mujer que me enseñó a amaros, que me dio la oportunidad de apasionarme por vosotras, pero me quedan... las que son como Tú, simplemente brisa, suave, fresca, eterna.

Porque sí, porque me apetece, Te Quiero
Un beso, de tu Amigo



Mi último mensaje quiero que sea para ti; te deseo lo mejor siempre.
            Te Quiero, Tu Amiga…

No hay comentarios:

Publicar un comentario