viernes, 12 de agosto de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CXXXVIII

Volvemos a estos viejos dobles en directo que nos volvían locos, con un grupo que fue efímero por demasiadas cosas, pero que lo poco que hizo fue simplemente espectacular, y en eso andamos...


Derek & The Dominos (In Concert) 1970


Derek era Eric Clapton, para el que no lo sepa que será casi nadie, y The Dominos tres músicos maravillosos e increíbles, de los mejores de sesión que han existido y por los que se peleaban la mayoría de los grandes para que formaran parte de sus grabaciones o, como es el caso, de un grupo formado para ser algo grande, muy grande.
Tras "Layla & Other Assorted Love Songs" todo debería haber sido una carrera fulgurante, pero los egos, Clapton y Clapton, egos y Clapton acabaron con esta pedazo de banda que hubiera podido llegar a la gloria. El Fillmore East, escenario de tantos y tantos conciertos míticos acoge este doble en directo, grabado entre el 23 y 24 de Octubre, una auténtica exhibición del más puro blues rock que se puede encontrar, porque además marca un antes (glorioso, maravilloso genial, único) y un después (menos de todo aunque fomentando el mito) de un genio de las seis cuerdas, un increíble compositor y un tremendo intérprete.
Eric Clapton en el momento cumbre de su carrera, tras la disolución de Cream y el fugaz paso que fue Blind Faith, lo más parecido a lo que era entonces, un guitarrista sin límites, con enormes solos que parecían no acabar nunca, tremendas pasadas de guitarras que se acercaban a las jams más furiosas de sureños y hard, una barbaridad de creatividad y saber hacer sobre el escenario, el mito en pleno auge, no se puede decir más, al margen de su voz, siempre peculiar y acoplada a los temas que interpretaba. Al piano y órgano el único e irrepetible Bobby Whitlock, un músico genial, con un sentimiento y una forma de tocar increíbles, una manera de entender la Música como pocos y un tipo que nunca ha sido lo que debiera, porque es realmente el sonido en esa parte que completa los temazos del disco que acompañaban la guitarra de E.C., además de los coros. La base rítmica la formaban dos de los más reputados e increíbles músicos de la época y para mí de la historia como session man, al bajo el gran Carl Radle, un maravilloso y excelente "cuatro cuerdas" que hacía de frontón a lo que hiciera falta, pedazo de bajo tocado con sensibilidad o furia según se le requería, uno más en los instrumentos solistas, a la sombra de la guitarra, pero compartiendo ese sonido que el grupo conseguía, y a la batería uno de mis ídolos, Jim Gordon, tremendo pegador con un sentido del ritmo sublime, uno de los más reputados con razón, porque su manejo del compás es increíble, marcando los tiempos y dando el toque preciso a cada momento de los tremendos temas que interpretaban.
Con esta barbaridad sobre el escenario el disco es, simplemente, una joya, una obra de arte de proporciones enormes, como lo son cada uno de los temas interpretados, ocho en total, dos por cara, con una barbaridad de desarrollo en la duración (el más corto se va a los 6'25'') para 89'45'' de pura Música, auténtica orgía para los sentidos y una exhibición de cómo se hacían las cosas cuando el talento sobraba, que era lo mismo que provocaba en ocasiones que todo se fuese a la mierda, como en este caso. 
"In Concert" es la Música por la Música, energía, maravillosas demostraciones de clase, cuatro músicos en estado de gracia dando lo que tenían, que era mucho, y eso se nota, no hay tema que no aporte algo increíble, los punteos de Clapton, el piano de Whitlock, cuando no las pasadas de Gordon o Radle desmadrándose con su bajo, eran tan buenos que no podían hacerlo mal, y en este disco lo demuestran, con clásicos creados por la magia de Clapton ("Got To Get Better In A Little  While" 14'40'', "Presence Of The Lord" 6'33'') Clapton / Whitlock ("Why Does Love Got To Be So Sad" 9'40'', "Tell The Truth" 11'10'', "Roll It Over" 6'25'') Clapton / Bramlett ("Let It Rain" 17'14'', "Bottle Of Red Wine" 6'50'') y Clapton / Russell ("Blues Power" 17'30'') temazos que lo son por sí mismos y que en el disco se convierten en auténticas joyas de la Música, recreadas como pocas veces se ha hecho.
La portada, en álbum una foto de los cuatro en el campo, y a partir de aquí todo para el dios de la guitarra (un poco excesivo) contraportada con créditos y tres fotos de E.C. tocando y el interior la traca, una foto a todo lo largo de "Manos Lentas", bueno, era él, así es que...
"In Concert", una joya de la Música, a partir de aquí que decida el que lo escuche, pero no hay mucho más que decir, salvo que se debe disfrutar por lo que es, al margen de mitos y leyendas.



1 comentario:

  1. Maravilloso, como todo lo que hace.
    Las piezas son quizás un poco largas, pero lo bueno, por mucho que dure, siempre sabe a poco.
    Comencé a escuchar "Let it rain" y cuando terminó lo que había en el horno comenzaba a oler a quemado. Otra pieza genial es "Presence of the lord".
    Seguiremos disfrutando.
    Hasta el próximo
    Ciao

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