viernes, 20 de septiembre de 2013

Surcos del Siglo XXI - 132

Escandinavia, mi amor... o algo parecido, porque desde esas tierras nos vienen sonidos que son maravillosamente cálidos (quien lo diría)


Causa Sui (Free Ride) 2007


Segundo trabajo de este grupo danés que al margen de toda la corriente de buen Rock Psycho que en el siglo actual se recrea por los distintos estados de la Escandinavia se desliza por una carretera de Acid Rock salvaje sin pausa y sin concesiones, que no digo que no tenga nada de ese Hard porque obviamente mama de sus fuentes pero que a su vez se hace más directo, descarnado y desnudo de contemplaciones.
Un disco tremendo, con cinco temas que salvo la delicada "Free Ride" que es una concesión preciosa al virtuosismo compositivo se convierten en maravillosas jams para que el grupo se despache a gusto y a los que nos gusta nos ponga las pilas.
Voz solista poderosa en la garganta de Kasper Markus, rota, desgarrada, casi al límite en cada estrofa que escupe al viento cuando se siente golpeado por el trío de músicos que le van lanzando andanadas de puro fuego. Acid guitar salvaje de Jonas Munk en solos demoledores, bestiales acometidas porque el tiempo no cuenta, los límites no existen y te vas perdiendo en la maravillosa orgía sensorial que te llega, guitarra asesina y base rítmica salvaje, el bajo de Jess Kahr se lo come todo, pero todo, todo y la batería es un continuo golpeo que te machaca a cargo de Jakob Skott.
A partir de aquí lo que te viene es pura dinamita, escasas pausas en los temas que dejan helado y desarrollos constantes sobre una estructura de puro fuego, jams, improvisaciones, excepcionales riff y cabalgadas sin final para enloquecer a los que (como el que suscribe, por supuesto) les entusiasme este tipo de sonidos.
La cara A nos aplasta con "White Sun" y ese demoníaco paseo por los infiernos llamado "Passing Breeze" donde el respiro que la banda se da en mitad de los 10'34'' que dura es coger aliento para abrasar con lo que sale de ahí. Hasta los efectos espaciales con los teclados parecen enviarte a otro universo, simplemente genial.
La segunda cara nos deja dos temas, "Lotus" que nos sirve para saber que los escombros son muchos cuando el muro se te cae encima y esa barbaridad de 15'40'' llamada "Newborn Road" donde el bestia de Munk usa todos los efectos que tiene y la guitarra se descompone, algo para estremecer (y me alegro de que así sea ¡¡¡rediéz!!!)
Un discazo que es pura energía, para acabar tendido y con la mente en blanco asumiendo lo que te han dado, mucho y bueno, ¡¡qué joooooooooé!!


2 comentarios:

  1. Impresionante y con todo el poder de los sonidos a discreción ¡Tremendo!.
    Difícil de olvidar...
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sobre too si no eres sordo, porque se te queda muy dentro. Me alegro que te haya gustado.
      Besos

      Eliminar