domingo, 15 de septiembre de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCCVII

Una pequeña pieza de eso que llamamos museo de los sentidos extraída desde el más recóndito lugar de los sentimientos.


Bermuda Triangle (Bermuda Triangle) 1977


Hace mucho, mucho tiempo que escuché hablar de Bermuda Triangle y su disco homónimo (uno va siendo mayor y los recuerdos toman dimensiones enormes) incluso tuve la oportunidad de escuchar alguna canción, la versión fastuosa y maravillosa de "Nights In White Satin" y me dejó helado.
Tras demasiados años de espera al escuchar este disco comprendo que me llegara sin saber muy bien a qué me enfrentaba porque con el tiempo he descubierto que cuando sus sonidos rozan mis sentidos me encuentro ante una verdadera obra de arte.
Folk Psycho abrumador, embaucador y sobre todo bello, exquisito y maravilloso, una sensación auditiva que se convierte en un todo rozando la piel y entrando sin esfuerzo para quedarse, sobre todo desde el momento en el cual te dejas atravesar por esas melodías que son pura seda y que no sólo se sienten, son tuyas.
Al margen de esa joya que es la versión del tema mítico tantas veces disfrutado en manos de tantos grandes el disco no tiene una sola nota fuera de lugar, desde el primer instante en el cual los sonidos emanan del vinilo hacia tus oídos sientes que algo especial pasa, vienen hacia ti y te van envolviendo de una manera increíble, temas preciosos realizados con un gusto exquisito pero es que además la interpretación es demoledora, pura sensibilidad, emociones continuas que no paran, una verdadera joya y un trabajo admirable.
Algo de Acid Folk para terminar este cócktel tan especial y todo preparado para envolverse y recibirlo como un regalo para los sentidos. Voces excepcionales en perfecta armonía tanto si cantan las chicas como el caballero, melancolía, melodías que son historias cantadas con una sensibilidad extrema y el trato a los instrumentos una verdadera delicia. Violines que aparecen y te llevan, teclados para soñar, un conjunto tremendo que no deja resquicio a nada que no sea disfrutar de unas sensaciones extremas por su belleza (que esto también puede ser extremo por mucho que me digan)
No hay un tema a destacar, todo el disco es supremo, una joya enorme para disfrutar sin pausa, degustar un exquisito menú y sentirse lleno por lo que te llega, verdadera delicia en forma de sonidos, a partir de aquí...
Wendy voz y bajo. Sam batería, percusión y violín. Roger voz, autoharp, armónica, teclados.

SIDE 1:  Nights in white satin;  Richt track;  Dream on;  Lark in the morning / Swallow Tail;  Free ride
SIDE 2:  Standing together;  Louisiana;  Night Train;  Wind;  My Brother






5 comentarios:

  1. Hay melodías con las que resulta fácil dejarse querer pero hay Música que en determinados momentos, te lleva a la calma mas absoluta y es de agradecer.
    Este es uno de ellos.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una joya, debe ser por aquello de que estamos muy bien enseñados.
      Besos

      Eliminar
  2. Eso es harina de otro costal.
    Ves, lo que te decía de la intuición, aquí me paro y me llevo premio.
    Esas Noches de Blanco Satén han conseguido erizarme la piel.
    Un disco que, como dice Jane, es de agradecer.
    Una delicadeza en estado puro.

    Gracias por hacer que mis sueños esta noche sean un poco más felices.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pura seda, sí señor. Per vuelvo a lo de siempre, quien lo escucha y lo hace suyoe quien se merece el premio.
      Besos

      Eliminar
    2. Pura seda, sí señor. Per vuelvo a lo de siempre, quien lo escucha y lo hace suyoe quien se merece el premio.
      Besos

      Eliminar