martes, 10 de septiembre de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCXCI

Un rara avis por lo que es, el lugar de donde viene y porque lo intentaron a pesar de no tener ningún éxito, que no siempre significa algo.


Axcraft (Dancing Madly Backwards) 1974


Que en la cultura de los USA la Música se encuentra arraigada a sangre y fuego y es parte indisoluble de lo que son es un hecho sin discusión. Que el Prog. no cuajó ni tuvo repercusión en ese país (salvo honrosísimas excepciones) a pesar de los pesares es otro hecho tan contundente como cierto, por eso que ciertas bandas intentaran tirar por ese camino con todo lo que suponía de dificultad era como mínimo sorprendente.
Axcraft es un grupo americano que forma parte de la olvidada leyenda del Prog. en los USA, un grupo especial y valiente que se puede considerar como el primero más allá del Océano en usar el mellotron como instrumento básico en sus composiciones (y esto no es una trivialidad si nos ceñimos a la historia de la Música progresiva y su significado)
"Dancing Madly Backwards" es su disco debut, o mejor dicho es el intento de debutar en el mundo de los sonidos, porque jamás pasó de ser grabado en acetato al perderse el master original y quedarse sin publicar.
Una vez recuperado décadas después nos llega una demostración de Música valiente, sólida y con una estructura compositiva compleja y sobria mantenida sin esfuerzo por los músicos que dominan los instrumentos de manera poderosa. Sonidos que se deslizan entre la magia de clásicos como Crimson, paisanos como Pavlov's Dog o los mismísimos Kansas y que usan de forma profusa y exagerada los teclados, sintetizadores, moog con una falta (es el pero que suelo poner cuando hablo de este disco) de espontaneidad y libertad creativa pero que suplen con una exquisita interpretación de las canciones. Dos guitarras para alternarse en riff y solos ejecutados sin esfuerzo y una sección poderosa y sobria.
Siete grandes obras a modo de desarrollos instrumentales, excepcional "Dancing Madly Backwards" y sus 9'10'' gloriosos y emocionantes; "Vahalla" domina el espacio y se escucha como un suspiro que te arrulla; grandes temas instrumentalmente completísimos, Música sin pausa y a modo de jams para darse el gustazo.
Un disco especial por lo atípico, una resurrección que se agradece de una obra incomprensiblemente perdida para degustar buen Prog. de calidad.
Jim McClellan voz. Dan Gerard guitarra. Paul Skylar guitarra. Michael Carroll bajo. Gary Gassett batería. Randy Ballard teclados.

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