domingo, 1 de septiembre de 2013

Como Un Sueño


Despertó aturdida por el alcohol y la presencia de un extraño en su cama, pero esta vez no fue como las otras, no deseó que el extraño saliera deprisa de su casa, no verlo más, sintió en cambio un placer especial, una sensación de armonía que era muy inusual en ella. Preparó café y puso Música tranquila a un volumen lo bastante bajo para no ser molesto pero audible para un agradable despertar. Comenzó su ritual diario de preparación para comenzar el día, tomó una ducha caliente, abrió el armario y estuvo como cada día mirándolo durante quince o veinte minutos hasta que decidió qué ponerse. Se vistió con calma sin dejar de observar a ratos a su acompañante, dormido, un niño en cuerpo de hombre que le transmitía una ternura inmensa. Mientras se maquillaba ante el espejo y empezaba a sentirse algo incómoda porque se le hacía tarde y seguía dormido vio en el espejo la imagen de él, que le pasó el brazo por su cintura y le besó en el cuello suavemente dándole los buenos días. Salieron juntos y se despidieron torpemente sin saber muy bien qué decirse.

Ese día en su trabajo se sentía como flotando, sabía que había sido algo especial, aunque no era capaz aún de saber muy bien qué sentía, estaba cansada pero feliz. Cuando llegó a casa se echó a dormir toda la tarde hasta que la despertó el sonido del teléfono. Era él, sintió que la había despertado y no quiso molestarla, de modo que quedaron en hablar más tarde. Ya era de noche cuando sonó de nuevo el teléfono y le pareció como si tuviera un enano en su estómago. Salieron a cenar, dieron un paseo por la parte antigua de la ciudad, de madrugada, y fueron a su casa a tomar una copa. Él sentado en el sofá y ella tumbada con las piernas sobre él, que le acariciaba suavemente los pies mientras conversaban tranquilamente contándose sus vidas hasta que amaneció y el sueño les venció. Él se levantó primero y comenzó a acariciarla y a besarla, regalándole un delicioso despertar con olor a canela y café. Ese despertar duró una eternidad de amor y pasión, y aún hoy siguen viviendo en aquél amanecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario