viernes, 25 de octubre de 2013

Surcos del Siglo XXI - 149

Un músico genuino que me emociona porque aún es capaz de dar mucho de eso que la gente espera cuando llega el momento de poner el reproductor en marcha (yo muevo el brazo del tocadiscos)


Elliott Murphy (Strings Of The Storm) 2003


Hay algún que otro músico de los que ya van siendo eternos que me gustan sobremanera por cómo se están tomando su recorrido en este siglo XXI, sin alardes pero sin dejar ese toque tan suyo reciclándose en lo que pueden y saben para llegar a ser tan dignos como siempre.
Uno de estos músicos es Elliott Murphy al que le sentó maravillosamente bien cambiar de discográfica y dejar las multinacionales para trabajar con casas de discos pequeñas que no le ponían ninguna traba y en la que podía desarrollar su talento de manera libre y absoluta.
Tras un fulgurante comienzo en los setenta y los ochenta y un más que titubeante paso por los noventa el siglo XXI lo afrontó como el que sabe qué y cómo y en eso es un ejemplo que no muchos han sabido hacer. Sus obras del nuevo siglo son excelentes trabajos de un rockero que se niega a irse y que se va mejorando según ve lo que ocurre, pero quizás, sólo quizás por aquello de los gustos, su obra cumbre en este período es este tremendo triple vinilo llamado "Strings Of The Storm" que en sus 111'59'' (y ya le vale tener agallas para eso) es una demostración de buen Rock y del camino trazado por el artista.
Metido ya de lleno en esa querencia acústica que tanto ha usado en sus discos y que desde hace casi quince años es santo y seña de sus directos, los 24 temas que componen el disco son un tratado de buena Música, composiciones sobrias que no se pasan pero no se quedan cortas y del buen gusto de Elliott por los temas actuales, siempre desde el punto de vista de su experiencia y siguiendo como ese trovador moderno que utiliza sus canciones para relatar pedazos del mundo en el que vive.
No faltan las eléctricas que en solos muy rockeros ayudan a la energía que se desprende de todo el trabajo ni la armónica del viejo cantautor del metro neoyorquino pero sobre todo se nota el trabajo de las acústicas que entre Elliott y Olivier Durand se encargan de bordar consiguiendo ese ambiente intimista que sólo los buenos logran cuando quieren llegar.
Una banda de músicos tremendos, solventes y sin nada que demostrar ayudan a que todo sea una fiesta y que los que no creemos en los que se arrastran después de... nos alegremos de que los que no lo hacen sigan desparramando talento y clase.
Treinta años después de su debut E.M. se marcó un homenaje a él mismo con este triple que es un canto al gusto por la Música, esa que siempre formará parte de nuestra alma porque se escucha sabiendo que todo está como debe y viene desde donde debe, que no es poco.
Elliott Murphy voz, armónica y guitarras. Olivier Durand guitarras y voz. Ernie Brooks bajo acústico. Danny Montgomery batería. Thomas Schaettel teclados. Florent Barbier batería y percusión. Kenny Margolis teclados. Cindy Bullents voz.

SIDE 1:  Green river;  Night falls;  The best kiss
SIDE 2:  Big sky;  The poet and the priest;  Le future;  Temple bar
SIDE 3:  The banks of the Ohio;  The last star of the night;  Day Is done;  From room 102
SIDE 4:  A mountain of love;  Mick's dream;  la belle dame sans merci;  Everybody got lucky;  look around you
SIDE 5:  Cutting the cake;  Birds;  Jet-lag;  Moan
SIDE 6:  O Catarina;  The red lights;  Ground zero;  Evening gown



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